Oskar Tejedor. Guionista y realizador: Los cuidadores son los grandes olvidados de esta historia

2011-01-21

EUSKONEWS

BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA

Oskar Tejedor (Legazpi, 1968) es el director y guionista del documental “Cuidadores”, producido por Moztu Filmak. Es un proyecto que se centra en personas que tienen a su cargo enfermos de Alzheimer, observando no a los enfermos, sino a los familiares que les cuidan, “los grandes olvidados de esta historia”, en palabras de Tejedor. Su trabajo le ha valido el tercer premio de la sección “Tiempo de historia” de la Seminci de Valladolid, donde el jurado destacó “Cuidadores” “por mostrarnos que los momentos duros pueden convertirse en fuente de desarrollo e inspiración, y, que en este mundo individualista en que nos toca vivir, nunca estaremos solos si estamos rodeados de gente que nos ama, nos cuida y nos apoya”.

Cartel del documental “Cuidadores”.

Felicidades, por el premio y por la mención. ¿Cómo fue el paso por Valladolid?

Ha sido una grata sorpresa, y un subidón para los cuidadores, para la productora, para todo el mundo ha sido muy positivo. Tras la proyección hubo una gran ovación y, en el debate, la gente estaba súper emocionada.

¿Cómo surgió el proyecto de “Cuidadores”?

El aita tenía Alzheimer (...). Yo pasaba muchas tardes con la ama y con cuidadores que estaban al lado, y ahí me di cuenta de la evolución emocional que sufría un cuidador. Hay pequeñas anécdotas: cuando sacábamos al aita, ya en silla de ruedas, todo el mundo le miraba y decía “ay, qué pena, ¿qué tal está?”, y nadie le decía a la ama “y tú, ¿qué tal estás?”. Y veía a los demás cuidadores que estaban como islas, como separados. ¿Pero qué pasa aquí? Nadie se preocupa por ellos, y son los grandes dañados de toda la historia, es una enfermedad colateral. Miré si había algo que hablara de ello, y no había nada: son los grandes olvidados de esta historia. Ahí nació la idea. Me dirigí a la Asociación de Familiares de Alzheimer de Donostia y les conté la idea, y les pareció genial.

La película se basa en un grupo de cuidadores que se reúnen regularmente en una terapia de apoyo conducida por la psicóloga Arantza Sein. La cámara está presente tanto en esas sesiones como en los domicilios de los integrantes del grupo (ha sido año y medio de seguimiento). El grupo es muy heterogéneo, ¿ya existía o se creó para el proyecto?

Se montó a raíz del proyecto. Quería que el grupo fuera lo más variado posible, me parecía que cada cuidador tenía que estar en una fase diferente con la enfermedad. Y luego, la relación entre el cuidador también debía ser variada: no es lo mismo la relación de madre/padre-hijo/hija, que marido-mujer. Fue complicado reunirlo, pero pudimos canalizarlo gracias a AFAGI.

Resulta sorprendente cómo se abre la gente, se habla de aspectos muy personales e íntimos.

Hicimos reuniones con ellos y les dije que todo lo que me permitieran, yo iba a ir, pero no más allá. Creo que el gran trabajo de este documental ha sido el acercarme, que me conozcan, y que se abran a mí. Al principio yo me quedaba fuera de la casa, luego me enseñaron el cuarto, luego me enseñaron la sala, luego ya me enseñaron el baño, y luego me enseñaron su corazón. Y lo que tenía claro era que la cámara tenía que ser como un mueble, que observara, que no estuviera ahí a la lágrima que cae, que observara, y que la acción pasara a través de la cámara, y no que la cámara fuera a la acción, que eso es diferente.

Hay momentos muy dramáticos y duros, pero también risas y complicidad. ¿Buscaba ese equilibrio?

