Donato Larrañaga. Presidente de la Asociación de Jueces de Paz de Euskadi: El juez de paz es el que está en contacto con el pueblo, el más cercano

2008-09-26

URIARTE BELAR, Aitziber

BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA

Donato Larrañaga lleva casi 20 años dentro del mundo de los jueces de paz. Aparte de creer en él, está convencido de su eficacia: el señor Larrañaga reconoció que “es imprescindible para el funcionamiento de la sociedad, aunque podría funcionar mejor”. Hoy en día ejerce como juez de paz sustituto de Rentería y el pasado abril fue nombrado presidente de la Asociación de los jueces de paz de Euskal Herria, “Epaile artean”. En esta entrevista, queremos saber en qué consiste la asociación y cómo funciona. De este modo, pretendemos hacer un retrato del área de Justicia de Paz en Euskal Herria.

¿Qué es “Epaile artean”?

“Epaile artean” es un grupo de jueces y ex-jueces. Los jueces de paz estaban muy distanciados los unos de los otros y la asociación se creó con el objetivo de unirlos y de que trabajaran juntos. Se trata de una asociación demandada por los mismos jueces, ya que cada uno ejercía su labor y no tenía noticias de los demás. La asociación la componen todos los jueces y ex-jueces de Euskal Herria, tanto los de los pueblos pequeños como los de los grandes. Sabíamos a ciencia cierta que uniéndonos seríamos más fuertes y es muy importante que los que se dedican a esta labor se mantengan unidos. Después de casi 20 años tenemos muy claro que lo primero son las relaciones entre nosotros.

¿Cuándo se fundó la asociación?

“Epaile artean” se fundó entre los años 1989-90 y, desde entonces, sigue funcionando. La asociación se creó por la falta de seguridad de los jueces. Nos pusimos en contacto con Cataluña, ellos eran pioneros en esta materia y nos prestaron una gran ayuda en relación a los estatutos. En ese momento éramos desconocidos pero poco a poco nos pusimos en contacto con el Gobierno Vasco y desde entonces hemos logrado tener una buena relación. En los últimos tiempos, hemos pedido una sede para nuestra asociación con la intención de poder seguir trabajando con el mismo ritmo que hasta ahora.

¿Cuáles son los objetivos de la Asociación?

Desde el principio hemos querido trabajar en la formación de los jueces. Yo acabo de asumir la presidencia y estoy muy nervioso respecto a ese tema. Hay que renovar la asociación y adaptarla a los problemas actuales. Además, la asociación es un sitio donde encontrar respuesta a las dudas y preguntas de cada cual. Nuestro objetivo es ayudar a solucionar los problemas que los jueces pudieran tener en el ejercicio de su labor.

Hablemos ahora de las actividades que organiza la asociación.

La verdad es que organizamos menos eventos de los que nos gustaría, sobre todo porque no tenemos intermediarios. Cada año se celebra en España una reunión de jueces de paz, este año ha sido en Valencia. Consideramos importante que tanto la junta directiva como los mismos jueces asistan a esa reunión. Creemos que es un evento importante para conocer los problemas y las vivencias del resto de las Comunidades Autónomas de España, y aprender de ellos. Además, también participamos en el OVAJ (Observatorio Vasco de la Administración de Justicia-Justizia Administrazioaren Euskal Behatokia).

¿Qué tipo de relación hay entre la asociación y el poder?

Tenemos una buena relación con el Departamento de Justicia de Euskadi, debido al carácter local de la justicia de paz. Con el resto de poderes autonómicos y estatales de nivel estatal no tenemos relación alguna. De todas maneras, y a pesar de haberlo dicho anteriormente quiero destacar la buena relación que tenemos con las asociaciones de Jueces de Paz españolas. Tenemos relación con ellas en todo momento, ya que tenemos el trabajo y los problemas en común. Creo que esa buena relación podría tener, en el futuro, resultados positivos.

¿Qué tipo de ayudas recibe la asociación “Epaile Artean”?

La asociación recibe una ayuda del Departamento de Justicia de la Comunidad. Además, los jueces miembros de la asociación pagan una cantidad al año, a modo de cuota. De todos modos, nuestro objetivo fundamental es conseguir una sede adecuada. Que haya una persona contratada allí...para trabajar como es debido. Por todo ello necesitamos y queremos que la ayuda que recibimos del Departamento de Justicia sea mayor a la que hemos recibido hasta ahora.

¿Tiene sentido la figura del juez de paz en la sociedad de hoy en día?

