¿Cómo te convertiste en ilustrador profesional? Cuéntanos tu historia.
Sin remontarnos mucho en el tiempo, pero si pienso en la época en la que tuve que decidir los estudios creo que la cosa fue así: era un gran amante de los animales y como me encantaba tener y analizar toda clase de bichos y alimañas, pensé que lo más conveniente sería estudiar Biología y Zoología. Pero vi que en esa carrera sólo se analizaban unos pocos animales, con las tripas abiertas, o de tamaño microscópico en la mayoría de los casos. Me di cuenta de que me gustaban los animales, pero por razones estéticas, y por lo tanto, sería más apropiado dibujarlos que analizarlos como lo hacen los biólogos. Además, aunque nunca le había dado importancia a este hecho, me gustaba mucho dibujar. Así sucedió para bien de los animales, seguramente, que aquel que quería ser zoólogo acabó siendo dibujante.
¿Si fueras un animal?
Luego, en la época de estudiante de Bellas Artes, empecé a hacer algunos dibujos por encargo. Una vez terminados los estudios dediqué unos años a la enseñanza y en ese intervalo comencé a colaborar con las editoriales. Finalmente, decidí dedicarme de pleno a esta profesión.
¿Qué ritual sueles seguir antes de empezar a trabajar con un nuevo texto?
No tengo ningún ritual en especial; no, al menos, uno que me ponga directamente en disposición de crear. Ahí suelo estar, descalzándome, vaciando la mesa de trabajo y haciendo ese tipo de cosas, pero para nada surten efecto. Tras pasar un par de días pensando en las musarañas y dibujando tonterías, en una de esas, me pongo a dibujar. ¡No hay más misterio!
Tus ilustraciones suelen tener un toque de humor. ¿Es para ti una especie de terapia?
¡Sí, sí! ¡Seguramente esto tenga un punto de esquizofrenia, pero a veces mis dibujos me hacen gracia a mí mismo! Además, a pesar de que con frecuencia se diga lo contrario, creo que en mis dibujos no verás reflejado mi estado anímico. O no como tú crees. Por lo tanto, puede que tenga un “gag” cuando dibuje y sea una medicina para alegrarme a mí mismo.
¿Para qué es Jokin joven todavía?
Fuente: Irria zabaltzeko ipuinak. JK Igerabide, Elkar 2011.
¿Qué relación sueles tener con el escritor? ¿Hasta qué punto influye en el resultado final de tu obra?
Con cada autor y editorial, frecuentemente la relación es con éstas, el trato es diferente. Los hay, los menos, los que saben de antemano exactamente cómo tienen que ser las ilustraciones, o autores que no se quedan tranquilos hasta que no ven lo que ellos tenían en mente. Y también hay los que hacen el encargo, lo reciben y no dicen ni palabra. Sin embargo, con aquellos autores a los que conozco personalmente suelo tener una especie de diálogo. Al mostrarme interés de ver los dibujos nada más hacerlos, admito bien sus comentarios. Esos autores son los que se muestran predispuestos a coger las ideas que les dan los dibujos y, acaso, a cambiar sus textos también.
Pasaste de ser ilustrador a ser escritor. Cuando un ilustrador se convierte en escritor, ¿qué hace primero, el texto o el dibujo?
¡Eso es decir demasiado! En cualquier caso, ahí tampoco tengo normas. Por ejemplo, cuando hice el libro “Aurrera, aurrera” sí tenía las imágenes en mente, también una especie de guión ya que veía cómo tenían que aparecer las ilustraciones. En ese caso, los textos describían las imágenes, poco más. Sin embargo, para el libro de los murciélagos escribí primero la historia y ¡ahí sí que tuve trabajo para realizar un relato con fundamento!".
Las nuevas tecnologías dominan el mundo y es muy difícil escapar de ellas. ¿Qué ventajas os proporcionan a los ilustradores?
El ordenador no es más que una herramienta más, creo que así lo utilizamos la mayoría; hay un ilustrador, muy conocido además, que no lo toca para nada y también hay quien no crea originales físicos. ¡Y también estamos, por supuesto, los que mezclamos todo! A mí, que no soy nada metódico, me ofrece la posibilidad de corregir fácilmente los fallos y los imprevistos. ¡Para mí es una bendición!
Describe cómo te ves a tí mismo.
Fuente: Irria zabaltzeko ipuinak. JK Igerabide, Elkar 2011.
¿La literatura infantil qué busca realidad o ficción?
Las dos, qué remedio. Además, ¿cómo distinguir una de la otra? Seguramente, esas categorías sean válidas sólo para las librerías, ya hay que clasificar los libros de alguna manera; alfabéticamente, por precio, por colores, o por realidad y fantasía.
¿Los libros dirigidos a los niños tienen necesariamente que ser educativos? ¿Es ese el objetivo que se persigue?
Existe esa moda, sí. Siempre ha existido, además, un público que en literatura, en general, y en la literatura infantil, en particular, ha pedido ejemplos “edificantes”. En la época de nuestras abuelas se leían cosas como la vida de los santos y “Vidas ejemplares”. Siempre ha existido eso, y a los niños también se les da. A lo mejor ahí aprenderán qué es lo que los adultos esperan de ellos.
