Iñaki Agirreazkuenaga: "El modelo de educación actual no me gusta. De cara al futuro, en la enseñanza obligatoria, los grupos deberían ser bilingües"

1999-11-05

AGIRRE, María

Entrevista Iñaki Agirreazkuenaga, Catedrático de Derecho Administrativo "El modelo de educación actual no me gusta. De cara al futuro, en la enseñanza obligatoria, los grupos deberían ser bilingües" * Traducción al español del original en euskera Maria Agirre Iñaki Agirreazkuenaga nos ha recibido en su despacho de la Facultad de Derecho de San Sebastián. Se le ha quedado pequeño, puesto que está a rebosar de libros y papeles. La entrevista con este catedrático en Derecho administrativo pudo haber versado sobre multitud de temas, pero nos atuvimos al del euskera. Nuestra conversación giró en torno a la oficialidad del euskera, a su situación y hacia la dirección a la que deberían encaminarse los esfuerzos. Durante la entrevista manifestó reiteradas veces que la clave de la actual situación del euskera no se ha de buscar solamanente en las leyes, sino en la realidad sociolingüística. ¿Hasta qué punto tiene su importancia la lengua, en nuestro caso el euskera, en el hecho diferencial vasco? El hecho diferencial más destacable es el del euskera. Existen diferencias en el deporte y en la cultura, por ejemplo en el ámbito patrimonial, pero todo país tiene esa clase de peculariedades. Sin ninguna duda, es la lengua la que nos caracteriza y diferencia. El contraste incumbe a toda Euskal Herria en su globalidad, pero, evidentemente, también existen heterogeneidades dentro de ella, puesto que la realidad que vive el euskera es diversa. Por eso, a la hora de desarrollar las leyes, hay que tomar en cuenta esa pluralidad. Es decir, no se pueden disponer las mismas medidas en Ataun o Elciego. En mi opinión, la reflexión futura debería encaminarse hacia esa dirección. En cualquier caso, no estoy diciendo que no se deba aplicar la misma política. Sí que deben establecerse la misma política y las mismas leyes, pero a continuación esas características deben regularse legalmente en función del lugar. La Constitución dispone la exigencia del conocimiento del castellano; no obstante,no obliga al conocimiento de las restantes lenguas, por ejemplo del euskera. ¿Relega esta medida el euskera a un segundo plano? ¿Si nos preguntamos por qué conocemos el castellano, la respuesta es porque la Constitución lo dicta así? En la Comunidad Autónoma, por ley nadie está obligado a hablar castellano. Cualquier realidad puede ser objeto de una lectura positiva y negativa, pero con frecuencia enfatizamos la negativa. En mi opinión, la Constitución y el Estatuto son positivos, porque ambos reconocen la oficialidad del euskera. La oficialidad trae consigo tres consecuencias. Primero, que tenemos el derecho de emplear esa lengua tanto en el ámbito privado como en el público, y además, con total efectividad. Claro que el hablar en euskera en el País Vasco continental no tiene ninguna oficialidad ni valor jurídico alguno. Sin embargo, tanto en la CAV como en una parte de Navarra se puede hablar con oficialidad y valor jurídico. Segundo, como consecuencia de la oficialidad, en la enseñanza obligatoria se han de enseñar obligatoriamente las dos lenguas oficiales, y la responsabilidad de formar en las dos lenguas de manera eficaz recae sobre los poderes públicos. De esta manera, todo alumno, una vez finalizados los estudios obligatorios, tiene que conocer ambas lenguas. De no ser así, la culpa no será de la ley, sino de quienes aplican la ley. Tercero, si los poderes públicos enseñan las lenguas oficiales con efectividad, los ciudadanos no podrán alegar en un futuro que desconocen una u otra. Por tanto, ¿qué ventajas conlleva la oficialidad? Respecto al euskera todas. Por destacar una se puede decir, que en las zonas no vascoparlantes, como por ejemplo en la llanada alavesa, a pesar de que en la actualidad haya mucha gente que no sepa euskera, esta lengua es oficial y así, a los jóvenes se les enseña y en el porvenir puede convertirse en una zona euskaldun. Tal como ha mencionado, la situación en Navarra es distinta. En la parte del norte es oficial, pero no en el sur.En 1980 el Parlamento navarro proclamó el euskera oficial para toda Navarra. Así fue entre el 80 y el 82, hasta la aprobación de la LORAFNA. Con ella se determinó que sería oficial en las zonas vascoparlantes, y más tarde, con la Ley del Vascuence