Ramón Zallo: "Caminamos hacia la opulencia comunicativa pero también hacia una desigualdad comunicativa creciente"

2000-02-04

AGIRRE, María

Elkarrizketa: Ramón Zallo Ramón Zallo, Catedrático de Audiovisual "Caminamos hacia la opulencia comunicativa pero también hacia una desigualdad comunicativa creciente" * Traducción al español del original en euskera Maria Agirre Tal y como nos comenta Ramón Zallo, actualmente estamos inmersos en un boom de las comunicaciones. Si hoy en día la variedad es cada vez mayor, en un futuro muy próximo la abundancia de canales será tal que cada uno podrá diseñar su propio menú de programación. Ramón Zallo, profesor de Comunicación Audiovisual en la UPV EHU y uno de los cuatro representantes sociales en el Consejo de Administración de EITB, nos adelanta algunas hipótesis sobre las transformaciones que experimentará la comunicación en nuestro país. ¿A qué se debe esta abundancia de canales televisivos que se está experimentando y que, además, se prevé que irá en aumento? La posibilidad de recepción de decenas y decenas de canales se debe a una serie de transformaciones tecnológicas, productivas y sociales. La ampliación de la red de telecomunicaciones es la condición técnica para el fenómeno y un factor de impulso puesto que los satélites, las redes de cable en todas sus versiones desde el cobre a la fibra óptica , las ondas hertzianas y la digitalización de las ondas terrestres, permiten la ampliación exponencial de canales. La complejidad social, la demanda social de medios de comunicación desde el espacio hogareño, la desreglamentación, la globalización y la mayor producción informativa y comunicativa son algunos de los otros factores. ¿La digitalización de las comunicaciones impulsa ese proceso? En la actualidad la televisión utiliza mayoritariamente para la transmisión final las ondas hertzianas, e instrumentalmente el cable y el satélite. En un futuro inmediato, por necesidades técnicas y por imperativo legal, la onda hertziana va a digitalizarse (onda digital terrestre) permitiendo que circulen algunos canales más por el mismo soporte (1x4) y con destino al usuarioquien, podrá tener o no digitalizado su receptor. A ello hay que añadir el acceso a los sistemas de satélite digital (CSD y Vía Digital) y crecientemente al cable, que actualmente combina tecnologías de cobre, coaxial y fibra óptica. También la producción de todos los operadores va a digitalizarse, lo que será especialmente caro al principio, como inversión. A pesar de ello la digitalización va a permitir mayores prestaciones, en el sentido de simplificar el proceso de trabajo; fundir y combinar imagen, sonido y texto con más facilidad; y sobre todo, reutilizar y empaquetar de distintas maneras, formas y momentos el acceso, saltándose en parte el usuario la tiranía de la programación. Hasta ahora si no grababas en casa un determinado programa en su momento lo perdías. Con el tiempo y las redes de banda ancha, el Video On Demand (vídeo a la demanda) permitirá acceder a bancos de imágenes. Lo mismo pasará en radio. Cabe oir radio enlatada por Internet. En el futuro el DAB en radio (radio digital) permitirá oir, con un sonido magnífico, lo que uno quiere en el momento que quiere. Se dice que la calidad de las imágenes mejorará considerablemente con la digitalización. Cuando se terminen de producir las tres digitalizaciones, es decir, la de la producción, la transmisión y la recepción cuando cambiemos el televisor analógico por uno digital la calidad de las imágenes se parecerá a la del cine. Por otra parte, la tecnología que se utiliza hoy en día en el cine es bastante antigua, y con el tiempo, a poco que mejore la resolución digital, se podrá producir cine de manera mucho más barata. Al introducirse el modelo televisivo de grabación y edición ya veremos si va a ser para mejor o peor, aunque lo esencial es que haya talentos creativos. Al no tener que hacer necesariamente copias y trasladar las cintas, se ahorrará en distribución y facilitará la programación simultánea. De esta manera, desde un punto se podrá transmitir por la red una película a muchas pantallas en salasde diversas partes. Esto permitirá estrenos simultáneos en todo el mundo. Eso es la convergencia en las comunicaciones ¿no? Sí. Es una parte de la convergencia. La convergencia de televisión, radio y cine con telecomunicaciones, Internet, informática y electrónica, crea un mundo en el que la misma tecnología se cruza y diversifica, permitiendo usos múltiples y accesos. Los grandes cambios se producirán a la medida del crecimiento de las redes de banda ancha que son las que pueden permitir el "viaje" rápido de imágenes y la información compleja. La combinación de las redes, la proliferación de productores y el interés de los usuarios por paquetes de servicios globales, llevan a que las vías de acceso a centenares de canales vayan