La Banca Ética se presenta como una alternativa frente a la inestabilidad del sistema financiero actual. Desde la perspectiva de la última crisis financiera, se analiza su pertinencia y sus rasgos principales, basados en la reapropiación por parte de la ciudadanía del espacio público. El Proyecto Fiare, promovido desde el País Vasco constituye un ejemplo concreto de articulación de este modelo.