Jesús Mosterín. Filósofo: Sólo hay una cultura en el mundo, que es la cultura universal

2015-06-03

AGUIRRE SORONDO, Juan

Jesús Mosterín nació en Bilbao en 1941. Obtuvo la cátedra de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Barcelona. Desde 1996 es Profesor de Investigación del Instituto de Filosofía del CSIC. Introdujo en España la filosofía analítica, corriente de pensamiento del siglo XX caracterizada por el estudio del lenguaje con la pretensión de resolver los problemas filosóficos mediante el análisis de los términos que intervienen en su formulación y de eliminar las ambigüedades en la ciencia y la filosofía. Ha tenido un papel esencial en la introducción y desarrollo de la lógica matemática y la filosofía de la ciencia en España y América Latina. También se ha involucrado en la protección de la naturaleza y la defensa de los animales.

Usted nació en el 1941 en Bilbao ¿Qué recuerdos tiene de aquel Bilbao de los años 40, 50?

Bilbao era una ciudad —quizá lo siga siendo todavía— muy caracterizada y medio dominada por los jesuitas. Yo hice todo mi Bachillerato y antes la escuela, en el Colegio de Indautxu de los jesuitas, en el Colegio de Nuestra Señora de Begoña. Entrábamos en el colegio a las 8 de la mañana y salíamos a las 8 de la tarde. Desde luego, era un colegio ideal para los padres, porque ahora están desesperados, ?les sueltan enseguida a los hijos y no saben qué hacer con ellos!, pero los jesuitas eran una especie de gallina clueca.

Íbamos al colegio en fila, yo vivía en el centro de Bilbao, donde se cruzan la Alameda Recalde y la Alameda de Urquijo, y por allí a una determinada hora -antes de las 8:00 de la mañana- pasaba una fila de niños con un jesuita delante, como si fuera un pelotón del ejército con un sargento. Yo esperaba en el portal de mi casa y me sumaba a la fila, y seguíamos andando hasta el colegio, era como un tren peatonal. Llegábamos al colegio y allí lo primero que había era una misa, y después, como se suponía que no habíamos desayunado para poder comulgar, nos ofrecían un desayuno. Allí pasábamos todos el día, a veces había clases y otros periodos de estudio, y a veces había recreo. Incluso los domingos había cine en el colegio, que también podíamos ir. Al acabar el colegio, los jesuitas nos animaban, si éramos buenos estudiantes, a ir a la Universidad de Deusto que también es de los jesuitas.

Toda la ciudad de Bilbao estaba muy caracterizada por los jesuitas, tenían también mucha relación con el mundo empresarial, incluso con la formación de matrimonios, se celebraban las congregaciones marianas, donde se apuntaban los chicos y los jesuitas trataban de hacer parejas, “te voy a presentar a una chica que es muy simpática y me parece que te conviene”.

Bilbao era una ciudad, cuando yo era pequeño, mucho más industrial que ahora, todos los edificios estaban negros de la carbonilla que echaban las chimeneas de los Altos Hornos, del Euskalduna,...

En verano, había la costumbre de ir a veranear fuera, pero que yo recuerde, un par de años fuimos a veranear a una playa cercana, Arrigunaga, que ahora es una avenida completamente urbana, con edificios de pisos, todo asfaltado. Pero cuando yo iba allí, aquello era el fin del mundo, había un camino pedregoso, por el que no podían bajar los coches y había una playa que estaba siempre medio desierta. La parte de Las Arenas, Neguri y Portugalete está protegida del océano por dos rompeolas muy grandes, pero la playa Arrigunaga quedaba fuera, por lo que la mar era muy brava.

¿Cuál es su opinión sobre la globalización y el empobrecimiento de la diversidad cultural?

Bueno, aquí como tú señalabas hay que distinguir dos cosas: una es cuál es la descripción de la realidad y la otra lo que a uno le gustaría, es decir, los deseos, que a veces, se confunden las dos cosas. Con lo cual en la filosofía hay que distinguir muy claramente el campo de los deseos, de los valores y de las convenciones del campo de la realidad. Y la realidad es que actualmente, en lo que podemos llamar el mundo mínimamente desarrollado, sólo hay una cultura en el mundo, que es la cultura universal. Es decir, las culturas locales, tradicionales y étnicas han desaparecido.

