Mikel Fernández Krutzaga. Productor e Ingeniero de Sonido: La situación actual del panorama musical es insostenible

2011-05-20

SILLERO ALFARO, Maider

Desde el estudio Musikart de Amezketa Mikel F. Krutzaga le ha dado forma, color y pasión a la música de la última entrega de la saga Castlevania, de la compañía Japonesa de videojuegos Konami. La música acaba de recibir el premio de la International Films Music Critics a la mejor banda sonora para videojuego.

¿Cómo ha sido la experiencia de grabar la música para el videojuego Castlevania: Lords of Shadow?

Hasta ahora había hecho bandas sonoras para cine, es la primera vez que trabajo en un videojuego y la experiencia ha sido muy bonita. Esto nace hace ya un par de años cuando el compositor catalán Oscar Araujo contacta conmigo. Había escuchando alguno de mis trabajos y tenía alguna referencia sobre mí. Nos juntamos en Barcelona y me habló del proyecto. Me pareció muy interesante y empezamos a trabajar. El proceso ha sido largo; un año y medio la banda sonora y el videojuego en sí mucho más.

Dice que el proceso ha sido largo, pero ¿cómo se ha desarrollado?

Oscar hacía las composiciones, me las mandaba para que yo las escuchara y luego decidíamos cómo y dónde hacer la grabación. Pensamos que Bratislava era un sitio interesante para hacerlo, yo ya había estado 6 o 7 veces antes y nos pareció que la Orquesta Sinfónica de Bratislava podía funcionar muy bien. Es una orquesta grande de 80 músicos, 60 voces y 5 o 6 percusionistas. El tamaño de la grabación también fue grande, estamos hablando de 3 horas de música cuando la banda sonora de una película puede durar alrededor de 45 minutos.

Las grabaciones se hicieron en Bratislava y las mezclas en mi estudio de Amezketa. Una vez hechas las mezclas propusieron sacar la música en formato CD. En películas es más conocido, pero en videojuegos no se había hecho prácticamemente antes. Me pareció súper interesante y propuse dar ese último paso en Los Ángeles. La compañía Japonesa Konami dio el visto bueno así que nos fuimos a hacer el mastering del CD del videojuego a Los Ángeles.

¿Había tenido la oportunidad de ver imágenes del videojuego antes de empezar a trabajar con la música?

Algunas imágenes sí, pero no muchas porque el de animación es un trabajo que se va haciendo poco a poco. No es como una película que primero se ruedas y luego se hace la música. Yo había visto secuencias inacabadas, las suficientes como para saber el clima, el color... Oscar Araujo y yo conectamos muy bien desde el principio y vimos claro qué tipo de sonoridad tenía que tener y en función de eso decidí cómo tenía que abordar el tema de la grabación, el tipo de microfonía...

Mikel F. Krutzaga junto al juego Castlevania.

Le he oído decir que utiliza diversas técnicas de grabación para conseguir un sonido impactante.

Sí... hay muchas técnicas y cada una tiene un resultado, una forma. Cuantas más técnicas conozcas mejor podrás decidir si aplicar unas u otras. En el caso de Castlevania se buscaba un color oscuro porque estaba ambientado en la Edad Media, pero a su vez hay muchas batallas impresionantes con monstruos enormes y tenía que tener grandiosidad. Entonces, la misma orquesta con los mismos músicos, a veces tenía que sonar oscuro, siniestro y a veces grandioso. Se utilizan diferentes técnicas que hacen que el sonido sea mayor, más grande, más brillante o más oscuro.

¿Qué se siente al ver por primera vez el videojuego de esa magnitud ya terminado y con su música?

La verdad es que muy bien. Es un tipo de experiencia que ya había tenido con las películas, más o menos, además la música está muy bien compuesta y encaja perfectamente con el videojuego.

¿Es jugador habitual?

La verdad es que salvo las maquinitas a las que jugaba de chaval desconocía este mundo y para mí ha sido todo un descubrimiento. Cada vez se mueve más alrededor de los videojuegos, dicen que los beneficios son tantos como los de la música y el cine juntos, imagínate... está claramente en expansión, así que me compré la PlayStation y me puse a jugar. He de decir que el juego Castlevania es precioso, está muy bien hecho.

¿Le ha gustado la experiencia de hacer música para videojuegos? ¿Repetiría?

Sí, sí, me ha encantado. Son proyectos súper interesantes y Castlevania más porque llevado al cine sería como hacer una película en Hollywood. Es un juego de una multinacional, con lanzamiento mundial... en un mes se vendieron un millón de copias y a día de hoy anda por los 3 millones de copias. Es algo fuera de lo normal cuando hablamos que un disco vende cerca de 5000 copias.

