Alfonso Gómez. Pianista: El hecho de oír música a todas horas nos hace banalizar el fenómeno sonoro

2011-02-25

SILLERO ALFARO, Maider

Les recomiendo que antes de comenzar a leer la entrevista le den al play del vídeo y se dejen cautivar e impresionar por la música de este joven pianista. Es vitoriano, pero viven en Freiburg (Alemania) desde el 2001, ciudad a la que emigró para seguir estudiando piano. Precisamente desde allí, Alfonso Gómez contesta a nuestras preguntas.

Comienza a tocar el piano a los 5 años. ¿Recuerda qué fue aquello que le impulsó a elegir este instrumento?

Soy el menor de tres hermanos y mis padres, que son muy melómanos y que siempre se han preocupado mucho por nuestra educación, nos introdujeron a todos en el mundo de la música y particularmente en el del piano. Fue muy natural que desde pequeño eligiera un instrumento que toda mi familia tocaba.

El recuerdo que tengo de esos primeros años es que el piano se convirtió en una especie de canalizador de mis emociones, con el que pasaba más tiempo y estaba más a gusto que con el resto de mortales. Tengo que decir que de niño era muy introvertido y me costaba mucho estar en sociedad.

Foto: Nam Soo Baek.

No es fácil llegar hasta donde usted ha llegado. Al esfuerzo y a la dedicación se le han sumado los viajes, porque se ha formado en Vitoria, en Rotterdam (Holanda) y en Freiburg (Alemania). Imagino que eso ha supuesto un esfuerzo añadido tanto para usted como para su familia.

Sí, para mi familia ha significado un enorme esfuerzo y nunca les podré estar suficientemente agradecido por todo su apoyo. Aunque durante mis estudios obtuve algunas becas hay que decir que eran insuficientes y mis padres siempre han estado ahí para ayudarme, aún cuando no siempre ha sido fácil. Existe un dicho coreano: “Si te quieres arruinar rápidamente vete a un casino; si quieres arruinarte poco a poco, deja que tu hijo estudie música”. De todos modos lo que más les agradezco tanto a ellos como a mis hermanos es el haberme permitido dedicarme a lo que más me gusta y por haber estado siempre a mi lado en el camino.

En cuanto a mi esfuerzo y sacrificio personal, es algo que siempre he dado por supuesto. Creo que cuando de verdad te apasiona lo que haces cualquier esfuerzo es poco. Pero también he sido consciente desde el principio de que si tienes un sueño tienes que saber que hay que pagar un alto precio para hacerlo realidad. Citando a Hesíodo, “Ante el éxito, el sudor pusieron los dioses”.

Debido a su trabajo tiene la oportunidad de viajar por todo el mundo. Ha ofrecido recitales en Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Italia, Estados Unidos, Taiwan etc. ¿Es muy diferente el público de un lugar y de otro?

Efectivamente, el público de cada lugar es un mundo en sí mismo. Uno se puede dar cuenta en la manera de aplaudir, que en definitiva no es más que un medio de comunicación a través del cual el público expresa su opinión. Es natural que esta comunicación varíe dependiendo de las culturas y hábitos de cada país.

¿Varía su repertorio en función del país?

No es que varíe sólo según el país, sino incluso según la ciudad o incluso dependiendo de la sala. Cada auditorio tiene unos gustos, un público y un tipo determinado de programación musical a los que hay que adaptarse.

Actualmente viven en Freiburg, Alemania. ¿Es necesario salir al extranjero para completar la formación y triunfar?

No lo creo, en la actualidad hay escuelas y profesores de primer nivel en nuestro país aunque hay que decir que Alemania nos lleva unas cuantas cabezas de ventaja en educación musical y nivel de interpretación.

Foto: Nam Soo Baek.

Ha grabado 6 CDs. El último de ellos está dedicado íntegramente a la obra para piano de Félix Ibarrondo. ¿Qué le transmiten las composiciones de Ibarrondo?

