Maria Silvestre. Directora de Emakunde: Tenemos que avanzar en la profesionalización de quienes trabajan con mujeres que han sufrido violencia de género

2009-07-03

SILLERO ALFARO, Maider

María Silvestre deja su puesto de Decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Deusto para convertirse en la nueva Directora de Emakunde. Esta catalana que ha vivido los último 20 años en Bilbao habla con seguridad sobre la violencia de género, y es que conoce bien cuál es la situación ya que ha sido directora del “Máster en Intervención en Violencia contra las Mujeres” desde su creación en 2003.

Imagino que un cargo así se coge con ilusión y nuevos proyectos...

Llego con mucha ilusión. Es un reto personal y profesional muy interesante, por lo que la institución Emakunde representa, y por las posibilidades de acción y de promoción de la igualdad que se pueden hacer desde aquí. Y no sé si nuevos proyectos, pero sí con una forma distinta de entender cuál debe ser la prioridad, cuál debe ser el papel que tiene que representar Emakunde. Yo creo que tiene que adaptarse a la nueva situación, y es que tenemos una nueva Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres, desde 2005, y que Emakunde tiene que ser un referente del feminismo institucional para impulsar, dinamizar y asesorar el cumplimiento de la ley, tanto a nivel de la administración como a nivel social.

Antes de centrarnos en el tema de la violencia contra la mujer, quizá debiéramos aclarar cuál es el término correcto que debemos utilizar.

Es cierto que existe un debate en torno a cuál es la mejor terminología. Yo he trabajado el tema de la violencia en la Universidad y cuando lo he hecho para un artículo o para dar una clase en el “Máster en Intervención en Violencia contra las Mujeres” sí he creído importante justificar académicamente y argumentar la elección de un término u otro. Pero creo que en el plano de la política de acción concreta, perdernos en el debate teórico de cómo debemos denominar la realidad, aún siendo importante, no es tan determinante porque al fin y al cabo nos estamos refiriendo al mismo problema social. A mi, personalmente, me gusta violencia de género, pero no por ello me disgusta violencia contra las mujeres, violencia doméstica o violencia en el ámbito privado, si se argumenta y se justifica bien la realidad que se está definiendo detrás.

¿Cuál va a ser el discurso de Emakunde para llegar a la sociedad vasca en el tema de la violencia de género?

Yo creo que hay diferentes temas a abordar y además, diferentes velocidades. Creo que por ejemplo, con la creación de la Dirección de Atención a las Víctimas de Violencia de Género en el Departamento de Interior se pueden plantear acciones más directas o más a corto plazo y que incidan directamente en mejorar la situación de las mujeres que sufren este tipo de violencia, atendiéndolas directamente cuando corresponda o derivando sus casos a aquellas instituciones, programas o servicios que mejor las puedan atender. Para eso se va a dotar de más recursos y de más personal y suponen medidas que tienen una incidencia directa sobre el problema.

¿Y qué acciones le corresponderían a Emakunde?

A Emakunde le corresponderían medidas de impulso y sensibilización que hay que plantearlas más a largo plazo. Si no, el cumplimiento de objetivos nos iba a deprimir muchísimo. Al final, lo que tenemos que conseguir es una sociedad igualitaria porque la raíz o la causa última de la violencia es la desigualdad, y acabar con la desigualdad no es una cuestión con la que vayamos a acabar de un día para otro.

Y para eso es muy importante la educación.

Emakunde tiene el programa Nahiko que es un programa piloto de formación en la igualdad para prevenir la violencia de género entre los escolares de primaria. Se ha trabajado con 5º y 6º, con 3º y 4º y nuestra intención ahora es terminar este ciclo y trabajar también con el alumnado de 1º y 2º de primaria. Creo que es un programa que funciona muy bien y que implica mucho a los niños y niñas que participan, al profesorado, a las propias escuelas y a las familias de esos niños y niñas. Realmente es un programa, una formación y unas actividades que perméan, que se interiorizan y les hace cambiar el discurso. Es muy positivo, pero es una semilla que vamos a ver crecer más delante. Queremos terminar el ciclo, hacer un informe, transmitirlo al Departamento de Educación y ver en qué medida se puede generalizar un programa de estas características.

También hay que trabajar con los medios de comunicación, queremos reavivar lo que era la Comisión de Seguimiento de la Publicidad Sexista, Begira, para que tenga una mayor presencia y establezca un mayor control y llegar con el convencimiento tanto al ámbito de la tradición, de la cultura, de la empresa, de la familia... Quedan muchas cuestiones pendientes por hacer, pero hay que plantearse todo esto a medio largo plazo.

