Odile Kruzeta. Directora de Euskadi Irratia: Los medios de comunicación que trabajamos en euskera deberíamos formar un marco comunicativo vasco
2008-02-01
AGIRREZABAL, Lore
BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA
Euskadi Irratia acaba de cumplir 25 años. ¿Qué le sugiere esa cifra?
Sirve más que nada para volver la vista atrás, observar al camino andado y, sobre todo, mirar hacia delante. Al principio todo era ilusión, luego se va aprendiendo el oficio en el camino y ahora, mirando hacia delante, surgen nuevos retos.
¿Dónde estaba hace 25 años?
Yo llegué durante el primer año, pero no exactamente al principio. Por aquel entonces, el director era Joxe Mari Otermin. Él era el corazón, el alma y el que tenía las cosas más claras. Usó dos procedimientos para formar el primer equipo: por una parte, trajo a profesionales que ya se dedicaban a esto: formó un grupo de trabajo con gente que trabajaba en Radio Popular, en la Ser o en prensa. Por otra, trató de atraer a gente de Filología Vasca o que estuviera muy bien preparada para trabajar en euskera. Esas dos vías estaban muy claras en la cabeza de Joxe Mari. Hacía falta gente que supiera de periodismo y, especialmente, de periodismo oral, pero nuestra principal herramienta de trabajo es la lengua, por lo tanto, había que conseguir gente que dominara bien la lengua. Pensaba en eso cuando se puso en contacto conmigo; enseñar periodismo a alguien que supiera euskera.
¿Con qué empezó?
Al principio me llamaron para hacer un programa de música; lo rechacé porque no me veía capaz de hacerlo. Nunca había trabajado en la radio y no me atrevía. Cuando Otermin me llamó por segunda vez me ofreció trabajar en los informativos. Le pregunté si habría alguien que supiera del tema dirigiendo el equipo; como me dijo que habría alguien para enseñarme, le dije que sí.
Pero es física de formación.
Sí, estudié Física y enseñaba matemáticas en aquella época.
También formaba parte de un grupo de música.
Sí, pero para entonces ya lo había dejado. El grupo se llamaba Izukaitz. Hacíamos música folk y Otermin me conocía por eso. Él trabajaba en Radio Popular en aquella época. Una vez me entrevistó y por eso me llamó luego para Euskadi Irratia.
¿Qué camino has recorrido en Euskadi Irratia en estos 25 años?
Siempre estamos aprendiendo. Eso no acaba nunca. La vida siempre está cambiando, y con el trabajo pasa lo mismo: cuando das un paso ves hacia dónde tienes que dar los siguientes y haces otro esfuerzo para subir un pequeño escalón, y así, poco a poco. Foto: Gorka Estrada.
Empezó trabajando como periodista, pero después se puso al frente de los informativos.
Sí, dirigí los informativos durante 13 años. Pero, no sé cómo decirlo, al principio hay que aprenderlo todo: a redactar, a leer, a establecer prioridades a la hora de clasificar la información... Y, al mismo tiempo, la radio también tenía que recorrer su propio camino. Al principio mirábamos al mundo vasco, a la información de la zona. Pero nos dimos cuenta de que formábamos parte de un mundo más amplio y de que es importante informar sobre esas decisiones que se toman fuera y que influyen en nuestra vida, en nuestro entorno. El cambio principal de los últimos años ha sido la globalización. Hemos ido abriendo camino en cuanto a información y contenidos. En la actualidad nos encontramos en la llamada “glocalidad”, donde se unen lo local y lo global. Sin perder las raíces y sin olvidar al publico al que hay que informar, entretener, ofrecer compañía y la diversidad de opiniones de la sociedad al la que se quiere atraer a nuestro medio de comunicación. Pero también mirando al mundo. Al fin y al cabo, los vascos hacemos muchas cosas por todo el mundo y, al mismo tiempo, lo que pasa en el mundo nos influye directamente.
¿Hoy en día, cómo es la audiencia de Euskadi Irratia?
