Antxon Aguirre Sorondo. Presidente de ACEM: Más de treinta años dedicados al estudio de los molinos

2013-09-04

PINTO, Félix



Entrevista publicada en la revista MOLINUM n.º 41. Revista científica, cultural y divulgativa de ACEM, Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos.

En esta ocasión nuestro diálogo queremos que sea con Antxon Aguirre Sorondo, presidente de ACEM, nos abre su puerta amablemente y dispone su palabra sincera para hablar del patrimonio arquitectónico tradicional, especialmente de los molinos y otros ingenios similares. Su corpachón se yergue dispuesto a ir desgranando sus andaduras etnológicas y las luchas por la conservación del patrimonio recibido. Agradezco su recepción y me satisface ver como su salud va recuperándose.

Revista MOLINUM n.º 41.

¿Cuándo comienza su inquietud por la etnología?

Empecé por estudiar a fondo mi genealogía, lo que me introdujo en temas históricos y a saber manejar los documentos. Ya en 1970 me hice socio de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y cuando en 1978, tras el franquismo, volvió a surgir la Sociedad de Estudios Vascos / Eusko Ikaskuntza, también me apunté. Ello me dio oportunidad de tratar con gente de la cultura. Pero fue de forma casual cuando en 1979 conocí a un carpintero de Azuelo (Navarra) que movía sus máquinas por medio de una catalina accionada por un burrito, realicé un pequeño estudio sobre él que se publicó en 1980 en Cuadernos de Etnología y Etnografía de Navarra. La pronta publicación de dicho trabajo me animó, y dado que ese mismo año de 1979 visité un molino y me pareció interesante, inicié mis investigaciones sobre molinos, publicando mi primer trabajo en 1982 y sigo con el tema.

¿De sus trabajos en este campo, cuál le produjo mayor satisfacción llevar a término?

Sinceramente cada vez que estoy con un nuevo tema me apasiono, lo disfruto y trato como si fuera el más importante de mi vida. Bien es cierto que a nivel general hay una serie de trabajos que han marcado pauta, entre otras cosas porque ya hoy han muerto los informantes o han desaparecido los elementos. Así por ejemplo, sucede con los trabajos sobre molinos, ermitas, herreros y herradores, estelas discoidales, o la construcción naval, que actualmente me ocupa, entre otros.

¿Qué es ACEM y los principales objetivos que persigue?

ACEM es una sociedad altruista, sin ánimo de lucro, formada por personas conscientes del valor de la cultura y que trabajan desinteresadamente por ello. Principalmente se ocupa del mundo en torno a los elementos que usan o usaban para su accionamiento las energías tradiciones (agua, aire, animales, etc.), como por ejemplo los molinos, ferrerías, trujales, batanes, etc. Sus objetivos los definen sus propias siglas, Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos, y a ellos modestamente nos dedicamos.

¿Cómo y cuándo nace la asociación?

Fue en julio de 1994 en unas Jornadas sobre Molinos que se organizaron en el pequeño pueblo alavés de Zalduondo, cuando a la hora de comer nos sentamos en una misma mesa Koldo Lizarralde, Carmelo Urdangarin, José María Izaga, García Rueda, en representación de la Fundación Juanelo Turriano, y yo. Hablamos del fundador de la Fundación Juanelo Turriano, José Antonio García-Diego, fallecido en marzo de ese año, al que conocíamos desde hacia tiempo y con el que asistimos a varios congresos internacionales sobre molinos. Fue así como nació la idea de lo que luego sería nuestra asociación de molinólogos ACEM, que un año después se convertiría en una realidad.

En noviembre de 1995, gracias al trabajo de Begoña Bas se realizaron las I Jornadas Nacionales sobre Molinología en La Coruña, durante el transcurso de las mismas se presentaron y aprobaron los estatutos de ACEM, posteriormente legalizados.

En Octubre de1998, en Terrassa, y en Octubre de 2001, en Cartagena, se celebraron respectivamente las II y III Jornadas Nacionales de Molinología. Posteriormente pasan a alcanzar la categoría de Congresos Internaciones de Molinología, celebrándose en el año 2003 en Palma de Mallorca, en el 2005 en Alcázar de San Juan, en el 2007 en Córdoba, en el 2010 en Zamora, hasta llegar al último celebrado en Tui en Abril de 2012. Se ha concedido la preparación del 9º Congreso a Murcia, a celebrar en el año 2014.

“Sinceramente cada vez que estoy con un nuevo tema me apasiono, lo disfruto y trato como si fuera el más importante de mi vida”.

¿Como presidente de ACEM, prácticamente desde su creación salvo un pequeño espacio de tiempo, de qué es de lo que se encuentra más satisfecho?

Por una parte los buenos y generosos amigos que he tenido gracias a la ACEM, es un valor que no tiene precio. Culturalmente, de la aportación de la asociación, sus congresos, los trabajos que se publican en las revistas, etc. No nos es posible saber en cuanto hemos influido en la salvación de molinos, su recuperación, musealización, o la “culpa” que tenemos en la sensibilización social que hayamos provocado, pero hay que suponer que estos 18 años también habrán dejado su huella en la sociedad, aunque no podamos nosotros cuantificarla como nos gustaría.

¿Y algo de lo que se pueda lamentar?