¿Entonces, la razón de la violencia de género es la desigualdad?

Claro. La causa primera y última de la violencia es la desigualdad. Es una relación de dominio que establece el hombre sobre la mujer en el ámbito privado, cuando nos referimos a maltrato. Además, se ejerce de muchas maneras. A nosotros nos llega la noticia de que se ha cometido un asesinato, pero eso es al final es la punta del Iceberg porque para que un hombre llegue a matar a una mujer como lo está haciendo, previamente esta mujer ha sufrido muchísimo; ha sufrido maltrato físico, maltrato psicológico, maltrato sexual, maltrato económico... Consiste en ejercer un dominio sobre la mujer hasta llegar a anularla por completo. Son mujeres que sufren unas patologías psicológicas como consecuencia del maltrato en las que tienen una gran dependencia emocional del agresor y en las que muchas veces ellas mismas se culpabilizan de la agresión o del maltrato que están recibiendo.

Creo que hay que incidir mucho en hacer visible el maltrato para que las mujeres sean conscientes de que lo están sufriendo y puedan, de esa manera, salir de la situación o, por lo menos, buscar ayuda para intentar salir de esa situación.

¿Se puede hablar de perfiles de hombres maltratadores y mujeres maltratadas?

No hay perfiles ni de posibles víctimas ni de agresores. Cualquier mujer puede sufrir violencia de género, y no voy a decir que cualquier hombre puede ejercerla, pero no hay un perfil. Realmente afecta a mujeres de diferente condición económica, social, cultural, educativa... y ocurre lo mismo con el agresor. Sí es cierto que hay algunos elementos que son condicionantes, que son como un resorte que facilitan la agresión, como pueden ser el alcohol, las drogas, la crisis o el estrés. Pero eso no lo explica, no es la causa.

Lo que sí hay es, como consecuencia de la agresión o del maltrato, una serie de patologías psicológicas que sufren dichas mujeres. No es el perfil de una mujer que pueda ser maltratada, sino la consecuencia de haberlo sido: baja autoestima, dependencia emocional, culpabilidad...

Hay que tener en cuenta que el hombre cuando agrede a una mujer no lo hace para hacerle daño, lo hace para dominarle y para mantener una relación de dominación muy patológica.

¿A nivel jurídico, existen suficientes medidas de prevención, las condenas son las que deberían, la justicia actúa con rapidez...?

Se ha avanzado mucho y están los juzgados específicos de violencia de género, pero creo que tenemos que dar un paso más en la aplicación, tanto de la Ley de Igualdad como de la Ley Integral de Violencia de Género; avanzar en la profesionalización de quiénes trabajan con mujeres que han sufrido violencia de género, tanto desde el mundo de lo jurídico, como desde el mundo psicológico o asistencial, o policial incluso. Es decir, todas aquellas personas que tienen que trabajar con mujeres que han sufrido maltrato o tienen que tratar con hombres que agreden, tienen que ser personas que se hayan formado en violencia, que sepan realmente lo que tienen entre manos. Que entiendan cuál es la situación de la mujer cuando un día pone una denuncia y dos días después la quiere retirar. Si no entienden porqué se está dando ese hecho no se va a dar un servicio ni profesional, ni de calidad y el propio profesional va a sentirse frustrado en su trabajo porque va a pensar que no avanza en ese procedimiento. Creo que es importante entender que no son procesos lineales, que hay que acompañar a las víctimas, que son procesos más circulares... casi procesos de duelo. Y como tu comentabas, si a nivel jurídico, si la fiscal o el fiscal, si el juez o la juez que lleva el caso, si el propio personal que está en el juzgado entiende y sabe lo que tiene entre manos, yo creo que el servicio va a ser de mayor calidad y menos frustrante para los propios profesionales.

¿Qué le parece la labor de los medios de comunicación frente a esta lacra social?

Yo creo que los medios de comunicación han hecho un papel muy importante ayudando a que la sociedad entienda que la violencia de género es un problema social; que no es un problema privado, que no es un problema que se da de puertas para dentro en una casa. Que las mujeres han sufrido violencia no es una cosa nueva , es algo que venimos heredando desde el inicio de nuestros tiempos, pero ahora tenemos el reconocimiento de que eso es un problema social, y que por tanto hay que legislarlo, hay que ayudar a las mujeres, hay que denunciarlo... y los medios de comunicación han ayudado mucho en esa labor. Pero también es cierto que la noticia que al final sale en el periódico o en un telediario es la más escabrosa, que es la noticia del asesinato. Y muchas veces buscando una mayor audiencia o un mayor impacto se tiende a hacer una información un poco sensacionalista, donde la noticia es la víctima y no el propio asesino, y donde se recurre a fuentes secundarias que no aportan ningún tipo de información... A mi, por ejemplo, que le pregunten a los vecinos o las vecinas no me parece que tenga ningún valor, porque son personas que desconocen cuál es el problema y que se mezcle eso con los celos, con el amor romántico, con el alcoholismo, con la drogadicción... me parece un error porque esas son formas de justificar al agresor y no hay justificación posible. Por eso, yo creo que sí que hay que cuidar un poco el tratamiento que se da a las noticias.