No es fácil saber qué tipo de oyente tenemos. Tanto el EGM (Estudio General de Medios) como el CIES (Centro de Investigación de Economía y Sociedad) realizan estudios para nosotros a lo largo del año, y hay un perfil que se repite a lo largo de los años. Así que seguramente el oyente sea de ese tipo. ¿Qué tipo? Pues, hombres y mujeres están bastante igualados; un grupo grande tiene estudios superiores; en cuanto a la clase social, puede ser de clase social media o media-alta; y el conjunto principal vive en pueblos, ni en pueblos muy pequeños ni en capitales. Por edad se sitúa entre 25 y 45 años. Eso es bastante joven. Normalmente las radios generalistas -la nuestra es una radio generalista- las oye sobre todo gente mayor. La Ser o Radio Euskadi tendrán una audiencia de entre 45 y 55 años principalmente, y en comparación la nuestra es casi 10 años más joven.
¿Cómo ha evolucionado la audiencia?
Sigue igual. No se ve gente que antes fuera mucho más joven y que haya “madurado” con nosotros.
También eres la directora de las radios Gaztea y EITB Musika. ¿La audiencia de estas radios es distinta?
Sí, Gaztea tiene un perfil muy joven: entre 15 y 25 años. Aunque también hay personas de 30 años que la escuchan. En el resto, el perfil no es muy diferente: para Gaztea también es gente de pueblos medianos, y la clase social y los estudios son los mismos que en Euskadi Irratia. Podríamos decir que EITB Musika está entre Gaztea y Euskadi Irratia.
Según las últimas encuestas del CIES, su audiencia ha aumentado.
La audiencia de Gaztea y de Euskadi Irratia ha aumentado y la de EITB Musika, por ahí le anda. Sin embargo, yo siempre he pensado que las mediciones de audiencia de la televisión y de la radio son diferentes. Al fin y al cabo, para la televisión no se le pregunta a la gente qué ve, sino que se analiza la evolución del aparato que se les pone en casa. Las encuestas sobre radio, en cambio, se llevan a cabo preguntando a la gente. Por lo tanto, el nivel de fidelidad no es comparable. Las encuestas muestran, sobre todo, la tendencia. Desde ese punto de vista, la tendencia de los últimos años nos es favorable y eso nos da ánimos.
¿El radioyente es más leal?
Puede que en una época sí. Pero hoy en día la tecnología nos da muchas opciones para hacer zapping. Yo lo veo en mi caso: si estoy escuchando música y una canción no me gusta demasiado, siempre miro a ver qué hay en las tres o cuatro emisoras que tengo presintonizadas. Normalmente te quedas en la que te gusta, pero no es obligatorio. También en la radio se nota cada vez más que la gente tiene sus programas favoritos y que va a buscarlos. Es fácil pasar de uno a otro.
¿Qué cambios han provocado en la radio las nuevas tecnologías? ¿Y qué deparará el futuro?
Nadie sabe a ciencia cierta por dónde irán las cosas. Lo que está claro es que cada vez tenemos más opciones y que el oyente tiene la opción de participar. Parece que la interactividad tendrá mucho peso en los próximos años. ¿Pero cómo se materializará eso? Nadie lo tiene claro. De hecho, las posibilidades se van multiplicando, pero al mismo tiempo, lo que más le gusta a la gente, en radio al menos, es el comunicador. Encontrar un buen o excelente comunicador no es fácil.
¿Y en cuanto a Gaztea?
Cuando los jóvenes eligen la radio buscan dos cosas: música o deporte. Esa tendencia se ve claramente en las radios musicales; se han quitado casi todos los magazines y se le ha dado toda la prioridad a la música, pero, además, no a una música muy especializada: quieren oír en la radio la música que oirán luego en los bares, en las discotecas o con los amigos. Las emisoras que mejor conectan con los jóvenes en ese sentido son las que más oyentes tienen. Los jóvenes no ponen la radio para buscar información, a no ser que esté relacionada con el deporte. Esa es la tendencia de los últimos años, la gente que trabaja en la televisión también se preocupa por eso. Los jóvenes no ven los informativos. Los programas relacionados con el deporte sí, pero las noticias normales no. Se ve que las tendencias de consumo están cambiando.
El grupo EITB acaba de recibir el certificado “Q” de calidad.
