Santi Eraso. Impulsor cultural: Siempre me he conducido por la pasión y el deseo

2010-05-14

SALABERRIA, Urkiri

La primera vez que vi a Santi Eraso fue en Arteleku, en un ciclo de conferencias, presentando a Dr. Francisco Jarauta. Ya por aquel entonces en Arteleku se manejaban conceptos y visiones que nos sonaban casi a mundo extraterrestre: el mundo Cyborg. Hoy en día, casi veinte años después, lo Cyborg forma parte de nuestra vida cotidiana. En otro contexto, soleado, en una tarde templada, junto al puerto Donostiarra, en las oficinas habilitadas para el equipo que trabaja en la candidatura de Donostia Capital Cultural Europea 2016, nos encontramos nuevamente con este Tolosarra, Donostiarra clínico, con el que compartiremos una hora que, verdaderamente, sabe a poco.

¿Cómo es eso de ser Donostiarra Tolosarra?

Bueno, soy Donostiarra clínico y patológicamente Tolosarra. Es decir, mis enfermedades (o costumbres) y patologías las adquirí en Tolosa. Pero en el carné aparece que soy nacido en Donostia. Lo cierto es que desde el punto de vista territorial creo que Donostia y Tolosa han funcionado siempre como dos barriadas de una misma conurbación metropolitana. Es así que no las pienso como ciudades independientes sino como espacios urbanos complementarios que funcionan en una misma red. De hecho, para mi, el tren es un espacio de conexiones no solamente territoriales sino también vitales.

¿Qué quiere decir con “espacio de conexiones vitales”?

Pues que el tren es un lugar de vida natural fantástico, es el mejor escaparate de la vida , frente al coche que es un escaparate de uno mismo, un espejo de tus propias grandezas y miserias, generalmente de las miserias. Los transportes colectivos son representaciones sociales fantásticas. Yo viajo en tren.

En torno al espacio de su nacimiento, hemos hablado del dónde, ¿y el cuándo?

En Julio del 53. El día de Santiago Apóstol.

¿El día del Santiago Peregrino o Santiago Matamoros?

Ni lo uno ni lo otro. Matamoros por supuesto que no y peregrino tampoco. Al hilo de eso, hace unos días hablaba con Joseba, un muy buen amigo mío que acaba de hacer el camino de Santiago en solitario y le recordé que aprovechara esa oportunidad de hacer el camino para hacerlo hasta el final, hasta Finisterre.

¿El camino no acaba en Santiago de Compostela?

El original no. Antes de ser el camino de Santiago era la ruta de las Estrellas. Una ruta pagana, iniciática de la gente que viajaba hasta el fin del mundo. Una de las tantas reapropiaciones que la Iglesia cristiana ha hecho de las tradiciones paganas. Así que, volviendo a la pregunta que me hacías, podría ser el Santiago Pagano, el anterior, el pagano viajero que llega al fin del mundo en busca de las estrellas.

Ya que comentamos temas culturales, díganos ¿qué es para usted la Cultura?

Una de las definiciones clásicas es todo aquello que suponga una manifestación de la capacidad que tiene el ser humano por modificar la naturaleza y en humanizarla. Podríamos decir que la agricultura es lo que nosotros cultivamos y cultura aquello que nos cultiva, la parte no animal, la vinculada al lenguaje, al discurso, al pensamiento, a la construcción de lo simbólico, a lo expresivo, a lo poético, a los lenguajes, a través de los textos, de la expresión...

¿Cómo concibe usted el Arte y la Ciencia?, ¿convergencia o dispersión?

Bueno, yo diría Arte, Tecnología y Ciencia como tres elementos que siempre han ido de la mano. Hay una comunión de intereses permanente. No se puede pensar la Cultura y el Arte sin la tecnología, no es posible. Si bien en ocasiones puede dar la sensación de que son mundos independientes, está claro que todos los espacios tienen una gran interdependencia.

¿Se considera usted Científico o Humanista?

Quizá Humanista porque así se me recondujo de esa manera en la vida. Pero está claro que me gustaría muchísimo recuperar esa tercera dimensión del conocimiento, que nos es ni ciencias ni letras.

