Joseba Agirreazkuenaga. Historiador y profesor catedrático de EHU/UPV: El hecho de que todos los pueblos tengamos una historia reconocida es un logro de la segunda mitad del siglo XX

2005-04-08

BREA, Unai

GARMENDIA IARTZA, Koro

Durante los dos últimos años, Joseba Agirreazkuenaga ha estado trabajando al frente de un importante proyecto. El historiador y profesor del campus de Leioa de la UPV/EHU ha dirigido la enciclopedia “Historia de Euskal Herria”, recientemente editada por la editorial LUR, un trabajo que consta de seis tomos y que analiza la historia de los vascos en su conjunto. “Se trata de una obra que incorpora los resultados de las investigaciones realizadas a lo largo de los últimos 25 años, redactada por expertos doctores universitarios y elaborada para un público general con una cuidada presentación”, indica Agirreazkuenaga, quien se ha encargado de la dirección y coordinación general de los trabajos de diversos investigadores.

Han invertido dos años en la realización de esta obra que usted mismo ha coordinado.

Mi trabajo general ha consistido, en primer lugar, en diseñar el proyecto. También en la selección de los investigadores y la coordinación del trabajo ajustándolo a un determinado esquema o diseño. Todos los autores han publicado previamente importantes obras monográficas en su especialidad. Y es que el diseño, la secuencia, es importante. Se trata de la historia de Euskal Herria, de la historia de los vascos, pero no sólo de los vascos de Europa, sino también de los vascos del continente americano. Se podría decir que es la historia general de la comunidad vasca, de los vascos tanto de tierra firme, como de mar adentro y de otros territorios. Hemos de tener en cuenta que los vascos se han desplazado y han desarrollado su vida en muy diversos países.

¿Qué finalidad persigue esta enciclopedia?

Determinar, en los albores del siglo XXI, un suelo firme sobre los conocimientos alcanzados sobre la historia de los vascos, en un espacio temporal que se prolonga hasta el siglo XXI, hasta el año 2004. A señalar que en todo momento hemos adoptado una visión actualizada, y que nos hemos basado en los conocimientos y zozobras que tenemos hoy en día. A fin de cuentas, la investigación histórica procura facilitar una respuesta a una serie de interrogantes para provocar unas nuevas.

¿Han querido destacar algún periodo en particular por encima de los demás?

Hemos privilegiado la historia de los últimos 200 años. Por tal motivo, los tres primeros volúmenes analizan la historia que llega hasta 1789, año de la Revolución Francesa, y los tres siguientes estudian la época que transcurre desde ese año hasta la actualidad. La historia de los últimos 200 años es la que más desarrollada está. Todo estudiante y ciudadano con un nivel básico de formación debe debe tener una visión actualizada y reglada académicamente de los acontecimientos que han tenido lugar durante los últimos 200 años. Y esta obra, sin duda le ayudará.

¿A qué fuentes históricas han recurrido?

A varias, primarias y secundarias, a las propias del historiador, completadas con otras como la literatura de ficción (novelas, versos etc). También a las fuentes orales. En el nivel académico, empero, existe otro tipo de transmisión. Se podría decir que, desde la consolidación de las universidades, ha ido surgiendo la historia académica que, en mi opinión, se debería entroncar más aún de lo que está, dentro de una perspectiva mundial. Para eso están los Congresos internacinales etc.

En un congreso celebrado hace unos 100 años, en 1897 sobre la tradición vasca en San Juan de Luz -al cual hago referencia en la introducción-, en el que se dieron cita prestigiosos investigadores, una de las ponencias, la del académico A. Planté se titulaba ¿tienen historia los vascos? La pregunta trasluce un concepto exclusivista- estatal sobre el derecho a la historia. ¿Y los españoles? ¿Tienen historia? Ahí no cabía la menor duda, como tampoco se cuestionaba que los franceses la tuvieran. Pero, ante pueblos como el vasco, se promovía la duda y más aún sobre determinados países colonizados de África, América y Asia, que tenían que aprender la de Francia en su caso. Ahora reconocemos que todos tenemos una historia detrás; es un logro de la segunda mitad del siglo XX. Sin olvidar que, por aquel entonces tampoco se reconocía historia a las mujeres u otros sectores sociales. En la segunda mitad del siglo XX tuvo lugar un cambio epistemológico fundamental en la recuperación de las historias invisibles.