Lo que más duele es que las administraciones, centrales y autonómicas, no valoren aún lo suficiente el patrimonio cultural que suponen estos elementos. Faltan censos completos, estudios de valoración históricos, técnicos y etnográficos; y además de estas carencias frecuentemente asistimos a la destrucción in misericorde e impunemente de elementos de nuestro pasado. Es verdaderamente lamentable, de vergüenza, la poca sensibilidad cultural de nuestras autoridades. Confiamos que algún día se dicten normas justas de protección, aunque para esa fecha hayamos perdido gran número de elementos.

¿Ya que buena parte de su tiempo lo dedica al mundo de la cultura, qué idea es la que más le importa transmitir?

Es importante que la gente tenga conciencia de la importancia de sus actos a favor de la defensa de los elementos culturales. Es necesario que seamos conscientes de que toda destrucción o eliminación es irreversible, que con ello se pierde parte de nuestra historia y sus valores etnográficos. Que cualquier cosa que hagamos en pro de los elementos culturales merece la pena, aunque la mercantilista sociedad de hoy no lo reconozca. Y, por último, que todos podemos hacerlo, cada uno en su medida.

¿Se encuentra suficientemente protegido el patrimonio arquitectónico tradicional?

Como ya he comentado antes, no. Desde la ACEM hemos tenido diversas reuniones con los responsables de patrimonio, logrando solamente buenas palabras, eso sí a costa de plúmbeas reuniones. El sentido de la defensa de los elementos culturales, en nuestro caso por ejemplo de las presas de los ríos, no va en consonancia con la eficacia. No obstante seguiremos peleando por su salvación.

“Es importante que la gente tenga conciencia de la importancia de sus actos a favor de la defensa de los elementos culturales.”

¿Cuáles son las principales amenazas en la conservación y recuperación de molinos, aceñas, azudes y elementos análogos?

La principal amenaza es la no valoración de éstos como elementos patrimoniales y culturales de nuestro pasado. Prima la actualidad sobre la historia y la etnografía. Es como si en tiempos de los romanos los regidores de Segovia hubieran dicho “quitemos este acueducto, que ahora ya no sirve y utilicemos sus piedras para hacer casas”. Eso que hoy llamaríamos disparate, en su tiempo no sería igualmente considerado. Hoy estamos en una situación similar: “destruyamos las presas de los molinos y batanes que ahora no sirven, dejemos que caigan los molinos que no se utilizan”. Pero ¿acaso no se pueden hacer rampas aledañas a las presas para facilitar la regeneración de los ríos sin destruir las presas? ¿No se pueden mantener molinos, almazaras, batanes, o similares como casas de cultura, centros de interpretación o pequeños museos de la técnica? Repito, toda destrucción es irreversible.

¿De qué medios dispone ACEM para concienciar a la sociedad del respeto y protección que merecen y necesitan estos elementos arquitectónicos?

De lo mejor que puede tener una asociación, sus socios y su amor e interés por la cultura. ¡Nada más y nada menos!

¿Hay suficiente número de personas que se ocupen de estudiar este patrimonio y su cultura circundante y de qué manera les orientaría o animaría en sus trabajos de investigación?

Nunca es suficiente, por ello siempre estamos animando a investigadores, técnicos, historiados y a todos los que tengan un interés cultural afín que se unan a nuestra labor. Todo lo que podamos hacer será positivo para las generaciones futuras, para ello hay que ser altruistas y generosos.

¿Nos puede decir cuáles son las actuaciones inmediatas previstas por parte de ACEM?

Tres son los frentes que tenemos en la ACEM: por una parte el siguiente congreso que se celebrará el año próximo en Murcia, organizado por HUERMUR, y al que desde aquí invitamos a todos a participar; por otra parte la revista MOLINUM, que tan acertadamente dirige Félix Pinto acompañado de un excelente Comité de Redacción, donde se dan a conocer diversos trabajos, eventos, bibliografía y demás, y, por último, seguiremos en contacto con los responsables de patrimonio con el fin de que dicten normativas en defensa de los elementos ya citados. También estamos pensando organizar, como todos los años, algunas excursiones culturales-recreativas, que anunciaremos con anticipación por medio de la revista.

Finaliza el diálogo con Antxon Aguirre deseándole fuerzas para alcanzar las metas que persigue, que las adversidades y obstáculos no apaguen su entusiasmo en favor de todos estos ingenios por los que tanto lucha y con encono defiende y que los éxitos en su gestión sean múltiples.Antxon Aguirre Sorondo (San Sebastián) 2º Premio Nacional de Investigación “Marqués de Lozoya” 1987. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, con la obra: “De Albeitares y Herradores. Beca José Miguel de Barandiarán 1992 para el proyecto “Las ermitas de Gipuzkoa”. Autor de tres centenares de monografías y artículos sobre antropología, historia y la técnica en revistas especializadas. Director de la serie “Oficios Tradicionales”, Euskal Telebista (26 capítulos, emitidos durante los años 1996 a 1999). Autor de múltiples libros sobre Etnografía, entre ellos “Tratado de Molinología (Los Molinos de Guipuzcoa)”. Fundación J.M. de Barandiarán, junto con otro importante número de libros de contenido histórico. Es colaborador habitual de revistas y medios de comunicación. Pertenece, entre otras, a las siguientes asociaciones: Sociedad de Ciencias Naturales Aranzadi; Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos; Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País; Grupos “Etniker” de Euskalerría; A.C.E.M. “Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos”.
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