Bernat Vidal. Artesano y presidente de Arbaso: Artesano y diseñador tienen que entenderse para poder trabajar juntos

2013-02-20

SILLERO ALFARO, Maider

La asociación de artesanía Arbaso ha organizado las jornadas Basque Crafts by Desing en las que artesanos y diseñadores aunaran sus conocimientos para cocrear una nueva artesanía. Será un espacio de reflexión y de trabajo en el que durante 3 jornadas (15 y 22 de febrero y 8 de marzo) se podrá escuchar, compartir, pero sobre todo, crear la artesanía del futuro.

Arbaso es una asociación sin ánimo de lucro en pro de la artesanía vasca. ¿A cuántos artesanos representa en este momento?

Arbaso surge en 1995 con la inquietud de aglutinar el sector de la artesanía, en principio de la artesanía tradicional; ese era el objetivo de inicio. Empezamos 17 personas y en este momento andaremos cerca del centenar en todo Euskal Herria. Estamos organizados por territorios, y a pesar de que hay una junta nacional, cada territorio tiene su responsable.

Como dice, en un principio la asociación fue creada para fomentar la artesanía tradicional vasca, pero en la actualidad acoge también otro tipo de profesionales con oficios más “modernos”, no tan tradicionales. ¿A qué se debe ese cambio?

Es como un recorrido que empiezas pensando que va a llegar hasta los 300 metros y luego ves que puedes ir avanzando, por decirlo de alguna manera. Hay gente que, viendo el cariz que toma la asociación, se va acercando y nosotros también vamos siendo receptivos a todo eso y piensas ¿por qué no? Lo ideal sería tener una asociación fuerte que aglutinara a los artesanos de Euskal Herria, todos los de la asociación somos artesanos, todo es válido.

¿Pueden los artesanos de Arbaso vivir exclusivamente de la artesanía?

La mayoría sí, y este es un tema que ha ido evolucionando con el tiempo. Dentro de que somos un sector muy complicado, con mucho intrusismo, con mucho trabajo sumergido etc. cada vez ha ido calando más dentro del propio sector que las cosas se deben hacer lo más correctamente posible. En la asociación hay de todo; hay gente que vive exclusivamente de la artesanía y hay gente que no porque hay veces, la mayor parte de las veces, que de la artesanía no se puede vivir. La verdad es que es un mundo muy indefinido, tanto por parte de las instituciones como por parte del propio sector.

¿Le falta concreción?

Le falta una definición clara y sin ambigüedades, le falta poner límites a las cosas, le falta decir hasta aquí es artesanía y hasta aquí son manualidades, y hasta aquí es arte... creo que le faltan esos “hasta aquí”. Nadie le quiere poner el cascabel al gato, pero es muy importante hacerlo. Cuando no defines una cosa al final se queda en la ambigüedad y siempre hay una especie de permisividad y un todo vale que nunca beneficia al proyecto.

“Arbaso surge en 1995 con la inquietud de aglutinar el sector de la artesanía, en principio de la artesanía tradicional; ese era el objetivo de inicio”.

¿Y dentro de esa definición necesaria se podría distinguir entre la artesanía moderna y la artesanía tradicional?

Podemos hacerlo aunque no sé si debemos... (sonríe). Podemos hacerlo y nadie tiene que sentirse minusvalorado por dónde le encasillen o por dónde se encasille; porque en realidad creo que somos nosotros mismos los que nos encasillamos cuando decidimos qué piezas vamos a hacer. Somos nosotros los que decidimos si hacemos artesanía tradicional porque nos gusta y queremos reflejar esa tradición en nuestros productos; o si por el contrario, como está ahora de moda, hacemos cosas con productos reciclados, por ejemplo. Como tú decides eres tú el que se encasilla, pero yo no creo que sean peyorativo ni un término ni el otro.

