Esther Ferrer. Artista: Estoy segura de que, cuando tienes unas convicciones y defiendes unas ideas, éstas se destiñen de alguna manera en tu trabajo

2009-02-20

SALA, Teresa

Confiesa que lo que más le gusta, quizá lo único que le interesa, es “subir al taller e intentar darle forma a algo”. Lucha, dice, para que haya “tantas definiciones, tantas teorías y tantas prácticas de la performance como personas que la hagan”. Esther Ferrer responde a las preguntas de esta entrevista desde París, ciudad en la que vive desde 1973. La conversación parte del Premio Nacional de Artes Plásticas 2008 que se le concedió el pasado noviembre. Pero el galardón pasa desapercibido con inmediatez ante las palabras de una mujer que habla con sinceridad sobre su manera de ver la vida, el arte, y las formas que tiene de convivir con ambos.

En noviembre recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas 2008. ¿Qué supone haber sido galardonada? ¿Qué cambia un premio de estas características?

En mi forma y mi dinámica de trabajar nada. A lo mejor algunos ven mi trabajo de otra manera porque lo ven con el filtro “premio”, para bien o para mal, pero eso no afecta mi forma de hacer.

En alguna ocasión ha dicho que la “performance nos permite llegar a la gente de la calle”, que se trata de un arte efímero que queda en la memoria de aquellos que lo han visto. ¿Es ahí donde reside su valor?

El interés de la performance no reside simplemente en que se pueda hacer también, y digo también porque la performance, al no tener “domicilio fijo”, se puede hacer en cualquier parte. Pero la calle es interesante porque se llega a un público que quizá no frecuenta los centros de arte, ni los museos, ni las galerías. Al “descontextualizar” la performance de los lugares habituales del arte, para sacarla a la calle, la forma en que el observador la aborda, la “interpreta” es muy diferente, incluidos quienes frecuentan los museos o las galerías. En la calle todos estamos en el mismo plano y las posibilidades de que la performance se transforme “in situ” son, en general, mayores.

Autorretrato: El libro de las cabezas: Autorretrato aleatorio – 65 x 50 cm. - Foto b/n montada sobre varillas movibles.

¿Cómo llegó a desembocar en esta disciplina?

El grupo ZAJ venía a Donostia para realizar una acción y necesitaban una persona, al parecer preferían que fuera una mujer, José Antonio Sistiaga, que conocía el grupo, me dijo si me interesaba hacerlo, y le respondí, “Sí”. Trabajamos juntos en el Museo de San Telmo y luego, cuando fuimos a cenar, Walter Marchetti y Juan Hidalgo me propusieron seguir trabajando como miembro del grupo y dije otra vez, “Sí”, y así empecé a realizar acciones.

Me gustaría que hablara sobre aquel Taller de Libre Expresión que fundó a principios de 1960 junto a José Antonio Sistiaga. Debió de ser algo transgresor... Además, a partir de ahí iniciaron varias actividades paralelas.

José Antonio Sistiaga, que vivió tiempo en Francia y a quien la educación de sus hijos le preocupaba mucho, conocía el método Frenet, un método que insiste mucho sobre la creación artística, musical, etc. y la libertad individual. Entonces hice un cursillo o dos, no me acuerdo bien, en Francia y junto con José Antonio decidimos llevarlo a la práctica en Euskadi. Intentamos hacer una escuela experimental en Elorrio, que duró muy poco tiempo, por muchas y diferentes razones y luego o paralelo a ello, no me acuerdo, decidimos hacer un Taller de Libre expresión infantil en Donostia, donde los niños venían a pintar en toda libertad. Nuestro papel era conseguir que realizaran lo que de verdad querían hacer. Se trataba menos de que aprendieran a pintar, que también aprendían, que de que experimentaran y decidieran libremente el tema que iban a tratar, las mezclas de color, la situación del motivo sobre el papel, etc. y estimularles para que llegaran a conseguir lo que querían, que no se engañaran a ellos mismos buscando soluciones fáciles para no afrontar el real problema que tenían planteado en su pintura. Para conseguirlo, hablábamos mucho con ellos, por ejemplo, yo nunca les decía “esto está mal”, sino que le preguntaba por qué la casa que había hecho tenía esa forma tan curiosa, u otra cosa que le obligara a dar una razón, algunas veces intentaban escapar por la tangente, inventando una historia para justificarse, lo que era muy interesante, otras veces decían que querían hacerla así, en lugar de reconocer que en realidad no les había salido bien, pero en otras ocasiones ellos mismos se daban cuenta de lo que había fallado. A partir de ahí, hablábamos de la forma en que podían llegar a hacer la casa como realmente querían y a que encontraran la solución por ellos mismos. Era también muy interesante cómo a través de los dibujos podíamos ver y comprender ciertos comportamientos del niño, su relación con la familia, sus prioridades, sus angustias etc. Además de que muchísimas veces nos sorprendían por las soluciones que encontraban, que muchos pintores adultos a lo mejor no hubieran ni pensado en ellas...

