Almadiero "En la almadía no te podías fiar del río ni un minuto" Beñat Doxandabaratz
Fotografías: Arantza Cuesta
Jatorrizko bertsioa euskaraz Mucho antes de que el rafting estuviera de moda, un grupo de roncaleses ya se juntaba para descender el río. Pero no en una balsa neumática con agarraderos y provistos de trajes de neopreno, ni por diversión. Lo hacían para ganarse el sustento, en alpargatas y de pie, remo en ristre y con un timón con el que esquivar los escollos y peligros del río que, aunque lo conozcas, “siempre te va a dar sorpresas”, afirma Juan Urzainki, el último almadiero. ¿Cuánto tiempo trabajó como almadiero? Desde los 12 hasta los 30, 18 años, hasta el 52. ¿Recuerda el momento de subirse por primera vez a una almadía? Sí, cómo no. La primera vez que bajé al Almatraz, que es donde se juntan el Aragón y el Ezka, fue a los doce años, con mi padre, otro hombre y yo. Ese hombre, peón de profesión, era uno de los mejores almadieros que había, se llamaba Policarpo, Policarpo Aznariz. Bajamos dos almadías porque nos encontramos con una que tenía problemas y mi padre y yo nos fuimos en la otra, así que Policarpo llevó él solo la almadía. ¿Para qué utilizaban la madera una vez en su destino? Dependiendo del grosor, la delgada era para tejados , la mediana para pisos y la gruesa para la serrería. ¿Qué madera utilizaban? Bueno, el origen de las almadías eran los pinos. Se trabajaban los pinares, que son muy abundantes en el valle del Roncal. Se concentraban los pinos cortados en los ataderos que estaban en la orilla del río y allí se seleccionaban y se ajustaban para hacer la almadía, intentando meter el mayor número de troncos posible. Una vez allí se esperaba a que bajase bien el agua y se echaba al río hasta Almatraz. ¿La edad de los pinos? Solían ser pinos de 60 años en adelante. Fundamentalmente se empezaba a cortar en mayo hasta mitad de agosto. ¿Qué tiempo se tardaba en construir una almadía? Unos tres días, dependiendo del número de personas que hubiese. Primero había que trabajar la madera, hacer las escarbas (taladrarlas), barrenarlas para que luego quedase bien atada. Teníamos un palo transversal “el barrés”, sobre el cual atábamos las maderas construyendo la almadía. ¿Cuántos troncos empleaban? Unos 16 o 18 troncos, dependiendo de la madera. La almadía tenía unos 2,8m. de anchura. En aquella época con dos personas bastaba, una delante y otra detrás. Últimamente se hacen tramos de hasta 4m. de anchura con lo que ya hacen falta tres o cuatro personas para bajar la almadía. ¿Cuándo se bajaba? Se empezaba a finales de noviembre y se terminaba a mediados de mayo, dependiendo del agua que bajase y cómo lo hiciera, y de cuánta madera había. Muchos años había agua pero no había madera y al contrario también, había madera pero no bajaba bien el agua. De todo ocurría. ¿Cuál era el recorrido? Empezábamos en el río Uztarroze, en el atadero de Aguaiu y en Belagua, allí había unas balsas de agua que nos ayudaban. Luego pasábamos por pueblos del valle del Roncal, Uztarroze, Isaba (donde confluye con el río Belagua, naciendo así el Ezka), Urzainki, Roncal y Burgi. Luego llegábamos a Zaragoza, metiéndonos en el rió Aragon, pasando por los pueblos de Salvatierra de Esca, Sigüés, Escó, Tiermas y Yesa, que era otra vez Navarra y de allí a Zangoza, Cáseda, Carcastillo, Caparroso, Milagro.... y de allí se bajaba al Ebro y se iba a Tudela y de ahí a Zaragoza capital. También había quienes llegaban hasta la desembocadura del Ebro, a Tortosa. ¿El tiempo empleado? En llegar a Zaragoza se tardaban unos 8 días, dependiendo del tiempo y sus inclemencias. ¿Los peores escollos? Solían ser las presas y los puentes. Pero por mucho que conozcas el río, siempre te da sorpresas. En la Ribera no tengo oído que nadie cayera, pero aquí en la foz de Burgi y la de Arbaiun alguno cayó e incluso murió. Aunque en general los almadieros sabíamos nadar, había de todo y alguno no sabía, pero claro, había que sacar el jornal. Río Esca y almadías a su llegada a Burgui. ¿Cómo era el descenso? Había que estar remando casi siempre, pero ya sabías cuando tenías que quitar el remo y dónde remar y cuándo. Así durante los ocho días. Luego volvíamos a Burgi y si había trabajo seguíamos bajando y si no pues fiesta, es decir, a otras ocupaciones. ¿La gente de los pueblos les daba de comer? Durante el recorrido nosotros llevábamos nuestra comida, no faltaban el cabrito y el cordero. Se ponía el ranchero y partía las raciones y para evitar favoritismos se sorteaban poniendo a uno de espaldas y preguntándole sin que viese el trozo “¿y esta para quién?”