de 1986, se resolvió que el norte era zona vascoparlante, el centro mixta y el sur no vascoparlante. Al aprobar la ley, los navarros optaron por el sistema jurídico de Valencia. Alli, el catalán es oficial en toda la comunidad, mas sus efectos jurídicos están modulados, y si los padres así lo desean, en las escuelas se enseña el valenciano. En el sistema de enseñanza de Navarra hay tres modelos lingüísticos: el modelo D, que se imparte en euskera en su totalidad; el modelo A, en el cual el euskera se recoge como asignatura, y por último el modelo G, donde no se enseña euskera. Echando un vistazo al número de alumnos matriculados en este curso, veremos que el 57% ha escogido los modelos A y D, y un 43% el G. Lo cual significa que si en el futuro esos alumnos conocen el euskera, en Navarra podría producirse un cambio sociolingüístico. En el País Vasco continental, por contra, la situación es más deficiente. Hace 50 años, el mayor número de vascos residía en el País Vasco continental, donde el 60 70% era vasco. Incluso hoy en día el número de vascos de Zuberoa y Baja Navarra es importante, pero en Lapurdi la cifra ha disminuído considerablemente. La situación más difícil se vive en el País Vasco continental. En Francia, finalizada la Revolución Francesa, sólo un 40% hablaba francés; la mayoría utilizaba otras lenguas. Sin embargo, en la actualidad las lenguas minoritarias son no oficiales en Francia. El corso, el bretón o el euskera no tienen ningún estatus jurídico. El centralismo ha tenido en Francia un éxito mayor que aquí. ¿Cambiaría en algo la situación del euskera en el País Vasco continental con el reconocimiento de su oficialidad? Claro que sí. De todos modos, debemos tener en cuenta que las leyes no modifican la realidad.En el País Vasco continental, ahora mismo el euskera no es oficial, pero los habitantes tienen la posibilidad de educar a sus hijos en euskera, así y todo la mayoría no opta por esa posibilidad. No se debe pensar que en País Vasco continental el euskera esté vetado al igual que lo estuvo en el peninsular durante varios años. Hay que estudiar la situación sociolingüística y política del País Vasco continental para darse cuenta de que oficializar, y como consecuencia, obligar a enseñar euskera en la educación, no resulta tan fácil. He ahí el ejemplo de Valencia. Allí el valenciano es oficial, pero eso no significa que lo deban aprender todos los jóvenes. Por lo tanto, las modificaciones jurídicas no mejorarían forzosamente la situación del euskera. Al hablar sobre cambios jurídicos, hay que hacer distinciones. En el País Vasco peninsular con frecuencia solemos tener vanas discusiones. Pensamos que la precaria situación del euskera tiene su origen en las leyes, y sucede exactamente lo contrario. El marco jurídico lingüístico que tenemos en el País Vasco peninsular es el mismo que tienen los catalanes. Las diferencias hay que buscarlas en la realidad sociolingüística. La Constitución también establece a los catalanes la obligatoriedad de conocer el castellano, pero no ordena que haya que emplear necesariamente el castellano. El vasco no tiene ningún impedimento legal para utilizar el euskera; los impedimentos están en la realidad sociolingüística. En Elciego el euskera es oficial, pero la realidad sociolingüstica nos demuestra que allí apenas lo sabe nadie, de modo que será difícil que lo empleen. El problema no reside solamente en las leyes (aunque las hay), sino en la realidad sociolingüística. Desde el punto de vista jurídico, en cuestión de las lenguas la Constitución es beneficiosa; de hecho, el euskera es oficial. En otros muchos países, en cambio, hay lenguas que no están oficializadas. Si aquí no se emplea más el euskera, en la mayoría de los casos es porque loshabitantes no lo conocen, no porque la ley no ofrezca su protección. En la CAV los que sabemos euskera somos pocos, pero si la gente lo desea, la situación en el porvenir puede cambiar, ya que la ley así lo protege. Opino que, de cara al futuro, deberíamos buscar el modelo entre los estados desarrollados, en estados como Dinamarca, Noruega, Suecia, Islandia o Luxemburgo. Dado que los vascos somos pocos en el nivel internacional, el euskera será una lengua minoritaria. Así que, para mantener relaciones internacionales, resulta necesario conocer lenguas como el castellano, el francés o el inglés. En los estados más desarrollados la propia lengua suele estar