a poder ser por distintos soportes: acceso a bases de datos y correo electrónico por telefonía móvil; mix de telefonía, televisión e Internet por cable; televisión y películas en el ordenador; datos en el televisor... Sin embargo, un problema serio es que la convergencia tecnológica está siendo aprovechada para la concentración económica de empresas que operarían simultáneamente en todos los ámbitos y sectores, lo que es un grave problema para la comunicación plural y democrática Parece que contaremos con una gran variedad en televisión. Añadiendo el cable o la compresión vía satélite y las nuevas de digital terrestre en todas las televisiones actuales, quien quiera pagárselo dispondrá de 100 canales dentro de 8 años. Claro que para qué tantos, si cada cual utilizará 10 o 15 favoritos y el resto le sobrará. Con el tiempo, cada cual se hará su propio menú de programas habituales haciendo navegación por selección temática con el mando a distancia. Por lo tanto, a efectos de uso, es menos diversidad de lo que parece. Y es que el crecimiento de canales televisivos no viene acompañado por un crecimiento igual de producciones nuevas, retransmisiones de interés ni un stock suficiente en ficción de calidad. Las horas de producción están a años luzde las horas de emisión en todo el mundo. Los programas de calidad o exclusivos (retransmisiones, films de estrenos..) serán muy codiciados. O sea, que las infraestructuras son mucho más formidables que nuestra imaginación y la capacidad de hacer una producción audiovisual que es cara, aunque ya se está abaratando en determinados géneros. Como se ve, el problema central es qué circula por las redes, quien lo hace y para quién. En cualquier caso, dará mucho trabajo a la industria audiovisual, y ésta se convertirá en una industria potente. La nueva aplicación en 1999 de la normativa de Televisión sin Fronteras en el Estado Español, es un estímulo añadido porque en las televisiones generalistas y temáticas no locales, sean de pago o no, es ya obligatorio reservar el 51% de emisión a obras europeas, aplicar el 5% de los ingresos a films y telemovies europeos, reservar el 50% de aquel 51% a producciones realizadas en alguno de los idiomas del Estado Español, invertir en producción independiente…. Hablaba de canales temáticos. ¿Qué ofertarán? La televisión generalista de servicio público, hasta hace una década, era escasa (uno a tres canales) pero de mucha calidad: producciones bien pensadas, con contenidos definidos... Cuando irrumpieron las televisiones privadas se produjo la variedad pero no la diversidad. Hubo un bajón de la calidad, ya que las públicas, viéndose competidas, empezaron a producir el mismo tipo de programas que las privadas en busca de audiencias. Se supone que con las televisiones temáticas habrá una multiplicación de la oferta de programas y una reducción de costes, ya que su mercado se comparte a escala mundial, pero no está claro su efecto sobre la calidad. Muchos usuarios están dispuestos al pago por una doble razón: cantidad y/ o calidad. Pero la mayor parte de la oferta de 100 a 300 canales temáticos, especializados, será de relleno, refritos y redifusiones, es decir empaquetados en todas las formas imaginables de los mismos programas. ¿Cuálesserían los problemas que plantea esta opulencia de la comunicación? Desde el punto de vista tecnológico y de la elección personal, las ventajas son obvias, ya que multiplican las opciones. Los problemas aparecen desde el lado social y, como decía antes, también en los contenidos. Puede darse un problema de inadaptación de un sector muy importante de la población a las tecnologías más interactivas, que incluyan búsquedas y autoprogramación, y que este sector amplísimo, fiel a la televisión, viva un mundo conceptual y cultural completamente distinto a quienes utilicen toda la paleta comunicativa. Esto, y que el sistema televisivo invierte más en programas de horario de máxima audiencia, es también uno de los factores que explica que la televisión generalista vaya a seguir siendo dominante en la próxima década, aunque vaya descendiendo. ¿Y en Internet? Hasta un recambio generacional en las sociedades occidentales habrá un sector mayoritario que ni tomará contacto con Internet. En consecuencia se están creando dos grupos sociales que se solapan, en parte, con los niveles de renta: el rico en información, que puede pagárselo especialmente las protagonistas clases medias y con capacidad de percibir los cambios, y por otra parte, aquel que se queda anclado en el sistema comunicativo y de valores anterior. Pueden crearse dos mundos culturales con hegemonía de uno sobre el otro, y con problemas de comunicación interna. Hasta ahora existía una "información contenedor", para todos, mucha de ella inutilizada, a través de un sistema abierto, básico y casi suficiente, público o privado, vía radiofónica, televisiva