José Luis de la Cuesta. Presidente de la Asociación Internacional de Derecho Penal: La delincuencia más frecuente se da entre nosotros mismos
2006-02-03
SALABERRIA, Urkiri
Para introducirnos, ¿Qué es la Asociación Internacional de Derecho Penal?
Es una entidad creada en 1924, como sucesora de la Unión Internacional de Derecho Penal (1889), que constituye una plataforma de intercambio académico y científico dotada de estatuto consultivo ante las Naciones Unidas y fundada en los principios proclamados por la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Es una Asociación abierta a todos los que, en los diferentes países, se consagran al estudio y aplicación del derecho penal y se afanan por contribuir al progreso de la legislación y de las instituciones, nacionales e internacionales con el fin de alcanzar una justicia cada vez más humana y eficaz.
Nació en Donostia, hace ...
(Sonrisa) Cincuenta años, ya son unos cuantos.
¿Cómo recuerda su infancia?
Estudié en Marianistas, en la cuesta de Aldapeta, nosotros vivíamos cerca, un poco más abajo. Sobre todo, de mi niñez recuerdo los veranos, con mis hermanos, con mis primos... por la mañana íbamos a la playa y por la tarde a la piscina para aprender a nadar. Era una época en la que lo pasábamos muy bien, en un ambiente familiar; íbamos al monte, al camping... Éramos cuatro chicos.
¿Todos chicos?
Sí, yo soy el segundo.
Las costumbres de la juventud, de la sociedad entonces, ¿eran diferentes?
Creo que vivíamos en una sociedad bastante temerosa, si recuerdo algo era esa especie de "miedo" que teníamos. Siempre había que tener cuidado, si te ibas a Baiona a comprar algo, luego tenías que tener cuidado al cruzar la frontera, si te quedabas aquí... también con cuidado. Cuando venía Franco, ¡cuidado! mucho cuidado cuando bajaba... así que esa idea de muchas cosas prohibidas, quizás sí.
Y es en este ambiente que llega el momento de escoger una carrera y, ¿por qué Derecho? ¿Algún antecedente familiar?
En casa, el aita tenía una tienda de Tejidos y su ilusión es que algún hijo siguiera con el negocio. Y como mi hermano mayor tenía clarísimo que quería ser médico pues...
... A ver si el segundo...
Eso es, a mi me animaban a que hiciera Económicas o Empresariales, lo cierto es que no me disgustaba, pero cuando llegas a ciertas edades, te "rebelas" y haciendo Derecho no cedía a lo que querían pero tampoco tomaba un camino radicalmente contrario a lo que me decían.
Sí, pero, realmente ¿por qué Derecho?
De verdad, ¿de verdad?: Porque Juan Mari Bandrés vino al colegio a hablar de lo que era ser abogado y a mí me dejó absolutamente encantado. Viéndole y oyéndole me dije a mi mismo: "yo quiero ser como Juan Mari Bandrés". Yo le veía un abogado dedicado al delincuente, al que necesitaba la ayuda... después en el juicio... Algo así como "yo quiero ser abogado de pobres" en plan romántico, (risas).
Así que destino y decisión propia se aunaron... ¿cómo deriva la abogacía en criminología?
Lo de criminólogo es más tarde, porque cuando yo comienzo, en el 72, no sabía ni lo que era la Criminología. De hecho, es Antonio Beristain quien tiene realmente importancia en todo el tema de Derecho Penal y Criminología.
¿Pues?
Yo era bastante estudioso y en la Facultad no estábamos muchos, así que enseguida nos conocíamos y... siendo una Facultad nueva, con necesidad de más profesores, enseguida, si eras bueno te intentaban meter ese gusanillo.
Eso de que a uno le quieran en la Universidad para trabajar de profesor, ¿cómo sucede? ¿Qué le dicen a uno?
A ver si me gustaría... bueno, no. Exactamente Beristain me dijo: "La Universidad tiene necesidad de gente como tú"
Entonces fue Beristain quien le "fichó"...
