Susana Serrano Abad. Investigadora: No me creo que Bilbao sea solo una ciudad de ocio y turismo. Tenemos que reindustrializar

2010-11-19

VELEZ DE MENDIZABAL, Josune

La galerna que sumió a Bermeo en la más profunda desolación aquel fatídico 12 de agosto de 1912 pronto cumplirá su centenario. Con tal motivo la doctora en Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco Susana Serrano Abad trabaja junto a Eusko Ikaskuntza en un proyecto de investigación. “En 2012 se va a llevar a cabo una exposición conmemorativa sobre el suceso, y estamos trabajando en la documentación del mismo”, apunta la doctora Serrano. No es, sin embargo, ésta la única línea de investigación en la que Susana Serrano se encuentra trabajando en este momento. Además de impartir clases de Historia de España y el País Vasco en la Universidad del País Vasco para estudiantes extranjeros; la doctora recala en la memoria histórica de la Alhóndiga de Bilbao, así como en la transformación urbanística de la Ría de Bilbao, como ejes principales de sus estudios e investigaciones.

Usted imparte clases de Historia de España y el País Vasco en la Universidad del País Vasco para estudiantes extranjeros. Enseña algo que está en constante transformación... La Historia está cambiando, estamos haciendo Historia...

Sí, sin duda. Por esa razón me interesa a mí también llegar a estos temas más actuales en cuanto al temario se refiere. Por que estamos en plena transformación y quiero que los alumnos lo vean. Tenemos que llegar hasta la actualidad, tenemos que ver cómo están cambiando nuestras ciudades, cómo se han modernizado, qué cambios encontramos...

Además, me gusta enseñar la Historia global, no la integral, es decir, no sólo la de hechos políticos; ya que a veces nos dejamos arrastrar por los hechos políticos y un país es más, es la sociedad, es la arquitectura...

Como ejemplo cabe decir que a los estudiantes americanos les encanta sobre todo lo relacionado con el cine, se sienten muy interesados también por los temas de cocina y los grandes cocineros. Es lo que escuchan allí, Almodóvar, Arzak...

Es un buen barómetro mediático para saber qué llega de este continente al otro lado del Atlántico...

Sin duda ha habido grandes cambios. Hubo una época en el año 1985 que sobre todo lo que más preocupaba a los estudiantes que venían a estudiar aquí era el tema del conflicto vasco. Les llamaba la atención y querían saber cómo y por qué había surgido. Se notaba que les llegaba poca información y tenían pocas referencias, solo les llegaban notas de atentados y querían saber más.

Ahora sin embargo, les interesan más los temas culturales y la transformación urbanística que ha habido en Bilbao, los nuevos arquitectos, el Guggenheim. Son nombres que también escuchan allí como Gehry o Calatrava... Y les fascina la mezcla que ven y disfrutan en Bilbao como el casco antiguo, los edificios de la Gran Vía o edificaciones modernas como el Guggenheim. Les asombra que esté rodeada de montañas, el poder ir andando o poder estar en otro pueblo en cuestión de 20 minutos de metro, estar y relacionarse en la calle, salir a todas las horas sin peligro...

Ha comentado la arquitectura, la historia urbana y urbanística es una de sus líneas principales de investigación...

Sí, así es, además mi trabajo se centra en la ría de Bilbao. Estamos en constante transformación y veo similitudes en lo que pasó a principios de siglo XIX. Es decir, estamos cambiando otra vez de modelo económico. Como hace 125 años hubo una crisis y hubo un cambio económico ahora también, y es que la Ría de Bilbao es un laboratorio para la investigación de todos estos procesos históricos; y se puede analizar desde tantos puntos de vista...

Uno de sus trabajos lleva por título “Los orígenes de una metrópoli industrial: La Ría de Bilbao”, ¿qué periodos de la historia de Bilbao se encuentran en estos volúmenes?