y la prensa. Todos recibíamos casi lo mismo y cada cual elegía temáticas de su interés y los decodificaba en función de su formación. Con los nuevos sistemas, la producción y la comunicación se vuelven personalizadas y para grupos determinados, conformándose subgrupos sociales diferenciados por temáticas de interés, con el riesgo de que se diluyan esos focos comunesque hacen a una comunidad, a un país, a una nación y una opinión pública, que piensa no igual, pero sí sobre las mismas cosas. ¿Todo será de pago? No, mientras existan los servicios públicos y el mercado publicitario o los patrocinios. Pero el acceso a la novedad, a la exclusiva, a la rara o a la buena información dependerá de la disponibilidad económica. No olvidemos que lo que viene por satélite digital o cable es de pago, un servicio privado del que no se podrán ausentar del todo los entes televisivos públicos, aunque sea como suministradores de programas de calidad y de servicios público. Es decir, que tendremos mucha más oferta, más posibilidades de acceso, pero con tal que tengamos capacidad económica para comprarlo y claves culturales para percibirlo. En lo que atañe a Internet, la información exclusiva por red, y más estratégica, será también para quienes la puedan pagar, de tal manera que se crearía también una segmentación social por la capacidad de pago entre empresas, instituciones, universidades, personas en el campo de la comunicación. A escala mundial, unos países serán aún más ricos en información y otros al revés. Los flujos no son desde donde hay adonde no hay, sino de donde hay hasta donde también hay para que haya más. Como ocurre con la riqueza, se retroalimenta, vive del que no tiene y, en algún momento, incluso lo excluye. O sea que no caminamos hacia una sociedad de igualdad comunicativa, sino al contrario. Caminamos hacia la opulencia comunicativa pero también hacia una desigualdad comunicativa creciente. Habrá sectores que tengan el control de las tecnologías, del conocimiento y el saber, y otros dependerán de lo que puedan comprar en el mercado. Esto nos plantea un mundo peligroso. Determinadas claves de acceso a la comunicación están siendo controladas a escala mundial por grupos como AOL Time Warner, Microsoft, TCI, Vodafone... y otras diez, que operan ya de modo intersectorial en todo lo que tenga que ver con comunicación y tecnologíasde la información: telecomunicaciones, informática, redes de televisión y cable, gestión de satélites, Internet, stocks de cine y programas musicales... Estos son grupos que sí han trasladado la convergencia tecnológica a la convergencia interna empresarial y, como consecuencia, nos encontraremos con que pocos grupos y además con perfil anglosajón y sobre todo americano, van a tener bases de datos, información, programas... y los vamos a tener que comprar. Esto que nos cuenta supone un gran reto para una comunidad pequeña como la nuestra. Así es, nos plantea un reto muy complicado y formidable. Pero paralelamente al fenómeno de la globalización y, aunque en menor medida se dan también, la localización y la descentralización. Esa es nuestra ventaja. El conocimiento de lo cercano y el acceso a lo global. Nos tenemos que preparar para contar con las herramientas tecnológicas. En otro caso seremos meros compradores. Necesitamos un sistema comunicativo propio, con suficiente potencia para que accedamos a la red en busca de lo que nos interese y podamos ofertar hacia dentro y en una pequeña parte hacia fuera buscando ser parcialmente autosuficientes en aspectos sensibles que tenemos que ir definiendo. Por ejemplo, la información, la opinión pública propia, capacidad de hacer alguna ficción, producciones en todos los géneros, bases de datos con nuestra memoria histórica, esfuerzo por crear una interpretación propia sobre casi todo y, especialmente sobre lo que más nos atañe, de tal modo que sea plausible y comprensible por nosotros mismos y para otros…... Es decir, que no sólo seamos receptores de comunicación. Esto requiere una apuesta tecnológica, pero también de contenidos. Como comunidad tenemos que generar suficiente información, ideas e imágenes, como para que otros no nos escriban nuestra vida e historia. Debemos apostar por crear redes internas de pequeñas empresas de telecomunicación, tecnología, audiovisual y así generar un tejido espeso desde el punto de vistacomunicativo. ¿EITB qué camino debería seguir? EITB está redefiniendo su proyecto estratégico. Puede hacer dos cosas: hacer sólo un reajuste interno de mejora en organización, tecnología e inversión, o bien repensar su función del contexto de competencia, y de la redefinición del concepto de servicio público. EITB tiene que pensar el futuro en forma adaptada al nuevo contexto y reafirmando su papel en la profundización de la particularidad vasca en lo cultural, político y decisional. Es desde ahí