Álvaro Arrizabalaga. Arqueólogo: La normativa actual en arqueología resulta manifiestamente mejorable

2012-05-04

VELEZ DE MENDIZABAL AZKARRAGA, Josemari

VELEZ DE MENDIZABAL AZKARRAGA, Josemari



Alvaro Arrizabalaga es uno de esos investigadores jóvenes, formados en los albores de una UPV-EHU en una época en que casi todo estaba aún por hacer en el mundo de la ciencia de este país. Arrizabalaga se ha distinguido en la disciplina de la Prehistoria, siendo uno de los más sobresalientes arqueólogos vascos actuales, con una profunda experiencia reconocida en sectores especializados.

Habiendo comenzado su periplo investigador en su Oñate natal siendo aún un chaval de 14 años, se formó en la UPV-EHU, donde la falta de docencia en lengua vasca le llevó a formar parte como alumno de la Comisión de Euskara, asentando las bases para una adecuada oferta bilingüe para las nuevas generaciones que llegaban a la universidad, después de haber realizado sus estudios elementales en idioma vasco. Hoy en día, es profesor de la UPV e imparte la docencia básicamente en euskara.

Arrizabalaga es de la opinión de que, si bien José Miguel Barandiarán marcó un antes y un después en la arqueología vasca, en la actualidad no es correcto hablar de generaciones de investigadores, al haber sido reemplazada la forma de trabajar individual, propia de un período que llega hasta principios de la segunda mitad del XX, por trabajo de campo y laboratorio en equipo, donde las distintas disciplinas colaboran y convergen en aras de un mejor resultado científico.

Sale al paso de las opiniones que ligan demasiadas veces la palabra arqueología con fraude, remarcando que allá donde existe un mercado se está dando pie a una posible inadecuada actuación por parte de algunos investigadores. “Pasa en el conjunto de la oferta cultural, siempre que haya un mercado dispuesto a comprar” dice. Y en ese aspecto une, de alguna manera, el fraude en arqueología a una carrera insana por sostener sobre distintos mitos la identidad de los diversos pueblos de Europa. “No solamente podemos ver en eso ese tubalismo que se nos achaca, sino incluso un adanismo. Es cierto que en algún aspecto el pueblo vasco tiene señas identitarias de extraordinario valor: ahí está nuestro idioma, al que se puede dar el sello de prehistórico. Pero eso no nos debe llevar a creer todo lo que nos llega desde posturas seudo-científicas”.

Recalca Arrizabalaga que la mejor forma de salvar los “ismos” es a través del conocimiento, si bien no necesariamente todos los arqueólogos deben ser profesionales en ámbitos universitarios, como de hecho ocurre. “En estos momentos tan crudos para la arqueología, muchos investigadores jóvenes se deberán buscar la vida por caminos alternativos por descubrir” señala, siendo consciente de que los años de vacas gordas ha terminado y que la arqueología debe mirar hacia el futuro con una velocidad de crucero diferente a la sostenida hasta ahora.

“En estos momentos tan crudos para la arqueología, muchos investigadores jóvenes se deberán buscar la vida por caminos alternativos por descubrir.”

Foto: Josemari Velez de Mendizabal.

Para ello reclama una mayor y más lúcida implicación de las administraciones vascas en el entramado investigador arqueológico. Es crítico con el anquilosamiento normativo existente en la actual legislación sobre patrimonio cultural y exige un tratamiento más ágil a la gestión de los distintos yacimientos existentes en el País Vasco, a algunos de los cuales —de gran importancia, como el caso de Lezetxiki— no les ha llegado aún la hora de ser tenidos en cuenta debidamente por el Gobierno Vasco, con el riesgo que ello supone de desaparición o, en el mejor de los casos, deterioro. “La normativa actual que afecta a la arqueología es manifiestamente mejorable”.

Alvaro Arrizabalaga es partidario —sine qua non— del retorno a la sociedad bajo la forma de conocimiento de una parte del caudal invertido en investigación arqueológica. “Algo que no se reconoce actualmente por todas las administraciones, siendo numerosos los casos de ayudas para actuación de determinados yacimientos que no cierran el círculo de la investigación, publicándose y divulgándose debidamente”. Alvaro Arrizabalaga Valbuena (Oñati, 1965) Socio de la Sociedad de Ciencias Aranzadi desde hace casi treinta años, cuando se incorporó a las excavaciones arqueológicas en curso en Gipuzkoa. Licenciado en Geografía e Historia (1988), Master en Patrimonio Arqueológico, Histórico y Artístico (1992) y Doctor en Historia por la Universidad del País Vasco (1995), desde este mismo año imparte clases de Prehistoria en este centro. Sus principales temáticas de investigación se relacionan con el estudio del primer poblamiento humano en el Cantábrico (Paleolítico inferior y medio) y el posterior proceso de transición al Paleolítico superior, protagonizado por nuestra especie. Ha dirigido y codirigido excavaciones de diversos yacimientos de Gipuzkoa, Alava, Bizkaia y Asturias, entre las que cabe destacar las de Labeko Koba, Lezetxiki o Irikaitz. Ha presentado ponencias y comunicaciones en numerosos coloquios nacionales e internacionales y cuenta con una larga experiencia también en la publicación de los resultados de sus investigaciones. Fuente: Sociedad de Ciencias Aranzadi
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