Mari Jose Aranguren Querejeta. Directora de la Cátedra de Clustéres, Innovación y Desarrollo Regional en Orkestra - Instituto Vasco de Competitividad: La economía que viene estará basada en la competitividad, la innovación y el desarrollo de nuevas ideas

2009-03-27

GONZÁLEZ LIMOUSIN, Laura

La actual crisis puede acelerar el paso a una segunda transformación económica, más basada en la innovación que en la eficiencia. En Orkestra - Instituto Vasco de Competitividad se trabaja desde hace casi tres años facilitando a los diferentes agentes socioeconómicos del País Vasco los pasos que tiene que dar la sociedad para mejorar la competitividad y el nivel de vida de los ciudadanos vascos.

¿Con qué objetivo se crea en 2006 el Orkestra - Instituto Vasco de Competitividad?

Nuestra misión es hacer una investigación que sirva para facilitar caminos reales de competitividad en el País Vasco. Orkestra es un centro de investigación perteneciente a la Fundación Deusto que se crea gracias al apoyo e iniciativa de agentes públicos y privados del País Vasco. Contamos con el apoyo del Gobierno Vasco, a través de la SPRI y la Diputación Foral de Gipuzkoa, así como de empresas privadas, concretamente Euskaltel, Kutxa, Gamesa y Repsol Petronor. Se trata de una institución que hace de puente entre la universidad y los diferentes agentes socio-económicos de nuestro entorno: los emprendedores, las asociaciones clúster, las agencias de desarrollo comarcal, los centros tecnológicos, las empresas, las instituciones públicas, etc.

¿Y eso cómo se consigue?

Como hemos dicho, el objetivo del Instituto es facilitar caminos reales de competitividad, eso quiere decir facilitar la transformación hacia una sociedad más avanzada. Ahora se dice que estamos en una segunda gran transformación. En la primera transformación, pasamos de una economía basada en los factores (recursos) a una economía basada en la eficiencia, y ahora el paso es a una economía basada en la innovación, la generación y puesta en valor de nuevas ideas. Eso requiere de todos nosotros formación en conceptos nuevos, nuevas actitudes (flexibilidad, apertura, proactividad...), nuevas capacidades (trabajo en equipo, mayor capacidad para trabajar en situaciones de incertidumbre, más iniciativa). Cada agente tiene su papel en esa transición. El papel desempeñado por cada uno de los actores del País Vasco y la interrelación entre ellos y con otros sistemas de fuera de nuestro sistema es lo que hace que seamos más o menos competitivos. En la transición al nuevo estadio cada agente tiene que hacer su camino y nuestro papel está en facilitárselo. Nosotros no somos una institución consultiva, somos una institución que, a través de la investigación, la instrucción y la interacción intenta generar la transformación de los diferentes agentes hacia el nuevo estadio.

Por tanto, se trata de la transformación de la economía vasca a la economía basada en la innovación, pero ¿cómo se explica ese concepto?

Diciéndolo de forma muy simple, en el estadio anterior, el de la eficiencia, se trataba de que fuésemos competitivos a través de hacer productos de mejor calidad. Ahora la cuestión es hacer productos diferentes. Ya no se trata de que adquiramos tecnología de otros sitios, sino que desarrollemos también tecnologías propias; que no se innove solamente en I+D, sino en trabajar la innovación en su sentido amplio. Innovación no sólo es innovación tecnológica, sino también innovación organizativa y social. La economía basada en la innovación supone un modelo en el que cada persona va a ser capaz de generar más porque es más creativa, tiene más ideas y las desarrolla para que se transformen en cosas de valor.

¿La crisis retrasa o acelera ese cambio económico?