Antes a la música de los juegos no se le daba la importancia que se le está dando ahora. Se hacía con un tecladito, pero ahora se quiere conseguir el máximo de realidad; los gráficos cada día son más reales y las voces humanas y la música ayudan a realzar ese efecto. Se han dado cuenta de eso y, por ejemplo en este Castlevania todas las voces son de actores de Hollywood, y la música con orquesta sinfónica y eso da mayor realismo.

¿Cuál es la principal diferencia entre hacer música para cine y música para videojuego?

La música para videojuego tiene dos partes; hay secuencias, al igual que en el cine, en las que la imagen va unida exactamente a la música, donde el jugador no controla con los mandos porque se le está dando, por ejemplo, alguna instrucción. Eso es muy parecido al cine. Pero en el momento en el que te pones a jugar, hay una música de fondo que está hecha expresamente para esa sección del juego, pero que no va con los movimientos porque esos movimientos los estás creando tú. En el cine la imagen puede estar mucho más hilvanada al movimiento porque está definida y no se cambia, pero en este caso tú estás creando el juego y no puedes tener esa sincronía. Con respecto a lo que es el trabajo de grabación, producción y mezclas es exactamente igual. El trabajo es más largo porque es más cantidad de música, pero es muy parecido.

Mikel F. Krutzaga en un momento de la entrevista.

En el 2004 recibió un premio Grammy, ¿como fue la experiencia?

Recibí un premio Grammy por el disco K de Kepa Junkera. Fue una tremenda satisfacción. El disco K fue un disco doble con un montón de invitados. Técnicamente era muy complejo. Para ello conté con una unidad móvil de París. Estuvimos una semana trabajando en el Arriaga y la verdad es que el esfuerzo mereció la pena.

¿Coincide la satisfacción personal de un trabajo realizado con la recompensa del premio? ¿Suele coincidir satisfacción personal y reconocimiento?

No siempre. Normalmente depende del factor del conocimiento. Hay estilos de música que son muy conocidos, que tienen un acceso rápido porque son de una franja musical más accesible, como es el caso del pop-rock. Es difícil que sean votados estilos de música más minoritarios, es más complicado. Pero a veces, en esos estilos hay un esfuerzo musical mayor y el resultado, a veces, es tan bueno o mejor, pero los premios no siempre van relacionados. Con los trabajos con los que he recibido premios estoy muy satisfecho, pero también hay otros trabajos de los que estoy muy satisfecho y no han sido ni conocidos ni premiados.

Empezó trabajando como técnico de sonido en conciertos y giras y ahora trabaja desde el estudio. ¿Qué ámbito le gusta más?

Los dos me gustan mucho. Son diferentes lenguajes, pero al final la esencia de tu trabajo es la misma; buscar con el sonido enriquecer lo más posible la música. Yo sigo trabajando en directo con varios artistas como Benito Lertxundi, Mikel Urdangarín y Oreka Tx, a veces con otros artistas también, y en el estudio trabajo con mucha gente de diferentes estilos. Cada ámbito requiere de su técnica, de su ritmo, pero los dos me parecen súper interesantes.

¿Cuánto puede durar el proceso de producción de un CD?

Hay como dos partes; la puramente técnica y la de producción musical. En esta última parte entran diferentes aspectos como la parte de arreglos musicales y después en la postproducción entra el darle el color, la forma, la dirección del disco... Depende de cómo sea el disco, a lo que se quiera llegar y qué se quiera conseguir.

Imagino que el contacto con el artista será muy estrecho...

Por supuesto, tu trabajo tiene que ser realzar lo que hay y para eso tienes que saber en qué dirección va o qué dirección se debe tomar. A veces, igual hay que cambiar la dirección de la que venía porque en la grabación se decide que otro concepto es más interesante. Al fin y al cabo es el trabajo del artista y tienes que estar en contacto directo con él para que todos los pasos que se den estén en su misma dirección.

¿Cuál ha sido su relación con la música a lo largo de la vida?

Siempre me ha gustado, desde pequeño. Recuerdo que de los primeros juguetes que a mí me apetecían eran instrumentos como el típico organito pequeño. Estudié solfeo y siempre he tenido contacto con la música. El tema de la tecnología me gustaba y encontré el punto en común. Estudié imagen y sodio, que entonces se llamaba Cine y Realización, aunque antes ya había trabajado en una radio y ya había tenido los primeros contactos con la tecnología y seguí por el mismo camino haciendo sonido en directo. Fue derivando una cosa sobre otra y hasta hoy. He tenido suerte de conocer gente súper interesante en este tiempo.