¿Cómo fue su primera toma de contacto con la música y cómo fueron evolucionando sus nociones a partir de participar en ZAJ, del trabajo de Cage?

No tengo ni idea de cuándo escuché música por primera vez, supongo que cuando era un bebé, porque vivimos en un mundo sonoro y el silencio, como sabes, no existe. H. D. Thoreau, escribió en uno de sus diarios que la música está por todas partes y que es solo la escucha la que se interrumpe y comienza de nuevo. Un pensamiento que Cage hizo suyo cuando decía que si aceptamos dejar de lado todo lo que se define como música, toda la vida se convertiría en música. Pero entre Thoreau y Cage está Russolo, que en su "Manifiesto" de 1913 nos dice que hay que romper decididamente el reducido círculo de sonidos puros y conquistar la variedad infinita de los sonidos-ruidos. Pensaba que había que comprender y admirar los ruidos tal y como nos los ofrece la naturaleza y la vida, algo que, sin duda, hubiera firmado también Thoreau. Pero hablando de pureza, te diré lo que creo que decía Satie, su contemporáneo, que en arte no hay nada puro, y en la performance menos aun, porque es el arte híbrido por excelencia, en el que todas las mezclas son posibles. Pero siguiendo con la música, en mi caso fue Cage el que me enseñó a escuchar los sonidos del mundo, a partir de ese momento mi forma de “escuchar” ponlo entre comillas, mi idea de lo que era o no era música cambió radicalmente. Todo puede ser “fuente”, también entre comillas, de sonidos, pues como decía Fischinger un cineasta que influenció Cage, el son es el alma de los objetos y basta tocarlos para que esa alma aparezca. Bueno, toda esta colección de citas son de memoria, pero creo que en este caso mi memoria es fiel, pues todo esto forma parte de mi vida cotidiana.

Se hace camino al andar - Festival Street Level- Hertogenbosch - Holanda.

Foto:Allard Willense – 2002.

¿Siempre ha tenido claro que su vida estaba encaminada hacia el arte? ¿Cuándo y cómo lo supo?

Yo nunca he tenido nada claro cuándo y cómo decidí hacer arte: lo empecé a hacer y sigo haciéndolo. Me gustaba desde niña dibujar, y al parecer dibujábamos mucho mi hermana Matilde y yo, ¿por qué nosotras dibujábamos y los otros hermanos no? pues no lo sé, todos recibíamos la misma educación... Yo he hecho muchas cosas en la vida, el arte es una de ellas que ha permanecido siempre, una constante, pero también puedo parar de hacerlo (de hacer eso que se define como “arte” que yo no sé muy bien tampoco lo qué es) y hacer otra cosa.

Al realizar una creación, ¿medita sobre lo que quiere transmitir y cómo o empieza de forma más espontánea?

Siempre hay una idea previa, naturalmente, algo que tienes en la cabeza y a lo que quieres darle una forma exterior, manipularlo hasta que se convierta en lo que tú quieres, acción, cuadro, foto, performance, etc. pero lo de transmitir eso es otra cosa. Yo hago lo que hago para mí, porque quiero hacerlo, y cuando lo hago no pienso en absoluto que voy a transmitir algo a alguien, no lo pienso jamás. Es mi trayectoria personal, otros hacen otras cosas que han elegido porque les gusta, no soy un gurú, ni un cura y, desde luego, no tengo la pretensión de cambiar el mundo con mi trabajo, simplemente lo hago, y si a alguien le gusta, o le sirve en el sentido que sea, pues maravilloso, pero si no voy a seguirlo haciendo igual. No veo por qué tengo que expresar en mi trabajo mis compromisos sociales o políticos, por supuesto que se puede hacer, pero hay también otros medios para ello, por ejemplo la calle. De lo que sí estoy segura es de que cuando tienes unas convicciones y defiendes unas ideas, éstas se destiñen de alguna manera en tu trabajo. Por ejemplo, yo soy feminista, esto impregna mi vida, pero esto no significa que haga forzosamente lo que se define como “arte feminista”. Sin embargo, hay situaciones en las que tienes ganas de gritar “¡NO! ¡Basta!”, y tu grito esta vez, sale en forma de obra. ¿Es arte? ¿no es arte? es una cuestión irrelevante, es una protesta, pero también protesto por muchas otras cosas; mi madre siempre nos decía que éramos unas protestonas. Es que además creo que hay que protestar, resistir continuamente. Como yo soy una emigrante, me fui a vivir a París hace muchos años, soy muy sensible a esa problemática, pero eso no quiere decir que mis obras traten sistemáticamente este tema. Cuando tengo una idea que me parece válida, entonces sí.