¿Qué estudió?

Filosofía y Letras. Aquí en la EUTG, en Deusto. En su momento quise hacer cine, pero por cuestiones personales, biográficas y accidentales de los tiempos aquellos llegué a Filosofía y Letras por eliminación. Es decir, quise hacer cine pero no pude, así que pensé en hacer Periodismo y ser como Diego Galán, de Festival en Festival, pero no me admitieron en Pamplona, (quizá al ser una escuela del Opus habría alguna razón oculta que hizo que en ese momento no pudiera entrar).

Antes de ir a la Universidad ¿dónde estuvo?

Siete años interno en Lekaroz, en el Baztán, desde los diez años hasta los diecisiete. Y antes, en los Escolapios de Tolosa.

¿Cómo fueron sus años en el internado?

Pues bastante positivos. No tengo ningún recuerdo negativo ni violento; bueno, quitando los guantazos que nos daban de vez en cuando. Guantazos que me apartaron de las matemáticas y de cantar.

¿De cantar?

Debía de cantar mal y de los guantazos que me arrearon decidí que no iba a cantar más en la vida. Pero a parte de la violencia característica de aquellos años (los 60-70), fue un periodo muy positivo y constructivo. Ten en cuenta que vivimos el paso del colegio viejo al nuevo y la instauración de un sistema educativo más liberal. Los primeros años fueron de aquellos que entrabas en octubre y hasta navidades no ibas a casa. Y luego a partir de los catorce, veníamos todos los fines de semana a casa.

Volvamos a los años de la Universidad. ¿Qué tipo de estudiante era?

Muy de bar, asambleario... poco respetuoso con las horas de clase. Había temas como prehistoria o paleografía que no me gustaban nada y entonces no iba. En realidad, siempre me he conducido por el placer y el deseo, no he hecho nada en la vida que no tenga que ver con la idea del desear, incluso en el trabajo. Me muevo por el deseo y la pasión; ahora con la edad se me va moderando... (se sonríe).

¿A qué se refiere con deseo?

Al sentido amplio de la palabra, deseo y conocimiento.

¿Existe un conocimiento universal?

Sí, claro. Para mi existen los saberes universales, saberes que se manifiestan de formas específicas pero que tienen un sustrato común. Como los arroces o las patatas del mundo. Otra cosa es cómo se prepara una paella en Valencia y un arroz en Pekín. Pero siempre existen sustratos comunes que nos vinculan y nos constituyen como especie única.

¿Es quizá la cultura la que nos diferencia de las otras especies?

Bueno, las diferencias son significantes. Es decir, se hacen más grandes porque hay intereses para que se conviertan en más grandes. Pero realmente las diferencias son insignificantes, por ejemplo entre alguien blanco o negro, ni siquiera entre alguien que habla inglés o habla euskera.

¿Cómo?

Todo se construye en torno a las pirámides de poder, si el euskera es una lengua minoritaria es porque no ha podido sobrevivir ante otras lenguas con mayor fortaleza, como el castellano o el inglés, que han vivido en contextos económicos de mayor poder y les ha permitido crecer. En el caso del castellano un poder vinculado con la colonización de América, y en el caso del inglés vinculado a la revolución industrial y el paso a América. Por tanto son lenguas que se han hecho más fuertes no porque fueran mejores ni peores, porque no hay lenguas mejores o peores, sino porque el contexto les ha favorecido, y así como unas sobreviven otras desaparecen...

Si desapareciese el ser humano de la faz de la tierra.

Desaparecería el lenguaje, la palabra, el verbo, que es lo que nos hace humanos. Quedaría un universo natural, naturalizado, que no tendría capacidad de pensar sobre sí mismo. Nadie sería consciente de que este mundo existe, porque la conciencia la construye el lenguaje, la capacidad de pensar la vida. Los animales no piensan la vida, los animales la viven.

Eso es algo que nosotros no podemos saber, quizá la cuestión es que nosotros no comprendemos el lenguaje de los animales...