Mikel F. Krutzaga en su estudio de Amezketa.

Entre toda esa gente que ha conocido y con la que ha tenido oportunidad de trabajar hay músicos vascos y con otros que no lo son, ¿qué tiene de diferente la música vasca?

Los instrumentos, las técnicas de grabación y de producción son los mismos. Lo que quizá pueda cambiar es el carácter. Cada pueblo tiene su cultura y tradición y es lo que nos diferencia unos a otros.

¿Qué otros estilos de música le gusta escuchar?

Suelo escuchar música relacionada con el trabajo que estoy haciendo y como cambio de estilos acabo escuchando un poco de todo. Pero normalmente, después de todo el día en el estudio, no me suelen quedar muchas ganas de oír música; aunque me gusta estar atento. Cuando escucho cosas en la radio que no había oído nunca, ya sea de grupos de aquí o de fuera, me gusta estar atento porque siempre tienen algo interesante aplicable en otras cosas.

Me gustaría conocer su opinión acerca de la situación del panorama musical actual.

La música está pasando un momento muy duro. Hay un vacío en el que la gente puede descargarse música gratis cuando realmente no es gratis a la hora de hacerla. Si una persona piensa que no hay que pagar por la música, piensa que el trabajo de un técnico, productor etc. no debe de pagarse, y eso no me parece muy bien.

Trabajamos por hacerlo lo mejor posible y para que la gente disfrute. Un artista no puede hacer un disco si no contrata músicos y el estudio de grabación. El estudio no puede ser estudio si no compra un local, un material de sonido... y todo eso hay que pagarlo. Hacen falta medios, personal cualificado... En mi opinión se ha llegado a una situación en la cual se descarga gratis la música que a todo el mundo le apetece tener, y cuando se habla de que se va a empezar a cobrar a todo el mundo le sienta muy mal. La situación es insostenible.

¿Y qué pasa con la música en el País Vasco?

Cualquier disco del País Vasco es exactamente igual que los de fuera, cuesta un buen dinero hacerlo. Si no hay dinero, no se puede hacer de forma profesional y no queremos que nuestra música se haga de forma casera; queremos que nuestra música y nuestra cultura se hagan de una forma profesional y que nos pueda representar de alguna manera.

¿En qué proyecto trabaja ahora?

En este momento, estoy finalizando la producción y mezclas del nuevo disco de Mikel Urdangarin. Lo grabamos en directo el 30 de diciembre en el Kafe Antzoki de Bilbo. Fue una noche mágica. El disco es muy especial y he querido poner todo mi esfuerzo. Para terminarlo vuelo este fin de mes de abril a Nueva York a masterizarlo en los prestigiosos estudios Sterling sound.Mikel F. Krutzaga (Gernika, 1971) Como técnico de sonido ha trabajado con algunos de los músicos más representativos de la escena musical vasca, así como con algunos músicos internacionales de reconocido prestigio con los que ha tenido la oportunidad de conocer otras culturas musicales que han servido sobre todo para enriquecer su particular visión. Con 26 años dio comienzo a su carrera en estudios de grabación. Desde entonces ha trabajado con músicos de la talla de Benito Lertxundi, Kepa Junkera, Piratas, Joxan Goikoetxea, Mikel Markez, Alboka & Marta Sebestian, Iñaki Salvador & Jorge Pardo, Luar na lubre, Pirineos Big band & Randy Brecker, Olatz Zugasti, Oreka Tx & Glen Vélez, Joseba Tapia, Joserra Senperena, Amaia Zubiria, Maddi Oihenart, Luetiga, Faltrikeira, Suso Saiz, Mikel Urdangarin, etc.Durante estos años ha realizado grabaciones para música de cine con compositores como Ángel illarramendi, Bingen Mendizábal, Pascal Gaigne, Aitor Amezaga, Aritz Villodas, Oscar Araujo, Manel Gil o Iñaki Salvador entre otros, y directores como, Montxo Armendáriz , José Campanela, Imanol Uribe , Manuel Gutiérrez Aragón, Pablo Malo etc.En 2004 recibió un Grammy como ingeniero de sonido por su participación en el disco “K” de Kepa Junkera. Ha resultado premiado y finalista a los Premios de la música en los años 2001, 2002, 2008, 2009 y 2010. En 2010 Graba y mezcla la banda sonora “Castlevania; Lords of shadows” para el sello Konami, compuesta por Oscar Araujo y que acaba de recibir el premio de la International Films Music Critics a la mejor banda sonora para videojuego.Como músico publicó su primer trabajo con el sello Nuba Records titulado Sandglass.
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