Marta Cárdenas: "La pintura ha sido algo muy natural en mi vida, pinto lo que mi cuerpo me pide, lo que él necesita".

2003-03-07

SALA, Teresa

Entrevista: Marta Cárdenas Marta Cárdenas, pintora La pintura ha sido algo muy natural en mi vida, pinto lo que mi cuerpo me pide, lo que él necesita * Teresa Sala Marta Cárdenas acostumbra a pintar en el exterior, en el monte o el campo, y confiesa sentirse "encantada" con los paisajes de Euskal Herria y las gentes que los habitan. Para esta donostiarra afincada en Madrid la pintura es una "forma de entender lo que nos rodea, de disfrutar y de tratar de encontrar la belleza de otra manera". A su vez, confiesa que a adquirir esta capacidad le han ayudado, no tanto las exposiciones o los trabajos acumulados, como la convivencia con gentes que se han interesado por su arte. Mujer y artista, Cárdenas captura la realidad cambiante a través de pinceladas y destellos de sorpresas e improvisaciones. Ella es pintora porque no podía haber sido otra cosa.. Empecemos por el principio, ¿Cómo entró en contacto con la pintura y con el arte en general? Creo que fue en los años 1958 y 1959; por aquel entonces yo era una niña que estudiaba sexto de bachillerato en un colegio de monjas de San Sebastián. Empecé a dibujar y a pintar porque era algo que me encantaba, como todavía no tenía óleos me bastaban las acuarelas. También me gustaba mucho escribir, mi profesora de literatura era una Elvira Gailurralde que mantenía una relación muy estrecha con Luis Martín Santos y su grupo. Fue élla quien me sugirió ir a la Asociación Artística, diciéndome que allí se ofrecían conferencias muy interesantes y clases de dibujo. "Nido de insectos" Oleo sobre tabla, 1999. Fotografía: Manuel Blanco ¿Qué tipo de ambiente se vivía por aquellos años en la Asociación Artística? En la Asociación Artística estaban Luis Martín Santos y José Luis Munoa, ambos se encargaban de organizar diversas actividades culturales. Estamos hablando de plena época franquista, así que cualquier tipo de actividad, simplemente por ser cultural, se consideraba sospechosa para el Régimen. Las conferencias que se celebrabanen aquellos años estaban siempre controladas por policías y miembros del Gobierno Civil. Marta Cárdenas ¿Recuerda alguna anécdota en especial? Una vez se celebró una conferencia sobre la Generación del 98 realmente interesante, pero, según parece se dijo algo "inaceptable" y el Régimen cerró la Asociación. Dos o tres meses más tarde volvió a abrir sus puertas, pero sólo estaba permitido dibujar, prohibieron las conferencias. Así, en la sección de dibujo nos dedicábamos a pintar, al natural, personajes que nos encontrábamos en la calle. Lo lógico hubiera sido hacer lo mismo con personas desnudas, pero esto, en aquellos años, era algo inimaginable. Además, no creo que hubiera hombres que permitieran posar a sus conocidos o familiares desnudos, eso se consideraba algo terrorífico. Yo dibujaba con Gallego, un artista que para mí fue un maestro estupendo. También era increíblemente bueno Don Ascensio Martiarena: un pintor de gran calidad que había vivido en París antes de la Guerra Civil. Martiarena era un artista postimpresionista, pero, por encima de todo, era un profesor increíble, entre sus discípulos se encuentran nombres como el de Carlos Sanz, Rafa Ruiz Balerdi o Laura Esteve. Martiarena se dedicaba principalmente a enseñar dibujo y nos pedía que nuestros dibujos tuvieran vida, tenía un concepto del dibujo muy poco académico. "Falsa Vidriera azul y roja" Oleo sobre tabla, 1998 Fotografía: Manuel Blanco También tuvo ocasión de estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Madrid... Sí, estudié en la Escuela de Bellas Artes de Madrid durante seis años y allí tuve ocasión de conocer obras y artistas pertenecientes al movimiento El Paso y a los integrantes de la