En ese caso soy más racionalista que otra cosa. No soy nada animalista, reconozco que soy bastante ortodoxo, soy más de Descartes, de Víctor Gómez Pin... No creo en esa humanización de la Naturaleza que nos muestran en tantas ocasiones, creo que cuando se guionizan esos documentales en los que nos describen escenas de “el pingüino acaricia a la pingüina” lo único que se hace es aplicar un lenguaje de humanos en un espacio que no corresponde.

A pesar de que las diferencias sean lo mínimo, ¿qué nos diferencia a los humanos de los animales?

(Se sonríe). Las personas tenemos la capacidad de hablar, de escribir y de pensar, y los animales no. Quiero decir que los animales pueden tener sensibilidades determinadas a efectos de la naturaleza, incluso a las relaciones con los humanos, pero no son capaces de pensarlas, no son capaces de escribirlas o de verbalizarlas, por tanto no se parecen a nosotros en nada. Ese es el gran misterio.

¿Cuál?

De dónde surge el lenguaje. Para mí, el gran misterio irresoluble es de dónde surge el lenguaje.

¿Da el lenguaje una visión del mundo?

Absolutamente. Una visión diferenciada, pero igual. La potencia o recurso que tiene un lenguaje no es el mismo que el que pueda tener otro; la capacidad de verbalizar, de enunciar en euskera, en castellano o en inglés no es la misma en una o en otra. Es decir, la realidad es la misma, pero la interpretación diferente. Para mi, la lengua es una estructura. En ese sentido, me siento más moderno que postmoderno, (aunque en realidad debo ser más postmoderno que moderno...). Entendiendo una modernidad construida sobre el lenguaje, sobre el texto, nuestra generación es orgánicamente textual, pero las últimas generaciones son básicamente hipertextuales, la visualidad se ha cruzado en nuestras vidas de tal manera que somos multimediáticos e hipervisuales.

Pero de momento, no hay una gramática audiovisual.

Pues eso es uno de los puntos que estamos trabajando en la capitalidad cultural.

Justo ahora iba a preguntarle...

(Nos sonreímos)

¿Cuál es su función en esta oficina de la Capitalidad Cultural Europea?

Fundamentalmente es un trabajo de mediación, que es lo que mejor hago y he hecho siempre. Mediar entre personas, entre instituciones, encontrar buenos interlocutores, visionar...

¿Qué visiona sobre las diferencias que puedan darle esta Capitalidad a Donostia?

Para comenzar, toda la cuestión de la incorporación a Europa de los relatos relacionados con violencia, la ética y la reconciliación; mapas de la memoria, comisiones de la verdad, jurisdicción universal, pensando en una Europa de la no violencia. Por otra parte somos una sociedad diversa, plural, tanto a nivel lingüístico, euskera castellano, francés, pero también con una lengua franca que se está incorporando, nos guste o no, como es el inglés, pero también con una polifonía de voces multiformes que aparecen en esos espacios de conexión vital que antes comentábamos, en los que puedes oír ruso, chino, árabe. Además, la ubicación natural de Donostia en un eje transfronterizo la hace idónea para ser Capital Cultural Europea...

¿Y algún tema que nos pudiera distinguir a nivel de Innovación cultural?

Pues por ejemplo, uno de los temas que veníamos comentando: la gramática audiovisual. Potenciar el conocimiento de una gramática audiovisual. Nosotros sabemos qué es el sujeto, el verbo, el objeto directo, sabemos distinguirlos. Distinguimos el “yo” del “nos”, sabemos el significado de las palabras, el porqué de la utilización de unas palabras y no de otras... pero en el lenguaje audiovisual no tenemos ese conocimiento. Sin embargo, en las generaciones actuales los “inputs” de información fundamentalmente son audiovisuales, mucho más que textuales, y esas informaciones están desarmadas, no tienen capacidad de organizarlas, no saben el significado de los planos, no saben la diferencia entre ironía y metáfora, entonces encontramos que hay situaciones que habría que corregir.

¿Por ejemplo?

