Jesús Atxa: "Sin las ikastolas, el euskera sólo habría vivido 25 años más tras el franquismo"

2003-10-24

LARREA, Koldo

Menu ELKARRIZKETA Inicio > EM 227 > Elkarrizketa -->

2003/10/24-31 Jesús Atxa

Impulsor de la cultura y el euskera "Sin las ikastolas, el euskera sólo habría vivido 25 años más tras el franquismo" Koldo Larrea

Itzulpena euskaraz Recibió el pasado 2 de abril en Bilbao un más que merecido homenaje de la Federación de Ikastolas de Vizcaya por tratarse de uno de sus fundadores hace ahora un cuarto de siglo. Miembro del PNV desde 1947 y después de EA desde su creación, su compromiso como vasco lo ha volcado en el desarrollo y divulgación del euskera. Miembro de honor de Euskaltzandia y director de la ikastola pamplonesa San Fermín hasta su jubilación, a pesar de su edad, ha colaborado continuamente con la Federación de Ikastolas de Navarra, lo que le ha convertido en un profundo conocedor de la evolución del euskera en la Comunidad Foral. ?Cu?l es la situaci?n de las ikastolas en Navarra? Actualmente existen quince. En Pamplona, las de San Fermín, Paz de Ciganda, ambas creadas en 1970, y Francisco de Jaso, nacida diez años después. A éstas hay que añadir las de Lumbier, Sangüesa, Alsasua, Etxarri Aranaz, Elizondo, Lesaca, Vera de Bidasoa, Estella, Tafalla –estas dos también del 70-, Viana, Tudela y la que une Lodosa y Sartaguda. Las tres últimas son no legalizadas, no están reconocidas por Educación pero todas, en total, agrupan a unos seis mil alumnos.

Los datos que ofrece hacen pensar en que 1970 fue un a?o clave. ?Es as?? Totalmente cierto. El movimiento de ikastolas comenz? en domicilios particulares y antes de la fecha indicada. En Guip?zcoa existi? una corriente que se movi? de pueblo en pueblo. En Navarra, la primera ikastola se intent? abrir en 1963, en Pamplona, pero la iniciativa no fructific?. El segundo intento sucedi? dos a?os despu?s, en el 65. Lo llev? a cabo la Sociedad de Amigos del Pa?s y cre? la ikastola exclusivamente para los hijos de los socios. Comenz? a trabajar con el nombre de Nuestra Se?ora de Uju? y se acabar?a convirtiendo en Paz de Ciganda. Entre tanto, hubo una escisi?n en esa sociedad, encabezada por Jorge Cort?s, que trabaj? por su cuenta y puso los cimientos de la ikastola San Ferm?n. Est? hablando de una ?poca en la que el sistema defend?a a ultranza una ?nica lengua para la naci?n, el castellano. ?Fue un lastre el r?gimen franquista para el establecimiento de ikastolas? Durante los tiempos de Franco, hubo siempre una puerta abierta al euskera por medio de la Diputaci?n de Navarra. En esta ?poca, su presidente, Amadeo Marco, no fue nunca contrario al euskera. Todo lo contrario. Ayud? a su desarrollo, mucho m?s que las personas que trabajaban en el departamento de Educaci?n. Adem?s, antes, la instituci?n p?blica Pr?ncipe de Viana hab?a creado una rama de Fomento del Vascuence. Formaban parte de este organismo gente tan relevante como el recientemente fallecido Jos? Mar?a Satrustegi, D?az Ulzurrun o el ya citado Jorge Cort?s Izal, que era el secretario y que fue clave para el desarrollo de nuestra lengua. Pero seguro que hubo problemas. Claro, claro. A trav?s de Diputaci?n, las ikastolas recib?an subvenciones. Pero, cuando los alumnos dejaban de ser ni?os, ped?an la tarjeta de escolaridad. Aqu? llegaban los problemas con el Ministerio de Educaci?n, con el gobierno central, con Madrid, porque no eran centros educativos legalizados, reconocidos. El problema de las tarjetas se salv? con trucos burocr?ticos, haciendo que figurasen como alumnos de centros legalizados, y el econ?mico, m?s o menos, con las citadas subvenciones. En este sentido, ?se puede afirmar que hoy en d?a las ikastolas navarras gozan de buena salud? Dentro de lo que cabe, s?. El mayor problema contin?a siendo el econ?mico. Las ikastolas de las zonas no vasc?fonas no est?n legalizadas, reconocidas como centros de educaci?n. Por esta raz?n, reciben ayudas por impartir euskera pero por otra v?a. Ahora bien, se puede afirmar que ahora no hacen falta m?s ikastolas, que la cifra en Navarra es suficiente, porque los centros p?blicos se van abriendo al euskera. Y, pese a las oposiciones existentes, pese al descenso de natalidad y dem?s circunstancias, el nivel de matriculaci?n se mantiene e incluso ha subido algo. La tendencia es ascendente. De hecho, el 30% de las matriculaciones en Navarra pide euskera, el modelo D. Entre esas nuevas circunstancias a las que se refiere, est? tambi?n el fen?meno migratorio, sobre todo desde Am?rica del Sur, que ha vivido Navarra en los ?ltimos a?os. ?Perjudicar? este factor al desarrollo del euskera? No tiene por qu? hacerlo, pero las ikastolas no son ajenas a ?l. Actualmente, se est? poniendo un gran empe?o para que el profesorado se adecue a esta nueva situaci?n, que no est? formada s?lo por gentes venidas desde Am?rica sino tambi?n de ?frica y de pa?ses del este de Europa. Ahora bien, si no se inculca a ?stos, llam?mosles nuevos ciudadanos, una raz?n especial, lo m?s normal es que busquen para sus hijos una educaci?n en castellano. El movimiento social de las ikastolas ha sido fundamental para la difusi?n del euskera. Sin embargo, ?fue el batua el precio que hubo que pagar? No, aunque en su origen, fue un verdadero problema. Realmente, fue una operaci?n para que no muriese. La introducci?n de la letra ?h?... En fin... Pero era necesaria la unificaci?n de nuestra lengua. Se hizo para un periodo de diez a?os y para que, pasados ?stos, se hiciese una revisi?n. Por otra parte, no hay que olvidar el entorno. Los a?os 60 fueron tiempos, pol?ticamente, extremos, convulsos, y los radicales llevaron al batua, que se limitaba a lo escrito y dentro de unos g?neros determinados, m?s all? de lo acordado y termin? por burocratizarse. Las palabras son como ladrillos. El alma de la lengua est? en su estructuraci?n, en c?mo se colocan esos ladrillos. Y desde esta perspectiva, visto desde ahora, ya normalizado, el batua ha sido un acierto, sobre todo para adaptarse al entorno de los t?rminos modernos. Pese a ello, esta herramienta ling??stica parece no ser suficiente. De hecho, hace poco tiempo, Maitena Etxebarria, catedr?tica de Lig??stica de la Universidad del Pa?s Vasco, alert? del estancamiento en el que se encuentra actualmente el euskera y del peligro que corre su supervivencia si el tejido social no lo utiliza con m?s asiduidad. ?Est? de acuerdo? El euskera no va a desaparecer. Por lo menos, cien a?os m?s sobrevivir?, digo yo (ja, ja...). No olvidemos que como lengua oral ha conseguido llegar hasta nuestros tiempos. Pero, desde luego, necesitar? el apoyo, el respaldo institucional y de los medios de comunicaci?n. Sin esta ayuda... A lo largo de la historia, han prevalecido las lenguas de los m?s fuertes, de quienes ten?an poder, ej?rcitos... Por tanto, una lengua no puede vivir sin una base pol?tica. Y hay que tener muy presente que, sin las ikastolas, tras el franquismo, el euskera s?lo habr?a vivido veinticinco a?os m?s; es decir, ya habr?a desaparecido. Sin embargo, una ley como la que actualmente rige el euskera en Navarra no parece ser para este fin el soporte pol?tico m?s adecuado. La ley del euskera actual es negativa. No se pueden establecer zonas, no se puede dividir Navarra en zona vasc?fona, zona mixta y zona no euskaldun. Es tan absurdo como, por ejemplo, en agricultura, decir ?hasta aqu? puedes plantar tomates; hasta aqu?, pimientos...?. El desarrollo del euskera, de las ikastolas, debe depender de la demanda existente. Por ello, no se puede decir que, legislativamente, el mundo de nuestra lengua goce de buena salud. En el terreno educativo, la universidad, la ense?anza universitaria en euskera, sigue siendo la cuenta pendiente. Uno de los mayores problemas es que aqu? se sigue identificando el euskera con la pol?tica. Abandone la realidad y termine este repaso desde su amplia experiencia formulando un sue?o, haciendo p?blico ese escondido sue?o que todos tenemos en nuestro interior m?s idealista, m?s ut?pico. Que todo el mundo hable tres idiomas y aqu?, el euskera entre ellos, claro est?. Jes?s Atxa Agirre

