Garbiñe Biurrrun: "La independencia de los jueces está en peligro"

2003-02-07

DOXANDABARATZ OTAEGI, Beñat

Entrevista: Garbiñe Biurrrun Garbiñe Biurrun La independencia de los jueces está en peligro * Beñat Doxandabaratz No hemos llegado en el momento más adecuado a la cita. Todavía le están instalando los muebles nuevos; y, por si eso fuera poco, su hijo está con gripe. Con todo, Garbiñe nos dedica su tiempo afablemente, ofreciéndonos una taza de café. Tan pronto como empieza la entrevista para Euskonews, demuestra que tiene bien ganada su "fama". Es decir, que aun siendo magistrada no se esconde ante ciertas cuestiones. Y se explaya sin irse por las ramas, con la seguridad del que contesta para mejorar las cosas. En ese sentido, muchas personas que ocupan cargos de mucha menor responsabilidad deberían aprender de ella, pues mientras ellos se encogen de hombros ante los temas digamos "delicados", Garbiñe, haciendo honor a su nombre, se llena de coraje, demostrando que es una experta en el juego limpio. De pequeña, ¿qué quería ser? Magistrada quizá no; pero desde bastante joven supe que quería estudiar derecho. ¿Y qué injusticia vio a su alrededor para querer ser abogada? Injusticia general. Yo nací en una familia de clase trabajadora y me parecía que en nuestra sociedad no todo el mundo vivía igual y que algunos tenían más oportunidades que otros. Y por eso, el derecho me pareció una vía adecuada a fin de contribuir a esa igualdad. Esa imagen idílica de la justicia, dícese de la mujer con los ojos vendados, que en una mano sostiene una espada en alto; y en la otra, sujeta una balanza que le ayuda a hacer un juicio imparcial de las cosas. ¿Ha tenido influencia en usted? A esa imagen, si te soy sincera, nunca le hecho demasiado caso, por mucho que en una época se utilizara mucho. Para empezar, la justicia no es ciega, de ninguna manera; y además, no debe serlo. Los jueces, por otro lado, no pueden ser nunca neutrales. La Constitución dice que los poderes públicos debemos velar por la libertad e igualdad de todos los ciudadanos; y para ello aplicar una serie deprincipios. Por tanto, no podemos ser neutrales. Entonces, si usted fuera la justicia, ¿cómo se definiría a si misma? Yo soy la objetividad, pero no la neutralidad. Yo veo a la justicia como si fuera un gran y poderoso elefante que llega a menudo tarde al lugar del delito.... Es verdad que a veces llega tarde, pero es debido a su maquinaria pesada. Sin embargo, no hay que olvidar que la justicia no hace acto de presencia para que no ocurra un delito, sino a posteriori. También es cierto que la justicia, aunque funcione bien, necesita su tiempo con objeto de saber cómo han ocurrido los hechos, para luego tomar sus decisiones. La balanza de la justicia a menudo se suele nivelar con dinero para pagar un delito. ¿Es eso justo? A mi me parece correcto pagar un delito con dinero. Si no, ¿cómo se paga? ¿Con la privación de libertad de la persona? Lo que pasa es que todo el mundo debería tener la oportunidad de pagar un delito por medio de una fianza; pero, desgraciadamente, no es así. En nuestra sociedad las decisiones de los jueces suelen estar en el ojo del huracán. No obstante, no se conoce cuál es la forma de llegar a ser juez. Cuéntenos. Hay dos modos de ser juez : por un lado, por medio de una oposición ordinaria y de su defendensa delante de un jurado; y por otro, por medio de los "terceros y cuartos" turnos, que son oposiciones en las que se eligen a juristas de prestigio o profesores de universidad para que ejerzan de jueces. Luego, dentro de la carrera judicial, como ocurre en el Consejo General del Poder Judicial, funcionan los escalafones. Ahí, existen tantos intereses políticos en juego que, por desgracia, se acaban imponiendo los criterios políticos por los cuales las designaciones se realizan "a dedo". Y en su caso, ¿qué camino siguió? ¿A usted cuál le parece? El primero. Pues cree bien. Después de realizar la