Ingrid Kuschick y Raphaël Parejo-Coudert. Antropóloga y etnomusicólogo/sociólogo: La etnografía y la antropología contemporáneas no se ocupan de lo actual

2007-05-25

BREA, Unai

Ingrid Kuschick y Raphaël Parejo-Coudert, investigadores afincados en Berango (Bizkaia), poseen una vasta experiencia en trabajos de campo. Recientemente, participaron en el estudio pluridisciplinario sobre etnografía de la cuenca minera vizcaína titulado “El patrimonio etnográfico en la Margen Izquierda Vizcaína-valores y tradiciones trasmitidos por vía oral”, del cual fue coordinadora Kushcik. Visitamos a ambos en su casa, repleta de material técnico, gran parte del cual es utilizado para trabajos de restauración. Y es que Kuschick y Parejo-Coudert hacen hincapié, entre otras cosas, en la correcta conservación del material que el investigador etnográfico recopila. Ese es uno de los ejes en torno al que se ha vertebrado la asociación Txoke! Ellos son fundadores y principales impulsores.

¿Qué es Txoke!?

Kuschick: Somos cinco fundadores: dos personas del País Vasco y una francesa, además de nosotros. El nombre proviene de que hemos visto, por propia experiencia, que si alguien tiene una idea y quiere conseguir financiación para llevar a cabo su proyecto, los plazos son muy cortos, hay que movilizarse para obtener el máximo resultado en poco tiempo.

Parejo-Coudert: La metodología clásica no vale, así que tuvimos que inventar un sistema propio, que es un poco como el de los comandos militares.

De choque, precisamente...

Parejo-Coudert: Eso es, pero para investigación. Al principio usábamos la palabra como una broma, pero después nos gustó. Buscamos y vimos que en euskera existía la palabra, por lo que decidimos ponerle ese nombre a la asociación.

Txoke! se autodefine como asociación europea para la investigación, el rescate y la puesta en valor del patrimonio cultural.

Kuschick: Y dentro del patrimonio cultural, la línea fuerte es el patrimonio inmaterial. No se trata de monumentos o edificios, sino de esa cosa volátil que tiene la gente en la cabeza, y que está transmitido básicamente por vía oral.

Parejo-Coudert: O que tal vez se plasma en ciertos soportes materiales, como pinturas, fotografías...

Hablemos de sus objetivos. ¿Es el rescate el más importante?

Kuschick: Y la puesta en valor. En en el trabajo que hemos llevado a cabo en las Encartaciones hemos visto cómo trae sus frutos.

Parejo-Coudert: Cuando hicimos el trabajo vimos gente muy decaída, hablando de la minería como un fracaso...

Kuschick: “¿Por qué alguien se interesa por esto?”, se preguntaban, “si esto está muy mal”...

Parejo-Coudert: Ellos se sentian mal. Esa margen izquierda un poco dejada de lado... Así lo vivian.

Pero, si ellos conceden tan poco prestigio al que fue su oficio, ¿hacen lo mismo con las costumbres?

Parejo-Coudert: Lo tenían un poco encerrado en su marco.

Kuschick: Ahora lo han recuperado, incluso algunas canciones han sido incorporadas al repertorio de corales, que hasta ahora no las conocían.

Parejo-Coudert: Eso es antropología aplicada, es decir, que no sirve para guardarlo en un cajon, sino que vuelve a la gente, y sirve para fomentar algo. Las generaciones jóvenes de esos pueblos desconocían esas canciones, las descubrieron entonces.

Ahora tienen ustedes otros proyectos entre manos...

Kuschick: Sí. Vamos a estudiar, por ejemplo la tradicion del Olentzero en Berango.

Parejo-Coudert: Lo interesante es ver cómo la gente utiliza el personaje. Y ver cómo lo perciben los niños frente a Papá Noel o los Reyes Magos. Y también hablar con la gente mayor sobre cómo ven la tradición.

Kuschick: Tenemos otro proyecto en Berango: etnografía por fuentes orales. O sea, críos entrevistando a personas mayores de su entorno familiar. Pero no necesariamente que hayan vivido toda la vida en Berango. Queremos ver los cambios que ha habido en el pueblo, la gente que ha venido a vivir.