¿Dónde busca la inspiración? ¿Dónde la encuentra?

No la busco, hay muchos periodos en que no tengo ideas. Yo no produzco mucho, simplemente porque no tengo todo el tiempo ideas que me parezcan que merecen la pena, es así de simple. Pero respondiendo a tu pregunta, la idea puede venirme, por ejemplo, de un acontecimiento, una situación social, algo que veo en la calle, una frase, un objeto... Mi trabajo es muy diverso, muchos pensarán que no tengo "una línea", es verdad, en arte hago lo que quiero, cuando quiero y puedo. Hay muchas piezas pensadas en los 70 y realizadas de verdad 20 e incluso 30 años más tarde, no importa, cuando las pensé e hice la maqueta observé si funcionaban o no. Sí, sí, perfecto, realizarla es menos importante que pensarla, reflexionar, que en realidad es lo que pone en funcionamiento mi cabeza.

Peformances - Festival: Artea Kalean Performances - Koldo Mitxelena

Kulturunea - San Sebastián, 1997.

¿Cómo trabaja? ¿es disciplinada, impulsiva, perfeccionista...?

No, mas bien maniática y obsesiva. Cuando estoy realizando algo que me interesa soy muy obsesiva y no me gusta que me distraigan. Además, como soy una persona muy insegura dudo mucho, un día me parece que la idea es buena y al día siguiente que no. A veces me fuerzo y la hago pese a todo, y haciéndola me doy cuenta que sí, que ES, porque lo que me interesa es tocar el punto (no me preguntes qué es ese punto, no podría definirlo pero yo siento si Es o no ES) que yo quiero tocar, y si lo consigo, que guste o no, no tiene ninguna importancia.

Desde su actividad docente, ¿qué destacaría de las nuevas generaciones de artistas? ¿Cómo vienen los nuevos creadores?

Creo que he tenido una suerte enorme en mis seminarios y siempre he tenido unos alumnos realmente estupendos, con los que la relación ha sido fácil y tenían ganas de trabajar, de buscar en ellos mismos su forma de hacer, porque desde el primer momento hacen y luego reflexionamos sobre ello, todos juntos, sin prejuicios. Y a lo largo de los días cada cual estructura su propia manera de hacer, su propia definición de la performance, su propia teoría, porque si la performance me interesa todavía hoy es por su diversidad, lucho porque haya tantas definiciones, tantas teorías y tantas prácticas de la performance como personas que la hagan. La diferencia con respecto a mi generación es enorme, y es lógico, porque viven en un mundo tan diferente que no pueden manifestarse como lo hicimos nosotros. Hoy hay muchas más ayudas, en nuestra época nadie te daba nada. Tampoco pedíamos nada, por lo menos yo, pero no creo que lo tengan más fácil que nosotros. Para un artista hoy es difícil prescindir de la institución, la necesitan, para nosotros era fácil, no queríamos nada con ella ni ella con nosotros.

¿Cuál es la parte más satisfactoria de su trabajo? ¿La que más le llena?

Lo que más me gusta, e incluso quizás pudiera decir lo único que me interesa, es subir a mi taller y tratar de darle forma a algo, un texto, una foto, una peformance, lo que sea. Lo que más me gusta es hacer las maquetas, es donde disfruto más, las hago muy mal, pero lo que me interesa es visualizar la idea, que su forma externa corresponda a lo que yo tengo en mi cabeza. Luego todo lo demás que gira alrededor del arte me interesa bastante poco, es la verdad.

Madre Patria - Féretro suspendido + cables, espada, bandera y cinta sonora - Medidas variables - Versión: Artium, 2004 – Vitoria.