Jesús Atxa Agirre nació en Aretxabaleta hace 83 años, en 1920. Estudió en los Jesuitas de Durango, en el colegio San José. Con el estallido de la Guerra Civil, fue llevado a Bélgica con el objetivo de adquirir los conocimientos necesarios para ingresar en esta orden. Por la apertura de un noviciado en Colombia, se trasladó a Bogotá. Allí abandonó los estudios jesuíticos y se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Javieriana.

Se estableció en América pero prefirió residir en Caracas por el mayor vínculo de esta ciudad con todo lo relacionado con lo vasco. Pero su periplo americano concluyó en 1945, año en el que decidió regresar a casa, a su tierra natal.

Una vez allí, un año después comenzó a trabajar en la Caja de Ahorros de Vizcaya, en Elorrio, donde también fue director del coro parroquial. Tras un periodo laboral en el sector del metal, a inicios de los 60 dio clases en euskera a los alumnos de la escuela corporativista de Elorrio.

En 1964 se trasladó a Bilbao y se puso a las órdenes de Edili, una sociedad cultural para el desarrollo del euskera, que le sirvió para meterse de lleno en el mundo de las ikastolas.

Seis años después, Jorge Cortés le ofreció ocupar la dirección de la ikastola San Fermín de Pamplona, puesto que ocupó hasta su jubilación en 1984. Después, no dejó de colaborar con la Federación de Ikastolas de Navarra.

Casado y padre de cuatro hijos, de los cuales tres trabajan en ikastolas, ahora dedica su tiempo a repasar la historia de las ikastolas en Navarra y, sobre todo, a disfrutar de sus siete nietos.
Partekatu
Facebook Twitter Whatsapp

AURREKOAK

Andoni Zubizarreta: "Athletic bizirik dagoela erakutsi dute orain arteko proiektuek"

 

Irakurri

Helena Pimenta: "Niretzat, saririk onena, jendeak antzezlana ondo ulertzea da"

 

Irakurri

Txomin Peillen: "Euskal Herriaren ohorez eta desafioz hasi nintzen idazten, eta geroago atseginez idatzi dut"

 

Irakurri

Carlos Orue y Joseba Goikoetxea: "Euskal-australiarren belaunaldi galdua bizkortu behar dugu"

 

Irakurri

Jose Ignacio Zudaire: "Euskal Herrian, administrazioek, enpresek eta hiritarrek beren indarrak batzean garatuko da informazioaren gizartea"

 

Irakurri