oposición ordinaria, me convertí en juez, y luego, por mor a la antigüedad, magistrada. La seguridad se ha convertido en un tema candenteen el mundo occidental. Sin embargo, se habla muy poco sobre las desigualdades que se están creando. No tener trabajo o casa, ¿no es eso una desigualdad? ¡Ése es el quid de la cuestión! La necesidad de seguridad nos indica que tenemos que protegernos, y eso incluye hacerlo de los demás. Pero en la práctica la seguridad se asocia con la policía y los bienes de la justicia; como si la seguridad no fuera de todos, sino de unos pocos: de los que tenemos un estatus económico, y no de los que no lo tienen. Así que, en la práctica, la susodicha seguridad no hace sino proteger nuestro modo de vida económico, únicamente ofreciéndonos protección material. A consecuencia de eso, podemos comprar y vender seguridad, por mucho que esa compra venta excluya a una buena parte de la sociedad. A la gente le venden que no vivimos seguros; y que en la búsqueda de una mayor seguridad, además de justicia, hace falta mano dura... La pregunta es: ¿Qué hay que hacer para que no haya robos? ¿Detener a todos los que tienen mala pinta, aspecto sospechoso, borrachos y drogadictos? ¡Venga, ya! Si nos blindamos así, cada vez nos harán falta vallas mayores. "Mientras esa gentuza esté entre rejas, estaréis seguros", se le dice a la gente. ¿Es que piensan reinstaurar la "Ley de vagos y maleantes" de tiempos de Franco? Vete a saber. Pero la gente tiene que reaccionar. Porque, en definitiva, esa supuesta seguridad no arregla el problema, habida cuenta de que el número de delitos no disminuirá mientras no se examine qué subyace detrás de esta problemática. Solemos asociar la pobreza con la criminalidad. Así es, muy a mi pesar. Tenemos que recordar que la pobreza es la mayor causa de la criminalización, pero no así de la delincuencia; es decir, por mucho que no lo sean, tildamos y tratamos a la mayoría de pobres como delincuentes. El problema es que hay muchos otros delincuentes a los que no criminalizamos : los delitos económicos, delitos informáticos, delitos contra el medio ambiente, etc. Ya quemenciona eso, y a raíz del desastre ecológico provocado por el hundimiento del petrolero "Prestige", ¿es posible hacer justicia medio ambiental? Se puede hacer mediante indemnizaciones, pero no sólo de mano del armador. Si se prueba que existe responsabilidad civil por parte del Estado, también tendrá que pagar los daños causados a los damnificados. No obstante, el dinero no puede subsanar todos los daños. Y por ese motivo hacen falta dos cosas : toma de conciencia y tiempo. Después de la justicia, la palabra reconciliación sale frecuentemente a la palestra. Pero, ¿hasta qué punto es real? Es muy difícil. Ante un pleito civil o administrativo la gente siempre cree que tiene razón, sea cual sea el asunto, además. Si gana el caso, es porque la razón era suya; y si lo pierde, porque el juez se ha equivocado. De todos modos, la cultura de la reconciliación está yendo a más. Y en ese cometido, en los abogados recae la responsabilidad de aconsejar a sus clientes y zanjar un asunto por medio de un acuerdo. Por otro lado, a la hora de aplicar el código penal, es decir, cuando hay víctimas de por medio, es mucho más complejo; incluso teóricamente. En esos casos nunca se consigue la reconciliación, en tanto en cuanto lo que la gente suele pedir es venganza. En mi opinión, sin embargo, la pena nunca tiene que buscar la venganza, sino reinsertar. Además, castigando al culpable a la víctima no se le devuelve lo que ha perdido. Pero bueno, parece que ese punto de vista es cada vez más minoritario en nuestro entorno. Otra de las cosas que se le achacan al sistema judicial es condenar a alguien sin pruebas. Más que sin pruebas, yo diría que con pruebas equivocadas. ¿Y un tribunal cómo logra éstas? Pues, muchas veces por medio de los testigos, quienes, bien por mentir, o al menos por no decir la verdad, pueden