Mª José Ibáñez. Presidenta de ADDENE: La obesidad es una enfermedad y requiere un tratamiento a largo plazo

2011-12-09

SILLERO ALFARO, Maider

En gran cantidad de aspectos de la vida estamos recibiendo mensajes contradictorios, y en este también: cada vez hay más problemas de obesidad, pero sin embargo vivimos en una sociedad obsesionada con el culto al cuerpo. Alardeamos de dieta mediterránea, pero cada vez son más las enfermedades relacionadas con una alimentación incorrecta... Addene es la Asociación de Diplomados en Dietética y Nutrición de Euskadi y Mª José Ibáñez es su presidenta. En la actualidad unos 200 profesionales forman esta asociación que está a un paso de convertiste en el Colegio profesional.

¿Cuándo y por qué motivo surge Addene?

Empezamos a trabajar a finales de 2001 y la Asociación se puso en marcha en febrero de 2002 porque veíamos una necesidad. Si bien existía una asociación a nivel estatal, a nivel de Euskadi no se organizaban actividades, así que en principio la asociación surgió con la idea de poder hacer actividades, cursos de formación... y sobre todo de que los profesionales tuviéramos un nexo de unión. Mientras estábamos en este proceso de creación realizamos una reflexión estratégica y concluimos que para conseguir que la profesión avanzase era imprescindible crear un Colegio Profesional. En estos años nos hemos centrado en conseguir el colegio profesional, en agrupar a los profesionales y en realizar actividades de formación continua.

¿Y ya está en marcha el colegio profesional?

En diciembre de 2008 el Parlamento Vasco aprobó la ley de creación del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas del País Vasco. A partir de ahí hay una serie de trámites legales y esperamos que para febrero o marzo de 2012 el Colegio esté totalmente activo. En ese momento la asociación desaparecerá porque ha conseguido su principal objetivo.

“Conviene recordar que la tarea del Dietista-Nutricionista no es sólo poner dietas de adelgazamiento, puesto que hay enfermedades en las que la dieta es el único tratamiento.”

Foto: CC BY - Pedro Valle Luna.

¿Acuden los ciudadanos a la consulta del Dietista-Nutricionista? ¿Es una figura reconocida en la sociedad?

Habría que distinguir dos planos. Por un lado el laboral, en el que la situación es difícil porque este es el único país Europeo, y prácticamente mundial, en el que el Dietista-Nutricionista no está incluido en el sistema sanitario público, por lo que la actividad queda restringida prácticamente al ámbito privado. La mayoría de los profesionales trabajan en su consulta propia.

Por otro lado estaría la cuestión de si hay un reconocimiento social de la profesión y si realmente el usuario acude a una consulta de dietista-nutricionista. En este punto creo que vamos mejorando. El ciudadano cada vez conoce más la figura del Dietista-Nutricionista, cada vez está más concienciado de que es el profesional que mejor le va a asesorar en temas dietéticos, pero aún así tenemos mucho camino por recorrer porque el nivel de intrusismo es muy importante.

Quizá debería haber planteado esta pregunta al principio, pero ¿hay alguna diferencia entre dietista y nutricionista?

La ley dice que la profesión se llama Dietista-Nutricionista, por lo tanto cuando usamos los términos Dietista y Nutricionista por separado, en realidad nos estamos refiriendo al mismo profesional. En este sentido tenemos dos tareas que hacer; que los Dietistas-Nutricionistas que por el motivo que sea utilizan un término u otro indistintamente se conciencien y utilicen el término completo y legal de dietista-nutricionista. La segunda tarea es que las personas intrusistas que utilizan estos términos dejen de hacerlo. En este sentido, tenemos que hacer esa labor de decirle al usuario que cuando acuda a una consulta pregunte por la titulación de la persona que le atiende, que deber ser Diplomado o Graduado Universitario en Nutrición Humana y Dietética, lo que le dará la garantía de estar atendido por el profesional adecuado.

Lo habitual es que acudamos a la consulta de un Dietista-Nutricionista cuando queremos perder peso. Pero su labor va más allá...

Por supuesto, el trabajo del dietista-nutricionista es mucho más amplio. La alimentación es una parte fundamental en la prevención, por lo que nuestra recomendación es llevar un estilo de vida saludable, con una alimentación sana y un poco de ejercicio físico que consiga que tengamos un peso equilibrado. Es mejor esta prevención que tener que recurrir a tratamientos adelgazantes.

