Andoni Zubizarreta: "Los proyectos que hemos desarrollado ponen de manifiesto que el Athletic sigue vivo"

2003-10-17

EZKERRA, Estibalitz

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2003/10/17-24 Andoni Zubizarreta

Director Deportivo del Athletic Club "Los proyectos que hemos desarrollado ponen de manifiesto que el Athletic sigue vivo" Estibalitz Ezkerra

Fotografías: Marieli Oviedo

Jatorrizko bertsioa euskaraz Un día fresco el de hoy. Oficialmente primaveral, aunque, en vista de la baja temperatura, muy cercana a la estación otoñal. Poco a poco, los futbolistas empiezan a llegar al terreno de juego y, tras realizar los ejercicios de calentamiento, se disponen a jugar con el balón. De cuando en cuando se oyen las nerviosas risas de las chicas que se han acercado para observar a sus ídolos. La liturgia del entrenamiento hace tiempo que dejó de impresionar a Andoni Zubizarreta. Echa una mirada por la ventana de su despacho para seguir el desarrollo de los entrenamientos, y reemprende sus quehaceres de director deportivo. Se nota que el campeonato ya está en marcha. En el primer encuentro, el Athletic disputa contra el F.C. Barcelona. Supongo que habrá vivido el primer encuentro de una manera especial... Partidos como ése hacen que vibre. Y no sólo por haber jugado en los dos equipos, sino porque tengo amigos en los dos. A fin de cuentas, las relaciones las mantienes con las personas, con los entrenadores y los jugadores. Ahora bien, desde mi condición de miembro de la directiva del Athletic, y viendo los partidos desde el palco, mi deseo es que gane nuestro equipo, pero siempre queda el recuerdo de otros tiempos. Sé lo que es jugar en San Mamés con la camiseta del Barcelona, lo singular que resulta jugar contra un equipo al que se quiere tanto. El primer partido que disputé en Bilbao con el Barcelona me resultó muy duro, porque tenía frente a mí a mis amigos y a mis colores. Pero tú estás donde estás, y tienes que darlo todo para ganar el partido. Es una sensación muy especial. Llegó al Athletic en los tiempos de Clemente, y le ha tocado ser el sucesor de Iribar. ¿Qué recuerda de aquellos tiempos? Desde pequeño he sido un acérrimo seguidor del Athletic, de modo que el jugar en este equipo me produjo una inmensa alegría. Claro que antes tuve que superar todo tipo de obstáculos. La mayoría de los jugadores procedían de Lezama, pero yo fui primero al Alavés. Al llegar al Athletic uno puede llegar a pensar que ya lo ha hecho todo, pero luego se da cuenta de que no ha dado más que un paso, y que todavía le quedan muchos más. En el Athletic me encontré con un equipo formidable, con un ambiente tremendamente cordial, y con entrenadores que confiaban en mí. Cuando eres joven te falta seguridad en ti mismo, pero el ver que los amigos y los entrenadores están dispuestos a echarte una mano ayuda, y mucho. Algunos seguidores declaran que, con los años, la relación entre los jugadores, e incluso el propio ambiente, ya no son lo que eran. La vida sigue. Estamos hablando de hace veinte años. Cada temporada tiene sus propios códigos. Angel dice que los jóvenes de ahora no son como los de antes, pero yo creo que eso se dice siempre que llegan nuevas generaciones. Una de las ventajas que tenemos con los jugadores de nuestro equipo es que su procedencia es muy similar, y no tienen problemas de integración. Además, he comprobado que, en este equipo, las relaciones que se mantienen con el club, con el juego y con la gente son distintas. Todo eso hace que el Athletic sea un equipo distinto a los demás. Angel Iribar, al que acaba de hacer alusión, ha pasado de ser su maestro a ser su colaborador. ¿Qué tal se llevan? Siempre le he guardado un enorme respeto. En tanto que jugador, era una referencia muy importante. He aprendido mucho de él. Hemos trabajado mucho. Ninguno de los dos somos demasiado conversadores, pero siempre ha habido una ágil comunicación y buen entendimiento entre nosotros. Teníamos plena confianza el uno en el otro. De hecho, la relación sigue intacta. Sé que ante la más mínima duda estará dispuesto a darme su consejo, porque conoce a los jugadores a la perfección. Y también a los equipos. Es una persona a la que merece la pena escuchar. Me parece interesante conocer su punto de vista. En estos momentos, ¿cuáles son las