garantizada, pero emplean el inglés con absoluta normalidad. Todo pequeño país debe conocer su propia lengua, pero sin temor al plurilingüismo. El euskera es nuestra lengua y aquí debe tener un valor jurídico absoluto, pero el vasco del mañana tiene que conocer otras lenguas además del euskera. Por eso, en la enseñanza obligatoria hay que impartir correctamente el euskera, el castellano y el francés o inglés. En el futuro deberemos ser capaces de hablar con cualquier persona del mundo. El mundo se está empequeñeciendo, y los jóvenes del futuro tienen que estar preparados. ¿Garantiza el sistema educacional actual el conocimiento futuro de los jóvenes de las tres lenguas? A mí el modelo de educación actual no me gusta. De cara al futuro, en la enseñanza obligatoria, los grupos deberían ser bilingües, impartiendo además algunas asignaturas en inglés o francés. Desde mi punto de vista, una vez finalizada la enseñanza obligatoria habría que dominar tres idiomas: dos oficiales y una lengua internacional extendida. Después, en la universidad, las clases se deberían poder seguir en esas tres lenguas. De ese modo se llega a conocer las lenguas. Ahora, sin embargo, quien estudia en castellano domina sólo el castellano, y el mismo peligro pueden correr los que estudian en euskera. ¿Es partidario de una nueva recapacitaciónen el tema de la educación? Sí. La enseñanza obligatoria tiene que garantizar el conocimiento de las lenguas oficiales; un buen conocimiento. Si eso hoy en día no se produce, será porque los poderes públicos no han organizado bien la educación. Puede que haya que seguir un modelo desde los tres años hasta los seis, otro desde los seis hasta los doce, y otro distinto desde los doce hasta los dieciocho. No voy a decir cuál, y tampoco estoy pensando en el A, B y D. Lo que yo mantengo es que hay que dominar tres idiomas, y que para eso es necesario impartir las asignaturas en diversas lenguas. Es decir, educar en distintas lenguas. Por ejemplo, enseñando historia en inglés. Afortunadamente, hay colegios en la CAV en las que se imparten clases en inglés. Lo mismo en la universidad. El modelo actual universitario es el de la separación, es decir, tenemos grupos de euskera y grupos de castellano. Un posible modelo sería el de impartir algunas clases en castellano y otras en euskera, o en inglés. Ya sé que esto no se puede implantar mañana mismo, pero debemos tomarlo en cuenta. El Parlamento Vasco acaba de aprobar la nueva Ley de Ordenación Universitaria, y me parece muy triste que no se le haya dedicado ni una sola línea a la materia de las lenguas. En la enseñanza obligatoria seguimos con los modelos implantados hace 16 años, pero por aquel entonces la realidad sociolingüística era muy diferente. Han transcurrido ya varios años desde que el Gobierno Vasco estableciera el sistema de los perfiles lingüísticos en la Administración Pública. ¿Está obteniendo buenos resultados el plan? En general sí, los resultados del Plan están siendo bastante positivos, pero se pueden mejorar. Por una parte, se olvida de que el Plan de los perfiles lingüísticos se aplica tan sólo a 29.000 funcionarios, quedando fuera la Ertzaintza, Osakidetza (donde hay 22.000 funcionarios), la Administración de Justicia, la Universidad... es decir, hay muchos campos en los que no se aplica. Está claro queen los pueblos vascoparlantes la administración tiene que ser más euskaldun, y además en todos los ámbitos, no sólo en el Ayuntamiento. Lo que se ha hecho hasta ahora es importante, pero aún queda mucho por hacer, también desde lay leyes que se deben aprobar en el Parlamento Vasco. En ese sentido, hay que dar pasos en la CAV; en especial en las zonas vascoparlantes. En Elciego, a pesar de que el euskera sea oficial, al haber pocos vascos, no se pueden garantizar los derechos lingüísticos. Por contra, en Azpeitia u Ondarru sí que hay que garantizarlos. Hay que graduar los objetivos y saber dónde son aplicables. Aun cuando la política lingüística tiene que ser la misma en toda la comunidad, a continuación se deben adoptar distintas medidas en función del lugar. En mi opinión, la finalidad a corto plazo tiene que ser que en las zonas vascoparlantes los vascos tengamos garantizados nuestros derechos lingüísticos. Fotografías: Maria Agirre Euskonews & Media 53.zbk (1999 / 11 / 5 12) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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