¿Considera usted que había una laguna que llenar? ¿Se puede afirmar que Euskal Herria tiene por fin su historia por escrito?

Nunca hasta este momento se había elaborado un trabajo tan ambicioso y de estas características de cara al público en general al menos no de esta envergadura. Y creo que tampoco con unos objetivos epistemológicos tan sistemáticamente definidos. Se trata de la historia de los vascos, en sentido general, incluidos los vascófonos que se han expresado en euskara, a los que con frecuencia se ignora. Es importante subrayarlo. En euskara, "Euskal Herria" tiene dos acepciones. Con frecuencia se piensa que Euskal Herria no es más que el territorio vasco, pero Euskal Herria es, además, una comunidad. Y ésta es la historia de los vascos en tanto que eje de la obra. En cualquier caso, durante los últimos 25 años se han realizado otros proyectos similares Yo mismo participé en una obra publicada en 1980 bajo el título Historia de Euskal Herria. Pero ahora podemos constatar el incremento de nuestros conocimientos y cuánto se ha profundizado en las investigaciones, en erudición y planteamientos teóricos comparados.

Esta obra viene a completar el vacío que antes mencionaba. Es, quizás, una manera de decir: "¿Que no tenemos historia? ¡Pues aquí la tenéis!"

No, pero me ha parecido oportuno hacerle una alusión. En el primer capítulo sí que trato de responder a esa pregunta. Explico cuándo se empezó a pensar en la historia de los vascos. En el siglo XVIII se analizó la historia del País Vasco continental, pero, esencialmente, desde el punto de vista de Oihenart. Fue él quien, en el siglo XVII, inauguró el género. De ahí en adelante, ¿cómo se ha venido explicando la historia de Euskal Herria? Hemos estudiado los mapas y la cartografía, desde el siglo XI hasta la actualidad, y observamos que aparece el concepto de Vasconia. Y en el mapa elaborado por Bonaparte en 1863 figuran las siete provincias vascas. Euskal Herria aparece en un tiempo y espacio determinados.

Es una manera de anunciar que el sujeto realmente existe.

Desde luego, no lo hemos inventado nosotros. Sin lugar a dudas existe, y otros antes que nosotros han pensado en esos mismos parámetros durante los últimos 200-300 años.

Desde el momento en que reconocemos la existencia de Euskal Herria como sujeto, en cierto modo irrumpimos en la esfera política. Algunos negarán su existencia y otros la defenderán...

Bueno, es una posibilidad. El título de nuestra obra, y sobre todo el subtítulo, lleva por sujeto a los vascos. Ésa ha sido nuestra opción. Durante los últimos mil años, los vascos han tenido instituciones políticas y administrativas muy distintas. Además, también en el futuro seguirán cambiando. En este sentido, la historia nos obliga a adoptar una perspectiva flexible. En cualquier caso, lo que nosotros analizamos es la comunidad vasca, no un objeto político.

En los últimos mil años, dice. ¿Y qué hay de la época anterior?

También en la época anterior, desde luego. En el volumen II se explica el fenómeno de la romanización la emergencia de Vasconia etc. Me refería a los últimos mil años porque la información escrita de la que disponemos es más abundante. Contamos con testimonios arqueológicos pero sobre todo crónicas porque la historia de los últimos mil años ha dejado numerosos testimonios escritos por coetáneos, producciones artísticas, mitos etc con sólidas instituciones públicas desde el siglo XV que nos permiten enriquecer nuestra visión histórica.

