Aingeru Zabala. Director de la revista RIEV: La RIEV actual no es lo que fue la RIEV en su día, pero es aún una revista emblemática de este país

2007-04-13

BREA, Unai

BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA

Nos reunimos con Aingeru Zabala en su despacho de la Diputación Foral de Bizkaia. Es su centro de trabajo habitual, pero no el único. Desde hace tiempo, este experimentado cocinero atiende más de un puchero al mismo tiempo. Por un lado, es el Archivero de Bizkaia, es decir, el director del Archivo Foral de Bizkaia. Por otro, es profesor de Historia en la Universidad de Deusto. Sin embargo, en esta ocasión el asunto que nos ha traído hacia él es RIEV, es decir, la Revista Internacional de Estudios Vascos. Desde 1922, RIEV es el órgano de Eusko Ikaskuntza, pero su nacimiento es aún anterior, se remonta a 1907. Por lo tanto, este año cumple cien años, que los celebrará como la ocasión lo merece. Hace una año fue nombrado Aingeru Zabala director de la revista, y con la excusa del centenario, hemos charlado con él sobre el pasado, el presente y el futuro de la publicación.

Lleva un año dirigiendo RIEV.

Es un honor para mi. Los vascos, los que amamos la cultura vasca y los simpatizantes de Eusko Ikaskuntza sabemos que RIEV es algo muy especial. Aunque hoy en día es otra revista, no es casual que haya cumplido cien años y que se denomine internacional. Por eso, antes que nada, la propuesta de hacerme cargo de la dirección de la revista la consideré como un honor.

No le habrá faltado trabajo durante este año...

Estas responsabilidades siempre acarrean mucho trabajo. Ahora es necesario un plan para decidir qué vamos a hacer los próximos 8-10 años, porque, por supuesto, como director, no voy a estar siempre pensando en el próximo número, sino en los próximos años; si no empiezo ahora, el año que viene no habrá trabajos para publicar. Desde ese punto de vista no hay nada nuevo, todos sabemos cómo se hace una revista de este tipo. Sabemos qué es RIEV, qué áreas cubre y nos esforzamos por cumplir esos condicionantes y adecuarnos a los tiempos. Eso origina más de un quebradero de cabeza, porque todos somos iguales, y yo el primero, cuando tenemos que escribir para los demás: “¿Me haces este trabajo para dentro de un mes?”, “Sí, te lo hago”. Luego, cuando se cumplen cuatro meses, no llegas, y lo sacas el quinto mes. Eso es así, hay que tenerlo presente y, además, hay que comprender al autor.

Dice que “sabemos qué es RIEV”. ¿Qué es?

¿Que qué he querido decir cuando he mencionado eso? Pues que RIEV tiene una carga simbólica. La Revista Internacional de los Estudios Vascos. Dicho de esta manera, podría entenderse que se trata de la principal revista de nuestro país. Sí o no. En su época, no había otra, pero ahora tenemos la universidad y no una, sino que se publican un montón de revistas en todos los ámbitos de la ciencias... Entonces, la RIEV actual no es lo que fue la RIEV en su día, pero simbólicamente aún es RIEV. Por eso digo que sabemos lo que es RIEV: un proyecto emblemático de Eusko Ikaskuntza y un símbolo, en mi opinión. Creo que la mayoría de los que escriben en RIEV y también la mayoría de sus lectores aceptan que RIEV es eso, una revista simbólica de este país. Y, mire, tampoco está vacía, porque si estuviera vacía habría perdido su simbolismo hace tiempo. Es decir, tiene sustancia. Pero creo que, más que la sustancia, lo que vale es su valor simbólico. Los autores, profesionalmente, trabajan en otras revistas, en revistas muy profesionales, lo cual no quiere decir que RIEV no tenga su importancia y su sentido.

Pero, ¿a quién va dirigida?

Pues creo que va dirigida a un grupo determinado de gente, a los socios de Eusko Ikaskuntza y... Ya sabe que Eusko Ikaskuntza tiene secciones y cada sección tiene varios socios, con su revista profesional y sus trabajos sobre esa sección. RIEV es para todos los socios. Ahora bien, ¿quiénes son los socios de Eusko Ikaskuntza? Definitivamente, la sociedad. Mire, algunos adquieren un compromiso como socios para hacer trabajos y poner dinero, para que Eusko Ikaskuntza sobreviva. Y ¿por qué tiene que sobrevivir Eusko Ikaskuntza? Pues porque la necesitamos, este país la necesita. Y si como país necesitamos a Eusko Ikaskuntza, también necesitamos a RIEV. Se puede decir de esa manera. Eusko Ikaskuntza no vive solo para sus socios, sino para toda Euskal Herria, por tanto, RIEV también.