hacer equivocarse al jurado, quebrantar la presunción de inocencia y dictaminar así la culpabilidad del acusado, aunque en realidad sea inocente. Al mismo tiempo, es muy complejoque en un proceso se complete el puzzle que determine lo que realmente sucedió y lo que es más difícil, demostrarlo. Eso parece una razón a todas luces suficiente con objeto de derrocar la pena de muerte. ¡Desde luego que sí! Si una persona se pasa veinte años de prisión injustamente, se le puede indemnizar; pero para un condenado a muerte, supone el fin. Por tanto, la pena capital carece de sentido. Asimismo, es cruel y, por si fuera poco, por medio de ella no se consigue ningún objetivo : no tranquiliza a la víctima y no reduce el número de delitos. Ustedes los jueces, a la hora de tomar decisiones, tendrán que dejar a un lado las emociones y regirse por la racionalidad. Sí, pero no crea. En algunos casos las emociones también inciden en nuestras decisiones. Cuando la ley va en contra de los marginados, por ejemplo, por supuesto que te conmueves, pues sabes que lo han hechos forzados por la necesidad. Es más, sabes que si su vida ya era mala, la pena no va a hacer más que empeorarla. Así que cuando no se puede tomar una decisión propicia al respecto, nuestro "corazón" tiene mucho que decir. Al hilo de eso, me viene a la mente una frase de un juez amigo mío, que decía lo siguiente : "Cuando sé que la justicia no puede hacer nada, tengo que recurrir a la piedad". Incluso, además de tener mucha lógica, la piedad ha ayudado muchas veces a avanzar al Derecho. ¿Por ejemplo? Esa ley surgió en la Francia del siglo XIX, cuando una mujer robó pan para que sus hijos pequeños, presos de la hambruna, pudieran comer. Su caso consiguió conmover al juez y dijo que no podía castigar a aquella madre. Esa misma ley, a su vez, se ha aplicado en nuestros días para casos de conciencia, como es el caso de los insumisos. También ha tenido mucho que ver a la hora de suprimir la pena capital o de denunciar la situación de los esclavos cuando la esclavitud estaba vigente. Habrá algunos temas sobre los que le costará dictaminar más. No crea. No hay un tema concreto que me cueste más.La dificultad suele provenir de otro lugar, de cómo organizar la justicia. Y en ese sentido hay un tema que me preocupa en especial : mantener nuestra independencia, que está en peligro. Para que se haga una idea de cómo están las cosas, le digo que hasta los jueces más conservadores están preocupados por el cariz que está tomando el asunto. Parece como si nos quisieran meter a todos en el remolino del pensamiento único. Y parece que este año van a seguir por los mismo derroteros. Jueces dependientes. ¡Menuda contradicción! ¡Y tanto! En ese aspecto, me parece vergonzoso lo que la juez Ruth Alonso ha tenido que soportar, pues no ha hecho sino cumplir la ley : dejar en libertad a los presos que tenían tres cuartas partes de la condena cumplida. Pero no sólo ha sido ese caso. Otro ejemplo es el haber expedientado a tres magistrados de la Audiencia Nacional por haber dejado libre al supuesto narcotraficante Santamaría. Pero el verdadero motivo, a mi entender, fue que estos tres magistrados manifestaron su desacuerdo ante varias decisiones tomadas por el juez Garzón contra la llamada "izquierda abertzale". Usted ha manifestado que los jueces "aceptan las presiones del gobierno para evitarse problemas" Y así es, porque ese tipo de decisiones, al fin y al cabo, no son más que avisos para los demás. Muchos jueces quieren evitarse problemas y, en consecuencia, tienen la tentación de decir amen. Y usted, ¿ha recibido alguna vez presiones o percibido trabas a la hora de realizar su trabajo? Sí que las he tenido. Pero no tan graves como las que ha sufrido Ruth Alonso. Aunque la mayor presión suele ser la apertura de expediente, lo peor suele ser el que se ponga en duda el prestigio de cada uno, como si fuera un delincuente. Y eso está ocurriendo cada vez