¿Somos los vascos quienes hemos escrito nuestra propia historia? ¿O hay también otras fuentes de información?

El historiador debe estar atento a todo tipo de fuentes. Los vascos empezamos a escribir historias en los últimos 200 años. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que Euskal Herria ha desarrollado su historia en torno al mundo occidental y lo que representaba la organización eclesial católica. Y no sólo eso: los vascos han operado directamente en los inicios de la historia global y de la economía mundial. En el siglo XVI, oriente, sobre todo China, estaba tecnicamente más desarrollado que Europa, pero no fue allí donde nació la economía mundial, sino en el Atlántico, desde Lisboa a Londres y Ámsterdam¿Y quiénes transitan y navegan por esa zona? Pues los vascos, expertos en navegación desde la baja edad media en entre otros pueblos. Los vascos con mayor proyección universal eran los de la costa. Creo que deberíamos empezar a habituarnos a observar la historia de Euskal Herria desde el litoral.

¿Somos los vascos conscientes de la historia que tenemos a nuestras espaldas?

Los vascos hemos ido creando nuestra historia en el área occidental de Europa. Sobre ella se ha escrito más bien poco, porque hasta épocas recientes no hemos tenido una tradición académica, por lo que los vascos fueron dejando su huella escrita en el ámbito familiar, municipal y judicial, entre otros. Los historiadores han ido interpretando todos esos vestigios, que no fueron dejados con el objeto de constituir un legado histórico; simplemente, han llegado hasta nosotros. Lo que trato de decir es que la historia ha empezado a adquirir un sentido, en un contexto de interpretación sagrada, bíblica y más adelante, a partir del siglo XVI con el nuevo antropocentrismo. Todos los monarcas y señores tenían un elevado concepto de la historia. Más áun cuando, como en el Reino de Navarra, se constituye en Monarquía.¿Por qué? Porque era la propia historia la que les confería legitimidad; por eso contrataban a cronistas. Desde el siglo XVI en adelante, no cesarán de completar archivos históricos y similares. La dimensión comunitaria se manifiesta con renovados mitos y expresiones. Todo esto, en lo que a la esfera pública se refiere, pero también nos interesan el pueblo llano y la vida cotidiana. Hemos procurado que la enciclopedia versara no sólo sobre la historia política e institucional, sino también sobre la historia social. Además, hemos estudiado determinadas biografías, ya que resulta interesante explicar la historia desde una óptica de los actores y sujetos concretos, más allá de la conceptualización abstracta.

Ha mencionado la historia social. Supongo que resultará más difícil ahondar en ella...

Lo es, ya que se dispone de más fuentes, pero indirectas. De todos modos, hay fuentes, como por ejemplo la literatura, que facilitan narraciones sobre la vida cotidiana. La Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País realizó en 1801 una encuesta, en aras de analizar los pormenores de la vida cotidiana de Gipuzkoa y Bizkaia. Obviamente, este estudio es una fuente magnífica. Por lo demás, no resulta fácil obtener información. Pero así es el trabajo de los investigadores. Además, incluso dentro de nuestra propia historia, en la Edad Media por ejemplo, se han producido auténticas revoluciones con respecto a los métodos arqueológicos. Los documentos eran -y son- redactados por quienes ostentaban el poder y la autoridad. Hoy en día tenemos otra serie de perspectivas que nos permiten contrastar datos, pero hace mil años no eran tan abundantes. La arqueología, al menos, nos proporciona buenas pistas y el acceso a otras voces.

Al ser los vencedores quienes, según se asegura, escriben la historia, ¿apreciáis los historiadores la falta de pluralidad en los puntos de vista? ¿Quién tuvo a bien, por ejemplo, replicar las palabras de Picaud sobre los vascos tras su paso por estas tierras?