corriente catalana Dau al Set. En el año 1964, Juana Mordó abrió una galería en Madrid y empezó a exponer muchas obras del movimiento de Cataluña, pintores del Grupo de Cuenca y arte de vanguardia de aquella época. También daba oportunidad a artistas como Vicente Ameztoy, que entonces contaría con diecisiete odieciocho años. Muchos artistas íbamos a la galería de Juana Mordó como turistas encantados que se dirigen por primera vez a la Acrópolis. Para nosotros era un lugar sagrado al que asistíamos realmente emocionados. Bebíamos todo lo que allí había. En aquellos años, y ya en Donostia, también tuve una relación muy estrecha con Eduardo Chillida, Rafa Ruiz Balerdi, Oteiza o Mendiburu. Marta Cárdenas Foto: Luz Jimenez ¿Cómo ve la evolución de la presencia femenina en el marco artístico en general y en el la pintura en particular? Me gustaría decir que en los años de la transición hubo una especie de resurgir de la mujer artista pero creo que las mujeres hemos estado igualmente presentes en el arte antes y después de la dictadura franquista. En la actualidad, sin embargo, me estoy dando cuenta de que cada vez hay una presencia mayor de mujeres en el arte. Cuando voy a las exposiciones me doy cuenta de que hay casi más pintoras que pintores, y me atrevería a decir que en términos de calidad también predominan las féminas. En la Escuela de Bellas Artes de Madrid había muchas mujeres, pero estudiaban arte por unas razones no muy agradables. Y es que, era muy difícil que los hombres que pertenecían a una familia asentada estudiaran Bellas Artes, a la mayoría les obligaban a ingresar en la Facultad de Ingeniería, o en alguna carrera "más seria", como Arquitectura. En cambio, las chicas bien asentadas que no sabían qué hacer estudiaban pintura porque les parecía algo "muy bonito". Sin título Oleo sobre tabla. Foto: Manuel Blanco Háblenos de su experiencia como profesora... He tenido varias oportunidades de impartir clases y todas han sido muy enriquecedoras. Entre otros, he dado clases en los institutos de Zumarraga y Errenteria. Como en aquella época se empezaba el Bachillerato a los once o doce años, mis alumnos rondaban esa edad. Fue una experiencia fascinante porque los niños de esa edad están abiertos a todo y captan cada uno de los detalles que se les enseña, pintan deuna manera muy fresca y espontánea. Además, si en ese momento se les enseña a observar lo natural y pintarlo, aprenden con gran facilidad y empiezan a dibujar y a pintar con la misma calidad que puede hacerlo otra persona en edades más avanzadas. También he impartido cursillos en Arteleku, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en Nicaragua. Expuso por primera vez en 1970 y sigue participando en exposiciones, ¿cómo es la sensación de mostrar la obra personal ante un público desconocido? Se trata de transmitir a los demás una forma de entender lo que nos rodea, de disfrutar y de encontrar la belleza de otra manera. Yo he asimilado esto, mucho mejor que en las exposiciones, en convivencia con la gente de mi alrededor. Acostumbro a pintar mucho al aire libre, en Euskadi pinto a menudo en el monte y la gente de los caseríos se ha interesado mucho por mis cuadros. En Goiatz, por ejemplo, tenía como vecina a una mujer llamada Juli que tiene una forma muy especial de entender el arte. Además, creo que conmigo ha desarrollado más esa aptitud y yo estoy muy contenta. Esta riqueza la he adquirido, no tanto en las exposiciones como a la larga, viéndome trabajar y progresar día a día. Marta Cárdenas Ha mencionado nombres como el de Vicente Ameztoy o Rafa Ruiz Balerdi, ¿qué otros pintores le han influenciado? Creo que se viven etapas diferentes de interés muy fuerte por tipos de arte diferentes. Yo empecé interesándome por Velázquez, más tarde llegaron Morandi, Monet y la caligrafía oriental. Desde hace algunos