Vida plena

06/11/2023

La sociedad se preocupa cada vez más por preparar a las personas para el mundo laboral, ofreciendo programas de educación y formación permanente para adaptarse a las transformaciones del mercado de trabajo. Sin embargo, no se concede la misma atención a la preparación para la transición hacia una nueva etapa del ciclo vital y para vivirla en plenitud, a pesar del impacto personal, familiar, social y económico que esto puede tener.

Es necesario adoptar un enfoque que brinde a todas las personas, sin importar su situación laboral, género o cualquier otra condición, la oportunidad de prepararse en igualdad para vivir esta nueva etapa de la vida de la mejor manera posible. La transformación del rol socialmente asignado a las personas mayores de 65 años y el aumento de la esperanza de vida sin discapacidad amplían el potencial social de las personas que siguen contribuyendo más allá de la edad de jubilación. Esto les permite asumir nuevos roles y conquistar mayor libertad de acción, respondiendo a la cuestión de cómo envejecer, continuando con su crecimiento personal, así como impulsando y participando en nuevas actividades de utilidad comunitaria y social.

Para lograrlo, es necesario identificar los intereses, valores, habilidades y competencias de cada persona, para que puedan seguir creciendo personal y socialmente y vivir una vida plena de acuerdo con su trayectoria particular y sus circunstancias.

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