En total hemos realizado cuatro volúmenes para la Fundación BBVA. Los orígenes de la metrópolis de Bilbao desde mediados del XIX hasta principios del XX, hasta la Guerra Civil. Ahora recientemente hace un año hemos publicado desde la Guerra a la consolidación de la metrópolis bilbaína. Es decir hasta la actualidad y es entonces cuando hemos hecho esa reflexión sobre las transformaciones y cambios.

Por otro lado también hemos trabajado con el Ayuntamiento de Bilbao sobre la historia de los barrios. Lo hemos querido hacer porque también es muy interesante porque cuando investigas los grandes núcleos no es posible profundizar y llegar en detalle a estos otros lugares. Una vez realizada esta investigación ya hemos podido profundizar en las particularidades de los barrios. Primero a través de conferencias dimos a conocer lo que sabíamos de la historia de los barrios, y ha sido muy enriquecedor porque los propios vecinos nos han enseñado a nosotros cosas que desconocíamos. Ahora ya hemos finalizado la investigación y es el propio ayuntamiento el que está trabajando con los barrios en otras iniciativas más participativas, como por ejemplo visitas guiadas...

¿Por qué Bilbao como eje central de sus investigaciones sobre espacio urbano e historia urbana? ¿No hubiera sido posible alguna otra ciudad como Donostia, Iruñea o Gasteiz?

Bilbao representa la ciudad central de ocio, financiera y comercial por excelencia. En su investigación se puede dividir en áreas diferentes: en el curso medio de la Ría está la zona más industrial y minera a su vez; y luego la zona de la desembocadura, la zona portuaria donde estaban las residencias de las élites. Del ocio burgués... Así que no podemos hablar de la Ría como un área sólo industrial, la realidad sin duda es más compleja. El tiempo la ha ido transformando y es por lo que requiere un estudio concreto y exhaustivo para conocer nuestra historia.

Por lo tanto como modelo de ciudad es referente para nuestro estudio. Y precisamente ahora que la conocemos y hemos estudiado bien la complejidad del modelo y proceso industrial nos planteamos cuál será el próximo línea de investigación. Bien puede ser la comparación de Bilbao con Donostia, Vitoria y Pamplona o por el contrario trabajar con la mirada al futuro.

Los historiadores nunca hemos trabajado con la mirada puesta en el futuro. Es una cuestión interesante y para nosotros es importante atrevernos a dar este paso. Nos solíamos quedar en la Guerra Civil, luego ya nos atrevimos a dar el paso a las décadas de los 70 y los 80, y ahora, ¿por qué no seguir? ¿Por qué no ver cómo estamos viviendo estas transformaciones?

Y, ¿cómo contribuiría esa visión de futuro de los historiadores a las nuevas ciudades?

Sería muy enriquecedora porque cada uno aportaría y emplearía sus disciplinas para construir nuevas estructuras hasta el punto de construir una ciudad más completa.

Por poner un ejemplo, nosotros hemos examinado el tema de los vertidos en nuestro último trabajo y ¡quién lo iba a pensar!, ¡historiadores estudiando vertidos! A primera vista pensaríamos que no es un tema de historia pero ¿cómo no lo vamos a tratar si es algo tan importante? En la prensa de 1850 ya se hablaba de los vertidos de Santa Ana de Bolueta, de cómo la policía local controlaba estas contaminaciones... Al final biólogos e historiadores llegan a las mismas conclusiones si bien cada uno trabaja en un ámbito diferente. Y no es otra que la Ría lleva recogiendo vertidos un total de 150 años y es el momento en el que hay que plantearse un plan integral. Al final nos complementamos.

Por eso estamos decidiendo ahora cuál será nuestra próxima línea de investigación: ¿compensa más el análisis comparativo o nos lanzamos al futuro?

Si echamos la vista diez años atrás, las ciudades, de lo que eran a lo que se han convertido, resultan irreconocibles. ¿Vamos a ver en un futuro ciudades sin límites?

Supongo que sí resultan irreconocibles... Las ciudades se van expandiendo. Lo mismo que Bilbao a finales del XIX era solo el Casco Viejo, y al final para expansionarse necesitó otros territorios y así se convirtió en una enorme metrópoli...

