Larga vida a Euskonews

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08/09/2023

Larga vida a Euskonews

¡Quién nos hubiera dicho que veinticinco años después íbamos a disfrutar de un momento de reflexión acerca de un proyecto que sigue vivo! Hubo sesudas personas expertas en medios de comunicación que nos pronosticaron fallecimiento inmediato. Y quienes no veían factible un semanario digital de contenido que llegara a todas y todos los vascos y no vascos extendidos por el entonces aún reducido mundo virtual. Las y los escépticos eran legión. Pero algo había en la Eusko Ikaskuntza de 1998 que quería romper con estereotipos y estructuras anquilosadas. Y se cambió el chip.

Estábamos entrando en un nuevo modelo de sociedad a nivel mundial. La comunicación a través de red se estaba convirtiendo en una herramienta imprescindible. Teníamos claro que Eusko Ikaskuntza debía estar presente en aquel comienzo de la nueva carrera. Como lo había estado ochenta años antes cuando se puso en marcha. Y con el convencimiento de ello emprendimos el camino, mediante el trabajo bien hecho, la ilusión, la constancia y la confianza en un equipo humano que, sin saber mucho sobre lo que las nuevas tecnologías podían ofrecer, teníamos claro que para avanzar había que aliarse con ellas. Y fuimos avanzando, pasito a pasito. Me acuerdo de que una de mis primeras labores matinales al llegar al despacho en Miramar era consultar el apartado de estadísticas de lectura de la revista en el día anterior. Y las apuntaba en un cuaderno -que aún conservo- donde quedaban reflejadas las páginas más consultadas y la procedencia de quienes leían la revista. Y el reto siguiente consistía en llegar un poquito más allá. No importaba tanto cuánto como que el avance fuera positivo.

Aquella idea primigenia de Arantza, Kote y los tres fue asumida por el resto de los compañeros y compañeras de Eusko Ikaskuntza y dimos forma a un proyecto estrella, que estábamos seguros iba a dar mucho juego a la propia marcha de la sociedad. ¡Cuántas horas de trabajo del equipo de redacción! Era época en que aún había que convencer a colaboradores externos de que era posible escribir por Internet, y que sus aportaciones podían ser leídas al instante en cualquier parte del mundo. Había quienes no se creían tanto chollo. Pero poco a poco el caudal de participantes y el nivel de calidad de los contenidos fue subiendo y subiendo.

Y Euskonews se convirtió en el primer semanario cultural de Euskal Herria, referente en el universo vasco. La revista hizo de cabeza de puente con la diáspora vasca, que vio en ella una herramienta ideal para cohesionar la comunidad externa y la interna. Y surgió un movimiento colaborativo ejemplar, con elementos valiosos en diversos países que fueron dando forma a la sección KOSMOpolita, donde aparecieron firmas internacionales de gran valía.

Por cierto, esas y esos colaboradores y sus lectoras y lectores locales en países como Argentina, Chile, Méjico etc. forjaron una red que más tarde dio forma a EuskoSare, otra iniciativa mundial, que – desgraciadamente- no aguantó el acoso y derribo de ciertos personajillos de instancias públicas, ciegos por incapaces… y mala uva.

Euskonews, sin embargo, aguantó el embate al que se le sometió. Era decepcionante para nosotros sus gestores que anualmente se le apartara de las ayudas públicas a diarios y revistas que daban cabida al euskera. O si se nos daba algo… resultaba ignominioso. Nuestro idioma fue prioritario en la revista desde el primer momento. Apoyábamos y animábamos a colaboradores a presentar sus colaboraciones en euskera, facilitándoles la traducción al idioma que consideraran oportuno. De esta forma, Euskonews ofreció un porcentaje de artículos en euskera claramente superior a cualquier otra revista en formato papel de Eusko Ikaskuntza. Euskonews no tenía costo de soporte físico y lo que se ahorraba en papel lo invertíamos en la traducción al castellano, francés o inglés. Desde el primer número la entrevista central se ofreció en dos idiomas, siendo obligatorio el idioma vasco. Teníamos el convencimiento de que el fortalecimiento del euskera escrito como idioma de creación cultural pasaba por su traducción a otras lenguas. Y lo demostramos.

Pero Euskonews no fue solamente espacio literario, sino que se creó la galería de arte que ofrecía espacio semanal a las y los artistas del país. Otra de las secciones era y lo sigue siendo la dedicada a recuperación de viejas fotografías. Y, algo que descolocó a muchas personas incrédulas, fue la grabación en vídeo de entrevistas a personajes significativos de este país. Euskonews creó un fondo de testimonios históricos que, me atrevo a afirmar, no existe en ninguna otra entidad de Euskal Herria.

Euskonews fue ejemplo para muchas otras iniciativas de oferta de contenido e información privadas y públicas que nacieron posteriormente. Y hay que insistir en que nadie regaló nada a Eusko Ikaskuntza para que llevara adelante su iniciativa. Nació pionera, pero Euskonews también ha sabido adaptarse a los tiempos. Muchas cosas han cambiado en veinticinco años y quienes son responsables de la revista han tenido que tomar decisiones en cada momento para actualizar la oferta cultural y la forma de hacerlo. Eso sí, el contenido se ha mantenido sólido. Una generación joven tiene en Euskonews -mayor en edad que muchos de las y los actuales colaboradores- un referente de toda la vida, y por las venas de la revista corre sangre nueva. Necesario, absolutamente, para poder seguir escudriñando horizontes de futuro.

Lo que se consiguió -y se sigue consiguiendo- fue gracias a la fe de quienes fueron pioneras y pioneros y de sus sucesores y sucesoras, que apostaron y apuestan por una revista que rompió moldes. Ese era el verdadero espíritu de Eusko Ikaskuntza.

¡Larga vida a Euskonews!

 

Josemari Velez de Mendizabal

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