... era una cosa curiosa. Así que en principio nos llevábamos nuestra comida, pero en alguna ocasión, más que de comer, alguna familia nos acogía en sus casas a pasar la noche si no había hospedaje. ¿Cuándo y por qué desapareció el oficio? Fue en el 52 (silencio). Con la construcción del pantano de Yesa. A su vez fue aumentando el número camiones, así que se pasó del transporte fluvial al transporte por carretera. Y para nosotros fue una faena pero ya nos buscamos otros medios de vida, hasta los años 70 se aguantó bien sólo cortando madera...pero luego ya.... Celebración del día de la almadía con la salida de tres almadías desde el termino de Oleguía hasta Burgui el día 1 de Mayo de 2004. ¿Cuántas personas trabajaban en las almadías? Pues en ocasiones llegué a contar hasta 150 personas... Luego nos hicieron el pantano y aquí nos quedamos, sin poder bajar la madera y nadie hizo ninguna reclamación..., así que sólo nos pudimos dedicar a cortarla. ¿Y lo echó mucho en falta? Pues no es que llorase de pena, porque era un oficio muy duro. Precisamente eran los meses de invierno en los que teníamos que estar trabajando en el río. Y con los pantalones helados todos los días. En aquella época no había ni neoprenos ni nada, abarcas, pantalón y va que chuta. Desde el punto de la mañana mojados y helados de frío... Se pasaba mucho, mucho frío. Una vez al levantarnos por la mañana había nevado y con cuatro dedos de nieve allí nos ves al río... Hoy no aguantaríamos, pero en aquella época no había otra cosa , en fin, así es la vida. ¿Anécdotas? Una vez yendo a Carcastillo, iba con mi hermano y en una de estas, caernos, y allí ves la almadía pasando sola debajo del puente, y es que en la almadía no te puedes fiar del río ni un minuto. En otra ocasión, bajábamos con dos almadías y yo iba en la del dueño de la madera con él y la otra, en la que iba mi padre con otro, entró en una torna (remolino). No paraban de dar vueltas así que antes de que se ahogaran abrimos la almadía y acercamos la madera a la orilla, donde un hombre, con ese deje de La Ribera, nos dijo: “¿Pero qué andáis bañándoos ahí? ¡Que se os va a tragar el río!” ¿Sabía que en Corea y Afganistán sigue habiendo almadieros? Sí, algo había oído. Este año estuvimos en Francia, allí fuimos y les hicimos una almadía, el domingo pasado, al otro lado de Canfranc. ¿El Día de la Almadía se celebra siempre el mismo día? No, eso depende de las fiestas, suele ser el último sábado de abril o el primero de Mayo. Este año tocó el 1 de Mayo y fue un día excelente. Aunque de las tres que íbamos la mía fue la única que no tropezó, las otras dos tuvieron algún tropiezo. La mañana fue buena, el agua también y nosotros cumplimos con nuestra misión. Los aragoneses y catalanes también siguen celebrando el Día de la Almadía. También me han dicho que este año lo hacen en Ayerbe y los catalanes en la Pobla de Segur. ¿Qué siente en ese día en el que siete mil personas acuden a Burgi a verles bajar el río? Me da mucho ánimo ver cómo nos anima la gente. Además, los que bajamos no somos sólo un grupo de jubilados. Nos juntamos entre 18 y 20 personas con edades entre 82 (que tengo yo) y luego jóvenes. Nosotros les decimos cómo han de hacerlo. Algunos aprenden fácil y a otros les cuesta un poco más. Como no bajan más que una vez cada cuatro o cinco años pues no aprenden como han de aprender, eso es la verdad. Pero bueno, es difícil que con tan poca práctica puedan hacerlo como es debido... ¿Y ahora a qué se dedica Juan? A vivir tranquilo. Por la mañana cuido de la huerta, y por la tarde, me dedico a hacer miniaturas ....de almadías. Juan Urzainki (Burgi, 1922)
Almadiero, casi de nacimiento. Hasta los últimos días de la almadía (1952), él y otro centenar de hombres del Valle del Roncal ejercieron una profesión de las más duras: el transporte fluvial, que consistía en descender el río Ezka en un extraño artefacto de troncos ligados hasta alcanzar el Ebro en Marcilla; y por el Ebro llegaban hasta Zaragoza, para una vez allí, desde el muelle de El Pilar, navegar hasta los confines del Mediterráneo. Menua ELKARRIZKETA Inicio > EM 257 > Elkarrizketa -->
2004/06/04-11