ocupaciones de Andoni Zubizarreta? Principalmente, estoy centrado en el fútbol base, que es lo que en estos momentos están desarrollando la mayoría de los equipos. Pero si en estos momentos tuviera que destacar un equipo, ése sería el Athletic. Nuestras raíces siempre han estado ligadas a la cantera. De hecho, es una de las primeras ideas que le viene a la gente cuando se le menciona este club. A mí por lo menos sí. El Athletic se ocupa de su gente. Y no me refiero sólo a los 200 chavales de Lezama, sino a todos los jóvenes de Euskal Herria: a los alaveses, guipuzcoanos, navarros y vasco-franceses. Trabajamos con todos. Por una parte, porque así lo queremos, y, pero, además, porque es nuestra misión. No podemos salir fuera a hacer nuevos fichajes. Nuestra obligación es ayudar a los de casa y dotarles de medios. Si hacemos las cosas bien, todos saldremos ganando. Somos conscientes de que los jóvenes de hoy, al realizar todo tipo de estudios, no disponen de mucho tiempo para acudir a los entrenamientos. Por eso, queremos diseñar unos planes que les permitan continuar con el fútbol sin verse obligados a abandonar sus estudios. Los seguidores del Athletic estarían encantados de que la cantera proporcionara un par de "joyas" al año, pero no siempre resulta posible. Y, por otra parte, ante la costumbre que han adquirido los equipos que forman parte de “la liga de las estrellas” de realizar fichajes millonarios, no debe de resultarles fácil seguir siendo fiel a su filosofía. La historia del Athletic está repleta de momentos difíciles. Cuando otros equipos empezaron a fichar a jugadores extranjeros, algunos vaticinaron el final del Athletic. Pero aquí seguimos. Y, además, obteniendo resultados. El fútbol es un deporte de equipo. No se trata de contar con jugadores de ilustres apellidos. En el terreno de juego se enfrentan once jugadores contra once, y por mucho que se juegue contra un equipo repleto de estrellas, siempre existe la posibilidad de ganar el encuentro. Cierto que jugadores de ese calibre dotan de más medios al equipo, y mientras que nosotros, para ganar un partido, tenemos que realizar un juego brillante, a ellos les basta con un par de jugadas para resolver el marcador a su favor. De todos modos, considero que continuar con nuestro trabajo colectivo y apostar por el equipo en su integridad, sin concentrar la atención en estrellas individuales, es un concepto que nos queda mucho más cerca. Así es como vamos a alcanzar resultados. En ese sentido, el Athletic tiene una fuerza especial. No podemos olvidar que, gracias a esas “estrellas”, los clubs embolsan importantes beneficios económicos. Sí, pero se ven obligados a manejar presupuestos de mayor envergadura, y tienen mayores gastos. Al final, la situación se asemeja bastante. No es fácil mantenerse año tras año en el campeonato. Nunca sabes en qué puesto vas a terminar. Puede que esta temporada acabes en segundo lugar, y la próxima en el décimo. En cualquier caso, no podemos equiparar nuestros objetivos con los del F.C. Barcelona, que juega exclusivamente para ser el primero. Nuestro proyecto no cuenta con una sola finalidad. Si conseguimos mantenernos entre los primeros, fenomenal, porque, a fin de cuentas, el objetivo de este juego consiste en ganar y alcanzar el primer puesto, pero el Athletic aspira además a que haya un buen entendimiento entre los jugadores, a que los jóvenes encuentren razones para seguir con el fútbol, etc. El Athletic no sólo pide, sino que también da. Volviendo al fútbol base, ¿han barajado la posibilidad de fundar una escuela similar a la existente en Cataluña? No. Tras analizar las distintas opciones que se nos presentaban, decidimos abrir centros de Enseñanza Media en el Duranguesado y en las Encartaciones. Contratamos a unos entrenadores, dispusimos a los jugadores de estas zonas en varios equipos, y realizamos una selección para formar un nuevo equipo. Es un proyecto con el que hemos empezado este año y en el que tenemos depositadas muchas esperanzas. Creemos que las lecciones que aprendimos en Lezama a lo largo de 30 años algo nos han enseñado. De todos modos, la gente interpreta el término enseñar en el sentido de imposición, pero no se trata de eso. Lo que queremos es poner nuestros conocimientos al servicio de los demás. En este caso, hemos