Una de las cualidades de la música de Ibarrondo, y que es muy difícil de encontrar en otros creadores, es que sólo suena a música de Ibarrondo. Parece algo muy evidente pero no lo es, y cualquier persona que escuche una obra musical, vaya al teatro o esté en un museo sabe lo difícil que es emitir un juicio al respecto sin caer en la tentación de decir “me recuerda a...” o “tiene el estilo de...”. En este sentido su obra es totalmente personal e incomparable.

Aparte de eso, su música tiene una gran fuerza y poder de expresión; sus estructuras, aunque sean claras y concisas, nunca dan la sensación de ser frías o intelectuales sino orgánicas y vivas. En cuanto a lo que me transmite, el mismo Ibarrondo comenta a menudo la dificultad o imposibilidad de definir su obra en palabras, pero a mí personalmente me da la sensación de que en su música el sonido lucha una especie de batalla en una dicotomía entre el bien y el mal, entre el cielo y el infierno.

Tiene la agenda del 2011 repleta de actuaciones por todas partes del mundo... ¿Cuándo ensaya? ¿Un pianista de su categoría cuántas horas del día dedica al ensayo?

El piano es un instrumento que necesita mucha dedicación y ha habido épocas en las que estudiaba entre 8 a 10 hora diarias. Con el tiempo he aprendido que a veces menos significa más y ahora le dedico unas 6 o 7 horas. A esto hay que sumar el tiempo de análisis, lectura, composición de programas, etc. Por lo demás, no hago diferencias durante el fin de semana (mi semana tiene 7 días laborales) y a lo sumo descanso un día cada dos semanas. Vacaciones, las justas.

Obras de Mozart, Beethoven, Brahms, Ravel... forman parte de su repertorio. Pero también obras de compositores más cercanos como Zuriñe Fernández Gerenabarrena, Luis de Pablo, Gabriel Erkoreka o Ramón Lazkano. ¿Cómo elige las obras que va a interpretar? ¿qué le tienen que transmitir?

Primero me gustaría comentar que ha sido muy difícil mantener en mis programas una gama amplia de estilos diferentes, ya que la tendencia general de hoy en día es la de la especializarse y parece que el público está esperando ponerte una etiqueta. De modo que si haces tuercas no puedes hacer tornillos, si tocas Boulez no puedes interpretar bien Chopin, o viceversa. En este sentido mucha gente piensa que me he especializado en música contemporánea ya que ha sido un repertorio que he trabajado mucho últimamente, pero nada más lejos de mi intención. Mis gustos e inquietudes son muy amplios y estimo importante seguir buscando, trabajando y adaptando nuevas obras de estilos diferentes a mi repertorio. En este punto me gustaría agradecer especialmente al compositor Alfonso García de la Torre, por haberme ayudado en tantos proyectos de difusión de compositores vascos y por haberme apoyado en los momentos difíciles.

En cuanto a cómo elijo las obras, es muy difícil de resumir, pero en general valoro mucho la integridad artística del compositor (da igual de qué epoca), que pongan la obra de arte como fin en sí mismo y no como un medio para triunfar.

Barroco, clasicismo, música contemporánea, de vanguardia... ¿cuál es la que más le llena, la que más le transmite?

Difícil pregunta. Todos los estilos me llenan de diferente manera, unos por la vía emocional y otros por la intelectual. El caso ideal es cuando estos dos fenómenos ocurren a la vez: “Sentir el pensamiento y pensar el sentimiento”, que decía Pessoa. Los estilos que para mí mejor representan este ideal son el último clasicismo, romanticismo (especialmente el alemán) e impresionismo. Pero repito que considero todos los estilos igualmente importantes.

¿Qué es lo que más le gusta de su carrera profesional? ¿lo que más le satisface?

