Como culminación del congreso internacional que se ha celebrado en Zerain desde el 17 al 19 de Noviembre de 2016 bajo el título "Etorkizuneko herri txikiak" ("El futuro de los municipios pequeños"), los organizadores y promotores del congreso queremos reivindicar públicamente lo siguiente:
Los municipios pequeños son necesarios y tienen futuro en el País Vasco.
Las personas que vivimos en los pueblos pequeños tenemos el futuro en nuestras manos y queremos ser protagonistas de ese futuro, porque creemos en el porvenir de nuestros municipios. En cada municipio, a nivel local, somos nosotros quienes deseamos dar respuesta a las necesidades que detectamos en el entorno.
Queremos pueblos vivos, y pueblos habitables, porque nosotros también queremos vivir bien en nuestros pueblos. Creemos en los municipios con vida; creemos en los municipios que crean oportunidades laborales para poder llevar la vida adelante en nuestro entorno cercano; creemos en los pueblos que respetan la naturaleza; y creemos también en las comunidades que fomentan todos estos valores.
No queremos ser pueblos idílicos ni pueblos dormitorio. No queremos simbolizar ninguna fotos vacía de postal. No queremos pueblos sin alma ni corazón. Queremos que en nuestros municipios haya vida.
Somos municipios rurales. Las tradiciones, los valores, la cultura y la sabiduría que se ha desarrollado durante siglos en este entorno son nuestros pilares para construir un futuro próspero. Los pueblos pequeños no podemos tener futuro sin el primer sector, sin nuestros caseríos, pastores, ganaderos, labradores y agricultores. El futuro de los municipios pequeños está necesariamente ligado al primer sector.
Los pueblos pequeños del entorno rural somos fuentes y cuidadores de nuestra cultura, identidad, y lengua. Donde mejor se cuida y se fomenta el euskera es en los pueblos pequeños, y por ello mismo, incluso para el futuro de nuestro idioma es también necesario el desarrollo rural.
Queremos poner fin a los tópicos y a las falsas creencias que hay entorno a los pueblos pequeños. Necesitamos replantear la relación que tenemos con la ciudad. Nos tenemos que conocer más mutuamente, y valorar mejor lo que ofrecemos el uno al otro. Tanto las ciudades como los pueblos pertenecemos al mismo territorio y sociedad, pero necesitamos equilibrar nuestra relación. Para que el futuro de nuestro pueblo sea mejor, deberíamos de equilibrar la convivencia entre la cultura urbana y la rural.
Los pueblos pequeños tenemos que trabajar conjuntamente, somos pequeños y tenemos mucho que compartir y aprender el uno del otro. Tenemos que fomentar y reforzar la conciencia colectiva para mejorar el futuro de los pueblos pequeños y para que nos relacionemos con los demás colectivos, organizaciones e instituciones de la sociedad.
En esta sociedad cada vez más globalizada y cambiante, los municipios pequeños tenemos que estar en continua adaptación. Para construir un buen futuro es necesario que fomentemos la investigación y la innovación en todos los ámbitos que sean necesarios para las comunidades del entorno rural: las nuevas formas de gobernanza, el desarrollo de la cultura, las nuevas economías, la ecología, etc.
Los pueblos pequeños estamos vivos. Estamos despiertos. Los municipios pequeños estamos trabajando conjuntamente para construir nuestro futuro. Porque las personas que vivimos en los pueblos pequeños también queremos vivir bien.
En Zerain, el 19 de Noviembre de 2016.