Por otro lado, conviene recordar que la tarea del Dietista-Nutricionista no es sólo poner dietas de adelgazamiento, puesto que hay enfermedades en las que la dieta es el único tratamiento. Una persona celiaca tiene como tratamiento eliminar el gluten de por vida, a una persona que tenga alergia a las proteínas de la leche hay que ayudarle no sólo a que no consuma leche ni sus derivados, sino a eliminar todos los alimentos que pueden tener esa proteína enmascarada, una persona diabética también necesitará apoyo dietético. En general, en todas las enfermedades crónicas la alimentación juega un papel fundamental.

Entonces, un enfermo crónico atendido en el Sistema Sanitario Público no tendría esta parte de su enfermedad atendida puesto que los Dietistas-Nutricionistas no forman parte de ese sistema... ¿Eso supondría un problema?

Efectivamente. Desde enfermería y medicina se les da un asesoramiento, pero estos profesionales tienen un nivel de formación en temas alimentarios muy básico. Desde la sanidad pública se brinda una ayuda a los pacientes, pero no toda la que necesitan, pues el sistema carece del profesional adecuado para ello.

“Hay que comer 5 raciones de fruta y verdura al día: tres piezas de fruta y comer dos veces al día verdura, a poder ser una de ellas en forma de ensalada.”

Foto: CC BY - La. blasco.

¿Y la obesidad está considerada como una enfermedad?

La obesidad está considerada como una enfermedad crónica. Como ejemplo, todos conocemos casos de personas obesas que adelgazan y vuelven a engordar y están constantemente subiendo y bajando de peso. Esto es consecuencia de tratamientos de adelgazamiento no adecuados. La obesidad requiere de un tratamiento para adelgazar en el que además de perder peso, el paciente aprenda a comer correctamente, lo que le ayudará a mantener un peso saludable de por vida.

Lo ideal sería tratar la obesidad dentro de un equipo multidisciplinar en el que haya médicos, enfermeras, psicólogos y, por supuesto, un dietista-nutricionista que paute esa dieta. Además, la obesidad tiene el problema de que con ella vienen otra serie de enfermedades asociadas como diabetes tipo 2, hipersolesterolemia, problemas articulares... Realmente es un problema grave que está aumentando en toda la población, especialmente entre los niños, lo que es muy preocupante, y que requiere un tratamiento multidisciplinar a largo plazo.

Cada vez son más altos los datos de chavales obesos...

Es muy importante que se empiece a estudiar ya desde el colegio. Que se aprenda qué es una alimentación correcta, que los menús de los escolares sean lo más equilibrados posibles, que se dé formación a los padres de cómo complementar ese menú de mediodía con las cenas y los fines de semana. Junto a esto, es fundamental que nuestros niños tengan un estilo de vida activo.

Y muchas veces no se hace ni en los colegios ni en las familias...

Yo creo que hay que dar ejemplo y separar roles. La escuela puede educar en concepto de nutrición, pero a la familia le corresponde enseñar a comer. No podemos pretender que si nosotros en casa no comemos pescado, el niño se coma el pescado en la escuela y que sea la monitora del comedor escolar que tiene 20 o 30 niños quien consiga que se tome el pescado o la verdura. Debemos recomendar a los padres que den ejemplo. Si la madre o el padre no comen algo el niño difícilmente lo hará. También debemos recomendar soluciones imaginativas, como que el niño cocine con nosotros, pues al colaborar en su elaboración aumenta su predisposición a comer algo, a probar alimentos nuevos.

“No podemos pretender que si nosotros en casa no comemos pescado, el niño se coma el pescado en la escuela.”

Foto: CC BY - rahego.

Recientemente una noticia decía que la población consume 250 calorías al día menos que hace 20 años, pero que sin embargo la tasa de obesidad ha crecido entre un 17% y un 21%. Supongo que aquí entran en juego más factores a parte del alimentario...

Hace 50años la mayoría de las personas tenían trabajos que requerían de una carga física, por lo que tenía un mayor consumo de energía y aunque se ingirieran más calorías las quemaban. Hoy día sucede que los trabajos son más sedentarios y el nivel de actividad física ha descendido por lo que la balanza no se mantiene en equilibrio.

Es necesario compensar actividad física y alimentación...