Ponemos la televisión y vemos que un hombre ha agredido a su ex pareja. Pocas veces escuchamos la repercusión o la condena que le puede caer al agresor ¿Qué efecto puede tener esto en los maltratadores?

Algo que se está estudiando es el efecto que tiene el que se recoja en los medios todos y cada uno de los casos que se dan. Es como unos estudios que hubo con las tasas de suicidio, que al final dejaron se publicarse en prensa porque se demostró que normalizaba la conducta y que se incrementaba la tasa de suicidio. Yo creo que en el caso de la violencia de género sí se está produciendo normalización de la conducta, en el sentido de que los agresores se ven reflejados en los medios de comunicación por las conductas de otros agresores e interiorizan que su comportamiento es normal, en el sentido de que otros también lo hacen. Por eso tenemos que cuidar mucho cómo damos la noticia.

Cada vez hay más maltratos, o mejor dicho, cada vez son más públicos, pero también hay quien achaca esto a la inmigración.

Como te comentaba antes, yo creo que el maltrato es una cuestión que se producía el siglo pasado, hace tres siglos y hace quinientos años, y eso lo tengo bastante claro. Ahora sale a la luz porque se ha convertido en un problema social público y, por tanto, muchas mujeres se atreven a denunciarlo, pero no significa que ahora haya más maltratos. En cuanto a la inmigración, creo que estamos entrando en un discurso equivocado y erróneo. Es cierto que, para la proporción que representa la población inmigrante en el conjunto del Estado o de Euskadi, el porcentaje de mujeres inmigrantes que sufren violencia es altísimo, eso sin duda, y que por tanto habrá que atenderlo.

Vienen con un acervo cultural mucho más machista, con sociedades más patriarcales, con relaciones hombre-mujer basadas en la dominación y en la sujeción de la mujer al hombre, y que las mujeres inmigrantes cuando vienen aquí, sobre todo del norte de áfrica y de Latinoamérica, sufren una doble discriminación; por ser mujer y por ser inmigrante, y además se tienen que enfrentar a reconstruir sus relaciones con las parejas y todo eso les genera muchos problemas. Pero de ahí a circunscribir que la violencia de género la sufren las mujeres inmigrantes es un error. Es un porcentaje muy alto para el porcentaje de población que representan, pero este problema es un problema de nuestra sociedad, no solo porque las mujeres inmigrantes residen en nuestra sociedad, sino porque muchas mujeres autóctonas están sufriendo violencia y no podemos enmascararlo con el dato de la inmigración.

¿Podemos comparar las cifras de casos de malos tratos en Euskadi con las del resto del Estado o Europa? Aunque no sé si esto tiene demasiado importancia...

Sí hay datos. La comisión de seguimiento interinstitucional en el tema de violencia, hace seguimientos periódicos, también el Ministerio de Igualdad remite periódicamente los datos... el problema es que el dato de mujeres asesinadas no refleja el problema. Que haya una mujer más o menos asesinada al año no nos dice si estamos en el buen camino o no, lamentablemente porque ese asesinato se va a seguir produciendo. Entonces, que haya habido tres asesinatos en Euskadi o que terminemos el año con cinco o con seis no nos va a decir si estamos mejor o peor.

