El carácter propositivo es el denominador común de las cuatro respuestas de este mes a la pregunta del año 2019 de Eusko Ikaskuntza, con la integración y la cohesión social como eje.
El consultor social Fernando Fantova, concreta cuatro iniciativas que podrían incluirse en un pacto social vasco. Señala la importancia de aumentar la inteligencia pública y común, así como la capacidad de poner a prueba dispositivos, sistemas, tecnologías o ingenierías sociales que, desde lógicas de sostenibilidad relacional y territorial, ayuden a un desarrollo social innovador.
Pablo Moratalla es coordinador de EHLABE (Euskal Herriko Lan Babestuaren Elkartea), entidad que tienen como objetivo la generación de empleo de calidad para personas con discapacidad. Moratalla detalla nueve puntos que considera vitales para dar respuesta a los retos que en esa área se plantean.
En opinión de Maite Fouassier, investigadora de Ikuspegi, socióloga y trabajadora social, hay cuatro espacios o ámbitos (estructural, institucional, relacional, individual) que están fuertemente relacionados entre sí en orden a la integración y la cohesión social. En ellos se debe actuar de manera conjunta, atendiendo especialmente a los colectivos más expuestos a caer en procesos de exclusión.
Con el título de La reorientación de las políticas sociales como reto para una Euskal Herria más cohesionada, Mikel Malcorra, presidente de Elkartean (confederación coordinadora de personas con discapacidad física de la CAPV), sostiene que es necesario que las instituciones públicas vascas, las entidades que integran el Tercer Sector Social y la sociedad en su conjunto, inicien una reflexión crítica sobre la dirección de las políticas sociales.