Se le ha venido replicando durante todos los siglos posteriores. E incluso hoy en día, porque, aunque de otra manera, su interpretación sigue estando vigente. En cualquier caso, al ser la experiencia de una persona, es una fuente importante. ¿Que la historia la escriben los vencedores? Solamente en una parte, sí, claro. El vencedor procura esconder a los vencidos y perpetuar su propio protagonismo. En este sentido, tenemos el ejemplo de la época franquista. En los años 40-50 en la escuela, solíamos estudiar las enciclopedias de Álvarez, que tenían una visión ideológica-doctrinaria muy parcial de la historia de la España única y auténtica, se pensaba que era una interpretación intangible. Ahora que han pasado más de 25 años, tenemos otra perspectiva. Hoy el franquismo no se conoce sólo a través de los documentos o decisiones que adoptaron las autoridades, que no dejan de ser importantes, pero contamos con otros puntos de vista, no solamente político sino social. Uno de nuestros cometidos es, precisamente, sacar a la luz y mostrar todo cuanto permanece oculto o no se ve. Se podría decir que la historia también es una rama de la literatura de bellas artes. El dato, la fecha que se elige viene a ser la excusa para crear una obra de arte, una producción literaria. Pero si entendemos la historia como una materia sujeta al status científico, no tendremos más remedio que supeditarla a los principios de la ciencia. ¿Y cuál es el principio más importante de la ciencia? La provisionalidad. La ciencia no es segura. Se construye sobre certezas provisionales que nos inducen a otras. Incluso podemos cambiar la secuencia del discurso con nuevos datos y certezas. Por tanto, si aplicamos los postulados de la ciencia al estudio de la historia, veremos que la interpretación que se hace de ella también podrá variar. Dado que la provisionalidad es una de las principales características de la ciencia, las historias tendrán que ser abiertas y sujetas a debate. De todos modos, la controversia debe partir del conocimiento, no del postulado doctrinario. Sin erudición no hay historia. El corpus de certezas que actualmente conocemos es, en muchos aspectos, mayor que el de hace 25 años. ¿Por qué? Porque hemos ido contrastándolo. Y si alguien quiere hacer ciencia en la historia, tiene que conocer ese corpus, tiene que partir de ahí. No hay que pensar que todo es relativo, que todo es subjetivo o que está todo por hacer.

Antes hemos hablado sobre las perspectivas que se adoptan en torno a la historia. Supongo que cuanto más cercana sea ésta, más difícil resultará alcanzar un equilibrio entre los distintos puntos de vista, que en ocasiones pueden llegar a ser incluso contradictorios...

Aún así, ése es el trabajo del historiador: saber jerarquizar y escoger las perspectivas. Hay tantos datos e información que no hay más remedio que seleccionar, jerarquizar y construir una secuencia, un discurso inteligible Reconozco que este trabajo implica un riesgo, porque puede que dentro de diez años la selección se realice de otra manera. Es el peligro que tienen los últimos 25 años y la época franquista. Creo que, por primera vez, hemos establecido una historia de la segunda mitad del siglo XX. El franquismo, la transición... las principales perspectivas están ya recogidas. ¿Que puede ser discutible? Sin duda, pero todo cuanto está ya reglado supone una ventaja, un nuevo instrumento de conocimiento para las nuevas generaciones.

¿Resultará quizás más fácil analizar la historia actual dentro de unos años que investigar en estos momentos la historia de -por ejemplo- hace cinco siglos?

No, ahora disponemos de más información, de más voces..

¿Pero no será, tal vez, excesiva?

Sí, también. Pero proporciona más libertad para la ponderación de los hechos y para el discurso histórico de un tiempo, una época.

Usted ha estudiado principalmente el siglo XIX...