Yo me acuerdo que cuando era pequeño cualquier viaje era una especie de experiencia un poco traumática, todo era distinto en todas partes. Cuando alguien podía viajar, volvía a casa cargado de cosas que no había más que en aquel sitio. En España, no había ciertos libros... Cuando yo iba de viaje siempre volvía con los brazos reventados de llevar libros pesadísimos en las maletas. Y ahora, cualquier libro del mundo lo compras en Amazon o donde sea y te lo traen a casa. Y lo mismo ocurre con cualquier cosa, con la ropa... Compras en las tiendas que te encuentras en Madrid, en Barcelona, en Bilbao y son las mismas que te encuentras en Moscú, en Nueva York y en Tokio. Las máquinas de fotos, el periodismo, todo lo que quieras, es igual en todas partes. Lo cual a mí, en principio, me parece muy bueno, porque me parece que la libertad que importa es la libertad individual, la libertad de cada uno y cuanta más oferta cultural haya mejor.

Antes para comer comida china había que ir a China, con lo cual era muy difícil, complicado y muy caro. Ahora, en todas las ciudades hay... bueno, aquí no lo sé, pero lo que pasa es que en el País Vasco la faceta más viva de la cultura vasca es la cocina, la gastronomía. La gastronomía vasca es buenísima y el País Vasco es uno de los sitios del mundo donde mejor se come y esto, que no se si en otros aspectos se puede decir, hace que las cocinas exóticas resulten poco atractivas, porque la propia es muy buena. Pero en otros sitios, por ejemplo en Barcelona, los restaurantes que hacen cocina catalana son menos de un 5 o un 10 % y en Londres, los que hacen cocina inglesa son menos de un 5 o un 10 %. Es decir, ahora hay cocinas que se ponen más o menos de moda en un momento u otro, que si la india, que si la china, que si la japonesa,... y cada uno tiene sus opiniones. Ferran Adrià dice que la cocina japonesa, es la cocina del presente, y que la cocina china es la cocina del futuro, cosas de estas que dicen esta gente pero de hecho para nosotros hoy en día, por lo menos si tienes un poco de dinero, no mucho, y te lo puedes permitir, podemos comer lo que queramos. Es decir, podemos dar rienda suelta a nuestros gustos y a nuestras aficiones, por muy extravagantes que sean y esto antes no era posible. Y quien dice esto dice las costumbres. Antes la gente iba toda vestida igual. Esto en parte sigue siendo así en algunos sitios, pero son las excepciones, claro.

¿Considera que la diversidad cultural es un valor?

Sí, pero yo considero que es un valor la diversidad cultural que no es de tipo local. Yo considero que la diversidad cultural, que es un valor, es la diversidad cultural de la oferta en todas partes. Por ejemplo, a mí me parece que lo que no contribuye nada a la libertad y a la diversidad cultural del individuo es que si estás en Arabia Saudíta te obliguen a hacerte musulmán... Lo que sí contribuye a la libertad individual es la variedad cultural deseable, es la que te dicen que estés donde estés, en cualquier sitio del mundo, tienes a tu disposición el cristianismo, el islam, el ateísmo, la religión del yoga, el budismo, y otras muchas que te puedas inventar, las religiones nuevas, los testigos de Jehová. Tú puedes, ¿y por qué no?

Lo que pasa que el hecho de que la cultura sea muy heterogénea y los individuos sean muy libres, no quiere decir que luego todos sean felices, sino que sigue habiendo todo tipo de problemas. Lo que no ocurre es que las soluciones a los problemas estén geográficamente limitadas. Antes, prácticamente, cualquier cosa que querías comprar, cualquier cosa que querías leer, cualquier cosa que querías hacer, que querías estudiar, excepto unas pocas que se daban en tu tierra, siempre lo que te decían era...“Uy, esto aquí no, pero si quieres vete a no sé donde que allí, sí”. Ahora, esto no hay. Cualquier chaval, en cualquier sitio del mundo en la India, en África... se sienta delante de la pantalla de su ordenador y está en todo el mundo a la vez, tiene acceso a cualquier tipo de cosa y esto es un proceso imparable. Naturalmente, en este sentido, pues sí que es cierto. Lo que pasa es que hay muchas cosas que si no se toman ciertas precauciones, se pueden perder. No solamente en la cultura, también en la naturaleza. Hay muchas especies de vegetales y animales que se pueden perder. “Lo que sí contribuye a la libertad individual es la variedad cultural deseable”.