Por supuesto que sí. Tiene mucho más sentido de lo que creemos. Ejercemos una ayuda social importante, ya que el juzgado de paz es aquel que está más cerca del pueblo, en contacto con él. Los ciudadanos acuden al juez de paz para solucionar sus problemas y éste debe intentar llegar a acuerdos a través de su psicología, evitando cualquier tipo de conflicto. El juez de paz lleva a cabo acciones pacíficas.

En cuanto al futuro, se oyen muchas cosas sobre la continuación de los jueces de paz, a veces a favor, otras, en contra. ¿Tú qué opinas?

A nivel del estado, hay 7.700 juzgados de paz que, además de tener la labor de ejercer de mediadores, también se encargan del registro civil. No veo otra forma de organizar todo eso. La justicia de paz es una parte fundamental de la justicia de hoy en día. La labor de ejercer de mediadores, el contacto directo con los ciudadanos... es un legado que no podemos permitir que se pierda. Llevo muchos años trabajando a favor de la dignidad del trabajo de los jueces de paz y podemos conseguirlo con una formación adecuada y con las indemnizaciones necesarias.

¿Crees que el papel de la mujer empieza a adquirir relevancia en el ámbito de la Justicia?

No tengo datos concretos en referencia a Euskal Herria, pero el papel de la mujer ha sido muy importante, y cada vez lo es más. Muchos de los jueces de paz nuevos son mujeres.

¿Cuáles son los principales problemas de los jueces de paz?

Su mayor problema es la formación. Trabajaremos mucho mejor cuando cada uno sea capaz de desempeñar bien su labor. Para que eso sea posible, una de mis preocupaciones principales es la de ofrecer a los jueces de paz sesiones de formación, a lo largo del año.

¿Cuál es la mayor ilusión de un juez de paz?

Ayudar a los de su alrededor, intentar solucionar muchos conflictos sin necesidad de recurrir a un juzgado, ayudar a crear un entorno fraternal. Todo eso es muy gratificante. Pero el mayor disfrute me lo genera el contacto directo con el pueblo.

¿Y en cuanto al sueldo...?

No tenemos sueldo alguno. Los jueces de paz recibimos una indemnización cada tres meses, en función de la población. La verdad es que ejercen esta labor de manera voluntaria, para ayudar al pueblo. De todos modos, todas las asociaciones de jueces de paz estamos luchando por conseguir un sueldo adecuado. Si queremos que los juzgados de paz tengan un nivel, habría que mejorar el sueldo. Pero los jueces de paz no son profesionales del Derecho y, en consecuencia, tienen otro trabajo fuera de los juzgados.

¿Cuál es el lugar de trabajo de un juez de paz?

Hay algunos pueblos en los que tienen unas instalaciones muy adecuadas. En algunos pueblos (sobre todo en núcleos urbanos) el juzgado de paz es un juzgado completo, con oficinas, sala de visitas... como es debido. Pero en muchos pueblos pequeños, el juez de paz acostumbra a trabajar con el secretario del Ayuntamiento, en la misma sala y sin recursos.

¿Constituyen los jueces de paz un cargo político?

No. Su elección está regulada por la ley, que exige que el candidato obtenga la mayoría del Consejo Municipal. Pero no podemos negar que los ayuntamientos tienen una composición política y que tienen la posibilidad de elegir al candidato que más les guste.

¿Cuál es el perfil del juez de paz de Euskal Herria?

Hay varios perfiles. Algunos llevan muchos años trabajando en esto, y otros lo dejan según empiezan. Algunos tienen mucho interés... hay de todo, como en las farmacias. Donato Larrañaga (Zarautz) Donato Larrañaga Arruti está casado y es padre de tres hijos. Nació el 22 de agosto de 1947 en Zarautz, pero está afincado en Rentería. Aunque es músico de profesión, lleva 18 años trabajando en los juzgados de paz. El 27 de abril de este mismo año fue elegido presidente de la Asociación Epaile Artean, la Asociación de Jueces de Paz de Euskadi. Siempre ha estado vinculado a ella, primero ejerciendo de secretario y portavoz de esta asociación que cofundo junto con otros compañeros, y ahora como presidente. La Asociación de Jueces de Paz del País Vasco “Epaile Artean” se constituyó en mayo de 1991, y agrupa a los Jueces de Paz titulares y sustitutos, así como a los ex Jueces de Paz de esta Comunidad Autónoma. Entre sus objetivos se encuentran el promover la mejor organización de la Justicia, dedicando especial atención a los problemas específicos de este colectivo, realizar toda clase de reuniones, cursos y conferencias dirigidas a mejorar la formación legal de las personas asociadas o el establecimiento de vínculos con otras asociaciones de análoga naturaleza y finalidad.
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