Josu Erkiaga: "Hace varias décadas había en Muskiz, justamente donde hoy está Petronor, una preciosa zona húmeda"

2004-04-23

DIAZ DE MENDIBIL, Ismael

Josu Erkiaga

Director de Biodiversidad del Gobierno Vasco "Hace varias d?cadas hab?a en Muskiz, justamente donde hoy est? Petronor, una preciosa zona h?meda" Ismael Diaz de Mendibil

Traducción: Koro Garmendia

Jatorrizko bertsioa euskaraz El rápido proceso de industrialización que tuvo lugar en el País Vasco provocó un espectacular incremento demográfico que, a su vez, afectó negativamente a la gran mayoría de las zonas húmedas. Con el objeto de reparar el daño causado por la intervención del ser humano, en los próximos días el Gobierno Vasco aprobará el Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas, concebido bajo la finalidad de devolver a tales humedales su valor naturalístico original. ¿Qué es una zona húmeda o humedal? Las zonas húmedas o humedales son ecosistemas de un altísimo valor natural y de capital importancia, especialmente las rías, porque cumplen una función básica en lo que respecta al desarrollo de las aves marinas, ya que estas zonas les proporcionan un lugar donde descansar en sus constantes idas y venidas, alimentarse y anidar. En la Biosfera de Urdaibai, por ejemplo, hay más de 200 especies. Por otra parte, muchas plantas y aves no pueden vivir más que en los humedales, con lo cual el valor ecológico y biológico de las rías y marismas es mayor aún, si cabe. El Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas distingue dos tipos de humedales: las zonas húmedas costeras y las zonas húmedas interiores. En el año 1999 adoptamos una decisión muy controvertida, pero de gran importancia, que consistía en no alterar la situación de aquellas zonas húmedas que ya para entonces habían sido urbanizadas (eran los casos del Nervión en Bilbao y del Urumea en San Sebastián), por la sencilla razón de que el daño ya estaba hecho. El Plan, que, claro está, es de obligado cumplimiento, prohíbe terminantemente cometer este tipo de barbaridades. ¿Existe alguna norma que regule los humedales? En el año 1997 se aprobaron las Directrices de Ordenación del Territorio del País Vasco, las cuales ordenan explícitamente que han de ser desarrolladas por la Administración, a través de diversos instrumentos. En lo que respecta a los humedales, tras una prolongada fase de tramitación, el Consejo de Gobierno prestará en breve su aprobación definitiva al Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas que empezamos a elaborar en el año 1999. La prolongación se debe, en gran parte, al tiempo que ha sido necesario para solucionar las disputas que se han originado, como bien es lógico que se susciten en un país que cuenta con pocos terrenos. Las zonas más problemáticas han sido los humedales costeros, como por ejemplo Zumaia u Orio, municipios que cuentan con pocos terrenos y donde las rías son una parte fundamental para el desarrollo local (en materias como la vivienda, la industria o las infraestructuras deportivas). En tales ámbitos hemos tenido que negociar. ¿Qué aspectos destacaría del Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas? En primer lugar, que se trata de un estudio científico. Especifica cuáles son los humedales existentes, de qué tipo son, en qué situación se encuentran, etc. Y llega a una clarísima conclusión: que debido a la intervención del ser humano durante los últimos doscientos años, los humedales de la Comunidad Autónoma Vasca se encuentran seriamente dañados. La propia toponimia nos lo demuestra: en el conocido Arenal de Bilbao hoy no queda ni rastro de arena. En cualquier caso, algunos humedales ya venían siendo protegidos. Así es. Y puesto que varios de ellos cuentan con su propia normativa, no están contemplados en el Plan Territorial Sectorial. Dentro del primer grupo al que nos hemos referido, se encuentran las zonas húmedas de Urdaibai, Txingudi y Saldropo (una turbera interior próxima a Zeanuri); en el segundo grupo, por su parte, se incluyen los humedales que convendría ordenar pormenorizadamente en el Plan, zonas húmedas tanto costeras (las rías de Butrón, de Lea, de Artibai, de Orio, de Zumaia, de Deba, etc.), como interiores (las zonas húmedas de Salburúa, los encharcamientos del valle de Bolue, enclavado entre los municipios de Getxo y Berango, el lago de Arreo, etc.). La relación es bastante larga. Sin embargo, aun cuando todos estos espacios naturales encierran un alto valor naturalístico, nunca hasta este momento han recibido ningún tipo de protección. El principal objetivo del Plan consiste en aprobar una serie de normas que regulen los humedales del segundo grupo y dar comienzo a las labores de recuperación. ¿Todas las zonas húmedas reciben el mismo tipo de protección? No. Dependiendo de sus características y cualidades, cada zona recibe un determinado grado de protección, que son cuatro en total. Incluso es posible que dentro de un mismo humedal se hayan previsto distintos niveles de protección. El primero de ellos se refiere a las zonas merecedoras de una protección especial, a aquéllas que deben conservarse en el mismo estado. En ellas, entre otras previsiones, está prohibido edificar. El segundo nivel de protección se aplica a las zonas de mejora ambiental. Antes de seguir adelante, le agradecería que nos facilitara algún ejemplo, porque, a decir verdad, el tema que estamos tratando tiene su punto de complicación... Pongamos el caso de la ría de Lea. Se trata de una ría muy larga, pero no todas sus zonas tienen el mismo valor. Sus marismas reciben una protección especial y, en consecuencia, como indicaba, está terminantemente prohibido edificar en ellas, pero la ría cuenta con otras zonas que desde el punto de vista de la biodiversidad se encuentran seriamente dañadas y que, por tanto, deben ser objeto de una mejora ambiental, ya que prestándoles la debida atención podrían recuperar su valor original. Un vertedero concebido por el ser humano, por ejemplo, favorece el proceso mediante el cual la zona vuelve a adquirir su condición pantanosa. Entendido. ¿Cuáles serían los otros dos niveles de protección que mencionaba? En un tercer nivel de protección se encuentran las zonas destinadas a la agricultura y a la ganadería. Es el caso de las zonas húmedas de Orio y Lea, por ejemplo, donde también se desarrollan este tipo de actividades. Y la finalidad de este nivel de protección consiste en recuperar estas tierras. Es decir, los agricultores y ganaderos que actualmente trabajan en ellas están autorizados para seguir desarrollando su actividad, pero una vez que dejen de hacerlo, llegado el momento de su jubilación, esas tierras volverán a formar parte de los humedales.