Por eso quería hacer un paralelismo entre la biodiversidad, que tiene un valor incuestionable, con la diversidad cultural, es decir, si la sardana no defienden los catalanes, no va a ser Japón quien la defienda.

Para que desaparezca una especie, tienen que morirse todos los miembros de la especie. Mientras, que para que desaparezca la sardana catalana no tienen que morirse ningún catalán. Si a los catalanes, deja de interesarles y gustarles el bailar las sardanas, la sardana desaparece. Y eso no tiene nada de malo, porque ningún catalán se muere y ningún catalán sufre. Lo que sí tendría algo de malo, es que se prohibiese bailar la sardana. Pero afortunadamente, hay libertad de baile.

Hablemos sobre el pensamiento crítico en una sociedad democrática. ¿Qué le parece a usted la implicación de los intelectuales a la vida pública?

Yo soy partidario de la libertad, por lo tanto, cada uno tiene derecho a dedicarse a lo que quiera, y el que quiera dedicarse a hacer publicidad o propaganda de algo, me parece muy bien que lo haga, es una manera de ganarse la vida como cualquier otra. Y uno puede hacer la propaganda del cualquier partido político y a mí me parece muy bien, que los partidos tengan sus propagandistas. Pero, a veces, a eso que hacen le llaman hacer filosofía, y yo pienso que eso es tergiversar el significado de las palabras, es decir, la filosofía es una búsqueda desinteresada de la verdad, que en definitiva es vista con malos ojos por todos los políticos de todos los partidos, porque ellos lo que buscan son propagandistas. Y en el siglo XX ha habido verdaderos filósofos e intelectuales independientes, pero lo que más ha habido son propagandistas.

Las dos escuelas filosóficas más numerosas del siglo XX han sido el marxismo y la escolástica católica, porque toda la iglesia católica con toda su enorme influencia en todo el mundo, ha promovido la filosofía escolástica católica, en todas las universidades católicas, se enseñaba en cantidad de revistas,... Y no han hecho ninguna contribución al conocimiento, pero han ejercido un influjo político y lo mismo pasa con el marxismo, ya que en los países marxistas no podía haber ningún tipo pensamiento libre. Yo he sido profesor de la Universidad de San Petersburgo en la época de Gorbachov, los estudios de filosofía solo se podían hacer en cuatro universidades de la URSS, los departamentos que había eran, uno de materialismo dialéctico, otro de materialismo histórico, otro de comunismo científico y el cuarto y último, se llamaba departamento de historia de las ideas marxistas y crítica de las ideas burguesas. Todo aquello era un mero ejercicio propagandístico, y los mismos que hacían esa propaganda estaban aburridísimos de lo que estaban haciendo, estaban deseando hacer otra cosa. Y cuando Gorbachov, en la época de la Perestroika les dio un poco de manga ancha, lo primero que hicieron fue invitar a gente de fuera, incluido yo, a ir allí a hablarles un poco, porque tenían unas ganas locas de cambiar de aires, nadie quería que le hablasen de Marx.

Ahora hay más libertad tanto en Rusia como en China. La verdad es que a los políticos, Putin y demás, lo único que les interesa es su propio poder; si tú haces la más mínima crítica que ponga en peligro su poder te matan o te pueden meter en la cárcel, pero si no haces eso te dejan en paz. Es decir, a diferencia de lo que pasaba antes en época de Stalin o ahora en Arabia Saudita, no es solo el poder del que manda sino que quieren imponerte todo tipo de ideas.

Es usted escéptico, entiendo, a la contribución que puedan hacer los intelectuales implicándose activamente en la vida política.