Estos dos tipos de artesanía, la tradicional y la moderna, ¿son complementarias?, ¿puede sobreponerse una a la otra? ¿Pueden convivir?

Por supuesto que pueden y deben convivir y lo único que hacen es enriquecerse. Es cierto que la artesanía tradicional puede tener en algunos momentos más problemas de comercialización que la artesanía más contemporánea; al final aunque nos guste lo tradicional muchas veces no encaja en nuestra vida. Imagínate que vives en un apartamento de 50 metros cuadrados y por mucho que te guste una kutxa en realidad no tienes espacio para tenerla.

Siempre va a haber gente a la que le guste más lo tradicional y habrá artesanos que se decanten por esa línea. Evidentemente, en muchos casos dándole una impronta personal porque aunque venga de la tradición puede acabar en algo muy creativo. Creo que nada está reñido, todo enriquece a todo, de todo se puede aprender y para nada tiene porqué ser una cosa antagónica de la otra.

Vayamos acercándonos un poco al tema de las jornadas Basque Crafts by Desing en las que se va a aunar artesanía y diseño. ¿Dónde marcamos la línea?

Podemos y debemos hacer diferencias en todo, por lo menos teóricas que no tendrían que ser exactas luego en la práctica. Pero igual que en otros ámbitos se definen las cosas, ¿por qué no se han de definir en la artesanía? Un diseñador es quien simplemente se sienta, antes frente a un cuaderno ahora frente a un ordenador con AutoCad, y diseña un producto virtual, por denominarlo de una forma moderna. No tiene porqué saber demasiado de cómo se va a elaborar, aunque sí debiera. Y en cambio, el artesano es el que tiene el oficio. Siendo simplistas, el artesano serían las manos que van a producir y, según algunos, en el caso de los tradicionales, aquellos que copian piezas, aunque cambien partes del lenguaje.

El artesano que hace una kutxa utiliza un lenguaje que está codificado, el lauburu, la margarita... y habla con esos elementos como a él le parece, trasladándolo a la kutxa en la posición que él considere conveniente. El diseñador tiene la idea, lo dibuja. Eso no quiere decir que el artesano no tenga ideas, por eso hay que matizar siempre mucho para no ofender, para que ni al diseñador le ofendas diciendo “tú no sabes hacerlo”, ni al artesano diciendo “tú no sabes pensarlo”. Ese planteamiento no es del todo correcto, pero sería un planteamiento simplista para poder poner a cada uno es su sitio.

La idea de la jornada es juntar a 20 diseñadores con 20 artesanos para que conjuntamente hagan 10 proyectos que sean reales. Entre los ponentes estará Andrés Arregui.

Foto: basquecrafts.com

Las jornadas Basque Crafts by Desing más que poner a cada uno en su sitio lo que pretenden es unir artesanos y diseñadores.

Creo que este tipo de contacto puede ser enriquecedor porque acerca al diseñador a conocer procesos de trabajo que igual desconocía. Les he advertido por ejemplo, que un ceramista o alfarero no puede hacer piezas con la inmediatez de otro artesano porque lleva unos procesos que no son inmediatos. En esta sociedad en la que vivimos, que prácticamente queremos que estén saliendo por el módem las cosas que compramos por internet, ese tipo de procesos que pueden ser laboriosos tendemos a no entenderlos.

Creo que artesano y diseñador tienen que entenderse para poder trabajar juntos porque cuando entiendes a la persona que tienes delante puedes hacer cosas más interesantes. Si generas un diálogo de sordos tú dirás arre, yo diré so, pero seguramente será muy difícil que hagamos algo en común.

El eslogan de las jornadas Basque Crafts by Desing es “Cocreando una nueva artesanía”. ¿Hacia dónde va esa artesanía?

