La transformación de los espacios culturales y expositivos de Bilbao comienza por una conjunción de esfuerzos y voluntades, en una arriesgada apuesta institucional que ya en 1989 coloca los cimientos para esta transformación. Bilbao y sus nuevas infraestructuras se proyectan más allá de su ámbito físico y protagonizan la escena cultural a nivel internacional, ya consolidada.