En las épocas de crisis se pone más de manifiesto la necesidad de hacer cosas nuevas, de afrontar nuevos modelos, nuevos proyectos, volver a formarse. En ese sentido, como genera ese movimiento e incertidumbre en la gente, las crisis ayudan a abordar una serie de proyectos. Lo que pasa es que, en épocas de crisis, la gente está muy preocupada y a veces tendemos a adoptar medidas muy de corto plazo. Creo que es muy importante levantar la cabeza y mirar a medio y largo plazo, pensar lo que es estratégico para nosotros y que vayamos dando pasos para avanzar en esa dirección. Es muy importante que vayamos generando una visión de futuro y una estrategia de futuro compartida en la que trabajemos todos con la mirada a largo plazo y con optimismo, porque capacidades tenemos y se trata de que las pongamos al servicio de nuestro futuro, de un futuro mejor para todos.

¿Cuál es la clave para ser competitivo?

Un impulsor importante de la competitividad es la innovación, que seamos capaces de hacer cosas diferentes o de forma distinta. Ninguna región del mundo es buena ni mala en todo. Cada región tiene una serie de fortalezas y debilidades y no podemos imitar lo que hacen en otras zonas, porque somos diferentes. Tenemos que construir una estrategia hacia donde queramos ir basándonos en lo que somos buenos, diferenciándonos de los demás. A esto se refiere Porter cuando dice que tenemos que tener una “proposición única de valor”.

En ese sentido ¿cuál es la situación del País Vasco?

En el País Vasco tenemos bastantes fortalezas: personas emprendedoras, un entramado institucional importante, instituciones cercanas a la sociedad con experiencias de colaboración público-privada, una amplia red de centros tecnológicos, parques tecnológicos, bastante asociacionismo, una trayectoria con desarrollo del grupo cooperativo, la política clúster, etc. Hay toda una serie de políticas que han impulsado los proyectos en cooperación. Se están generando diferentes iniciativas a nivel local y regional que trabajan más en red, construyendo proyectos conjuntos. En ese tipo de elementos tenemos ventajas frente a otras regiones y debemos aprovecharlas y construir sobre ellas. Creo que tenemos, no sé si todas, pero si muchas piezas del puzzle de la competitividad.

Por tanto, la implicación de los diferentes sectores y agentes es una de las claves de la competitividad.

La participación facilita la generación de una visión compartida de hacia dónde queremos ir. Hay que desarrollar una estrategia común entre todos y para eso la participación es muy importante. El pasar a un estadio de innovación requiere que las decisiones no sean tomadas por un único o unos pocos agentes, sino que sea una participación cada vez más activa y proactiva de todos, no sólo de los agentes públicos, sino de todos y cada uno de nosotros. Si no es muy difícil que construyamos un modelo de competitividad basado en las personas.

Y ¿cuáles son los retos principales hoy en día en la CAV para lograr la competitividad?

Creo que tenemos muchos retos y que es bueno tenerlos, pero si tuviera que resaltar uno destacaría que tenemos que ir encajando bien las piezas del puzzle que tenemos que construir. Antes he comentado que tenemos muchas piezas, pero a veces las distintas piezas no encajan unas con otras, hay poca interacción entre ellas. Nos falta ir ensamblándolas, generando lenguajes comunes, aprendiendo a desarrollar una visión más sistémica, compartida. La competitividad es una cosa muy compleja en la que inciden un montón de factores y no podemos ser buenos en todo, tenemos que elegir de alguna forma el mejor camino que nos va a llevar a ser más competitivos, y ese camino lo tenemos que construir entre todos, encajando bien unas piezas con otras, para poder tener al final un buen dibujo. Si no nos va a salir un dibujo deforme.

¿Qué pasos hay que dar para afrontar este reto de ir uniéndo las piezas del puzzle?

Creo que el tamaño de nuestra región y las piezas del puzzle que tenemos nos posicionan bien para ir ajustando unas piezas con otras, pero la clave está en que colaboremos unos con otros para encajarlas. En mi opinión, muchas veces necesitamos ordenar las estructuras que tenemos e impulsar una visión más sistémica. Trabajar más unos con otros, aprender unos de otros, coordinarnos más. Esto nos llevaría a tener las estructuras cada vez más eficientes.