más en varios medios de comunicación, como son las "entrañables" tertulias radiofónicas. No está bien visto que un juez dé su punto de vista sobre determinado tema. Usted, no obstante, suele hacerlo. Pero ¿dónde está ellímite para que no le abran un expediente? No sé muy bien dónde está el limite, habida cuenta de que es una línea fina y cambiante, sobre todo cuando se critica al gobierno. Hace 3 años varios magistrados publicamos un documento en la prensa condenando la política penitenciaria del gobierno y pidiendo que los presos cumplieran condena en su lugar de procedencia. Pues bien, aunque no nos inhabilitaron, sí que nos expedientaron. De todos modos ustedes los periodistas creen que los jueces estamos muy limitados para dar nuestra opinión, pero no es para tanto. Muchas veces se nota que se autocensuran a la hora de preguntar. ¡Vale! ¿Qué opinión le merece el auto abierto por el juez Garzón para ilegalizar las actividades de Batasuna? No puedo dar mi opinión, ya que no sé de qué pruebas dispone Garzón en el sumario para paralizar la actividad de Batasuna. Así que no puedo hablar del tema. En caso de que haya pruebas concluyentes, por supuesto, sería lícito que implementara la ley. Pero, por otro lado, después de leer el auto escrito por Garzón sobre la limpieza étnica, puedo decir que no tiene base jurídica. A mi entender, lo que ocurre aquí, por muy grave que sea, no es limpieza étnica; de ninguna manera, además. Otro tema candente: el gobierno va a cambiar el código penal para que los presos condenados por terrorismo, en caso de no renunciar a la violencia, cumplan íntegramente sus condenas, sin posibilidad de acogerse a beneficios penitenciarios. ¿Qué piensa de eso? Resulta fácil responder: eso va en contra de la Constitución, llana y simplemente, porque niega a la persona la posibilidad de reinserción. Eso no hace más que evidenciar aún más el fracaso del sistema carcelario. En segundo lugar, según los expertos, cuando el preso ha cumplido 15 20 años entre rejas, su persona se desestructura, perdiendo los valores y la noción de la realidad. Eso va claramente en contra de la dignidad de la persona. Es más, históricamente las condenas se han reducido precisamente poresa razón. Entonces, ¿qué se quiere lograr manteniendo a una persona encerrada durante 40 años? En definitiva, no es más que una cadena perpetua para que, cuando sean unos abuelos, salgan de la cárcel totalmente "reinstertados"? Atemorizar a la sociedad para obtener resultados políticos. Parece como si en el mismo saco quisieran meter a emigrantes, pobres y delincuentes. En esta discusión han asociado seguridad con miedo, dado que es el miedo lo que a la sociedad moderna le hace sentirse débil. Y en estos momentos, a consecuencia de la intoxicación informativa impulsada por algunos medios de comunicación, ciertas ideologías están bajo sospecha. Con el problema de la violencia no se ve el final del túnel. La violencia es muy grave y siempre hay que condenarla, por supuesto. Pero políticamente no me preocupa, en la medida en que todos estemos de acuerdo contra ella. Lo que de verdad me inquieta es la falta de diálogo; y también el espectáculo lamentable que están dando los partidos políticos, como si vivieran en una torre de marfil e interpretando la realidad acorde con sus intereses; y todo para obtener "tajada" electoral. Pero claro, esa tendencia a la confrontación es un juego muy peligroso y mientras no se llegue a un acuerdo en el sentido de aceptar que el único responsable de la violencia es el que la utiliza, no podremos avanzar hacia ningún lado. Haciendo referencia a otro tipo de violencia, siendo mujer y magistrada, ¿cree usted que los casos de malos tratos contra la mujer van a más? O ¿es porque ahora se denuncian más? Parece que es porque se denuncia cada vez más. En ese sentido, la implicación de los medios de comunicación está ayudando mucho a sacar a la luz el problema de la violencia doméstica. Y