Entonces, ¿va dirigida a cualquiera?

Sí pero, vamos a ver, tenemos que saber de antemano que cualquiera no tiene ganas ni formación para leer alguna de las cosas de ese mundo. Digamos que RIEV, desde ese punto de vista, va dirigida a vascos concienciados -conciencia que puede ser científica, social, política... -que tienen cierta formación. Hay que tener en cuenta otra cosa: cuando apareció RIEV, ¿cuántos universitarios había en Euskal Herria? Muy pocos. En aquellos tiempos, RIEV se distribuía en las universidades de Europa y tal vez se vendieran menos ejemplares aquí que fuera. Sin embargo, hoy en día las cosas no son así, la sociedad está cambiando. Por tanto, ¿a quién va dirigida? Pues en principio a cualquiera, y luego cada cual sabrá qué hacer con el ejemplar de RIEV que tiene entre manos.

¿Sabe qué tipo de gente la lee?

Por un lado, veo que mucha gente no conoce RIEV. Algunos de los que la conocen, como le he comentado anteriormente, la conocen de un modo simbólico. Pero eso no tiene por qué sorprender a nadie, porque sabemos que eso es así, sucede con RIEV y con otras muchas publicaciones. No podemos olvidar en qué mundo vivimos, es difícil tirar hacia adelante en este ambiente en el que nos movemos, ya que cualquiera tiene miles de opciones de consumo, no estamos en el siglo XIX. Imagínese un abogado, un empresario o un político de aquella época, ¿qué podía hacer? Oír música en el gramófono -los ricos-, ir a algún concierto de vez en cuando y leer. Hoy en día, en cambio, tenemos otras muchas opciones, y la de leer es la última para todos, incluso para la gente culta y bien informada. Además, lo que muchos leemos es lo de nuestro trabajo y no tenemos tiempo para leer otras cosas.

Uno de los objetivos de RIEV, según se puede leer en Internet, es el de ser un foro de debate. ¿Lo consigue?

Debatir no es sencillo, y menos por escrito. Otra cosa es ser un foro libre y, como RIEV es libre, cualquiera puede escribir lo que quiera -mientras tenga una buena base científica-, y las respuestas que se le puedan dar también se publicarán, si están bien sustentadas. Es decir, RIEV es un lugar libre, no tenemos prefijados planteamientos teóricos cerrados. En concreto, no es el lugar más indicado para publicar artículos políticos, pero si alguien escribe algo sobre eso, lo aceptamos. Yo, al menos, no soy ningún censor y nunca he tenido ganas de serlo. Hay que respetar la libertad de cada cual y hay que darle las oportunidades para ejercer esa libertad, y si RIEV vale para eso, pues mejor. Además, tenemos que tener en cuenta que Eusko Ikaskuntza no es monopolio de ninguna ideología, sino de un país, incluyendo toda la riqueza de ese país.

La revista nació hace cien años, pero no ha permanecido viva durante esos cien años, sino que se interrumpió desde 1936 hasta 1983.

Su alma ha estado viva durante esos cien años, pero no ha estado siempre en la imprenta. En los tiempos de la dictadura de Franco hubo problemas y hasta el último año no se planteó la necesidad de recuperarla. En los últimos años del franquismo algunos se acordaban de RIEV. Por ejemplo, Imanol Olaizola se encargó de cuidar el título y lo volvió a registrar, y se trabajó para volver a resucitar RIEV, lo cual se consiguió hace 25 años.

¿Con otra filosofía o conservando totalmente la anterior?

Eso no lo sé, porque muchas veces... una cosa es la filosofía y otra la praxis. Tú puedes tener una filosofía, pero si no hay artículos, si no hay autores, si no se crean cosas, la filosofía no vale. Entonces, ¿qué filosofía no cambia? No ha cambiado el carácter internacional, no ha cambiado el hecho de ser para Euskal Herria, no ha cambiado el que los autores más célebres de Euskal Herria tengan la puerta abierta para colaborar aquí. Por lo demás, mire... el mundo no es igual. Como hemos dicho antes, no es lo mismo que haya o que no haya televisión, que haya o no haya universidad, que no haya revistas o que haya un montón de revistas. Entonces, ¿la filosofía? La filosofía es la de ser la revista internacional de los estudios vascos, es decir, que sus principales valores continúen adelante. Uno de ellos es el valor simbólico, otro ser el espejo de Eusko Ikaskuntza y el otro publicar trabajos interesantes.

Revista internacional. ¿En qué consiste hoy en día ese carácter internacional?

