Este ensayo pretende abrir un interrogante sobre la parte que el pueblo vasco tiene que aportar de propio al cine. Se intenta rastrear entre los signos de identidad que definen al pueblo vasco, insistiendo en aquellos que se relacionan con la manera de concebir el ritmo, el "tempo" estético y ético del vasco. Posteriormente es tarea de cineastas y teóricos aplicar dichos principios a la narrativa cinematográfica