Quizás él fue quien supo conectar mejor conmigo. Otros profesores también me comentaban si no me gustaba la enseñanza, si no me gustaría ser profesor... pero Antonio Beristain, conectaba con posiciones personales, nos llevaba a la cárcel, organizó un congreso de criminología en el que un grupo presentamos un trabajo,... Supo encender y mantener un interés por algo que me gustaba porque también conectaba con esa imagen del abogado que acabamos de comentar. Él me dirigió la Tesis y está aquí, en el despacho de al lado, es el Director de Honor del Instituto.
Ahh! entonces entraré un momento para obtener el contrapunto...
(Risas)
¿Cómo se fue formando en Criminología?
Estando en el último año de carrera, una compañera y yo fuimos enviados a Siracusa, a un Instituto Internacional (del que ahora forma parte del Consejo de Administración), y así, siendo muy estudioso y debido a toda una serie de elementos se fue fraguando la historia...
Siracusa, Edimburgo, Reno... Francia, China, Bélgica... ¿qué aporta la estancia en otras Universidades, en otros países?
A nivel de Universidades, cuando cambias, aunque sea a nivel de Estado, es cuando realmente conoces la Universidad. Cuando uno sigue en el mismo ambiente, de cuando estudió, está siempre entre conocidos, así que, aprender lo que era la Universidad, el ambiente universitario fue realmente cuando estuve en Edimburgo, o en el Instituto de Max-Plank (Friburgo), hacia el año 82, tras la Tesis Doctoral. Allí había muchos contrastes, mucho debate, mucho seminario donde había que hablar y contrastar... De hecho aún mantengo muy buenas amistades entre los que fueron mis compañeros en estas estancias, especialmente en Alemania. Por eso creo que la salida fuera es fundamental para la formación, porque te llegan una gran cantidad de cosas nuevas, de perspectivas, estilos...
Y en aquellos años, ¿cuáles eran las diferencias fundamentalmente?
Imagínate la Universidad del País Vasco hacia el año 1977, la verdad es que no sé si aún tenía esa denominación... Esto era todo un hervidero no sólo universitario, donde la evolución iba paralela a la evolución política ¡Pero es que la Universidad tiene que estar integrada en su entorno! Vivía lo que le tocaba vivir. Así que para mi la gran diferencia era esa, que fuera encontrabas un ambiente universitario más puro, más científico, más centrada en el conocimiento, más que en el compromiso social y en lo que pasa a su alrededor, aunque repito, esa es otra faceta que le toca a la Universidad.
Tras las estancias fuera, formación en otros centros... ¿cómo definiríamos, profesionalmente a Jose Luis de la Cuesta? ¿Abogado, Criminólogo....?
Bien, yo te diría que sobre todo como Profesor de Derecho Penal, como Jurista. Aunque quizás sí sea esa mezcla de Jurista-Criminólogo. Mi formación es fundamentalmente Jurista al que la Criminología le aporta ese conocimiento de la realidad que al primero le falta.
La compleja realidad…
Desde luego. La realidad del delincuente, del delito, de la víctima, la realidad social... para luego procurar que las normas se interpreten y se apliquen en un sentido adecuado.
¿Y a partir de ahí?
Se intenta proponer un mejor abordaje social del fenómeno, hacer que sea menos costoso socialmente, que se prevenga, que se intervenga, que se atiendan a las víctimas y que se consiga que quien ha cometido un hecho delictivo no vuelva a cometerlo.
¿Cómo se llega a la Criminología?
Desde distintas vías. Un psicólogo, por ejemplo, te puede analizar el modo en que la sociedad ve el delito, la psicología del delincuente, de la víctima...Un médico, que puede detectar dificultades patológicas de algunas personas.
En la investigación policial, ¿por qué es tan famosa la CSI?...
Es cierto que aquí se liga básicamente al derecho, es desde donde más se ha impulsado, pero en EEUU se impulsa básicamente desde la sociología... y en otros lugares como Italia pues la psicología y la medicina han tenido más importancia en la Criminología. Por eso que hoy en día hay muchos caminos para llegar a la Criminología, trabajadores sociales que hacen el segundo ciclo en Criminología, u otros que luego continúan ampliando conocimientos en este campo como pedagogos, sicólogos, médicos, antropólogos...