¿Tú también sueles ser políticamente correcto en eso?
No, no soy partidario de eso. Me conformo con que los niños (y los adultos) vivan un momento de emoción mientras leen y miran.
¿Qué le falta a la ilustración infantil para poder posicionarse al nivel de otras ramas de las bellas artes?
No, no, déjalo en paz; ¡así está muy bien! El fotógrafo Oliviero Toscani dice que en los museos y galerías están las cosas que no le mueven las tripas a nadie. Y a lo mejor tiene razón...Por supuesto, hay libros de ilustraciones artísticas, pero tienen un público muy reducido. ¡Los libros de mis dibujos al supermercado, por favor!
Desde hace algunos años vives en Alemania y trabajas tanto con editoriales alemanas, como de Euskal Herria y del Estado. ¿Hay alguna diferencia a la hora de trabajar con unas o con otras?
En lo que respecta a mi trabajo, ¡ninguna en absoluto! Me ha ocurrido tanto aquí (Alemania) como allí (País Vasco): quien está dispuesto a recibir cualquier sorpresa y también a quien le cuesta salirse del Vorlage (patrón) qué está escrito.
¿Cómo nos ves desde Alemania?
Fuente: Irria zabaltzeko ipuinak. JK Igerabide, Elkar 2011.
Los libros electrónicos están poniendo en peligro el libro tradicional. En este sentido, ¿qué salud le ves al libro ilustrado?
Sea cual sea la tendencia, el único problema que veo, al igual que la mayoría de los creadores, es cómo proteger los derechos de autor. Por lo demás, que venga la tecnología como quiera. Mientras el niño nazca sin saber leer querrá imágenes. Y relatos. Eso pide y eso tendrá, ¡en un formato o en otro!
¿Para cuándo un libro ilustrado dirigido a un público adulto? ¿Tendría futuro?
El libro ilustrado existe desde que existe el libro, hace miles de años y es de imaginar que nuestro mayores veían ahí una necesidad. ¡No tendrían ganas de trabajar y de pagar al ilustrador en balde!. Ahora también hay un pequeño público que pide el libro ilustrado para adultos. Para las editoriales, por el contrario, son objetos de prestigio o dirigidos a coleccionistas, que normalmente se publican perdiendo dinero. Al igual que el avión Concorde, que era puro lujo para la compañía y perdía dinero cada vez que lo hacía volar. Finalmente quitaron ese avión y ahora nos da pena que no esté. Era tan bello, pero...Jokin Mitxelena Erice (Donostia, 1962) Ilustrador y escritor guipuzcoano de libros infantiles y juveniles nacido en San Sebastián el 15 de febrero de 1962. Allí pasa su niñez y de allá son sus primeros recuerdos. A la edad de siete años se traslada con su familia a Oiartzun (Gipuzkoa) donde estudia la educación general básica en la ikastola Haurtzaro y el bachillerato en la Ikastola Orereta de Errenteria. Posteriormente se licenció en Bellas Artes en la facultad de la Universidad del País Vasco (UPV) en Leioa. Sus primeras incursiones en el mundo de la ilustración empezarían en la época universitaria, concretamente cuando la ikastola de Galdakao le propuso realizar algunos dibujos para que el profesorado del centro impartiera las clases con ellos. En 1985, al tiempo que empezaba a ejercer como profesor en la Ikastola Orereta, donde impartía las asignaturas de dibujo y plástica, empieza a publicar sus primeras colaboraciones con el escritor y cuentista oiartzuarra Pello Añorga, con quien, además de formar a menudo y hasta el siglo XXI tándem de escritor e ilustrador (juntos han publicado más de 30 libros, con títulos como Adio, adio!, Ahulerio, Ama erraldoia, Haur zeru-lurtarra, Pottoko o Zupankapaloak), crea la sesión para niños Marripuinak, en el mismo tándem, compuesto, en este caso por cuentista e ilustrador. En 1995 deja la enseñanza y traslada definitivamente su residencia a Alemania para volcarse por completo en su vocación de ilustrador. Actualmente, además de trabajar con la mayoría de editoriales de Euskal Herria, colabora con asiduidad con editoriales españolas, alemanas y austríacas (Adinkra, Aizkorri, Alfaguara, Baula, Bromera, Destino, Edebé, Elkarlanean, Everest, K?sel, Kumon, La Galera, Pamiela, SM, Susaeta, etc.), no sólo como ilustrador de literatura infantil, juvenil y libros de texto, sino también ejerciendo de autor de libros infantiles. Como autor ha escrito cuatro libros: Joan, joan (Baigorri, 2002), Xaguxarrarena (Aizkorri, 2002), Armiarma txikia (Baigorri, 2003) y Saguzarrak egunez (Aizkorri, 2011). Su firma es habitual en el Financial Times Deutschland, además de poner imagen a proyectos de diferentes instituciones públicas y privadas. Ha cosechado varios premios y ha ilustrado más de 130 obras. Fuente: Auñamendi Eusko Entziklopedia