En su opinión, ¿cuál es la razón de ser del arte?

Los humanos tenemos un cuerpo con una cabeza para pensar y dos manos para hacer, el arte es una forma entre otras de poner las dos en funcionamiento. Para mí hacer el arte es una forma de entender el mundo, de ver el mundo, de comprender, pero creo que hay otras muchas. Si creyera en la reencarnación en la próxima vida intentaría ser astrofísica, por ejemplo, poder estudiar el funcionamiento del universo, intentar entenderlo...

Vive en París desde 1973. ¿Qué motivos le llevaron a la Ciudad de la Luz? ¿Ha pensado en volver?

Tras la gira en Estados Unidos, por diferentes razones, entre ellas que no tenía ganas de volver a vivir bajo una dictadura, decidí irme de nuevo y lo más fácil era ir a París. En realidad, marché pensando en irme a otro país más tarde. Fue un periodo muy difícil para mí sobre todo a nivel personal, y para conseguir superarlo me sumergí en el trabajo, la mayor parte de lo que he expuesto y sigo exponiendo son proyectos de aquella época, me gusta, como te he dicho, hacer maquetas, aunque las hago muy mal, y en aquella época hice muchas. Es curioso como una situación que puede destruirte puede también ser fructuosa... ¿Volver a vivir a España?, no, no creo que lo haga, para trabajar si, me gusta, pero vivir... si tuviera la posibilidad, preferiría vivir en un país donde no he vivido nunca.

¿Tiene alguna obra que sueña hacer, algún gran trabajo pendiente?

¿Obras que nunca se harán posiblemente? Sí, muchas, pero no me preocupa, por ejemplo pienso en una “Permutaciones”, una obra que reúne todas las combinaciones de los colores primarios, secundarios y terciarios entre sí. Probablemente no se haga nunca, pero eso no me produce ninguna pena en absoluto.

Exposición en la Galería Trinta (2008).

En el centro; en el marco de la Historia del arte, sobre el muro a la izquierda; en el marco del arte religioso, Historia de las Religiones, al fondo; mirame o mírate con otros ojos. Permutaciones.

¿Se ve dedicándose a otra cosa?

Como te he dicho antes, sí, puedo hacer otra cosa, dedicarme a otra actividad. Un día puedes encontrarte en una situación que te obliga a hacer algo que nunca hubieras pensado hacer, lo bueno es poder hacerla con la misma intensidad, dedicarle a ello tu energía, tu capacidad...

¿Tiene alguna exposición, performance, curso… en marcha?

Tengo una exposición en París en abril y luego, por supuesto, performances. Esther Ferrer (Donostia, 1937) Esther Ferrer es conocida por sus performances, que realiza individualmente o formando parte del grupo ZAJ (disuelto en 1996). A principios de los años 6O creó junto con el pintor Jose Antonio Sistiaga, el primer Taller de Libre Expresión germen de muchas otras actividades paralelas, entre ellas una Escuela experimental en Elorrio (Vizcaya). A partir de mediados de los años 7O, retoma su actividad plástica con fotografías trabajadas, instalaciones, cuadros basados en la serie de números primos, objetos... En 1999 fue una de los dos artistas que representaron a España en la Bienal de Venecia. Ha expuesto su trabajo plástico en: Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (España); Galerie Donguy, París (Francia); Galerie Lara Vinci, París (Francia); Galerie Satélite, París (Francia); Galería Trayecto , Vitoria (España); Statsgalerie, Stuttgart (Alemania); Koldo Mitxelena Kulturunea, San Sebastián (España); Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla (España); Museo de Arte Contemporáneo de Roskilde - Musee for Samtidskunst (Dinamarca); Circulo de Bellas Artes, Madrid (España). En su larga carrera como artista de performances las ha realizado en numerosos Festivales tanto en España como en el extranjero (Alemania, Italia, Suiza, Bélgica , Francia, Dinamarca, Noruega, Inglaterra, Holanda , Polonia, Eslovaquia, Republica Checa, Hungría, Estados Unidos, Canadá, México, Cuba, Tailandia, Japón, Core...). Ha impartido numerosos cursillos en Universidades y Escuelas de Bellas Artes en Canada, Francia, Suiza e Italia, además de España. Obras radiofónicas: Al ritmo del tiempo y TA TE TI TO TU o la agricultura en la Edad Media.
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