¿Y quién lo sabe? Ojalá vaya muy lejos. En la sociedad en la que vivimos en la que todo va tan deprisa lo único que va un poquito menos deprisa, con un paso más racional y pausado es la artesanía. Nosotros tenemos que hablar siempre de futuro porque creemos que lo hay. En las jornadas del año pasado ya se habló de la artesanía del futuro... Creo que nadie sabemos cómo va a ser y aventurar cosas puede ser equivocarse en redondo porque a lo mejor estás pensando que tienes que acabar haciendo producto virtual y es todo lo contrario, que tanta virtualidad acaba por reivindicar algo tangible. A veces se pierde el rumbo y tanto libro virtual podría llegar a sobreponer que en realidad lo que se valore sea tener un libro de papel en las manos y eso sea lo más de lo más dentro de 20 años. ¿Cómo va a evolucionar esto? Quién lo sabe. Hay algunas cosas que puedes aventurar, pero también hay otro tipo de sumas, resta e imponderables que no sabes hacia dónde van. ¿Quién te dice que de repente no hay un punto de inflexión en el que la sociedad se da cuenta de que por aquí no vamos a ninguna parte y damos marcha atrás? Si no hay futuro mal asunto, y ese fututo lo tendremos que construir entre todos.

Y hoy en día los artesanos de Arbaso, por tomar una muestra de referencia, ¿hacia qué tipo de producto tiende, de utilidad diaria, de decoración...?

Creo que se ha perdido bastante el tema de la decoración, y estoy generalizando. Como todo el mundo necesita rentabilizar y vender, lo que busca el artesano es hacerse un hueco en la sociedad y, dentro de su creatividad y tu ocurrencia crea productos útiles para el cliente porque si no... mal asunto. Hablábamos antes de esos apartamentos pequeños en los que no hay espacio para las cosas, pues eso, en parte, se nota. Lo que más se está vendiendo es el producto utilitario, “para que te lo pongas, “para que lo luzcas”... pero de forma personal, pequeños. Al final la sociedad es la que es, si viviéramos en castillos tenderíamos hacia otras cosas.

La idea de la jornada es juntar a 20 diseñadores con 20 artesanos para que conjuntamente hagan 10 proyectos que sean reales, tangibles.

Este año quería que no fuera una jornada al uso en la que te sientas, escuchas y te vas; quería que hubiese un producto final, que se pudiera tocar, porque creo que eso es lo que puede ilusionar tanto a los artesanos como a los diseñadores. Las teorías están muy bien, pero hay que ponerlas en práctica. Creo que este puede ser un primer punto de puesta en práctica, de ver qué tal nos llevamos artesanos y diseñadores y ver qué cosas somos capaces de generar. Eso puede tener un recorrido importante a futuro; si somos capaces de generar esas sinergias juntos podría haber una cierta evolución en la artesanía.

Además de este aspecto práctico de las jornadas también van a tener su parte más teórica con varias ponencias.

Sí porque además creo que los artesanos necesitamos esa información y el año pasado funcionó muy bien. El artesano está el 90% del tiempo de producción solo en su taller y creo que es bueno escuchar y compartir con los demás. Este año el paso era el siguiente. En ese caso siempre tienes que tener un hilo conductor y había que tener una disculpa para que las jornadas fueran tan largas sin romper ese hilo. Lo hemos planteado para que todas las semanas haya una razón para acudir al edificio Beaz y ver cómo van los proyectos, para hablar de los procesos, para escuchar proyectos de otra gente, para poder asimilarlos en nuestros propios trabajos. Creo que esta parte es importante y la hemos cubierto muy bien.

Antes hablábamos de la artesanía tradicional y, precisamente, el último día hay una ponencia de un arquitecto catalán cuyo trabajo está fundamentado en dar una nueva visión, un nuevo enfoque a la artesanía tradicional catalana. Será la guinda final del pastel.

Esta segunda edición consistirá en un proceso de creación entre diseñadores y artesanos estructurado en una serie de talleres. Henar Iglesias será una de las ponentes en la jornada.

