Xabier Arana: "Urdaibai sería un santuario natural si se mejoraran sus ríos y bosques"

2002-02-01

DOXANDABARATZ OTAEGI, Beñat

Elkarrizketa: Xabier Arana Xabier Arana, Director del Patronato de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai "Urdaibai sería un santuario natural si se mejoraran sus ríos y bosques" * Traducción al español del original en euskera Beñat Doxandabaratz Urdaibai luce todos los tonos verdes posibles. La madre naturaleza fue ciertamente generosa con este espacio de 220 km cuadrados, que ocupa el 10% de la superficie de Bizkaia. Cuenta con 45.000 habitantes, el 80% de los cuales vive en Gernika y Bermeo. A pesar de que la convivencia de la diversidad natural y el ser humano puede resultar problemática, la declaración por parte de la Unesco de Urdaibai como Reserva de la Biosfera ha llevado al estricto respeto de su riqueza biológica, en equilibrio con la economía y desarrollo cultural de la comarca. Xabier Arana dirige desde 1996 el Patronato agregado al Departamento de Medioambiente, cargo que este biólogo natural de Gernika de 35 años acepta como el mejor de los regalos. De hecho, fue designado director a los tres días de contraer matrimonio. Xabier nos ha dispensado un cálido recibimiento un día de espléndida bajamar y, al haber hecho de su afición su oficio, habla sobre Urdaibai con auténtica pasión. En 1984 UNESCO declaró Urdaibai Reserva de la Biosfera. ¿Qué significa este reconocimiento? Es un reconocimiento internacional al valor ecológico y natural de Urdaibai. En el mundo hay 400 Reservas de la Biosfera, 20 de las cuales están en el Estado. En Euskal Herria tenemos otra Reserva en las Bárdenas. ¿En qué consistió el proceso? Fue un proceso curioso, ya que pasó de no ser nada a ser Reserva de la Biosfera. En los años 70 se barajó la posibilidad de construir un puente gigante sobre la ría con puerto deportivo incluído, pero afortunadamente Aranzadi elaboró un magnífico estudio sobre la riqueza natural y la situación sociológica de Urdaibai. ¿Con qué se encontraron? El estudio tuvo un doble resultado. Por una parte, se constató la necesidad de gestionar toda la cuencay proteger el patrimonio natural de Urdaibai sin limitarse a la ría. Por otra, se observó la necesidad de mantener las actividades industriales, agrícolas, forestales etc. que contribuyen a conservar la identidad de la comarca y se dedujo que la mejor manera de alcanzar ese equilibrio sería declarar Urdaibai Reserva de la Biosfera. ¿Cuál es la principal finalidad del Patronato? El Patronato tiene tres objetivos: proteger la conservación del patrimonio cultural y natural, garantizar el desarrollo socio económico y, por último, proporcionar ayuda logística, facilitando la información y fomentando la participación y la investigación. ¿Cómo se reparten las tareas? Nos dividimos en tres departamentos: gestión territorial, programa socioeconómico, y formación y educación. ¿Cuál es su cometido como director? Mi trabajo consiste en coordinar proyectos y trabajos, y hacer de puente entre entidades, autoridades y ciudadanos. También debo dinamizar la Reserva de la Biosfera, dirigir la investigación, encargarme de la divulgación y de las publicaciones, facilitar información y apoyar campañas de sensibilización. ¿Qué otras Reservas de la Biosfera comparten estas características? A nivel estatal hay otras Reservas de la Biosfera que siguen el modelo de Urdaibai, como por ejemplo Menorca y Lanzarote, que también son reservas pobladas. En este sentido, nos resultan muy prácticos los foros y encuentros que se celebran con otras reservas del mundo para intercambiar información y aprender de las experiencias ajenas. Sin embargo, ¿no es un contrasentido la convivencia entre la naturaleza y el ser humano? Puede ser un contrasentido, pero es nuestro destino. No hay más que una Tierra y además, limitada. Al haber aumentado tanto la capacidad tecnológica del ser humano, nuestras necesidades se han visto igualmente incrementadas. En consecuencia, ejercemos una enorme presión sobre el medioambiente. Tenemos que compaginar el desarrollo de la sociedad y la conservación del patrimonio culturaly natural. ¿Qué es el desarrollo sostenible? Significa organizar un territorio y decidir entre todos el destino que se le va a dar. Pero no basta con cumplir los tres objetivos antes mencionados. Hay que ir más allá. Cuando el ser humano tiene una marcada presencia, es