diseñado un plan junto con los clubs e ikastolas del Duranguesado que, suponemos, beneficiará a todas las partes. Luego, habrá que ver hasta dónde llegan nuestras capacidades, para que, a medida que vayamos avanzando, podamos introducir mejoras en el proyecto. ¿Se plantean salir fuera de Bizkaia? Desde luego. Aunque estemos localizados en Bilbao, en Bizkaia, nos gustaría trabajar con todos los equipos vascos. Es más, contamos con jugadores de toda Euskadi. Siempre que se muestren de acuerdo, quisiéramos trabajar con todos, sin imposiciones de ningún tipo. Ahora mismo estamos en contacto con varios equipos de Navarra, y estamos muy satisfechos con los resultados. En determinadas ocasiones se han suscitado vivas polémicas entre los clubs por los acuerdos y fichajes que superan las fronteras de Bizkaia. En Donostia no ven con buenos ojos que toquen a sus jugadores. Es cierto que a veces lo ven como una especie de invasión por parte de los vizcaínos, pero nuestra propuesta es distinta. Si las dos partes muestran su conformidad para trabajar conjuntamente, adelante. Eso es lo que nosotros planteamos. Pero hay algo que no entiendo: ¿por qué puede Ermua trabajar con el Athletic, y Eibar sin embargo no, cuando resulta que los dos municipios están a la misma altura? Lo mismo da ser vizcaíno, guipuzcoano, o lo que sea. Cada uno tiene sus propias aspiraciones y debe actuar conforme a ellas. Además, creo que Euskal Herria es más difusa que las provincias que la forman. Yo mismo soy guipuzcoano y he jugado en el Alavés y en el Athletic. En estos últimos años, el Athletic ha adoptado una serie de decisiones verdaderamente importantes. Por ejemplo, la de convertirse en Fundación. Ha sido una decisión muy importante, porque no sólo el Athletic debería ocuparse de trabajar con los jóvenes. También las instituciones públicas y privadas deberían implicarse directamente. Nuestro cometido, a fin de cuentas, consiste en formar a los jugadores, pero si éstos desean ejercer otra profesión, tendrán que recibir una educación adecuada. El fútbol es un buen sistema para llegar hasta los jóvenes. Es bueno combinar los dos conceptos. La fórmula más adecuada para llevar a cabo un proyecto de este tipo se basa en crear una fundación. ¿Qué nos puede decir sobre la publicidad en las camisetas, cuestión sobre la que se escuchan opiniones tanto a favor como en contra? Efectivamente, es una de las últimas decisiones que hemos tomado. Estando las cosas como están, y considerando nuestra situación, habrá ver qué respuesta recibimos. En principio, la idea puede ser buena, pero la decisión definitiva la tomaremos cuando tengamos los resultados en la mano. No se deja de hablar sobre lo que el Athletic debiera hacer, pero es ahora cuando comprobaremos cuánto interés hay realmente en ello y cuántos están dispuestos a poner su dinero. No podemos dejar de mencionar el equipo femenino, todo un acierto por parte del Athletic. Javier Uria estaba plenamente convencido sobre la necesidad de promover el fútbol femenino, de modo que el año pasado empezamos a trabajar en ello. En primer lugar, hablé con toda la gente implicada, para saber cuál podía ser el mejor punto de partida, y decidimos formar dos equipos con las chicas de Lejona. Nuestra intención era la de avanzar poco a poco, a sabiendas de que San Mamés no se llena con 30.000 espectadores de un día para otro. El balance del primer año es totalmente positivo, tanto desde el punto de vista de los resultados como de la afición. La respuesta que hemos recibido en la copa de Europa es increíble. Hace un momento le comentaba que nuestro club ha ido creciendo desde sus raíces; sin embargo, con el equipo de las féminas ha sucedido todo lo contrario: hemos ido creciendo de arriba hacia abajo, porque primero formamos el equipo de primera división, y ahora queremos llegar a todas las demás categorías. Habrá que analizar el tipo de demanda existente y las subvenciones que podríamos obtener. En cualquier caso, creo que gracias a nuestro esfuerzo el fútbol femenino ha salido a la luz. Las chicas han demostrado claramente que cualquier persona puede perfectamente ir a ver un partido de féminas. Un equipo que, aun siendo de reciente creación, está dando unos resultados fabulosos. Mientras tanto, algunas voces se quejan de que el