ése es un primer paso importante, al que debería seguir otro igualmente clave : abogar y lograr que el respeto que todas las personas merecen cale en nuestra sociedad. Sin embargo, a pesar de ese deseo, se están sucediendo una serie de decisiones judicialessorprendentes. Como el caso de un juez que ha estimado "comprensible" que un hombre amenace a su mujer con un hacha, porque es "por amor"... No hay nada que pueda justificar eso. Y además ha sido un invento del juez, porque la ley no recoge nada parecido. Ni siquiera es enajenación mental transitoria. Entonces, ¿cuántas palizas tiene que sufrir una mujer para que el ataque se convierta en delito? Hombre, lo que tiene que hacer es denunciar. Y a fin de facilitar ésta, existe un procedimiento efectivo a seguir a nivel policial y judicial. Pero claro, muchas mujeres sostienen que tras denunciar los malos tratos, las investigaciones a las que las someten son muy humillantes. Se les investiga más a ellas que al supuesto agresor. En los casos de agresión sexual, la idea de que "algo habrá hecho esa" pervive todavía hoy. Sí, y no solamente entre la gente de a pie, sino también entre los policías y los jueces. La típica excusa de : "¡Es que con esa minifalda iba provocando!". Está claro que nos falta una cultura de la víctima y tenemos que ir formándola, poco a poco. Políticamente, ¿dónde se sitúa? (Nos mira firmemente a los ojos, y tras una pausa) No tengo reparo en decirlo : yo me considero de izquierdas. Pero también es cierto que me encuentro decepcionada, en el sentido de que la izquierda, desde mi punto de vista, se ha metido en la ola de la derecha, aceptando la cárcel como un sistema de castigo, y lo que es peor, pidiendo cada vez más prisión. Pese a eso, creo que la izquierda debe jugar un papel clave a fin de resolver los problemas de nuestra sociedad y de nuestro mundo. Empezando por impulsar la cultura de la igualdad y la libertad. Como usted apuntaba anteriormente, la cárcel no reinserta. No, porque no están preparadas para eso. No se ponen medios para ello. Mire, ¿cómo es posible que entre tanta droga en la cárcel? ¿Qué se consigue? Pues que si no pueden salir físicamente de allí, que lo hagan pasándoselo "medio idos" bajo el efecto de las drogas. Peroes que así, además de arrebatarles su libertad, también se les quita su dignidad humana. Es por eso que, antes de replantearse un nuevo sistema penitenciario, habría que hacer cumplir lo que dice la Constitución : reinsertar, y poner los medios para ello. Está bien que a alguien que ha cometido un delito se le enseñe que ha obrado mal. Pero no es suficiente. Entonces, ¿qué podría hacerse? Por ejemplo, dar a los presos todo tipo de facilidades para que estudien, dándoles un montón de materias a elegir y que aprendan de diversas maneras. Recapitulando : menos represión y más educación, como en todas las demás áreas. ¿Y con respecto a la sociedad? Considero necesario lograr un acuerdo social, grande y profundo, en el que todos los colectivos tengan su lugar, en el que la vida sea posible para todos, en las calles, fuera de la seguridad de nuestras casas, junto a los demás. Garbiñe Biurrun Manzisidor Garbiñe Biurrun Manzisidor (Tolosa, 1960) Licenciada en Derecho y Magistrada del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, donde ejerce en el Área Laboral. Es miembro de la plataforma "Jueces para la Democracia" y profesora asociada del Derecho del Trabajo de la Facultad de Derecho de la UPV EHU. A pesar de que la gente piensa lo contrario, a la hora de aplicar la ley, "los jueces y magistrados también utilizamos el corazón", asegura Garbiñe, mujer carismática donde las haya, que, por mucho que su trabajo esté en Bilbao, sigue viviendo en Tolosa. Beñat Doxandabaratz Fotografías del autor Euskonews & Media 198. zbk (2003 / 02 / 7 14) Euskomedia: Euskal Kultur Informazio Zerbitzua Eusko Ikaskuntzaren Web Orria
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