necesario llegar a un acuerdo para no dañar el patrimonio natural y cultural. ¿Cuál es el mayor problema para ello? El desarrollo sostenible pasa por proteger los recursos medioambientales (el agua, la tierra, el aire, la calidad de vida de las ciudades...). El problema es que no todos los habitantes de la comarca llegan a asumir el proyecto. Por tanto, la participación de la ciudadanía es fundamental. Desde luego. La ley de Urdaibai protege espacios como la ría, la costa, la cornisa cantábrica, los yacimientos arqueológicos, etc, pero no podemos olvidarnos del resto. El Patronato gestiona la Reserva de la Biosfera, pero el entorno lo tenemos que cuidar entre todos. Las entidades públicas, las sociedades, los agentes sociales, los propietarios particulares, etc. juegan un papel muy importante. ¿Qué hace peligrar el patrimonio natural? Las principales amenazas son dos. La primera es muy clara: la masiva urbanización y construcción de viviendas. La presión de las ciudades es impresionante, tanto en Bizkaia, en Gipuzkoa, como en Lapurdi. Y en nuestro caso esa presión es aún mayor, dado que Bilbao se encuentra a media hora. ¿Y la segunda amenaza? Todavía queda mucho que hacer respecto a la depuración de las aguas, por lo que la calidad del agua de la ría no es todo lo buena que nos gustaría. Las fábricas de las proximidades de Gernika han reducido sus vertidos y los residuos se gestionan mejor; ya no aparecen peces muertos, como antes. Por otra parte, en Bermeo, donde se encuentra el sector de las conservas, están estudiando el modo de producir menos residuos. ¿Qué actitud adoptan los habitantes de Urdaibai? Al principio, cuando declararon Urdaibai Reserva de la Biosfera, sentían una especie de recelo,porque la palabra "reserva" parecía tener connotaciones restrictivas. Según se desprende de los estudios sociológicos que se han efectuado con posterioridad, las posturas predominantes son dos: la de los urbanitas y la de los baserritarras, que están atravesando un delicado momento ante la presión a la que los someten el urbanismo y el turismo. Por tal motivo, apoyan nuestra actividad, ya que la legislación los protege de la reinante ansiedad de construir viviendas en terrenos rurales. Además, hay otro sector muy crítico: el de los propietarios forestales. Se muestran ustedes preocupados por la situación de los bosques. Preocupados y alarmados, porque este tipo de silvicultura no hace sino destrozar las tierras. Los estudios realizados demuestran que las técnicas actuales erosionan la tierra. El cultivo del pino está muy extendido; de hecho, el 60% de nuestra tierra son pinares. Pero lo preocupante no es eso, sino el modo de talar los pinos. Ante las prisas por proceder a una nueva plantación, los terrenos se preparan con rudeza, arando la tierra bruscamente. Lo que antes estaba cubierto de verde se está desertizando. Bosque de ribera. ¿Y qué dice la naturaleza sobre todo ello? Dice que hay lugares que deberíamos dejar en paz, como ríos, valles y collados de gran pendiente. Son muy sensibles y cumplen un papel fundamental. Del mismo modo, hay especies que requieren nuestra ayuda, ya que de lo contrario desaparecerían. También hay especies que han desarrollado mecanismos de autoprotección. ¿Dentro de ese equilibrio, hay algo que predomine? Es difícil trazar una línea, pero tenemos que tener en cuenta que el ser humano no es el único ser vivo que cuenta con una infraestructura. La Tierra también la tiene. La arena de los ríos cumple una función ecológica de mantener las aguas limpias y conseguir un equilibrio. ¿Cómo transmitir esa idea a la sociedad? No es fácil, pero creo que la gente ha empezado a concienciarse de la importancia de la biodiversidad. Si una especiedesaparece, lo hace para siempre. Los animales no conocen de fronteras político administrativas. Tenemos que hacer todo lo posible para posibilitar el desarrollo de los procesos naturales, como las migraciones de las ballenas y de las aves. En nombre del progreso vertemos petróleo, destruimos humedales, etc y, desde nuestra condición de destructores, tenemos una doble responsabilidad. Desde 1988, la caza está protegida en Urdaibai. Sí. De este modo, las aves pueden detenerse con toda tranquilidad. Pero tenemos otro problema, y es que el número de jabalíes no cesa de aumentar. Están causando destrozos en los caseríos. Aun así, hemos encontrado una fácil solución: basta con