¿Pero con qué fin?, ¿crecer a cualquier precio no podría suponer una pérdida de identidad cultural?

Pues estamos perdiendo y estamos ganando... Estudios de proyectos de tipo sociológico que hemos hecho en la Facultad de Ciencia de la Comunicación hablan de datos curiosos. Cabe comentar por ejemplo, que los habitantes de los barrios de Rekalde y Deustu ahora se sienten más bilbaínos gracias al metro, y eso es un avance. La cuestión es que antes vivían más recluidos, tenían menos movilidad y el que trabajaba en la Margen Izquierda allí se quedaba. Ahora sin duda nos movemos constantemente, ya no nos cuesta ir a Barakaldo al teatro y antes quizás nos lo pensábamos dos veces. Y es de eso de lo que nos vamos a beneficiar. En cuanto a pérdidas que acarrea una gran metrópoli, pues quizás se pueda perder esa identidad de barrio en cuanto a que los chavales ya no puedan jugar en la calle por motivos de tráfico o que antes se compraba en los ultramarinos y ahora acudamos a las grandes superficies... Estos cambios no se pueden parar... sin embargo, se puede vivir el barrio de otra manera como siendo partícipe de sus fiestas, por ejemplo.

¿Cómo ha ido cambiado el modelo de ciudad y qué modelo tenemos hoy en día?

Bilbao se tuvo por ciudad industrial, pero quisiera hacer un alto y dar un toque de atención porque Bilbao no solo era industrial como se ha venido diciendo, Bilbao también era portuaria. A pesar de que los barcos entraran casi hasta el Arriaga, vivía de espaldas a la Ría porque estaba totalmente enfocada a la industria. Realmente, durante el siglo XIX eran muy pocos los puentes que comunicaban ambas partes de la Ría, lo que denotó una falta de comunicación entre las dos márgenes de a misma ciudad. Por lo que antes Bilbao era una ciudad con una población muy segregada socialmente, los barrios obreros de San Francisco, el ensanche reservado para la burguesía...

Ha día de hoy Bilbao está asumiendo un nuevo modelo de ciudad postindustrial. Se comenzó con la remodelación de Abandoibarra y hay que seguir con una nueva fase en la que se integren y reurbanicen los barrios, tal y como lo estamos viendo en Bilbao La Vieja. Lo que tenemos que intentar hacer a partir de ahora es hacer una ciudad más habitable, en la que las personas participen de una vida más agradable. Ahí está la zona del ensanche en la que hoy en día se pueden ver a las personas corriendo, andando en bicicleta, paseando...

¿Qué consignas no podemos obviar a la hora de construir una ciudad?

Debe ser una ciudad para los habitantes, agradable y cómoda, que les permita la movilidad. Y en ese sentido Bilbao lo ha conseguido pero ahora para mí el reto es que se generen actividades y con ello empleo. Hasta ahora todo ha ido de la iniciativa pública, es el sector público el que ha cogido las riendas de esta crisis, y opino que los empresarios deberían hacer algo. No me creo que Bilbao sea solo una ciudad de ocio y turismo. Tenemos que reindustrializar.

Concluyendo, ¿Qué hemos aprendido del pasado?

En mí opinión ha sido importante que a la hora de revitalizar y regenerar la ciudad se hayan sentado diferentes agentes en la mesa: economistas, urbanistas, políticos... Tengamos en cuentas que el primer proceso de industrialización fue un descontrol porque todo quedó en manos de intereses privados y económicos por lo que hicieron lo que quisieron para su negocio, acabaron con los mejores suelos y todo ello sin ningún nivel urbanístico. Por esa razón se llegó a la congestión de los años 70, porque ni hubo planificación, ni inversión.

Controlar el proceso de industrialización, así como la falta de normativa urbanística y paliar el bajo nivel de inversión pública serían las tres áreas a tener en cuenta para no tropezar de nuevo en el mismo error.