¿Considera que las empresas vascas pueden ser más competitivas que otras?

Creo que nuestras empresas están bien posicionadas para competir, aunque, como todos, tienen sus deberes. En las empresas vascas se han dado avances importantes en las últimas décadas. A finales de los ochenta y principios de los noventa había que afrontar la internacionalización con la entrada en Europa. Desde entonces el avance en la internacionalización de la empresa vasca ha sido muy importante, no sólo en cuanto a exportaciones sino también en cuanto a las implantaciones exteriores. No hay más que ver la cantidad de empresas vascas implantadas en el exterior. Luego fue la época de la calidad. El País Vasco ocupa las primeras posiciones en indicadores de calidad. Ahora nos toca la fase de la innovación y nuestras empresas están haciendo sus deberes –como siempre unos a mayor ritmo que otros–. Innova Euskadi, agendas de innovación empresariales, innova cooperación, innovaciones en los modelos organizativos, Innobasque... son iniciativas que están en marcha. También creo que las empresas vascas tienen ventajas de entorno para ser más competitivas, como la presencia de todos los agentes de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología o el hecho de que fuimos pioneros en el lanzamiento de una política cluster a principios de los 90 y que los once clusters prioritarios tienen una trayectoria importante. Se están creando nuevas iniciativas de trabajo en red, que junto con la política de clústeres van generando fórmulas de colaboración y poco a poco un cambio cultural en las empresas para que cada vez colaboren más.

¿La competitividad se puede aplicar también al ámbito personal de cada uno?

Creo que a nivel personal, una persona es más competitiva si es capaz de generar más valor, si utiliza sus capacidades y recursos de forma óptima y tiene un entorno que le facilita poder hacerlo. A veces se entiende como que compites con otros o que no eres solidario y no compartes. Yo entiendo que una persona es competitiva si es capaz de aportar más valor con los recursos, competencias, actitudes y valores que tiene. Se puede hacer que una región sea más competitiva haciendo que cada persona, cada empresa, cada agente y el sector público aporten más valor. Asimismo, las empresas pueden ser mas competitivas haciendo que cada persona y cada recurso aporte más valor.

El tema de la Innovación ¿cree que se trata de una moda o una necesidad para sobrevivir al mercado?

A veces, cuando las palabras y los conceptos se utilizan demasiado y mal se acaban desvirtuando, parece que todo es innovación y se pierde el valor fundamental que tiene la palabra. Creo que innovar es muy importante, creo que tenemos que hablar menos sobre la innovación e innovar más.

¿Cómo se consigue que las empresas pasen de una actitud de recortar gastos para sobrevivir a una posición de inversión en innovación?

Hay que tener claro que la clave está en eso, en darle la vuelta a la crisis a través de invertir o innovar. Las empresas en la etapa anterior apostaron por la calidad y se dieron grandes avances; ahora están apostando por buscar nuevas formas de innovación. Es difícil innovar porque los resultados no son a corto plazo, sino que se ven a medio y largo plazo. Además supone un cambio cultural, cambios organizativos en la forma de hacer las cosas y cuesta, pero yo creo que se están dando pasos.

En relación con la investigación siempre se habla de la fuga de talentos ¿en Orkestra existe ese problema?

Fuga como tal no percibimos. Es cierto que no es fácil captar nuevos investigadores, sobre todo cuando eres una institución nueva. El mayor atractivo para los investigadores es el proyecto: si se trata de un proyecto que les convence, les interesa y atrae para su recorrido profesional, se animan. En Orkestra tenemos investigadores de diferentes lugares muy entusiasmados con el proyecto. Tenemos entre nosotros investigadores de Madrid, Cataluña o países como Inglaterra e Italia. Para atraer talento el entorno también es muy importante. En ese sentido el atractivo de San Sebastián y los alrededores ayudan, pero la falta de oportunidades profesionales para el resto de los miembros de la familia que vienen puede suponer una barrera. De todas formas, al final, creo que la clave está en el atractivo del proyecto.