Sí es un dato que cada vez se incrementa el número de las denuncias, y se incrementa también las órdenes de protección sobre el porcentaje de población total y sobre el porcentaje de denuncias que se hacen. A nivel del conjunto del Estado, tendría que analizar concretamente los datos, pero la situación es muy similar en todas las Comunidades Autónomas. A nivel de Europa es muy difícil establecer una comparativa porque no hemos llegado a homogeneizar los datos, ni siquiera a nivel del Estado, porque tenemos diferentes fuentes de información: están las diferentes policías, los diferentes organismos, las diferentes manera de entender y recoger la denuncia y la agresión (muchas veces está detrás la propia definición de violencia tal y como decíamos antes, es decir, desde un sentido mucho más amplio que incluye agresiones sexuales a lo que es sólo la violencia doméstica entendida en el ámbito familiar ejercida por un cónyuge o un ex-cónyuge...). No hemos llegado todavía, aunque estamos en el camino, a tener unos indicadores que nos permitan compararnos dentro del Estado y a nivel Europeo. Pero lo que sí es cierto es que somos uno de los países en Europa que está más avanzado en el ámbito de la legislación y en el establecimiento de Instituciones para tratar el tema de la violencia como una responsabilidad pública. Por ejemplo, Francia lo tiene mucho más derivado a lo que es el ámbito social, a las asociaciones o movimientos de mujeres y no ha asumido una responsabilidad el Estado o la Institución pública como la que se está asumiendo aquí.

Entonces, ¿las agresiones sexuales también entrarían dentro de la violencia de género?

Comentábamos al principio de la entrevista que la terminología no es tan importante, pero sí es importante. En un sentido amplio la violencia de género es la violencia que sufre una mujer por el hecho de ser mujer. La causa de sufrir esa violencia es que es mujer y que está en una situación de desigualdad. Abarca desde la violencia que se sufre en casa ejercida por una pareja o ex pareja, hasta las agresiones sexuales, violaciones o trata de blancas. Y eso lo recoge la Ley Integral.

María, estamos terminando la entrevista, ¿hay algo más que le gustaría comentar?

Pues sí. Desde algunas asociaciones y algunos medios de comunicación se ha empezado a comentar el discurso de la denuncia falsa. Yo creo que eso hay que cortarlo de raíz, que si existe es en un porcentaje mínimo, y creo que es muy peligroso entrar en el discurso de la violencia falsa porque al final deslegitima una ley como es la de la violencia y además, cuestiona la denuncia de muchísimas mujeres que han sido muy valientes a la hora de salir de la situación que están viviendo. Entonces me parece un craso error y que se le hace un flaco favor a la ley y a todo el esfuerzo y a todo el trabajo que se ha venido realizando.

El 25 de noviembre es el Día Internacional para eliminar la violencia contra las mujeres. ¿Llegará el día en que no haga falta celebrar ese día?

Yo creo que llegará el día, yo lo deseo porque no dejo de ser optimista, pero creo que está muy lejos todavía.

Entrevista a las anteriores directoras de Emakunde:

. Txaro Arteaga

. Izaskun Moyua María Silvestre Cabrera (Barcelona, 1967) Doctora en Ciencias Políticas y Sociología. Decana de la Facultad de CCPP y Sociología de la Universidad de Deusto (2004-2009). Directora del Máster en Intervención en Violencia contra las Mujeres que se imparte en la Universidad de Deusto en colaboración con el Instituto Vasco de la Mujer del Gobierno Vasco desde su creación en 2003. Directora del Equipo de Investigación “Deusto Valores Sociales” que representa a España en la Encuesta Europea de Valores (EVS). Impulsora de la Línea de investigación en Estudios de Género en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto. Sus principales áreas de especialización son: valores político-sociales y perspectiva de género en las ciencias sociales, áreas en las que posee publicaciones y contribuciones científicas. Ha asumido diferentes cargos de gestión como la presidencia de la Asociación Vasca de Sociología y la vicepresidencia de la Federación Española de Sociología. En septiembre de 2008 pronunció la lección inaugural de apertura del curso académico en la Universidad de Deusto que versó sobre la “La Universidad ante el reto de la igualdad”.
Compartir
Facebook Twitter Whatsapp

ANTERIORES

Roslyn May Frank. Ikertzailea: Kixoteko pertsonai bati esker hasi zitzaidan euskal kulturarekiko interesa

 

Irakurri

Sergio Recarte. Euskal kulturaren sustatzailea Argentinan: Gure etxean euskal izaera arnastu ere egiten da

 

Irakurri

Juan Luis Moraza. Eskultorea: Artea da dagoen jarduera demokratikoena, kulturaren gainetik edonor edozer izan baitaiteke

 

Irakurri

Ángel Arbonies. Ezagutza eta berrikuntza kudeaketan aholkulari: Mundu guztiak bizia salbatuko dion flotagailutzat hartzen du berrikuntza, baina gutxi dira berrikuntzarako egiturak sortzen dituztenak, eta hori benetan zoritxarrekoa da

 

Irakurri

Arantza Tapia Otaegi. Hondarribi – San Sebastián aireportuaren sustapenerako sozietateko lehendakaria: Donostiako aireportuan krisia aisian nabaritu da gehien, ez horrenbeste lanerako bidaietan

 

Irakurri