Parejo-Coudert: Es un tema muy interesante que yo ya había estudiado un poco. Y el sistema lo había aplicado en una zona de Francia, que en diez años pasó de ser puro campo a estar llena de torres. Hicimos un trabajo con cien alumnos de varias escuelas entrevistando a sus abuelos, y la conclusión fue que realmente los cambios habían sido tremendos. Los abuelos comentaban lo que les había caído encima cuando quitaron el campo para construir torres. Y aparece el desfase de esa genten, que en su mayoría eran campesinos. En esa ciudad con torres no había sitio para ellos. Es todo el fracaso que han vivido y cómo sus hijos han tenido que cambiar de rumbo. En esa ciudad, el problema era el corte de comunicación entre generaciones.

Kuschick: Y con esa metodología, eso se amortigua en parte.

Creo que hay un tercer proyecto para Berango...

Kuschick: Sí, es un proyecto piloto que servirá de base para un trabajo más general en toda Bizkaia. Uno de los pilares de Txoke! Será prestar apoyo y asesoramiento a gente que está interesada en patrimonio, que tiene grabaciones, fotografías... Pueden ser coleccionistas, gente que tiene algo de su patrimonio familiar... Nos gustaría saber cómo se puede preservar mejor.

Parejo-Coudert: Yo trabajé durante más de un año en la fonoteca de uno de los museos de etnografía más importantes de Francia. Y hasta los investigadores profesionales graban de cualquier manera, conservan de cualquier manera sus cosas... Es un patrimonio que se pierde. Un papel que podemos desempeñar en Txoke! Es asesorar a la gente, algunos profesionales y otros que no lo son, para saber cómo conservar sus cosas. Hay gente que es un desastre, tienen grabaciones pero conservadas de cualquier manera. Excelente material, pero nivel técnico cero.

¿Acaso hay más investigador amateur de lo que pensamos?

Parejo-Coudert: Muchísimo más.

Kuschick: Muchas veces la gente investiga sólo para sí misma, y luego llega el momento en que muere, quedan los legados... Es lo más difícil.

Parejo-Coudert: Incluso se tiran las cosas.

El próximo día 2 de junio Txoke! celebrará su primera asamblea general, en Berango precisamente...

Parejo-Coudert: Será la primera asamblea general a nivel europeo. Vamos a ver qué estructura se puede comenzar a organizar a partir de eso. Es decir, que va a haber una antena en Francia, otra en Alemania... Pienso que llegamos a un momento en que está un poco en crisis la antropología clásica, que tiene unos marcos un poco rígidos.

¿En qué sentido?

Parejo-Coudert: Un antropólogo no habla con un etnólogo, no habla con un historiador. Es un antropólogo. Y ahora estamos abriendo las disciplinas. En un tema que nos interesa: ¿qué puede aportar el etnólogo?, ¿qué puede aportar el historiador?, ¿qué puede aportar el antropólogo?

Kuschick: Está, por ejemplo, el tema de las radios.

Parejo-Coudert: En efecto, es otro proyecto europeo en el que vamos a trabajar con ex radios libres...

Dice “ex”. ¿Acaso las cerraron?

Parejo-Coudert: No, es que ya les han dado la licencia. Hay una aquí en Bilbao, que es Tas-tas, otra en Alenania, y una en el sur de Francia. Tenían distintas orientaciones pero todas estaban prohibidas.

Kuschick: Son de la misma generación, con mucho recorrido, programación variada... y tienen archivos. Es una fuente increíble para todo tipo de estudios.

Eso rompe un poco el esquema de que la etnografía, en general, es caserío, granja, vacas...

Kuschick: El hecho de estudiar la mina ya indica que no, porque la mina tampoco es clásica. Es industria.

Me refiero a cosas que ya pasaron...

Kuschick: Bueno, en todo caso siguen estando en las mentes de las personas.

Parejo-Coudert: No solamente eso, sino que lo de hoy mañana será pasado. Es el error fundamental que ha existido en la etnografía y la antropología contemporáneas: no ocuparse de lo que pasa hoy en día.