desde hay que pensar los reajustes internos y no al revés. Existe el riesgo de que EITB haga sólo reajustes técnicos y de gestión y no una reflexión contextual suficiente. Claro que tiene un límite mientras no cambie la Ley de Creación del Ente. Hoy podría abordar cambios no incompatibles con la ley sino que la aplican y la desarrollan, y puede sugerirle al legislador los temas que quedarían pendientes de una revisión en el Parlamento. El sistema de comunicaciones actual, no es como cuando se creó EITB. Hoy en día existen tantos competidores, que hay que saber encontrar el lugar. Como criterio fundamental no se puede luchar por las audiencias, hay que luchar por la legitimidad, la identidad, la particularidad, la calidad del sistema televisivo vasco. Asimismo EITB no se debería conformar con ser un operador televisivo. Tiene que entrar en el mundo de Internet, como portal, y debería ser suministrador para algunas redes de cable y satélite. Debe ser el animador del sistema de comunicaciones vasco, ya que es el que está mejor implantado y situado. Con el sistema digital ETB tendrá varios canales más. ¿A qué se podrían destinar? Desde el punto de vista de oferta de canales, actualmente ETB, tiene dos programas centrales (ETB1 y ETB2), dos por satélite sustancialmente a base de repeticiones empaquetadas (ETB Sat para los operadores privados de satélite digital y ETB América para la diáspora, aunque todavía no llega a la Costa Oeste de EEUU, cosa que parece que puede ocurrir pronto)y dos para Euskaltel (Superbat y un mini Canal Promo, de promoción de ETB). Como se ve, como canales propios y autónomos respecto a terceros hay solo dos. Al digitalizar para el 2008, y mediante compresión de imágenes podrán pasar por cada canal 1x 4 programas algunos indican que 1x5 lo que permite pensar en unos 8 a 10 programas para esas fechas y para destinos internos y externos. Qué hacer con esas posibilidades es un reto cultural, si tenemos en cuenta que como usuarios accederemos a centenares de fuentes de información y de imágenes. Junto a los cinco que hay (1, 2, Sat, América y Superbat) soy de la opinión, y lo digo para iniciar un debate, de que tendría que haber un canal de "todo noticias" (un all news) y de formación de opinión pública, bilingüe. Asimismo, pienso que podría tener una programación de tipo cultural, en euskera, utilizando programas de stock histórico y nuevos de actualidad. El canal América creo que habría que reconvertirlo en canal Europa/América mediante selección de lo mejor, cumpliendo la doble función de mostrar al exterior lo que somos y estableciendo lazos con la comunidad vasca de la diáspora. Cabría también otro canal para desenganches territoriales y locales de entidades mixtas locales o comarcales, público/privadas, en un ámbito en el que la competencia con el Grupo Correo va a ser dura. También sería posible un canal específicamente deportivo. Hacer todo esto no es muy caro. Lo caro son ETB 1 y ETB 2. Buena parte sería utilizar los mismos recursos para más cosas, empaquetándola de otra manera, y producir nuevos programas de formato barato y llamando a compartir inversiones con entes privados, públicos y fundacionales en determinados canales y programas. ¿Y el papel de Euskaltel? Por ahora, en Euskaltel todo son incógnitas. Es un operador privado de cable y con el tiempo también en digital terrestre y/o satélite con algunas responsabilidades públicas y en el que hay una cantidad de capital semipúblico significativo. Euskalteltodavía no tiene definido un proyecto comunicativo para la televisión, un diseño tanto de funciones socioculturales como de funciones de entretenimiento propio de una privada. Lógicamente necesitará rentabilizar su inversión y concretar una programación que combine las características de una televisión de pago atractiva, con una televisión que es vasca y con algunas funciones, pocas, de servicio público (programas locales, en euskera) que deberían estar definidas por ley. De hecho necesitará programas. Por ahora es una operadora convencional, en expansión según avance el cableado y la calidad motivadora de la programación. Hoy no produce nada ni está implicada en promover la producción audiovisual. Hasta el momento le ha comprado bastante programación a Sogecable. Sin embargo, de confirmarse su toma de participación (10%) en TeleBizkaia y su eventual interés en entrar en TeleDonosti (vinculada minoritariamente a Diario Vasco) y en Canal Gasteiz, significará que no es un mero operador sino que tiene vocación de programador local tanto en cable como en enter y que, en cualquier caso, no le quiere dejar libre el ámbito local al Grupo Correo (Tele 5, TeleDonosti, Zarautz Cable, Bilbovisión). Fotografías: Maria Agirre Euskonews & Media 65.zbk (2000 / 2 / 4 11) Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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