instalar rediles eléctricos para que los daños cesen. Ocasionalmente, la Diputación Foral de Bizkaia organiza batidas para controlar la población. También las actividades deportivas proliferan cada vez más en Urdaibai. ¿Cómo influyen en la fauna y flora? Últimamente, los barcos y piraguas que entran en los cauces estrechos ahuyentan a aves como las espátulas, que en el 15% de los casos abandonan Urdaibai, sin tomar el descanso que necesitan antes de dar comienzo a la siguiente etapa migratoria. Por tanto, recomendamos navegar por el centro del río. ¿Los surfistas de Mundaka no causan ningún mal? A Mundaka viene gente de todo el mundo a por la mejor ola izquierda del mundo. Pero los surfistas no causan ningún daño a Urdaibai. ¿Qué hallará el visitante en Mundaka que no encuentre en otros lugares? Muchísimas cosas. Pero, por encima de todo, la ría de Urdaibai. ¿Qué destacaría de la flora de Urdaibai? La gran cantidad de plantas que constan en el catálogo de especies amenazadas. ¿Y respecto a la cultura? Antiquísimas huellas. La primera referencia es de hace 36.000 millones de años. La agricultura apareció en nuestra comarca hace 6.000 años. Y, por supuesto, las cuevas de Santimamiñe. También hay vestigios de la Edad de Hierro, de cuando llegaron los vikingos y los normandos. La Edad Media, porsu parte, nos ha dejado un rico legado: casas torre, iglesias, el Camino de Santiago, etc. Por otra parte, y ya respecto a tiempos más modernos, hay que recordar que Urdaibai cuenta con un tipo de caserío particular, muy interesante desde la perspectiva arquitectónica y de la organización territorial. ¿Qué aspecto resaltaría de su fauna? Aunque las grandes protagonistas son las aves, destacaría el visón europeo y la jineta. Teniendo en cuenta que la clave reside en la educación, ¿qué actividad desarrollaría de cara a educar a la sociedad? Tenemos un plan de investigación y educación, pero que no se limita exclusivamente al ámbito escolar. Sin lugar a dudas, hay que extender la educación y los conocimientos a todos los sectores sociales, pero nosotros pretendemos ir más allá de los fines didácticos. Ahí está la iniciativa "Erraz mugitu Urdaibain", que fomenta el uso del transporte público frente al automóvil. Este año queremos realizar una campaña más amplia, ofreciendo consejos sobre el desarrollo sostenible. Además, publican ediciones muy cuidadas. Me alegro. Ahora mismo estamos preparando una edición sobre la vida submarina y una guía sobre las aves, para que los visitantes saquen más provecho a sus visitas. ¿Cuál es el perfil del visitante de Urdaibai? Según las encuestas que realizamos el año pasado, se pueden distinguir dos perfiles: los visitantes que vienen a pasar el día y los turistas que se hospedan por aquí utilizan los servicios de forma activa. Necesitamos menos visitantes y más turistas. Marismas de Urdaibai. ¿Cuál suele ser la procedencia de los visitantes? La mayoría son vizcaínos que vienen de las cercanías de Bilbao a pasar el día. ¿Y qué hay de los turistas? Durante todo el año vienen madrileños y catalanes a casas de agroturismo, y en la época estival viene gente de toda Europa. Vienen más del extranjero que de la Comunidad Autónoma. Pero no porque se sientan atraídos por las playas, sino porque quieren ver Urdaibai en su conjunto. De todosmodos, el mayor reclamo es el de conocer el pueblo de la paz. Parece que estamos empezando a recoger el fruto de años de trabajo. ¿Quiénes son los turistas más peculiares? Sin duda, los japoneses. Vienen a conocer nuestro pueblo mártir. Al ser tan simbolistas, la ciudad bombardeada les resulta muy llamativa. Algunos también se sienten atraídos por la naturaleza. ¿Qué tipo de propuestas reciben? La gente pide tres cosas. Por una parte, mejorar la señalización. Estamos en ello. Por otra parte, aumentar el número de plazas de aparcamiento, pero eso no sería una solución, por lo que aconsejamos utilizar el transporte público. Por último, nos piden un mayor equipamiento para conocer el patrimonio. En nuestra sede facilitamos información general y ofrecemos consejos, pero en este momento hay dos proyectos de cara al equipamiento de Urdaibai que se abrirán en breve, uno en Gernika y otro en Busturia. Tendrán alguna que otra anécdota que contar... Cómo no. En una ocasión realizamos una serie de encuestas para saber si la gente conocía Urdaibai y qué opinión les merecía, y nos dieron unas