Yo no critico a nadie, mientras sea de boquilla, que digan o hagan lo que quieran. Lo que pasa, es que a mí personalmente —y pienso que a cualquier persona que tenga vocación filosófica o que este intelectualmente despierta— esto de ser propagandista de un partido político no es una cosa muy excitante, que digamos. Yo también lo haría por dinero, pero no lo haría voluntariamente, por gusto. Y cuando los intelectuales estos dicen que hay que comprometerse, en definitiva lo que están diciendo es que a ellos lo que les interesa es la política y no les interesa la ciencia, ni el conocimiento, ni las humanidades, ni la filosofía,... ni nada de esto. Yo lo que no entiendo, es que si eres un intelectual al servicio de un partido político, y por ejemplo el partido cambia de política en algo, y hasta hoy te dicen que tienes que defender A, a partir de mañana, porque hacen un nuevo pacto político con otro partido te dicen que tienes que decir no a A, lo defiendas.

Sobre los saberes científicos...

Nosotros estamos inmersos en una época, en un sitio, y entonces esto tiene muchos aspectos teóricos, científicos y también aspectos prácticos. El pensamiento crítico es que, sí que conviene tenerlo, no tenemos que pensar que las cosas que pensamos, decimos o hacemos son invariables. Todo va variando y nosotros podemos contribuir activamente a que varíen y hay cosas que van bien y cosas que van mal.

Desde el punto de vista teórico nosotros tenemos que aprender lo que en nuestra época se sabe y se piensa. Hay cosas que están muy bien asentadas y otras que no. Hay muchas cosas que no sabemos si nos gustaría saber; y hay cosas que pensamos que estamos equivocados y que tenemos que cambiar de opinión. La verdad es que hasta hace poco, hasta hace uno 100 o 120 años, de las cosas que nos interesan no se sabía absolutamente nada. Es muy curioso que en la historia intelectual de la humanidad, los saberes más antiguos que tenemos y más sólidos son sobre cosas que no tienen nada que ver con nosotros: la astronomía, las matemáticas... Pero si nos preguntamos desde cuando sabemos algo acerca de los seres humanos, pues desde hace 100 años. Antes no sabíamos absolutamente nada, no había más que mitos. Esto lo que significa es que tenemos mucho que aprender. Por ejemplo, uno de los sistemas que peor conocemos del universo es nuestro propio cerebro, que nos interesa mucho, evidentemente. Antes no sabíamos absolutamente nada; ni siquiera hace 120 años se sabía ni siquiera que existían las neuronas. Mientras que ahora sabemos que el cerebro está hecho de neuronas. No se sabía nada de las conexiones sinápticas, no se sabía nada de cómo se establecen los enlaces. No se sabía nada de nada y hemos ido aprendiendo muchísimo. Pero todavía, después de todo lo que hemos aprendido, seguimos sin saber muchísimas cosas. Por ejemplo, si yo te pregunto si quieres ir al cine esta tarde, tú te lo piensas medio segundo y dices que sí o que no. Hasta ahora ningún científico del mundo sabe lo que ha ocurrido en tu cabeza, es decir, sí sabemos que algo ha ocurrido en el cerebro, pero algo ... El cerebro tiene cientos de miles de millones de neuronas y no sabemos lo que ha ocurrido. Lo mismo, si a alguien le pregunto su número de teléfono y me lo dice, y lo retengo, tampoco nadie sabe exactamente cómo lo he hecho. Es decir, hay muchísimas cosas que nos interesan y no se saben. “Es muy curioso que en la historia intelectual de la humanidad, los saberes más antiguos que tenemos y más sólidos son sobre cosas que no tienen nada que ver con nosotros: la astronomía, las matemáticas... ”.

Ahora sabemos, por ejemplo, lo hemos descubierto en los últimos años, que casi todas las estrellas de nuestra galaxia, que hay unas 200 mil millones de estrellas en nuestra galaxia, tienen planetas. Es posible que en muchos de estos planetas haya seres vivos, o que haya seres inteligentes. Es posible, pero no es seguro, no lo sabemos. Hay una serie de programas en marcha para averiguarlo, pero que hasta ahora no han tenido ningún resultado.