años, sin embargo, estoy muy interesada en el arte popular de pueblos del Pacífico o La India. También me interesa mucho el arte arcaico de nuestra cultura, el arte de Creta, el egipcio o el mesopotámico. ¿Qué opinión le merece la influencia que están teniendo las nuevas tecnologías en el panorama artístico de nuestros días? Creo que existen dos aspectos que a pesar de ser paralelos son completamente distintos. Me refiero a los medios modernos de difusión y conocimientoo Internet como medio para difundir, y a los medios modernos de producción o al ordenador como medio para pintar. En lo que se refiere a Internet, he de reconocer que no me atrae, probablemente porque a mí no me apetecería que empezaran a copiar parte de mi obra. Si he expuesto mucho y la gente sabe quién soy de verdad no me importaría, pero ahora no me apetece demasiado. Internet como medio para conocer tampoco me interesa porque lo que he llegado a conocer de otros pintores a través de la Red no me satisface en absoluto. Creo que todo lo que pueda reproducir un ordenador, que no esté hecho en un ordenador, llega a convertirse en una catástrofe. Los colores llegan de forma diferente y eso no me da una idea real de lo que se me ofrece. Para mí el aspecto físico de los cuadros y de la Pintura en general es imprescindible. Sin título, 2000 Oleo en barra sobre tabla ¿Cómo es un día de trabajo en la vida de Marta Cárdenas? Depende. Acostumbro a pintar al aire libre pero ahora, por ejemplo, estoy trabajando en mi estudio. Además, yo soy muy desigual; hay épocas en las que pinto mucho y muy seguido, y temporadas que dedico a talleres de grabado o gráfica en general. Me gusta mucho salir al campo en Euskadi, relacionarme con la gente de los caseríos y, de paso, practicar el euskara, algo que me encanta. Marta Cárdenas Foto: Enrique Orbegozo ¿Cómo sabe un artista cuál es su forma de expresión? Cada artista la encuentra de una manera muy distinta. Yo la encontré porque en mi familia la pintura ha estado siempre muy presente. A mi padre le gustaba mucho dibujar y pintar y lo hacía muy bien. En casa también había una pequeña colección de obras de arte, todavía conservo un cuadro de Ricardo Baroja que perteneció a mis padres. Pintar ha sido algo muy natural en mi vida. Creo que el caso de cada artista es diferente. Sin título, 2001 Oleo en barra sobre tabla Foto: Manuel Blanco ¿Qué proyectos tiene a corto plazo? En estos momentos tengo en marcha tres exposiciones, en Madrid,en San Sebastián y en Pamplona. Pinto igual, tenga exposiciones a la vista o no. Voy pintando lo que mi cuerpo necesita, pinto lo que el cuerpo me pide. Marta Cárdenas (Donostia, 1944) Estudió en la Asociación Artística de Donostia y en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. Expuso por primera vez de forma individual en el año 1970 en la Galería Huts de San Sebastián. 1969. Beca del Gobierno Francés 1980. Beca de la Fundación Juan March. Madrid. Expone, entre otras, en las Galerías de Arte: Kreisier, Aele, Celini, Estampa y Soledad Lorenzo en Madrid. El Pez, La Colchonería y Galería Dieciséis en San Sebastián. Palace en Granada. Gian Ferrari en Milán. Carmen Durango en Valladolid. Fundación Gulbenkian en Lisboa. Magda Belloti en Algeciras. Sala Luzán en Zaragoza. Charpa y la Nave en Valencia. Fernano Silió en Santander. Obras en Museos y colecciones públicas Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid. Fundación Juan March. Madrid. Biblioteca Nacional. Madrid. Museo Municipal. Madrid. Museo de Arte Moderno. Bilbao. Museo Provincial. Vitoria. Palacio de la Moncloa. Madrid. Museo de Arte e Historia. Durango. Teresa Sala Fotografías: Manuel Blanco, Luz Jimenez y Enrique Orbegozo. Euskonews & Media 202. zbk (2003 / 03 / 07 14) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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