Estamos hablando de fenómenos criminales, criminólogos... pero ¿cómo definir un crimen?
Tenemos distinguir lo que es un crimen en cualquier sociedad y lo que son crímenes coyunturales, que dependen de las sociedades. Podríamos decir que un crimen es lo que, socialmente, se considera que pone en riesgo la convivencia social. Las sociedades han solido denominar como crimen a aquello que consideran que ataca a los fundamentos de la vida social. En una sociedad democrática lo importante es detectar cuáles son los ataques que impiden la participación del individuo en la vida social. Sin vida, nadie puede participar, luego el ataque a la vida es un crimen. Sin libertad, nadie puede participar, luego el ataque al la libertad.... por lo que podríamos ir así uno por uno enumerando estos ataques.
¿Y un ataque?
Atacar sería destruir ese valor o ponerlo en peligro. Pero bueno, existen múltiples definiciones de crimen. Y con ello pues cabría matizar cada término y volveríamos al tema de la coyunturalidad...
...Y las circunstancias. Pero ¿no estamos muy mediatizados? ¿Quizás la percepción sesgada de las circunstancias hace que prejuzguemos en muchas ocasiones?
Sí, de hecho una parte muy importante de la Criminología tiene que ver con la psicología social y con la determinación de cuáles son los mensajes y de cómo se crea el miedo al delito. Luego, el miedo al delito tiene mucha importancia de cara a las políticas criminales, porque los legisladores, los parlamentarios no suelen ser ajenos a lo que pasa en sus entornos y si la gente percibe como una amenaza, como una agresión algo que en realidad no lo es....
Por ejemplo, los inmigrantes...
Exacto, existe una idea que cada vez se va extendiendo más sobre que la delincuencia poco menos es solo cuestión de los inmigrantes...Con un bombardeo de los medios de comunicación sobre las situaciones irregulares, los ilegales, los detenidos.... finalmente se llega a formar en nuestra mente el binomio ilegal-delincuente.
Crean todo un estado de opinión…
Sí. Cuando para nada es así. No todo lo ilegal es delincuente. Ser un inmigrante ilegal no es estar incumpliendo una normativa administrativa; ser delincuente es cometer un delito y la normativa administrativa no se infringe necesariamente a través de delitos. Por aparcar mal no te conviertes en delincuente y sin embargo estás quebrantando una normativa administrativa, pero ¡nadie piensa que cuando le ponen una multa ha cometido un delito! Pues estar en situación irregular administrativamente es parecido a aparcar mal, no es un delito.
¿Quiénes son los delincuentes?
Pues a pesar de que siempre pensamos que son los otros, los demás, la delincuencia ordinaria, la más frecuente se da entre nosotros, pequeños hurtos, pequeños robos, violencia doméstica, maltrato psicológico... También nosotros cometemos delitos.
¿…?
Pues firmar donde no se puede firmar, defraudar a Hacienda, en ocasiones, llevarte algo sin pagar del Supermercado.... todo eso son delitos. Pero siempre tendemos a buscar en los demás chivos expiatorios para ser cada vez más represivos.... "¡Las penas hay que elevarlas!", "¡hay que cumplirlas íntegramente!"... Con lo que cada vez existe menor confianza en la rehabilitación y más confianza en la represión.
¿Por qué?
Porque son para los otros. Si el castigo fuera para nosotros o para nuestros hijos, pretenderíamos otra política criminal.
¿Qué tiene de magnético la palabra crimen? Crimen perfecto, crimen pasional, Crimen y Castigo....
Pues que nos impacta. Sobre todo los delitos contra las personas: ¿qué pasará por la cabeza de ese asesino cuando comete semejante atrocidad?...
La ley del Talión. ¿Es efectivo el ojo por ojo?