A la cuestión interesantísima, que a mí me interesa mucho, de si hay vida o inteligencia en otros planetas, la respuesta es que no lo sabemos. Yo mismo, a veces, algunos años, he sido socio de la Planetary Society y he pagado dinero cada año para esta investigación porque me interesa y me gustaría antes de morirme saber si efectivamente estamos solos en el universo o estamos acompañados, aunque sea de muy de lejos. Es decir, si somos un chiste cósmico o si somos una regla. Pero no lo sabemos. Todo lo que sabemos es compatible con que seamos los únicos seres vivos del universo y todo lo que sabemos es compatible con que en nuestra galaxia haya millones y millones de planetas que alberguen civilizaciones y vida.

Es una de las muchas cosas que no sabemos. A diferencia de la teología,... aunque la ciencia acepta su propia publicidad, como la política y sólo habla de cosas y los éxitos que descubre. Pero la pura verdad es que a la mayor parte de las preguntas que se les hace a los científicos tienen que responder que no lo saben. A pesar de esto la ciencia ha tenido un progreso espectacular. Newton decía “somos como niños que están en la playa y dan saltos de alegría cuando se encuentran una concha muy bonita y nos entretenemos mirándola”, entonces añade Newton “mientras a nuestro lado ruge el océano de la ignorancia”. Aunque nos alegremos por estas conchas que vamos descubriendo, el océano de la ignorancia sigue rugiendo y esto es previsible que sea siempre así. Lo cual es una de las cosas que nos hacen ser optimistas respecto al futuro. Si esto fuera a acabarse en algún momento, a partir de ahí la vida sería mucho más aburrida de lo que es.

¿Qué opina respecto al futuro de la especie humana?

Como se ha dicho muchas veces y con razón, la especie humana actualmente es el cáncer de la biosfera, es decir, un cáncer es un tejido que se multiplica desordenadamente y si no lo extirpas, entonces se multiplica tanto que acaba matando todos los demás tejidos y te mueres tu; pero si tú te mueres obviamente el cáncer se muere también. Lo que sí es cierto es que la especie humana hasta ahora ha sido completamente desafortunada para el resto de las especies. En oriente, por ejemplo en la India, había muchas tradiciones culturales de estas para las cuales la moral se basa precisamente en la “ahimsa”, la no violencia, el no causar daño a las criaturas. Y en occidente, básicamente hay estos mitos de que dios creó a los demás seres vivos para que sirvieran al hombre. Hay un cierto aumento de la conciencia o también de que hay otros animales, otras plantas,... pero se ha producido mucha destrucción.

Por ejemplo, viniendo de Bilbao a San Sebastián en coche, se ve que hay grandes extensiones donde los únicos árboles que se ven son pinos insignes y eucaliptos, que son para hacer pasta de madera, pero son árboles que son incompatibles con un ecosistema rico, donde hay mucha fauna y flora. Ahora que estamos a principios de la primavera, los otros árboles caducifolios que tienen un verde muy fresco, en estos momentos están preciosos, mientras que los pinos insignes,... Además, como todos tienen la misma edad, es un paisaje como muy tonto, porque no producen ningún tipo de variedad. Una de las cosas que caracteriza un bosque natural, es que hay muchos árboles muertos, los árboles se caen, y estos árboles que se caen a su vez sirven de alimento a multitud de microorganismos, de hongos, de hormigas, de plantas, y de mariposas ... Todo se llena de una vida mucho más variada, y se ven arbolitos muy jóvenes que están brotando, otros que ya están desapareciendo, otros que están cayendo,... no tiene nada que ver con estos árboles que son todos iguales y que están plantados al mismo tiempo.

En un momento dado, yo recuerdo en Bizkaia cuando era pequeño, se pensó que la naturaleza no importaba nada, las especies no importaban nada; lo único que importaba en aquel momento era la industria papelera que se quería fomentar. La industria papelera utiliza madera para hacer pasta de papel, y lo que sí es cierto es que los eucaliptos y los pinos insignes crecen mucho más deprisa que los otros árboles. Yo no es que piense que esto no hay que hacer, porque soy el primero que consume papel, pero también me parece que se haga pasta de papel sólo en ciertas zonas. Pienso que otras zonas hay que dedicarlas a conservación de la naturaleza.

Dada la influencia humana en el planeta, ¿estamos en la era del antropoceno?