Muchas veces pienso si habremos cambiado tanto, pero pensándolo mejor me doy cuenta de cómo trabajábamos antes de tomar este camino y de cómo trabajamos ahora. Ves que has recorrido un trayecto. Sin embargo es lo de siempre, aunque se haga bien hace falta creatividad y espíritu crítico para que un medio de comunicación salga adelante. Pero una buena gestión facilita muchísimo las cosas.
¿Con qué recursos empezó Euskadi Irratia?
Empezamos en la calle Andia de San Sebastián, en un sitio muy bonito, con vistas al mar y a los Jardines Alderdi Eder. Además, sentíamos el pulso de la ciudad en el corazón. Estuvimos allí unos diez años y después nos fuimos a la calle Larramendi. Allí pasamos tres o cuatro años y vinimos a Miramon. Llevamos aquí once años. Fue muy importante para nosotros venir a Miramon. Al fin y al cabo, nos permitió trabajar con la televisión. No tanto por los periodistas como por la gestión. La televisión es un medio muy potente y como sus infraestructuras son tan sólidas, nos han sido muy útiles. La redacción que se ha montado ahora en Bilbao supone llevar la colaboración a su extremo. Me parece una experiencia realmente interesante, una bomba. Foto: EITB.
La audiencia tiene una influencia enorme a la hora de elegir la programación de los medios de comunicación privados. ¿También de los públicos?
No sólo la audiencia. Pero está claro que sin la audiencia no se puede. ¿Dónde está el equilibrio? Sabemos que tenemos que hacer ciertas cosas y programas y que, por suerte, queremos hacerlos, porque creemos que son programas que hay que ofrecer, los siga un amplio grupo de oyentes o no. Sin embargo, el resultado de la cadena tiene que ser del gusto del oyente, de lo contrario no tiene sentido. Al fin y al cabo, nosotros administramos el dinero de los ciudadanos para ofrecer una radio digna y que haga su servicio. Por lo tanto, lo que hacemos tiene que proporcionar un servicio, pero también tiene que satisfacer la curiosidad de los ciudadanos. De lo contrario no sirve para nada. ¿Por qué nos íbamos a gastar miles de euros si no lo oye nadie?
¿Cómo es la competencia de los medios de comunicación públicos?
Todos tenemos que atraer al oyente. Un periodista no trabaja para sí mismo, sino para la sociedad. Por eso es muy importante para él cómo responde la sociedad. Esto no quiere decir que haya que caer en el morbo, que haya que ofrecer cualquier cosa o que todo valga con tal de vender. No. No es así, pero tampoco se puede vivir de espaldas al mundo. ¿Cómo conseguir ese punto intermedio? Pues intentándolo. Unas veces se acierta más que otras. Además, todas las sociedades no son completamente iguales. Por ejemplo, en la televisión francesa los programas musicales tienen una audiencia muy amplia. Sin embargo, en Hegoalde, y en España en general, no funcionan. Cada sociedad tiene sus características y es algo que no se puede pasar por alto.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de una radio pública?
Ventajas: que no dependes sólo de la audiencia. Que puedes hacer muchas cosas porque crees que vale la pena hacerlas. Desventajas: a veces no somos tan dinámicos como las privadas a la hora de tomar decisiones. Nuestras estructuras son más pesadas normalmente. Además, hay que dar muchas explicaciones a la sociedad. Por eso a veces nos falta dinamismo.
Lleva casi 25 año metida hasta el cuello en la radio. ¿Alguna vez ha pensado que preferiría volver atrás y seguir siendo profesora de matemáticas?
No. Creo que cuando cierras un ciclo, se queda ahí. Al menos eso me ha enseñado mi experiencia. Algunas cosas las he hecho muy a gusto, pero cuando se han acabado, se han acabado. Me encantaba patinar y, ahora, cuando veo patinar a los jóvenes entiendo cuánto disfrutan, pero no le he pedido unos patines al Olentzero. Como eso hay muchas otras cosas. Estuve muy a gusto en un grupo de música, pero se acabó.
¿Qué le ha dado su oficio?
Sobre todo, me ha dado la oportunidad de trabajar con la gente, y eso es lo más interesante del mundo. Las personas somos sin duda de lo más fascinante de este planeta. Pero, al mismo tiempo, somos muy complicadas y eso nos provoca muchos dolores de cabeza. Pero el trabajo me ha dado la oportunidad de conocer a mucha gente interesante y encantadora.