equipo masculino sigue sin alcanzar ningún título. No hemos formado un equipo femenino para que lo sometan a comparaciones. La temporada anterior, cuando el Bilbao Athletic jugó la promoción, y Baskonia y los juveniles se proclamaron campeones, a nadie se le ocurrió compararlos, porque, de hecho, no son comparables. Lo que tienen que hacer es apoyarse mutuamente. Todo esto demuestra que el Athletic sigue vivo. Muchas veces he oído comentarios del estilo de que nuestro club está envejecido, pero mientras seamos capaces de diseñar nuevos proyectos, demostraremos justamente lo contrario, que Athletic sigue con vida, y que tiene mucho que decir. Eso es lo importante. Las confrontaciones no traen nada bueno. En el club tenemos muy claro que el Athletic lo somos todos. ¿Qué retos se ha marcado el Athletic? Nuestro objetivo es reformar el proyecto. No podemos basarnos exclusivamente en aspectos del pasado, porque, aunque hemos aprendido muchísimo de ellos y nos han servido para acumular una gran experiencia, hay que saber adaptar los proyectos a los nuevos tiempos. Ni los jóvenes ni la afición de hoy en día son como los de hace unos años. Tenemos que permanecer atentos para mantener nuestro proyecto con vida y gestionar los cambios de la mejor manera posible. El tiempo dirá si hemos acertado con nuestros cálculos o no. En cualquier caso, siempre debemos procurar ofrecer las respuestas lo antes posible. ¿Entra el nuevo campo en esos planes? Es un proyecto importante para el club, pero al no ser un asunto de mi competencia, desconozco su desarrollo. En cualquier caso, habrá que trabajar atendiendo a las necesidades y adoptando una cierta perspectiva, para que al cabo de unos años no haya que acometer obras de remodelación. Necesitaremos la ayuda de todos. ¿Como, por ejemplo, la de los aficionados? La de los aficionados y la del Ayuntamiento. ¿Y qué hay de los retos de Andoni Zubizarreta? ¿De los personales o de los laborales? Porque son cosas muy distintas, aunque muchas veces las confundamos. Mi objetivo consiste en ofrecer facilidades y seguridad, en asesorar. Las cuestiones del campo las arreglan los entrenadores y los jugadores. Yo me ocupo de todo lo demás. Respecto a los retos personales... Ésos suelen ser bastante más difíciles (se ríe). ¿Cuál es la decisión más difícil que ha tenido que tomar? Lo más difícil es tener que despedir a los jugadores y entrenadores, decirles que la próxima temporada ya no estarán con nosotros. Lo mismo da que esa persona pertenezca a un grupo de primera, de segunda o de tercera. A los más jóvenes la decisión no se la comunico yo mismo, pero ver al responsable dando la noticia a uno de los muchachos resulta francamente duro. Los jugadores de la primera división aparecen en los periódicos y se les presentan nuevas oportunidades, pero un chico de doce años, todo lo que tiene es ilusión. Sé que mucha gente cree que los directores no tienen corazón, pero se equivocan. Lo que pasa es que hay que tomar unas decisiones que no siempre son las correctas. Como en todo. No siempre se acierta. ¿Y la decisión más feliz? Entre otras, la noticia que se publicó en los diarios al hilo del proyecto que acordamos en Trapaga. La ilusión de los jóvenes. Ese tipo de noticias me hacen muy feliz. Son una especie de punto de partida a partir de los cuales vamos a desarrollar proyectos para el futuro. Andoni Zubizarreta Urreta (Vitoria/Gasteiz, 1961)

Ya de niño demostró sus dotes para el fútbol. En 1977 empezó a jugar en los juveniles de Aretxabaleta, y dos años más tarde fue fichado por el Alavés. En 1980, el portero entró en el Athletic, debutando en Primera División el 19 de septiembre de 1981. En 1986 lo fichó el F.C. Barcelona, y en julio de 1994 el Valencia. Entre 1985 y 1998 fue portero de la selección española, con la cual disputó 126 partidos en total, el primero de ellos el 23 de enero de 1985, en un encuentro amistoso contra la selección finlandesa. El 25 de junio de 1998, durante la celebración de los Mundiales de Fútbol de Francia, el portero anunció su retirada. En todo ese tiempo ganó seis ligas de Primera División, tres Copas del Rey, tres Supercopas de España, un Campeonato de Europa, un campeonato de Recopa de Europa, y un campeonato de Supercopa de Europa.
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