Efectivamente. De hecho la palabra “dieta” significa “estilo de vida”, así que no es suficiente con llevar una alimentación adecuada sino que es necesario mantener un nivel mínimo de actividad física que no tiene porqué ser ir al gimnasio. Con ir a pasear media hora o tres cuartos de hora al día a un ritmo vivo puede ser suficiente. Con esto gastamos energía y nuestro cuerpo se mantendrá en mejores condiciones.

Volviendo al tema de las enfermedades. Antes me señalaba que la dieta es la única manera de tratar algunas enfermedades, pero ¿puede una mala alimentación ser la causante de alguna enfermedad?

Desde luego que sí. Una dieta muy rica en grasas saturadas provocará que me aumente el colesterol sanguíneo y que engorde; una dieta muy rica en sal me puede provocar una hipertensión; una dieta pobre en fibra se considera un factor de riesgo para el cáncer de colon... Los ejemplos son muchos.

Dietas milagro para adelgazar, por ejemplo la Dukan, aunque podríamos citar cientos de ellas... ¿Los profesionales qué dicen ante ese tipo de dietas?

Hemos mencionado que la obesidad es una enfermedad y que requiere un tratamiento a largo plazo. Los milagros no existen y todo este tipo de dietas que prometen una pérdida de peso muy rápida son dietas desequilibradas. En realidad lo que consiguen es que el paciente consuma menos calorías de las que necesita. Al perder peso tan rápido, en lugar de perder grasa que es lo que interesa, pierde masa muscular, lo cual no interesa en absoluto. Respecto a la Dukan en concreto, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición se ha posicionado en su contra y la agencia francesa también. De hecho Dukan ha perdido un juicio contra otro médico porque decía que su dieta era desequilibrada y peligrosa. Es una dieta muy rica en proteínas, en las que el escaso consumo de fruta y verdura hace que sea deficitaria en fibras, minerales y vitaminas fundamentalmente. Además, las dietas tan altas en proteínas suponen un riesgo importante para los riñones y el hígado.

“Debemos introducir los alimentos integrales en la dieta por la cantidad de fibra que tienen. En esa fibra hay un montón de fitonutrientes muy beneficiosos para la salud.”

Foto: CC BY - visualpanic.

Yo diría a la gente que hay que comer con sentido común y para adelgazar hay que comer de todo, con menos grasa de la que estamos habituados y hacer ejercicio. Es decir, llevar un estilo de vida sano que poco a poco consiga que perdamos ese peso que nos sobra y que aprendamos a comer para no recuperar ese peso que hemos perdido. Realmente todas estas dietas milagro, aparte del riesgo que puedan tener cada una de ellas asociadas, tienen un gran déficit y es que no te enseñan a comer correctamente. Durante un tiempo sigues una alimentación que nada tiene que ver con tu alimentación habitual, adelgazas, y cuando termina esa dieta y vuelves a tu alimentación habitual recuperas todos los kilos que has perdido y unos cuantos más de regalo.

Algunos consejos saludables.

- Comer 5 raciones de fruta y verdura al día: tres piezas de fruta y comer dos veces al día verdura, a poder ser una de ellas en forma de ensalada.

- Potenciar el pescado frente a las carnes. Alternar el pescado blanco, pescado azul, las carnes magras (pollo, pavo, conejo...) y los huevos; y dejar las carnes más grasientas para un consumo más esporádico.

- Introducir los alimentos integrales en la dieta por la cantidad de fibra que tienen. En esa fibra hay un montón de fitonutrientes muy beneficiosos para la salud. Se puede comer pan integral, pasta integral, arroz integral...

- Consumir lácteos semidesnatados o desnatados. Los lácteos más grasos, como los quesos curados, son para un consumo esporádico. Mª José Ibañez Rozas (Bilbao, 1975) Es diplomada en Nutrición Humana y Dietética por la UPV-EHU. También tiene dos postgadros en “Nutrición y Salud Pública” y en “Alimentación Hospitalaria” así como un Máster en Nutrición y Calidad de Alimentos. Su experiencia laboral es amplia, destacando su labor como dietista-nutricionista en el Hospital de Basurto. Es fundadora, y desde el 2005 presidenta, de la Asociación de Diplomados en Dietética y Nutrición de Euskadi, ADDENE. Asimismo, durante 5 años ha sido Vocal y durante otros 5 años Secretaria de la Junta Directiva de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, AED-N. Ponente en varios cursos, colaboradora en publicaciones especializadas y miembro del comité en diversos Congresos.
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