¿Cuáles son los objetivos del Instituto a corto plazo?

Seguir trabajando sobre los diferentes factores que inciden en la competitividad. Para eso necesitamos trabajar para entender los problemas reales que tenemos en el País Vasco en esos factores y estar en la frontera del conocimiento, tener los conocimientos más avanzados, las últimas aportaciones sobre esos factores. Así podremos ayudar a dar respuestas a los problemas reales que tenemos a través de investigación de punta y enriquecer la investigación de punta con lo que aprendamos de dar respuesta a nuestros problemas reales. Este binomio de estar en las redes internacionales de excelencia para adquirir y aportar conocimiento de punta y estar con los agentes del País Vasco para entender los problemas que tenemos e inyectar ese conocimiento puntero para dar respuesta a nuestros problemas es clave. Tenemos que hacer de puente, entre la frontera del conocimiento de los temas que investigamos, absorber lo que más nos aporta y transferirlo para orquestar la mejora de competitividad de los diferentes agentes del País Vasco.

¿Por medio de qué actividades se alcanzan esos objetivos?

A través de lo que llamamos las “tres Íes”: investigación, interacción, instrucción. Investigación, para entender, medir la competitividad e identificar las piezas que la explican; Interacción, para crear redes y abrir caudales por los que fluya el conocimiento que permitirá orientar tanto la investigación como la instrucción. E Instrucción, para transferir a los agentes de competitividad, a todos aquellos agentes que a través de su actividad influyen en alguno de los elementos que inciden en la competitividad, el conocimiento captado y generado. De alguna forma, lo que hacemos es testar con un agente de aquí las nuevas metodologías que vamos trabajando y, si funcionan en un caso piloto, las explicamos a través de actividades de formación e interacción al resto para que ellos mismos las utilicen para dar respuesta a sus problemas. No hacemos servicios de consultoría sino que transferimos las metodologías e instrumentos, captados en la frontera del conocimiento, a los diferentes agentes socio-económicos del País Vasco para que tengan más capacidades y mejores competencias para poder hacer las cosas y ser innovadores por sí mismos.

Las actividades que organiza Orkestra ¿están abiertas a cualquier persona?

Desarrollamos actividades de formación que ayudan a entender y analizar los diferentes elementos que inciden en la competitividad, como por ejemplo el curso de Microeconomía de la Competitividad (MOC) en colaboración con Harvard o el BCC Shangai. También tenemos otras actividades como conferencias abiertas en las que hemos traído a profesionales punteros. Otras acciones están dirigidas a colectivos concretos en función de las necesidades que tienen, pero planteamos las cosas de forma muy abierta y si alguien está muy interesado no suele haber problema para participar. Mari Jose Aranguren (Urrestilla, 1969) Cargo: Directora de la Cátedra de Clustéres, Innovación y Desarrollo Regional en Orkestra - Instituto Vasco de Competitividad. Área de investigación: Clústeres, Desarrollo Regional e Innovación. Titulación: Doctora en CCEE y Empresariales por la ESTE, es Profesora Titular del Departamento de Economía de dicha institución. Biografía: Su investigación se ha centrado en el área de Clústeres y redes y en el análisis de políticas industriales, más específicamente las orientadas a la dinamización de clústeres. Tiene un amplio número de publicaciones nacionales e internacionales, entre las que se pueden destacar por su actualidad la publicación realizada junto con James Wilson y Cristina Iturrioz de un libro internacional titulado “Networks, Governance and Economic Development: Bridging Disciplinary Frontiers” (Edward Elgar Publishing Limited). Ha organizado encuentros internacionales en el área de clústeres y participado como miembro del comité científico en varios congresos y revistas de prestigio internacional. Tiene asimismo multitud de comunicaciones en diferentes congresos.
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