El cuarto grado de protección se da en muy pocos casos, ya que se aplica a las zonas húmedas en las que se desarrolla una actividad pesquera. Son casos extraordinarios, porque, por lo general, los pescadores no suelen navegar en las rías. El objetivo del Plan es conceder a cada zona la protección que le corresponde. Resumiendo, en el primer grupo se incluyen los humedales que venían siendo protegidos con anterioridad (como por ejemplo la Biosfera de Urdaibai), y en el segundo los que recibirán dicha protección a partir de la aprobación del Plan. ¿Y qué hay del tercer grupo? Son humedales muy pequeños, la mayoría de los cuales están situados en el interior. Es, por ejemplo, el caso de los embalses destinados al regadío. Pero no somos nosotros quienes regulan estas zonas, sino los municipios, a través de sus instrumentos urbanísticos. ¿Existe alguna contradicción entre lo establecido en La Ley de Costas promovida por el y las previsiones del Plan Territorial Sectorial? No. La Ley de Costas del año 1988 protege toda la zona costera con un espíritu defensivo, y prohíbe levantar cualquier tipo de edificación. Nuestro Plan, por su parte, además de adoptar esa misma perspectiva, prevé labores de recuperación para un buen número de zonas húmedas. Nosotros protegemos los humedales en función de su valor naturalístico, y, en base a ello, decidimos actuar en uno u otro sentido. ¿Establece el documento algún plazo para realizar dichas intervenciones? No, no establece ningún plazo. En cualquier caso, expresa con toda claridad que el Gobierno Vasco debe cumplir las indicaciones recogidas en el Plan, porque, de lo contrario, no sería más un magnífico plan guardado en un cajón, como tantas veces sucede. El documento tiene un valor enorme, y dado que este ámbito es competencia del Gobierno Vasco, es a él a quien corresponde llevarlo adelante. Para empezar, la Dirección de Biodiversidad tendrá que destinar una parte de los presupuestos a los humedales. ¿Cree usted que el territorio vasco, aun siendo de dimensiones más bien reducidas, puede considerarse rica en humedales? Tenemos multitud ríos y cerca de ocho rías. Tampoco es que sean miles, como en Chile, pero, desde luego, tienen un gran valor para un país tan pequeñito como el nuestro. En tal sentido, en Plan es fundamental para poner fin al retroceso que se está produciendo. La ría de Lea, por ejemplo, se encuentra francamente bien, pero si no hubiera sido protegida, los municipios habrían sido capaces de llegar a destrozarla por levantar cualquier tipo de construcción. Durante las últimas décadas, la intervención del ser humano ha perjudicado seriamente buena parte de las rías y marismas del País Vasco. ¿Cuál sería, en su opinión, el caso más destacable? El de la ría del Nervión, y, sobre todo, el de Muskiz. La empresa Petronor se construyó en medio del humedal. ¡Fíjese qué burrada! Según hemos podido observar en los datos científicos, la zona de Muskiz, hace cien años, era el humedal más próspero de Bizkaia, junto con el de Urdaibai. Comparando el aspecto que el humedal presentaba hace un siglo con su estado actual, a uno le entran ganas de llorar. Alguno me dirá que es el tributo que nos toca pagar por la industrialización, pero no es cierto, porque muchos países de Europa se industrializaron en mucho mejores condiciones que aquí. Una