Cuando uno es víctima de un delito la reacción no es precisamente racional, ni fruto de una reflexión... Eso nos pasa a todos, pero desde hace un tiempo hemos pasado a pensar que la justicia no consiste en actuar de ese modo, se trata de adoptar decisiones tras un examen de lo sucedido, un intento de comprensión de lo que ha pasado... "para dar a cada uno lo suyo", como dice la justicia distributiva. Entonces esa idea de justicia se contradice en ocasiones con el "ojo por ojo", pero la ley del Talión surge no para decir que hay que quitar un ojo al que ha quitado otro ojo, sino como una limitación a la venganza privada. Hasta la ley del Talión las personas podían reaccionar en venganza sin ningún límite... así que no es una idea de justicia sino de límite.
¿En qué "cree" José Luis de la Cuesta?
Yo confío en el mensaje cristiano. Creo que seremos más felices si somos capaces de desarrollar el mensaje cristiano, que no es un mensaje único, existe en otras culturas. Pero en la cultura en la que yo he nacido, pues ése es el mensaje que he recibido y que mejor conozco, así que me gusta mantener y cultivar esa confianza.
¿Algún hobbie, pasatiempo?
Viajar, tocar el piano, andar en bici, estar con los amigos....
Si las personas invirtiéramos más tiempo en hacer cosas que nos gustan, ¿habría menos crímenes?
Seguro que sí. Creo que el crimen tiene, en muchas ocasiones, como base situaciones imposibles, de impotencia, de absoluta obnubilación. De una persona equilibrada, serena, sin carencias personales ni afectivas, pues normalmente pensaremos que no va a cometer tan fácilmente crímenes, aunque la Criminología también dice que: "Cualquiera puede acabar siendo el peor criminal". (risas). Pero en general cuando disfrutamos de la belleza, cuando somos felices... no pensamos en cometer crímenes.
Para concluir, viendo su Curriculum profesional, hay algo que me intriga ¿Tiene hijos?
Sí. Tres... y ¡todos chicos!
Entonces, ahora sí ésta es la última... ¿qué desea legar a sus hijos? ¿Qué deseo tiene para ellos?
Una sociedad centrada en las personas, que el ser humano, lo fuera realmente. Que ni pudiera darse una instrumentación de la vida. Una sociedad más respetuosa con la persona, más comprometida con la justicia social y realmente en paz, o que trabajara por ella, que se esfuerza por una paz verdadera. José Luis de la Cuesta
(Donostia, 1955) Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho de San Sebastián (Universidad de Valladolid), (1977). Doctor en Derecho, Facultad de Derecho de San Sebastián (UPV-EHU), (1981). Diploma Superior en Criminología, Instituto de Criminología (Universidad Complutense de Madrid) (1979). Vicerrector del Campus de Gipuzkoa de la Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea, 1991-2000. Asociación Internacional de Derecho Penal: Secretario General Adjunto de 1989-2004 y Presidente de la misma desde 2004 hasta la actualidad. Miembro de la Comisión Científica y del Consejo de Dirección de la Sociedad Internacional de Criminología 1990 - en adelante. Miembro del Consejo Rector del Instituto Internacional de Sociología Jurídica de Oñati 1992-1999. Vicedecano de la Facultad de Derecho de San Sebastián 1987-1988. Director del Departamento de Derecho Público de la Universidad del País Vasco 1988-1991. Eusko Ikaskuntza- Sociedad de Estudios Vascos: Vicepresidente por Gipuzkoa de 2002-2005 y de 2005 a la actualidad adjunto a la Presidencia. Estancias científicas en la Université de Pau et des Pays de l’Adour, University of Edinburgh, Université Catholique de Louvain, Max-Planck Institut für Strafrecht; DePaul University; University of Nevada-Reno. Profesor invitado por la Katholieke Universiteit. Leuven (Bélgica), Facultad de Derecho de la Pontificia U.Católica de Chile, Université de Pau et des Pays de l’Adour (Francia), Université de Paris XII (Francia), Renmin University (China) y Beijing Normal University (China).
