Reconocimiento a un investigador de campo

Premios

22/03/2018

Reconocimiento a un investigador de campo

El Comedor Real del Palacio Miramar de Donostia se quedó pequeño para acoger al numeroso público que el jueves 22 de marzo quiso participar en la ceremonia de entrega del Premio Manuel de Lekuona 2017 al etnógrafo Fermín Leizaola.

Tal como indicó el Presidente de Eusko Ikaskuntza, Iñaki Dorronsoro, se trataba del primer acto de entrega de premio una vez iniciado el año del centenario de la institución. Y siendo Fermín Leizaola uno de sus socios más antiguos, esta edición del Premio Lekuona adquiría un significado especial.

Ante una amplia representación institucional así como de los ámbitos académico, cultural y social, abrió el turno de intervenciones el miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Paco Etxeberria. Definió al etnógrafo como excelente maestro, si por tal se entiende quien además de enseñar, motiva. Esta cualidad, para Etxeberria, “obedece a su profundo conocimiento de la naturaleza y los hechos naturales y humanos”.

Aitzpea Leizaola, autora de la bio-bibliografía del premiado que ha publicado Eusko Ikaskuntza, hizo su laudatio. Combinó sus recuerdos familiares con el detalle de la trayectoria investigadora de su padre que resumió en una frase: “Un apasionado por el trabajo de campo”. Entre sus principales realizaciones destacó el proyecto Zaharkiñak (1989-2004) que reunió miles de objetos del patrimonio tradicional para su exposición pública. Proyecto vinculado con la labor de Leizaola como asesor en temas de patrimonio mueble para la Diputación Foral de Gipuzkoa, tal como recordó en su alocución Markel Olano, Diputado General.

Antes de hacerle entrega de la escultura de Remigio Mendiburu, Iñaki Dorronsoro glosó la figura de Fermín Leizaola. Recordó que “lleva toda su vida recorriendo los caminos, ascendido a las majadas, conviviendo con los pastores para acopiar los testimonios de cómo se ha vivido y se ha sobrevivido en el medio rural de Euskal Herria”. De ese modo, muchos testimonios orales y materiales se han salvado “de la gran muerte que es el olvido”.

Visiblemente emocionado, Leizaola agradeció a Eusko Ikaskuntza y tuvo un recuerdo hacia los informantes que le han permitido desarrollar sus investigaciones: los pastores y los artesanos.

Manuel Lekuona Saria 2017. Fermin Leizaola

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