Esto del antropoceno es una tontería porque las eras geológicas están determinadas, en definitiva, por estructuras geológicas y por movimientos geológicos. Entonces el decir que porque nosotros somos muchos y presuntamente muy guapos, esto es el antropoceno, pues no. Esto es como si se dice que como nosotros estamos en la Tierra en el sistema solar, el sistema solar es el Miss Universo. El sistema solar es uno de tantos que hay. Jesús Mosterín (Bilbao, 1941) Es un filósofo cuyas aportaciones abarcan un amplio espectro del pensamiento contemporáneo. Sus reflexiones se sitúan con frecuencia en la frontera entre ciencia y filosofía y tienen la racionalidad como hilo conductor. Obra: . El triunfo de la compasión: Nuestra relación con los otros animalesMadrid: Alianza Editorial, 2014. . Ciencia, filosofía y racionalidad. Barcelona: Gedisa Editorial, 2013. . El reino de los animales. Madrid: Alianza Editorial, 2013. . El islam: Historia del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 2012. . Epistemología y racionalidad (3ª edición ampliada y corregida). Lima: Fondo Editorial UIGV, 2011. . A favor de los toros. Pamplona: Editorial Laetoli, 2010. . Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia (escrito con Roberto Torretti, segunda edición ampliada). Madrid: Alianza Editorial, 2010. . Naturaleza, vida y cultura. Lima: Fondo Editorial UIGV, 2010. . Los cristianos: Historia del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 2010. . La cultura humana. Madrid: Espasa-Calpe, 2009. . La cultura de la libertad. Madrid: Espasa-Calpe, 2008. . Lo mejor posible: Racionalidad y acción humana. Madrid: Alianza Editorial, 2008. . La naturaleza humana (nueva edición de bolsillo, corregida y renovada, en la colección Austral). Madrid: Espasa Calpe, 2008. . Los lógicos (nueva edición de bolsillo, corregida y renovada, en la colección Austral). Madrid: Espasa Calpe, 2007. . Helenismo: Historia del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 2007. . India: Historia del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 2007. . China: Historia del pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 2007. . [Edición corregida y ampliada de] Kurt Gödel, Obras completas. Madrid: Alianza Editorial, 2006. . Ciencia viva: Reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo (2ª edición corregida y ampliada). Madrid: Espasa-Calpe, 2006. . Crisis de los paradigmas en el siglo XXI. Coedición de la Universidad Inca Garcilaso y de la Universidad Enrique Guzmán. Lima, 2006. . La naturaleza humana. Madrid: Espasa-Calpe, 2006. . El pensamiento arcaico. Madrid: Alianza Editorial, 2006. . La Hélade. Madrid: Alianza Editorial, 2006. . Aristóteles. Madrid: Alianza Editorial, 2006. . Los judíos. Madrid: Alianza Editorial, 2006. . Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia (escrito con Roberto Torretti). Alianza Editorial, Madrid 2002. . Teoría de la Escritura (2ª edición). Icaria Editorial. Barcelona 2002. . Filosofía y ciencias. Lima: Fondo Editorial UIGV y Editorial de la Universidad P. A. Orrego, 2002. . Ciencia viva: Reflexiones sobre la aventura intelectual de nuestro tiempo. Madrid: Espasa-Calpe, 2001. . Conceptos y teorías en la ciencia (3ª edición, ampliada y renovada). Madrid: Alianza Editorial, 2000. . [Edición original de] Rudolf Carnap, Untersuchungen zur allgemeinen Axiomatik (editado con Thomas Bonk). Darmstadt: Wissenschaftliche Buchgesellschaft, 2000. . Los Lógicos. Madrid: Espasa-Calpe, 2000. . ¡Vivan los animales! Madrid: Editorial Debate, 1998. . Los derechos de los animales. Madrid: Editorial Debate, 1995. . El pensamiento de la India. Barcelona: Salvat Editores, 1982. . Ortografía fonémica del español. Madrid: Alianza Editorial, 1981. . Un cálculo deductivo para la lógica de segundo orden. Valencia: Cuadernos Teorema, 1979. . Racionalidad y acción humana. Madrid: Alianza Editorial, 1978, 1987. . Teoría axiomática de conjuntos. Barcelona: Ariel, 1971, 1980. . Lógica de primer orden. Barcelona: Ariel, 1970, 1976, 1983. Fuente: Wikipedia
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