La doctora en Lingüística Mari Jose Ezeizabarrena incide en la necesidad de nutrir, cuidar y priorizar la competencia lingüística. Muestra su preocupación por las carencias que manifiestan muchos alumnos en el manejo del euskera. Considera que se debería garantizar que todos los alumnos y alumnas finalicen la educación obligatoria con dominio del euskera y del castellano o francés, y sean capaces de utilizar al menos una lengua extranjera en contextos formales.
Naiara Berasategi, profesora de la facultad de Educación de la UPV/EHU e investigadora, enumera una serie de prioridades que van desde impulsar un modelo educativo horizontal, hasta el diseño de currículos abiertos y flexibles en objetivos, contenidos, metodologías y evaluación. Echa en falta más contenidos emocionales, espirituales, educación en valores, actividades artísticas y físicas. A su juicio, la escuela XXI debería ser inclusiva, euskaldun y contribuir al desarrollo integral de la persona.
Por último, el doctor en Derecho Xabier Ezeizabarrena desglosa esquemáticamente estas líneas maestras: una educación a la que se tenga acceso como derecho fundamental de carácter universal, conectada con Europa y el mundo, que incluya el derecho al conocimiento del euskera como lengua vehicular y comunicativa en un contexto claramente multilingüe, y basada en los valores fundamentales para hacer frente a un mundo cada vez más complejo y tecnológico.