No quería caer en lo obvio, en lo que ya es inherente al proyecto; cuando dices “no, estoy haciendo un documental de cuidadores de Alzheimer”, la reacción es “ah, qué duro, ¿no?”. Y no, todo lo contrario, yo quería que la gente se riera, también que llorara, pero que se riera, que viera la vida como es en realidad, con sus más y sus menos; y que fueras consciente sin tener que incidir en la lágrima, en el dolor... El dolor ya está ahí, pues entonces vamos a verlo de otra manera, y mi línea iba dirigida hacia ese halo de esperanza, de que todo el mundo se reconozca, porque aunque no te haya pasado, te puedes reconocer en esa situación.

Al final del rodaje, habría mucho material. ¿Fue complicado el montaje?

Antes de que Asier [Pujol, responsable del montaje] comenzara a visionarlo, hice una selección por temas, los temas que yo quería rescatar. Yo tenía mis hipótesis sobre quién era la persona que podía retratar más el tema de la residencia; la persona que podía retratar más el abandono; la persona que podía retratar más la rabia. Por un lado tenía los temas, y por otro los personajes, e iba enlazándolos y creándome mi puzzle. Y validándolo con el grupo técnico (formado por psicólogos, neurólogos, expertos en geriatría, asistente social).

Fotograma del documental “Cuidadores”.

Antes de documentarte, ¿conocías este tipo de grupos de apoyo para familiares?

Cuando vi este grupo pensé: “¿por qué nadie le ha dicho a mi madre que hay esto?”. (...) Porque yo lo que he descubierto es que les hace mucho bien, porque hablan de sus historias, de sus angustias, de sus miedos, comparten risas, comparten muchas cosas. Y creo que todavía eso, sobre todo en zonas más rurales, no está muy desarrollado. Y espero que esto contribuya y colabore a que esto se dé más, y haya más psicólogos o grupos que se creen en otros entornos. El documental por un lado es un homenaje a los cuidadores, y, por otro lado, pretende dar esperanza mostrando este tipo de actuaciones, que me parecen interesantísimas, y que se promuevan más.

¿Qué les pareció el documental a los cuidadores?

Salieron del documental encantadísimos. Para mí ahí ya se acabó, ya está, ya he cumplido lo que tenía que hacer.

¿Cuándo se estrenará?

Estaba previsto que se estrenara en septiembre, pero al ser seleccionada para la Seminci, hubo que aplazarlo. Esperamos estar en las carteleras en marzo de 2011.

AFAGI Oskar Tejedor (1968) Es colaborador con empresas audiovisuales a nivel nacional e internacional. Realizó estudios de ingeniería en Holanda, y un postgrado sobre “Innovación y creación de nuevos productos” en la famosa escuela de ingeniería ENSAM de París. Tras haber trabajado como ingeniero en una importante empresa internacional se formó en Lille (vídeo-arte), en París (dirección cinematográfica) y en Madrid (guión y dirección de actores), y después se introdujo en el mundo del cine y la televisión. Ha sido, durante 4 años, director de producción en la empresa de animación Dibulitoon Studio SL, donde ha realizado largometrajes de animación y series de televisión. El largometraje “Glup detective” fue nominado a los premios Goya en 2004. En el año 2005 lo fue la película “Supertramps”. En cuanto a series se refiere, ha trabajado en varias coproducciones nacionales como productor ejecutivo. Si hablamos de documentales, su anterior trabajo fue Balenciaga, permanecer en lo efímero —2008—, un documental sobre el gran modisto Cristobal Balenciaga (AVRO-Holanda, FRANCE 3- Francia y FORTA). También ha escrito y dirigido estos otros documentales: Txalaparta, herri baten oihartzuna 2006, una coproducción de las cadenas de televisión ETB-France 3; y Ochumare: Orisha of the Rainbow – 2002. Coordinó el proyecto Lucio, producido en cooperación entre Francia y España, así como Querida Bamako; ambas presentadas en la sección ZABALTEGI del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Oskar Tejedor dirige y coordina el Foro de Coproducción Internacional del Festival de Cine se San Sebastián. Asimismo, hace la labor de tutor y asesor en FIPA de Biarritz. Además, ha sido tutor de los proyectos presentados en MERCADOC de Málaga.
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