Trabajan en torno al patrimonio inmaterial, según han mencionado al principio de la entrevista. Es un tema al cual, en la UNESCO al menos, se le está dando vueltas desde hace bastantes años, pero el verdadero impulso, ¿es más reciente?

Parejo-Coudert: Le puedo decir exactamente la fecha: empezó en 1986, con un pequeño grupo de investigadores (entre ellos yo), gente que estaba en el Ministerio de Cultura en Francia. Y después lo retomó la UNESCO y lo hizo suyo. Patrimonio intangible, dicen los ingleses. En Francia, desde el principio, hablamos de inmaterial. Se habla de patrimonio mueble e inmueble, y así hemos construido también la palabra inmaterial, a partir de material. Es un patrimonio inconsistente. Ahora estamos empujando para que se clasifique como patrimonio de la humanidad lo inmaterial, en ciertos casos. Y lo conseguimos, porque ya se han declarado como tal algunos cantos de Papuasia, o el Misterio de Elche

¿Hay mucho patrimonio inmaterial en peligro?

Parejo-Coudert: ¡Es que es mucho más frágil!

¿No da a veces la sensación de que hay prisa por rescatar? Se habla de que, sobre todo en América, se pierden varias lenguas por semana, o por mes...

Kuschick: Aquí lo que se pierde es la transmisión.

Cuando dice usted aquí, ¿se refiere a Europa?

Kuschick: Digamos al primer mundo. Con los medios de comunicación, la televisión... la gente enmudece, se rompe la cadena entre las generaciones y también entre individuos, se habla cada vez menos.

¿Hay mucha gente investigando sobre patrimonio inmaterial?

Parejo-Coudert: Hay poca gente que lo haga siendo totalmente consciente de qué es esto. Es decir, hay muchos que investigan, recopilan... pero lo hacen, primero, sin análisis, y segundo, sin haber armado en la cabeza lo que eso significa. A partir del momento en que el investigador recopila algo, ese algo le pertenece. Es decir, que tiene que grabarlo lo mejor posible, después hacer copias, después analizarlo, después depositarlo, preservarlo... Es decir, todo lo que no hacen los investigadores.

Kuschick: Muchas veces, los investigadores únicamente tienen en cuenta el resultado final, la publicación, y el resto del camino no les importa tanto.

Parejo-Coudert: Para ellos lo que vale es el libro publicado. Pero para mí es más importante, tal vez, el material original. El que publica se puede equivocar en su libro, pero el material está ahí, y es el que es. Y lo importante es que si estudias el patrimonio inmaterial, si lo tienes en la cabeza, vas a respetar esa cadena de principio a fin. Esta es una idea totalmente nueva, la lanzó una persona q se llama Geneviève Dournon, que era responsable del Laboratorio de Etnomusicología del Musée de l’Homme, en París.

Kuschisck: Esto no se aprende en las universidades, porque claro, te mandan hacer estudios de campo y que lleves de vuelta tus hojas escritas. Y lo que hay en medio es secundario totalmente.

Parejo-Coudert: ¡Cuántos investigadores graban encima de cintas usadas previamente! A mí esas cosas me las explico Dournon en los años 90, pero casi nadie lo aplicó en su trabajo de investigación, salvo ella. El papel de la investigación también es ayudar a los investigadores en la conservación de los materiales. El aspecto técnico es importante, porque así respetamos la cadena. Si quieres que algo se conserve en una fonoteca o un museo, tiene que llegar en buen estado. Hay que restaurar, hacer copias... El investigador tiene que tener eso en la mente, y no es el caso.

¿Hay mucho patrimonio inmaterial en Euskadi?

Parejo-Coudert: En todas partes lo hay. Le daré un ejemplo de una joven francesa, que está trabajando para su tesis, sobre la huella que deja en la memoria la gestualidad de los bailarines en el baile contemporáneo. Eso es patrimonio inmaterial. Lo que pasa es que hasta que a la gente no le entre, no lo va a ver. Para verlo hay que saber lo que es. Hay un motnón de cosas que pueden entrar en esa categoría: lo que están jugando ellos ahora [señala a los hijos de Ingrid], tal vez un juego que aprendieron de otros niños... Es una cosa un poco fugitiva, que queda en la memoria, o que se practica durante un tiempo.