cosa es construir un muelle en la punta de una ría, y otra cosa, muy distinta, edificar en medio del humedal una instalación como Petronor, o llenarlo de viviendas. Hoy en día sigue habiendo muchas presiones, pero la Administración debe actuar siempre y en todo momento en consonancia con el desarrollo sostenible. Por ejemplo, pongamos que un grupo de remeros del País Vasco presenta una solicitud para construir un canal donde poder remar, argumentando que los inviernos en el País Vasco son muy largos o que el mar está muchas veces embravecido. En el caso de aceptar su proposición, habría que destrozar un humedal, porque un canal de esas características necesita más de dos kilómetros, y, además, en línea recta. La relevancia del Plan Territorial Sectorial de Zonas Húmedas descansa precisamente en que prohíbe terminantemente ese tipo de destrucción. Los grupos ecologistas han peleado incansablemente hasta conseguir paralizar proyectos que a buen seguro terminarían por destruir varias zonas húmedas (Txingudi, Orio, Zumaia, Lea, Plencia, etc.). ¿Qué opinión le merece la labor de los ecologistas? Hasta hace poco, la Administración carecía de los instrumentos adecuados para paralizar tales proyectos, y había ocasiones en las que algunos municipios trataban de apoderarse de las tierras de los humedales para de tal forma aumentar sus terrenos. Los litigios nunca resultan agradables, pero hay que reconocer que los grupos ecologistas han hecho un gran trabajo y que debemos estarles agradecidos. Su labor, además, es totalmente necesaria de cara al futuro. Recuerdo que hace unos pocos meses tuvimos una fuerte polémica con los ecologistas a propósito de un río de Barakaldo. Alegaban que el río cumplía todos los requisitos para ser declarado zona húmeda, pero dado que científicamente estaba regulado como zona carente de valor naturalístico, no se había incluido en nuestro Plan. En este caso los ecologistas no llegaron a alcanzar su objetivo, pero hay supuestos en los que sí lo han conseguido. En cualquier caso, considero que su presencia y labor son fundamentales. En su opinión, ¿hay algo que se pueda hacer por la ría del Nervión? Absolutamente nada. Está todo perdido. En el Plan que le indicaba, el Nervión y el Urumea ni tan siquiera se mencionan. ¿Cuál es, en su opinión, la zona húmeda más importante del País Vasco? La de Urdaibai. Hay que tener en cuenta que comprende cuatro ecosistemas: la zona húmeda, los únicos encinares cantábricos que hay en la Comunidad Autónoma Vasca, las playas y la ría interna. Josu Erkiaga

Josu Erkiaga naci? a pocos kil?metros del humedal m?s emblem?tico del Pa?s Vasco, exactamente en Gernika. Trabaja en Vitoria/Gasteiz pero sigue viviendo en la costa, por lo que diariamente recorre el trayecto que separa Lekeitio y la capital alavesa. Adem?s de la carrera de Derecho, estudi? Ciencias del mar, hecho que pone de manifiesto su v?nculo con la vida mar?tima. Tras varios a?os dedicado a impartir clases en el Euskaltegi Municipal de Gernika, en la actualidad es Director de Biodiversidad del Gobierno Vasco. Siempre que su actividad laboral y pol?tica se lo permiten, le gusta pasar los ratos libres leyendo, nadando y jugando al trinquete. Menu ELKARRIZKETA Inicio > EM 251 > Elkarrizketa -->

2004/04/23-30
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