Mire, yo intento que lo sea y lo conseguimos con dos cosas. Una son los autores, ya que siempre suele haber un par de artículos -o, al menos, intentamos que los haya- escritos por extranjeros. Cuando digo extranjeros, me refiero a gente de fuera del estado.

Pero, ¿son artículos sobre Euskal Herria?

O sobre temas que puedan tener que ver con Euskal Herria. Por ejemplo, si el tema es la alimentación, hablar sobre la sidra, sobre su importancia... Eso tiene que ver con Euskal Herria, pero lo ha escrito un italiano. Y, ¿qué tema puede tener que ver con la actual Euskal Herria? Cualquiera. Porque somos una sociedad moderna y porque estamos entroncados en el eje del mundo, no estamos en ninguna periferia. Por otra parte, a la hora de escoger los temas, hay que actuar con amplitud de miras y yo intento hacerlo así. He establecido la condición de que RIEV no sea únicamente una revista de ciencias humanas. Para mi, eso sería lo más sencillo, sobre ese tema hay un montón de trabajos, muchos autores en España, también en Euskal Herria, todos profesionales. Literatura, topología, algunos temas de filosofía e historia, y tirar adelante con eso. Pero no se puede actuar de esa manera. Queremos que en la revista aparezca la tecnología, la biología, la economía, las matemáticas y la física, ¿por qué no? Que RIEV sea un símbolo de nuestro pueblo, no un símbolo abstracto, sino concreto. ¿Qué somos? Un país moderno, con problemas modernos, con reflexiones profundas... El objetivo es aportar reflexiones, ideas.

Le voy a preguntar de nuevo sobre el carácter internacional: ¿RIEV es también internacional respecto a la difusión, se distribuye en el extranjero?

Por supuesto. RIEV nunca será una gran revista, me refiero desde el punto de vista del número de ejemplares. Pero llegamos a varias direcciones fuera del País Vasco y entre esas, también universidades. Lo que yo tengo claro es que RIEV no es una revista corriente, es especial, y su gestión también ha de ser especial. Eso es lo que yo, como director, tengo que tener en cuenta, y los demás tendrán también que tener en cuenta que mi trabajo no es la dirección de una revista corriente, sino otra cosa, con otros condicionantes y con otros planteamientos. Y yo ahora estoy pensando con una proyección de siete, ocho o diez años.

¿Qué lugar ocupa el euskara y qué lugar ocupará en adelante en RIEV?

Nosotros hacemos esfuerzos para que el euskara esté presente en RIEV, el euskara es importante para RIEV. No tanto como tema, porque para eso ya está Euskara, la revista de Euskaltzaindia. Además, nosotros decimos que la vocación de esta revista es realizar reflexiones generales de alto nivel. Recientemente hemos tomado una decisión: los idiomas de RIEV van a ser cuatro, los tres de Euskal Herria y el inglés. Ese es nuestro reto: el objetivo es que el euskara tenga una mayor presencia y para eso tenemos que atraer a nuestros jóvenes, a jóvenes euskaldunes capaces de hacer reflexiones escritas.

Los artículos de RIEV, ¿están escritos en un lenguaje para que todo el mundo los entienda o, por el contrario, el lector ha de estar especializado? No, normalmente no necesita estar muy especializado. Nuestro lector tiene cierto nivel de educación, pero no tiene que estar instruido necesariamente en el tema sobre el que va a leer. Puede ser, por ejemplo, un médico que está aburrido de leer trabajos sobre medicina y que tiene ganas de leer algo sobre historia. Creo que RIEV está hecho para los lectores de RIEV, y usted pensará: ¡mira lo que dice este! No, RIEV tiene sus connotaciones porque las tiene, y a una revista que tiene ese tipo de connotaciones sólo se acercan determinadas personas. Y, normalmente, esas personas entienden lo que se dice en RIEV, porque hay identificación entre el valor simbólico y el valor material. Aingeru Zabala Uriarte (Bilbo, 1949) “Yo lo que soy es historiador”, aclara Zabala. En 1974 finalizó sus estudios en la Universidad de Deusto y ese mismo año comenzó a ejercer la docencia, también en Deusto y en el departamento de Historia. Fue director de Museos, Archivos y Bibliotecas en el primer Gobierno Vasco posterior a la dictadura, “lo que hoy en día sería Patrimonio Cultural, pero entonces tenía ese nombre”. Estuvo en el Gobierno hasta 1984 y, después, emprendió su actual cargo en la Diputación Foral de Bizkaia. Es Archivero de Bizkaia, es decir, director del Archivo Histórico de Bizkaia. Es también miembro de diversas asociaciones, entre las que cabe citar los consejos editoriales de varias revistas, y ha publicado varios trabajos sobre la historia y el patrimonio de Euskal Herria.
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