Foto: basquecrafts.com

Al igual que ha mencionado la artesanía catalana también podríamos hablar de la artesanía vasca con sus características y elementos que la definen, pero ¿qué ocurre con el diseño? ¿Sería correcto hablar del concepto de “diseño vasco”? En tal caso, ¿qué particularidades tiene o tendría que tener?

Es más difícil ponerle una etiqueta, pero sí creo que puede existir el diseño vasco. Hace unos años ya decía que para poder ubicar una artesanía hay que reparar en la parte tradicional. Si yo te llevo a una feria de artesanía contemporánea o de creación —es muy difícil ponerle un nombre— en cualquier lugar bien sea Barcelona, Madrid o en Alemania, y te tapo los oídos para que no oigas en qué idioma se está hablando ¿tú crees que podrías diferenciar algo? En cambio, si te paseo por una feria de artesanía tradicional en las mismas circunstancias seguramente estaríamos teniendo tantos referentes culturales que, por poca cultura mundana que tuvieras, sabrías reconocer dónde estamos. Dentro de la península puede haber más puntos comunes como la cestería de castaño, por ejemplo, pero si saltamos a Alemania vamos a reconocer elementos.

En cuanto al diseño, y teniendo en cuenta que el diseño muchas veces intenta contextualizar otras historias... a lo mejor sí puede tener un punto de globalización, pero yo aún así quiero pensar que existe un diseño vasco. Si ese diseño evoluciona desde la tradición, que sería lo lógico, debería notarse. Yo no soy euskaldun, pero soy muy crítico a veces con Euskaltzaindia porque comete errores bestiales traduciendo palabras partiendo desde el castellano, eso es un error. Pasaría lo mismo con el diseño, si yo diseño partiendo de mi historia vital como pueblo seguramente se notaría más, ahora, si yo diseño partiendo desde una conceptualidad global, pues al final diseño global. Sí creo que debería notarse el diseño vasco, pero si no se toma desde la raíz podría ser un elemento más de globalización.

En estas jornadas en el proceso de creación tiene que haber alguien que marque la pauta desde dónde quiere arrancar y creo que tiene que ser el artesano que arranca desde su estilo, desde su concepto desde donde él se ha establecido, de su oficio. Si no hay esa sensibilidad ni por parte del artesano ni por parte del diseñador sí se puede llegar a la globalización. El artesano debe sentirse perteneciente a una cultura y el diseñador también.

¿Se ha marcado alguna pauta a la hora de crear los trabajos?

Se han marcado algunas pautas a las que hemos llamado “retos” con la intención de plantear esos retos a alguna institución que estuviera interesada en tener un productor de artesanía, pero no se ha podido desarrollar la idea del todo. Lo bonito hubiera sido que hubiera habido más retos, lo bonito sería que las instituciones se planteen que la artesanía de su país es importante y que podrían regalar artesanía. Entonces, si las propias instituciones encargadas de gestionar la artesanía la valoraran, las empresas artesanas no irían tan mal. Sería una forma de reafirmar lo que tenemos y de darle importancia. Basque Crafts by Desing Basque Crafts by Design es un espacio de reflexión entre artesanos y diseñadores, y al mismo tiempo un marco de trabajo conjunto, desde Euskal Herria y abierto al mundo. El propósito de esta iniciativa es explorar nuevas formas de trabajo conjunta entre ambas disciplinas y, fruto de esta colaboración, imaginar nuevos productos y servicios: cocrear una nueva artesanía.Esta segunda edición consistirá en un proceso de creación entre diseñadores y artesanos estructurado en una serie de talleres. Al mismo tiempo se organizarán 3 jornadas de conferencias gratuitas y abiertas a todo el público.El ciclo de diseño y artesanía es una iniciativa organizada por Arbaso, la Asociación para el Fomento de la Artesanía Tradicional de Euskal Herria, con la ayuda de la Diputación Foral de Bizkaia, además de otras colaboraciones.
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