Desde 2009 está al mando del museo Bibat. ¿Cómo recibió la noticia y qué valoración hace de todo este tiempo?
Al principio todo fue muy nuevo para mí, la inauguración del centro era inminente y tuve que centrarme en todo lo que eso acarreaba. Mi prioridad fue que todo estuviera bien. Entre otras cosas tuvimos que trabajar para adaptarnos a un nuevo edificio, ya que cada museo había funcionado por su lado, y tocaba unirlos. Eso conllevaba unir en un mismo espacio diferentes actividades y conjugarlo en espacios comunes. Pero poco a poco fuimos trabajando, y la verdad es que a día de hoy puedo decir que la valoración es muy positiva.
¿Qué prioridades se fijó nada más hacerse responsable del museo? ¿Cuáles han sido sus líneas de actuación?
Mi principal prioridad ha sido dar a conocer la nueva infraestructura. El museo de Naipes y el de Arqueología eran dos museos que existían en Álava desde hacía muchísimos años, sin embargo el hecho de unirlos y renómbralos podía generar confusión en los ciudadanos. Junto a ello, tuvimos que situarnos en el Casco Histórico. A parte de tener dos colecciones muy importante, también tenemos otro tipo de infraestructuras, como el auditorio, el patio y las salas de exposiciones, y nuestra labor también se ha centrado en dar a conocer todo eso.
Museo Bibat.
¿Cómo se conjugan dos colecciones tan diferentes en un mismo espacio? ¿Cuál es su nexo de unión?
El punto de unión de las dos colecciones está en el territorio histórico de Álava, ya que son dos colecciones muy enraizadas en esta provincia. Por un lado, la colección del museo de Arqueología nos cuenta la historia de Álava desde el Paleolítico hasta la Edad Media. Y por otro lado, la colección del museo de Naipes comienza a finales del siglo XIX, cuando Heraclio Fournier se instala en Vitoria. Esta colección también está muy relacionada con Álava, porque la de Fournier ha sido una industria que ha dado a conocer esta provincia por todo el mundo. El patrimonio alavés; ese es el punto de unión de ambas colecciones.
¿Han ganado los dos museos al juntarlos?
Sí, por supuesto. Como se suele decir, dos mejor que uno. Hay gente a la que jamás se le hubiera ocurrido ir al museo de Arqueología, y ahora, sin embargo, Bibat le da esa opción. Son dos edificios singulares, distintos entre sí, con colecciones muy distintas, pero la unión de ambas está funcionando, sin lugar a dudas. Y el público está muy contento. Una vez que entra al museo, conseguimos atraer al visitante a los dos mundos: al de los naipes y al de arqueología.
¿Qué tipo de visitante acude a Bibat?
De todo tipo. Por un lado nos visita mucho público a nivel individual, gente de Gasteiz, pero también abundantes turistas. El hecho de estar en el centro nos ayuda a atraer público, sin duda. Alrededor del Casco Antiguo se ha creado un foco cultural interesante: estamos nosotros, la Catedral de Santa María, el centro cultural Montehermoso, el Artium, la Fundación Mejora en la casa del Cordón... La gente hace el recorrido entero, y eso es muy positivo.
Desde el 2007 es la responsable museo de Naipes de Álava. ¿Qué podemos aprender del mundo de los naipes?
El mundo de los naipes es un mundo muy conocido, porque prácticamente todos hemos jugado a las cartas o las hemos visto, pero a la vez es muy desconocido, porque pocos de nosotros sabemos ni de dónde vienen, ni cuál es su historia. La colección que tenemos hace un recorrido desde el siglo XV hasta ahora, y mediante ella podemos conocer la evolución de los naipes a través de la historia, desde las primeras cartas hasta las actuales. Los naipes siempre han sido algo cotidiano, algo que todo el mundo ha utilizado a lo largo de los años, y eso se refleja en los gustos de cada época. Podemos decir que hay naipes que son como libritos, porque te están contando la historia del momento. Hay auténticas maravillas. Y cómo no, los naipes también nos cuentan la historia de Álava, de la industria alavesa y de cómo mediante ella se ha dado a conocer nuestro territorio.
¿Qué nos cuenta la colección de naipes que expone Bibat? ¿Cómo es?