respuestas sorprendentes: algunos decían que estaba muy rico o que el material era de muy buena calidad. La explicación es bien simple: desde que fuera declarada Reserva de la Biosfera, el nombre de Urdaibai ha tenido un gran éxito en la comarca. Hay equipos de remo, de balonmano, una escuela de rugby, un equipo de triatlón, muebles, bares, txakolin, veterinaria, serigrafía, un equipo de motoristas, etc.; que han adoptado ese nombre. Hace un tiempo sólo un grupo de danza de Forua se hacía llamar Urdaibai, pero afortunadamente, en los últimos cinco años la Reserva de la Biosfera se ha hecho mucho más conocida. ¿Hasta qué punto lo conocen los extranjeros? La gente que llama desde el extranjero pregunta por los trámites que hay que hacer para obtener la autorización para visitar la reserva. Los artículos que se publican en las revistas en torno a Urdaibai suelen llevar titulares tan llamativoscomo "El Santuario de la Naturaleza". Cuando les explicamos que aquí vivimos 45.000 personas rodeadas de asfalto, se quedan de piedra. Su momento más feliz en Urdaibai... Fue cuando me nombraron director. Para mí suponía un gran reto presentar mi candidatura al concurso, porque lo hice como independiente, sin el apoyo de ningún partido político. ¿Qué divisa desde su postura de director? Comencé a apreciar la riqueza que encierra nuestra comarca en 1989, cuando empecé a trabajar como técnico en el patronato de Urdaibai. Ya conocía la ría y las aves, pero empecé a valorarlo al percatarme de su fragilidad. Urdaibai es un punto de parada de las aves. ¿De dónde proceden? Del Norte de Europa, del Ártico y de la Tundra. Algunas aves pasan el invierno en nuestra marisma y otras van a Doñana o a África. En marzo, pasada la época de las nieves, vuelven hacia el Norte de Europa. Como dato, el 20% de las jinetas de Holanda paran aquí. ¿Cómo consiguen realizar travesías tan largas? Aprovechan las corrientes térmicas y las ventiscas. Van haciendo paradas, sin perder la referencia de la costa. El chorlito, por ejemplo, vuela desde Islandia hasta Sudáfrica. ¿Cuál es la mejor época para observar a las aves? Aunque puedan resultar desagradables, los mejores días son los de mal tiempo, porque el viento del noroeste empuja las aves hacia la costa. La estación más apropiada es el otoño, porque al emigrar desde este a oeste, hay que ponerse a mirar hacia el este, hacia la isla de Izaro y el cabo de Ogoño. En primavera, en cambio, hay que mirar en el sentido opuesto. También se pueden avistar ballenas. ¿Cuál es el mejor lugar para ello? El mejor lugar es Matxitxako, durante todo el año. Pero para poder ver rorcuales, xibartes, cachalotes y delfines, conviene que el mar esté en calma. Y, evidentemente, se necesita un poco de paciencia. Grupo de Rorcuales aliblancos y Delfín común. Supongamos que le ofrecen la posibilidad de hacer lo que le plazca en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.¿Qué cambiaría? ¡No será verdad! Para empezar, protegería mejor los ecosistemas a través de una gestión más directa y más amplia, para que pudieran ser más funcionales. Urdaibai sería un santuario natural si se mejoraran sus ríos y bosques. Habría que desarrollar los robledales y los bosques mixtos, que han tenido un claro retroceso, así como los hayedos, que aquí están muy deteriorados. La Diputación ha plantado varias hayas en Sollube, pero todavía son muy pequeñas. ¿Reduciría la presencia de la gente? ¡Desde luego que no! ¡Dejaría de ser Urdaibai! A la sociedad del futuro me la imagino, además de concienciada en la conservación y recuperación del entorno natural, implicada en la conservación de la naturaleza. Calidad de vida no significa llenarse los bolsillos, sino disponer de recursos naturales de calidad. ¿Cuál es su rincón favorito de la Reserva? Es un secreto, pero se lo diré: cuando atravieso un mal momento o algo me preocupa, suelo ir al robledal de Triñe. Desde la ermita puedo contemplar todo Urdaibai, incluso la isla de Izaro. Al ver a los pájaros volar sobre mi cabeza y respirar en profundidad, ¡braust!, el viento se lleva todos mis nubarrones interiores. Fotografías: Beñat Doxandabaratz, de las publicaciones "Manual para la observación de aves marinas y cetáceos desde el cabo de Matxitxako" y "La espátula en Urdaibai" Euskonews & Media 153.zbk (2002/2/1 8) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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