Que en las escuelas se enseñe gramática audiovisual. ¿Por qué se prima única y exclusivamente la gramática textual? Yo soy textual, soy humanista, lo reconozco, pero está claro que en el paisaje posthumanista que, por ejemplo, Sloterdijk plantea se abren muchas cuestiones que hay que abordar, una de ellas es esa formación.

Así que no debemos pensar que “los niños y las niñas de ahora ya ni leen ni escriben”.

Efectivamente. Sucede que los niños y las niñas de ahora leen y escriben de otra manera. ¿Qué significa la fragmentación, la dispersión, o esa capacidad de estar haciendo varias cosas a la vez, oyendo música, escribiendo en el ordenador y atendiendo imágenes en la televisión?

Bueno, eso se ha comentado que es una capacidad inherente al género femenino...

(Se sonríe) No tengo datos de lo que me comentas. Pero en ese sentido tengo claro que el hombre, como género, somos una especie a extinguir. Estamos en franca decadencia, incluso para la reproducción... ya no nos necesitáis para nada.

¿Y el placer?

(Se ríe). Somos absolutamente prescindibles para la vida... Creo que podríamos tener unas conversaciones muy, pero que muy interesantes a partir de este tema. Toda la revolución que se está viviendo en el mundo de las relaciones, afectividad y reproductividad, que nos han dicho toda la vida que tienen que ir unidas y no es cierto, porque pueden ir perfectamente separadas.

“El Arte es pura especulación. Permite crear espacios imposibles que algún día pueden ser posibles. El Arte siempre ha ido contra la realidad impuesta, contra la vida impuesta, contra la cultura impuesta, contra la belleza impuesta. Los artistas han sido los posibilitadores de esos nuevos espacios”.

“En la actualidad, el capitalismo cognitivo, las nuevas tecnologías, nos ha hecho a todos artistas, así que los Artistas han tenido que reconducirse y abrirse camino en otros ámbitos, quedando el Arte bastante difuminado. No es fácil saber hoy en día quién es Artista, ni tampoco saber qué es Arte. No sabría argumentarte hoy en día qué es el Arte”.

“Curiosamente, en España, con la creación de ARCO, se crea un paradigma de la modernidad artística de la mano del mercado, en un país en el que no había (ni hay) ningún mercado artístico. De eso, esa gran crisis en torno a ARCO, un mercado sustentado mayormente con recursos públicos”.

“Una de las características de ARTELEKU era la de estar siempre en obras. Hay una metáfora muy bonita, ARTELEKU estuvo siempre Abierto por obras. Y resume muy bien ese espíritu de crisis, de continuo cambio, transformándose...”

“Mi colección artística particular es de camisetas”. Santi Eraso (Tolosa-Donostia, 1953) Licenciado en Filosofía y Letras. Su biografía profesional comienza en 1976 cuando se hace responsable de la Biblioteca Pública de Tolosa (Gipuzkoa), haciendo compatible esa labor con la enseñanza del Arte y la Historia Contemporáneas en el centro de enseñanza media Laskorain. En 1981 el Ayuntamiento de Tolosa le nombra Director de Cultura, Educación y Juventud, cargo que ocupó hasta que en 1986 accede mediante concurso público al cargo de director de Arteleku en San Sebastián, Centro de Arte y Cultura Contemporánea, dependiente de la Diputación Foral de Gipuzkoa, durante veinte años. Posteriormente disfruta de una excedencia de tres años para el cuidado de su última hija Alicia y actualmente compatibiliza sus obligaciones de padre con algunos trabajos independientes en diferentes instituciones públicas e iniciativas sociales. Entre otras actividades, forma parte del equipo de contenidos del programa arte y pensamiento de la Universidad Internacional de Andalucía, escribe una columna sobre sociología de la cultura y filosofía política, denominada Tendencias, en el Diario Vasco de San Sebastián y además colabora con BNV Producciones de Sevilla en la organización de diferentes proyectos relacionados con la cultura contemporánea, entre otros el seminario “La Invención de las ciudades”, en Córdoba. En la actualidad es el responsable cultural de la candidatura de Donostia Capital Cultural Europea 2016.
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