La socia Amaia Nausia Pimoulier traza la historia de las viudas durante el Antiguo Régimen en un libro de reciente publicación.
Desde el siglo XVI, las viudas fueron figuras inquietantes a menudo señaladas por el dedo inquisidor. Sin dependencia de varón y con un bagaje vital y material que las hacía relativamente libres, serían acusadas de brujería o despojadas de sus negocios y bienes. Sin embargo, a pesar de la soledad y de la marginación a las que muchas se vieron abocadas, un gran número de viudas resistirán y, en un ejercicio de insumisión, conseguirán enfrentarse con éxito al eterno dilema de “o casada o sepultada”.
Ni casadas ni sepultadas. Las viudas: una historia de resistencia femenina (ed. Txalaparta) es un profundo y riguroso estudio del que emerge un fresco vivo de la situación de las mujeres en los siglos XVI y XVII.