El primer nombre que aparece de un escultor vasco, es el de Gamboa que esculpió el retablo de la Seo de Zaragoza en 1483. Juan Olotzaga decoró la fachada de la catedral de Huesca y también se menciona a Olarte y Morlanes y su hijo Diego. Se hace una historia de la escultura realizada por vascos desde 1483 hasta finales del XVIII con mención a las obras