Se pueden admirar 250 barajas estructuradas por temas, que explican el proceso de su fabricación y los diferentes tipos de juego. En Bibat tratamos de explicar cómo es el proceso de fabricación de los naipes. Las primeras cartas eran totalmente manuales, y explicamos cómo se pintaban, se cortaban y demás. En la primera parte de la exposición pretendemos dar un discurso más histórico, enseñando los naipes más antiguos, las diferentes tipologías de cartas, etc. Explicamos también el origen de las cartas, el uso lúdico que se ha hecho de ellas, cómo durante épocas han estado prohibidas, los diferentes tipos de juego que han existido,... En otra planta ofrecemos un discurso más temático: cartas infantiles, musicales, de geografía, de humor... Hay otra sala dedicada totalmente a Heraclio Fournier, y otra al tarot.
¿Qué nos puede contar sobre Heraclio Fournier? ¿Qué significado tiene para Álava?
Heraclio Fournier ha situado a Álava en el mapa. Heraclio tenía cuatro hijas, pero como a principios del siglo XX no estaba bien visto que una mujer heredara la empresa, cuando murió, su nieto Félix Alfaro Fournier se puso al mando de la empresa. Cogió las riendas desde muy jovencito. Heraclio es el que puso en marcha la fábrica, y Félix el que dio comienzo a la colección. Félix siguió con la fábrica, la amplió e incluso absorbió otras fábricas que había en el estado, y empezó la colección. Era un personaje que tenía mucho interés por la cultura, y empezó las colecciones de naipes y armería. El grueso de la colección de armería también la empezó él, e incluso donó y compró obras para el museo de Bellas Artes. Era una persona muy involucrada en el mundo cultural alavés. Él fue quien realmente inició la colección de naipes. Cuenta la leyenda que cuando se instaló en el despacho abrió el cajón y vio dos barajas antiguas de su abuelo del siglo XIX, y a partir de ahí decidió empezar la colección que en el año 1984 la compró la Diputación Foral de Álava.
Museo Bibat.
¿Los vitorianos y los alaveses son conscientes de la importancia de los Fournier y de su colección?
Conocemos lo que hay fuera, pero no lo que tenemos en casa. Bien porque nosotros no hemos sabido venderlo, o porque la gente no se ha interesado mucho. Y esa es nuestra labor, intentar dar a conocer a Fournier mediante su colección.
¿Qué sabemos sobre los orígenes de los naipes?
Se ha escrito mucho sobre los orígenes de las cartas, pero no se ha llegado a una conclusión clara. Parece ser que el origen está en China, ya que es allí donde se empezó la fabricación del papel. Pero, de momento, no se sabe a ciencia cierta.
El Museo de Arqueología, con sus cuatro plantas y 4.200 metros cuadrados de superficie útil, acoge alrededor de 1.500 piezas. ¿Cuál es el leit motiv de esta exposición?
El recorrido de la exposición está ordenado por plantas, como si fueran los estratos arqueológicos. Desde la Prehistoria, pasando por la Edad de Hierro y la época Romana, hasta la Edad Media. Al igual que en las excavaciones arqueológicas, lo más nuevo está arriba, y lo mas viejo abajo.
Por otro lado, tenemos una la sala de exposiciones temporales. La arqueología en Álava sigue viva, y sigue entrando material continuamente.
¿Cuáles son los planes de futuro del museo Bibat?
Queremos seguir trabajando en la misma línea. Tenemos un patrimonio que cuidar y tenemos que difundirlo. Eso es prioritario. Nuestra apuesta es seguir dando a conocer el museo. Por ahora la gente esta respondiendo bien. Nuestro objetivo es conservar nuestro patrimonio, pero no para unos pocos, sino para el público en general. Itziar Ruiz de Erentxun (Gasteiz, 1967) Nacida en Gasteiz en 1967, Itziar Ruiz de Erentxun es licenciada en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Patrimonio Artístico y Arqueológico por la UPV. Ha trabajado en una empresa dedicada a la gestión cultural, catalogación de fondos y difusión didáctica. En 2007, empezó a trabajar en el Museo de Naipes, y desde marzo de 2009 es técnico responsable del complejo Bibat.