Así es. He escrito el volumen cuarto, un tiempo de guerras y de nuevas formulaciones políticas. Como ciudadano del siglo XXI atento a los debates de la actualidad, por ejemplo, he analizado las proyectos y realidades del autogobierno político de los vascos en la España compuesta del siglo XIX, o su participación en las guerras coloniales de España. Ahora estoy pasando al siglo XX, pero, efectivamente, el siglo que más a fondo he estudiado ha sido el XIX y parece como ahora asistiéramos a una repetición de planteamientos y respuestas semejantes a las que se formularon en el XIX.

En su trabajo emplearán un determinado material, escritos, una documentación, etc. ¿Han sentido alguna vez que les faltara algo?

Sí. Por ejemplo, hay un gran vacío en la historiografía sobre las reflexiones de los vascófonos, que ciertamente han escrito poco pero hay obras en versos en euskera muy útiles para hacer una buena historia de la ciudadanía en general. Por otro lado, los representantes políticos escriben poco. Un inglés, incluso aquél que trabaja en la gestión pública, redacta una memoria final en la que recoge sus pareceres e impresiones subjetivas. Eso, para un historiador, es magnífico. Los vascos no tenemos esa costumbre. De ahora en adelante espero que se practique más a menudo, porque, al estar nuestras necesidad básicas ya cubiertas, nos surgen otras preocupaciones... De todos modos, es difícil desarrollar historias generales, porque siempre se debe hacer una selección. Nos resulta más cómodo elaborar monografías. Las historias generales exigen un gran esfuerzo de síntesis y selección, por eso en cada uno de los capítulos hemos incorporado observaciones, notas al pie y bibliografía.

En cualquier caso, ¿no es ésta una colección monográfica?

Sí, en cierto modo.

¿Cómo actúa el historiador ante las lagunas? ¿Las deja como está? ¿Trata de llenarlas de una u otra forma...? Las lagunas hay que dejarlas tal como están, admitiendo e indicando su existencia. No nos cansaremos de repetirlo. Basamos nuestros conocimientos en la información de la que disponemos. Con otro tipo de documentos o puntos de vista, tendríamos otro tipo de interpretación. Además, hay que intentar no caer en el anacronismo. Tenemos que acercarnos a las circunstancias desde la óptica de cada época. En cierto modo, la perspectiva siempre suele ser anacrónica, porque somos nosotros quienes la elegimos, y lo hacemos en nuestra calidad de ciudadanos del siglo XXI, no del XVI. Pero hay que hacer un esfuerzo por superar ese anacronismo. No podemos plantearnos preguntas que no generaban ninguna turbación en el siglo XVII o XVIII. Pese a que nosotros podamos tener nuestras propias inquietudes, no es justo proyectarlas en el tiempo, salvo que queramos escribir una novela histórica, porque este tipo de novelas lo que hacen es localizar las preocupaciones, sueños o sentimientos personales en otra época. Joseba Agirreazkuenaga Zigorraga (Bilbao, 1953) Nació en Bilbao pero su infancia y primera escolarización fueron en Busturia (Bizkaia). En 1976 se licenció en Geografía e Historia en la Universidad de Deusto. Desde 1980 profesor de la UPV/EHU. En 1985 presentó su doctorado. Desde 1995 es profesor catedrático de Historia Contemporánea. Durante seis años, entre 1985 y 1991, fue presidente de la Sección de Historia y Geografía de Eusko Ikaskuntza/Sociedad de Estudios Vascos, y vicepresidente de Eusko Ikaskuntza bajo la presidencia de D. José Miguel de Barandiaran. Colabora en diversas publicaciones, la mayoría de ellas especializadas en historia. Sus principales campos de estudio son, entre otros, la biografía, la prosopografía, la crisis del Antiguo Régimen, las revoluciones liberales, la vida cotidiana y la historia oral. Es autor de diversas obras, tanto individuales como colectivas. - Investigador principal desde 1989 de 10 proyectos de investigación de convocatorias públicas. Ministerio de Educación y ciencia (Madrid) Consejería de educación (Vitoria-Gasteiz) UPV-EHU. - Investigador principal 3 proyectos de investigación financiadas por Diputación Foral de Bizkaia,Alava,Gipuzkoa,1993, Ayuntamiento de Bilbao,(1999-2003) Parlamento Vasco,(2003) Ha dirigido 8 tesis doctorales que han obtenido la máxima calificación de sobresaliente cum Laude por unanimidad. Obras:

DICCIONARIOS BIOGRÁFICOS. - Coautor, Diccionario biográfico de los parlamentarios de Vasconia. 1808-1876. Vitoria 1993. Director y coautor, Diccionario biográfrico de los Diputados Generales, burócratas y patricios de Bizkaia. Bilbao, Juntas Generales de Bizkaia, 1995. Director y coautor Eusko Ikaskuntza- Sociedad de Estudios Vascos: Diccionario biográfico (1918-1998) San Sebastian, 1998. - Director y coautor Bilbao desde sus alcaldes: Diccionario biográfico de alcaldes de Bilbao y gestión municipal en tiempos de revolución liberal e industria. Vol. 1 1836-1902. Bilbao, Ayto de Bilbao, 2002. - Director y coautor Bilbao desde sus alcaldes: Diccionario biográfico de alcaldes de Bilbao y gestión municipal en tiempos de revolución democrática y social. Vol. II 1902-1937. Bilbao, Ayto de Bilbao, 2003. - Coautor : Diccionario biográfico de Diputados generales de Alava. Vitoria-Gasteiz, 2003. Otros libros : - Vizcaya en el siglo XIX: Las finanzas públicas de un Estado emergente. Bilbao, UPV-EHU, 1987. -Bizkaiko errepidegintza( 1818-1876) Hazkunde ekonomikorako azpiegitura lanak. Bilbao 1987. -Gerra eta bakea Euskal Herrian. Politikagintza lege zaharraren krisialdian. Donostia 1993 -Iraultza industriala abiatu ezinik. 1789-1876. Donostia 1993. -Euskal gizartean barrena euskaltzaletasun politikoaren sorrera garaian: Zaldunak, matxinoak, enpresariak, langileen eraketa. (1789-1876). Bilbao, 1995. -La articulación político institucional de Vasconia: Actas de las Conferencias entre los representantes de Alava, Bizkaia, Gipuzkoa y eventualmente Navarra. Bilbao, Diputaciones de Bizkaia, Alava, Gipuzkoa, 1995. 2 vol. - Director y coautor Gran Atlas histórico de Euskal Herria. San Sebastian, Lur, 1995 - Hermes. Hiria, gizona, aldizkaria- Hermes . La ciudad, el hombre y la revista. Bilbao, Ayto de Bilbao, 2000. - Irudien bidezko bidaia Bilboko historian - Viaje visual por la historia de Bilbao. Bilbao, Metro Bilbao, 2001. Capítulos de libros, artículos en revistas académicas y científicas de historia : - 38 colaboraciones en capítulos de Libros colectivos. - 20 libros en calidad de Coordinador o editor. - 46 artículos en revistas científicas con evaluadores. - - 4 Comentarios críticos de publicaciones. - - 7 Prólogos a libros de otros autores. - 24 Ponencias y comunicaciones invitadas en Congresos científicos. - Revistas científicas: - Director de Bidebarrieta. Revista de historia y estudios de Bilbao. - Es miembro del Consejo de redacción de la revista de Historia Vasconia.Cuadernos de Historia de Eusko Ikaskuntza (Donostia-San Sebastian) Historia Contemporánea. (UPV-EHU. Leioa). - Instituciones académicas y científicas: - Vicepresidente electo de la International Commission for the History of Representative and Parliamentary Institutions. (1999- ), institución afiliada al Comité de Internacional de Ciencias Históricas, desde 1933. - Miembro correspondiente de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia. (2003)
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