Supongo que una mezcla de muchas cosas: tener el privilegio de sumergirme cada día en obras maestras, de transmitir algo importante en el escenario, de disponer de libertad para ordenar mi tiempo de trabajo como yo lo considere necesario, tener la oportunidad de viajar y conocer diferentes culturas...

Y en su tiempo libre, ¿qué tipo de música le gusta escuchar?

Música clásica y de vez en cuando algo de Jazz, al que le tengo mucho respeto. En todo caso tengo que declarar que soy una persona contraria a todo tipo de música ambiental, ya que en mi opinión el hecho de oír música a todas horas (sea en tiendas, oficinas o centros comerciales) nos hace banalizar el fenómeno sonoro. La música requiere de todo nuestro respeto y concentración, y si la sociedad realmente escuchara con atención, seguramente cambiarían mucho los gustos musicales. Happy new ears, por citar a John Cage.

Su trabajo ha sido premiado en varias ocasiones, ¿qué importancia le da a estos reconocimientos internacionales?

Prácticamente ninguna. En su tiempo me sirvieron de apoyo para seguir trabajando en lo que estaba haciendo con más seguridad en mí mismo, pero hoy en día los tengo en la memoria como una mera anécdota. Lo que valoro realmente es el trabajo duro día a día, y en él es donde debemos encontrar la satisfacción personal.

Artículos relacionados:

La obra completa para piano de Félix Ibarrondo

Stefano Russomano Alfonso Gómez (Vitoria-Gasteiz, 1978) Nacido en Vitoria-Gasteiz en 1978, Alfonso Gómez comienza a tocar el piano a la temprana edad de cinco años. Estudia en el conservatorio “Jesús Guridi” de Vitoria-Gasteiz con los profesores Patricia Escudero y Albert Nieto, donde se gradúa obteniendo el “Premio de Honor” de grado superior. Desde 1997 hasta 2001, becado por la Diputación Foral de Álava, se perfecciona con el profesor Aquiles delle Vigne en el conservatorio de Rotterdam (Holanda), finalizando con las máximas calificaciones. De 2001 hasta 2004 estudia con el profesor Tibor Szász en la “Musikhochschule” de Freiburg (Alemania), donde obtiene “Matrícula de Honor” en el grado de solista. Ha ofrecido numerosos recitales en España, Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Alemania, Italia, Ucrania, Estados Unidos, México, Taiwán y Corea del Sur. Como solista ha dado conciertos con las orquestas “Filarmónica de Frankfurt (Oder)”, “Euro-Asian Philharmonic”, “Orquesta Sinfónica Europea”, “Rotterdam Young Philharmonic”, “Orkest van Utrecht”, “Orquesta de Cámara Aita Donostia”, “Musikhochschule Orchester Freiburg” y “Gyeonggi Philharmonic” junto a directores tales como Roy Goodman, Jurjen Hempel, Nanse Gum, Juan José Mena, J. Kaell o Scott Sandmeier. Ha sido galardonado en 11 ocasiones en concursos nacionales e internacionales, donde cabe destacar el primer premio de los concursos “J. Françaix” (París), “Ciudad de Guernika”, “Alter Musici” (Cartagena) y “Gerardo Diego” (Soria). En Rotterdam se le otorgó el premio “Erasmus Kamermuziekprijs 1999”. Alfonso Gómez posee un amplio repertorio que abarca desde el barroco hasta la música contemporánea y ha estrenado numerosas obras de diferentes compositores contemporáneos, algunas de ellas dedicadas a él. Ha grabado hasta la fecha 6 CDs para los sellos EROL, Ad Libitum, y Sinkro Records, y su próximo disco estará dedicado a los 24 Preludios de C. Debussy. Sus actuaciones y grabaciones han sido retransmitidas en numerosas ocasiones por la radio y televisión en España (RNE 2, Círculo de Bellas Artes de Madrid, etc.), Holanda, Alemania y Corea del Sur. Desde 2001 reside en Freiburg (Alemania). http://www.alfonsogomez.de
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