¿Qué le ha proporcionado el haber trabajado como periodista para el trabajo de directora?
Perspectiva. Ponían como ejemplo a Andrew Romito, que fue durante muchos años ministro de exterior de la Unión Soviética. Cada vez que iba de visita a otro país, cogía el mapa y lo miraba, pero desde el punto de vista de ese país. Buscaba la visión del mundo que tenían los que vivían allí. Al desempeñar trabajos distintos dentro de la profesión miras las cosas desde puntos de vista diferentes. Eso te da de alguna manera una visión más completa. No más correcta, sino más completa. Te das cuenta de que todos miramos la realidad de muchas maneras. ¿Qué es la objetividad? Contar lo que ves de forma fiel y sincera. Pero eso no quiere decir que tú tengas la verdad. La verdad es lo que formamos entre todos.
De cara al futuro, ¿cómo se ve?
La vida es una aventura y hay que dar gracias por no saber qué nos va a tocar. Por ese lado me veo atenta y abierta para enfrentarme de la mejor manera posible a lo que venga.
¿Y la radio del futuro?
Por suerte, el periodismo en euskera se ha desarrollado y extendido. Es mucho más rico que hace 25 años. En general, quiero decir. Están representados todos los medios de comunicación, en prensa escrita el trabajo de Argia que empezó mucho antes que nosotros, el trabajo de Euskaldunon Egunkaria y de Berria, y el de otras muchas otras publicaciones: Jakin, Elhuyar, la revista de la asociación de Bertsolaris... Al mismo tiempo, la audiencia se nos ha atomizado. El que antes compraba Argia no tenía otra opción, o tal vez Anaitasuna, Arantzazu... Pero, hoy en día, los suscriptores de Argia tienen otras muchas opciones. Así que cada uno busca su campo, una característica que vaya a trabajar o gestionar mejor que cualquier otro. En nuestra sección hemos intentado convertir Euskadi Irratia en la radio de la palabra y Gaztea y EITB Musika en las radios de la música. En una época ofrecíamos un espacio más amplio a la música clásica o a otro tipo de música, pero en los últimos años se lo hemos ofrecido sobre todo a la palabra. Por lo tanto, vemos que tenemos que seguir por ese camino, creemos que los medios de comunicación que trabajamos en euskera tendríamos que formar un marco comunicativo vasco, porque eso le proporcionará fuerza a la información hecha en euskera. Ahí habrá ciertas cosas que si son interesantes para la comunidad vasca, surgirán de ese marco comunicativo en euskera. En cuanto a los soportes tecnológicos, habrá que ver si el hecho de que los teléfonos móviles tengan radio cambiará los hábitos a la hora de oír la radio; qué interés tendrá la radio para los usuarios de Internet, o cómo la utilizarán; y cómo se adaptarán a la radio los nuevos modos de interactividad que proporcionará la tecnología. Creo que ese es el marco y el itinerario trabajo. Odile Kruzeta (Eibar, 1957) Nació en Eibar el 6 de noviembre de 1957 y cursó sus estudios en esa misma localidad. Más adelante, se licenció en Física en el campus de la UPV de San Sebastián. En la actualidad es la directora de las radios Euskadi Irratia, Gaztea y EITB Musika. Pero también fue cantante en su juventud, en el grupo Izukaitz. Precisamente en esa época la conoció Joxe Mari Otermin, en una entrevista en Herri Irratia. Y poco después la llamó para trabajar en Euskadi Irratia. Dejó su trabajo de profesora y se sumergió en el periodismo hace casi 25 años. Pero no era la primera vez que trabajaba en ese campo, ya que cuando era estudiante colaboró como periodista en la revista Argia. En Euskadi Irratia trabajó como locutora, pasó a ser jefa de informativos y ha llegado a ser la directora de las radios Euskadi Irratia, Gaztea y EITB Musika. No se arrepiente de las decisiones tomadas. Le gusta mucho la música, el baile, pasear, ir al monte y leer y de aquí o de allá consigue sacar tiempo para dedicárselo a estas aficiones.