¿El patrimonio inmaterial que corre peligro siempre es susceptible de ser rescatado, o hay puntos de no retorno?

Parejo-Coudert: Pienso que el punto de retorno llega cuando quedan solamente dos personas muy viejas para contarlo.

Kuschick: Cuando ya las cosas no se pueden contrastar bien.

Imagino que el patrimonio inmaterial no será inmutable, sino que estará en constante cambio... De hecho, ¿qué es el patrimonio inmaterial? ¿El hecho de celebrar la fiesta, o el modo en que se celebra? Porque la fiesta debe cambiar para sobrevivir, ¿no?

Parejo-Coudert: Tiene que ver con lo que en castellano se llama idiosincrasia. Y esa idiosincrasia cambia si hay un cambio tremendo como ocurrió en la minería.

Kuschick: Yo, por ejemplo, descubrí muchas cosas nuevas haciendo un estudio sobre fiestas en las Encartaciones.

Parejo-Coudert: Se crean un montón de cosas nuevas.

Kuschick: Por eso existe la antropología. Si no, sería historia.

Parejo-Coudert: Es lo que querían hacer en Francia, y lo que quieren hacer en toda la Unión Europea: la antropología no debe existir más. Quieren suprimir la etnología y la antropología por ser cosas ya del pasado, y eso es falso. La creación de la asociación Txoke! tanbién tiene algo que ver con esto. Kuschick: No hay que limitarse a preguntar sobre el pasado a la gente mayor, mucha gente hace el corte ahí. La tradición, y ya está. No, hay que fijarse en lo que sucede ahora mismo. Ingrid Kuschick

(Münster, Alemania, 1962) Estudió Antropología, Historia Moderna y Geografía en la Universidad de Münster, su localidad natal, y posteriormente hizo un curso de especialización en antropología en la London School of Economics de Londres. Volvió a Alemania para preparar su doctorado, en la Universidad de Freiburg. Entre 1989 y 1999 realizó investigaciones acerca del cambio social y cultural y el patrimonio etnográfico en Cáceres. Además, dirigió la creación del Museo Etnográfico de Cilleros, en esa misma provincia. Coordina, desde 2005, el desarrollo de una base de datos integral para el Museo de la Minería del País Vasco. Es socia, entre otras, de las siguientes instituciones: - Eusko Ikaskuntza - EASA (European Association of Anthropologists, University of Sussex, Inglaterra) - AVPIOP (Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública) Se afincó en el Estado español en 1991, y desde 1998 vive en Berango. Raphaël Parejo-Coudert

(Saint-Etienne, Francia, 1952) Hijo de un exiliado de Santurtzi y de madre francesa. Estudió Etnomusicología en la Universidad París X, al mismo tiempo que hacía estudios en el Instituto de Musicología Carlos Vega (Argentina), y recibía formación especializada en Berlín. Después, se interesó por la sociología política, disciplina que estudió en París VIII y cuyo doctorado está aún pendiente de terminar. También ha recibido formación especializada en antropología aplicada al desarrollo, en la Universidad de Rennes, en Bretaña. Investigó desde 1983 a 1995 las músicas tradicionales y populares de las zonas andinas de Perú, Bolivia, Ecuador y el noroeste de Argentina. A partir de 1996 se interesó por el patrimonio musical vasco. En Lapurdi rescató más de un centenar de canciones en vías de desaparición, en el marco del proyecto Kantuketan. Actualmente sigue investigando en Bizkaia. Entre 2003 y 2005 trabajó como investigador y asesor científico con el equipo del Museo de las Encartaciones, en el proyecto de exposición “Música tradicional de las Encartaciones: cantos e instrumentos”. Actualmente desarrolla una base de datos integral para el Museo de la Minería del País Vasco. De 1989 a 2001 realizó una investigación sobre el exilio político argentino en París. Es socio de: - Eusko Ikaskuntza - EASA (European Association of Anthropologists, University of Sussex, Inglaterra) - Sociedad Francesa de Etnomusicología - Sociedad de Etnología Francesa. - AFAS (Asociación Francesa de poseedores de documentos Audiovisuales y Sonoros) Vive en Berango desde el mes de septiembre pasado.
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