Los datos que teníamos para el estudio de finales del 2006-2007, en lo que a porcentajes de tasas de paro se referían, la Ría de Bilbao presentaban dos puntos por encima de la media de Vizcaya. ¿Y esto qué significa? Nos dice que estamos regenerando urbanísticamente, pero no estamos generando empleo. Se han mostrado iniciativas y dinamismo pero hay que buscar cómo generamos empleo porque no se puede vivir de áreas comerciales y turismo.

Hablemos de otro de sus trabajos de investigación. Los volúmenes que llevan por título “Diccionario biográfico de los Parlamentarios de Vasconia”; ¿de qué tratan?

Todo está relacionado. Son las élites, las que llevan adelante los cambios industriales a finales del siglo XIX, que a su vez son también élites económicas, culturales y políticas. Son éstas las que proyectan la ciudad con el fin de favorecer sus intereses.

Los volúmenes abarcan de 1808 a 1876, y de 1876 a 1939. Se trata de un proyecto que recientemente hemos finalizado y que comenzó en 1990 financiado por el Parlamento Vasco.

A día de hoy estamos llevando a cabo el diccionario biográfico de los parlamentarios españoles entre 1808 y 1874. Lo estamos haciendo bajo petición del Parlamento español y dirigido por Mikel Urkijo y Joseba Agirreazkuenaga.

Para todos estos volúmenes seguimos un modelo biográfico para poder hacer estudios comparativos. Se investigan los orígenes, sus familias, las relaciones familiares, las rentas y de dónde provienen éstas; los estudios y la formación; la actividad profesional, la política y la administrativa; también sus producciones y obras.

¿Cabe destacar algún dato curioso que le haya llamado la atención en la investigación sobre los parlamentarios del siglo XIX y principios del XX?

El hecho de que se creía que los parlamentarios vascos intervenían muy poco en las Cortes de Madrid; y que solo lo hacían en aspectos que competían a las provincias, pero sorprendentemente no era así. Son hombres que intervienen en muchos proyectos, en el código de leyes, en el plan de carreteras, a nivel de planificación económica, en temas militares... y no solo en cuestiones vascas como se podría pensar.

La Alhondiga ha sido inaugurada como centro de ocio y cultura, usted sin embargo, incide en informar sobre la importancia del edificio y su función...

No es tan solo un antiguo almacén de vinos como la gente piensa. Nos interesa recordar la memoria histórica, las funciones que tenía y la importancia del edificio. La productora K2000 hizo un Dvd sobre el trabajo que desempeñaban los trabajadores de la Alhóndiga. No es un antiguo almacén de vinos sino una pieza fundamental en el engranaje del sistema de recaudación del ayuntamiento de Bilbao.

Lo que para mí ha sido una gran sorpresa es que detrás de estas actividades había algo más que un Bilbao industrial. Y es que había un gran negocio alrededor del vino. En 1860 hay una serie de empresas que están exportando el vino al extranjero y eso es una fuente de beneficios. Las primeras bodegas que se instalan en La Rioja son de empresarios vizcaínos; por lo que como decía, cabe destacar que Bilbao no es solo industrial sino que cuenta con un factor de servicios muy importante.

Almacenistas, taberneros, se crean tiendas, carretillas que transportan los barriles... al final hay una red de servicios que no habíamos analizado que es muy importante a finales del XIX. Parece que el negocio del vino sea cosa de hoy, y por el contrario ya desde finales del XIX en Bilbao se exportaba a América, al Caribe, a Europa... Todo ese vino salía del puerto de Bilbao a ferias internacionales... También en esas fechas se creó el sindicato del vino...Por eso una vez que comienzas a tirar del hilo te das cuenta de todo lo que hay detrás de la Alhóndiga y es por eso que voy a seguir redundando en su memoria histórica. Susana Serrano Abad (Bilbao, 1961) Doctora en Historia por la Universidad del País Vasco (1993), actualmente es profesora de Historia contemporánea en la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la U.P.V./E.H.U. Asimismo, desde 1995 viene impartiendo la asignatura de Historia de España y del País Vasco en el programa USAC de la Universidad de Reno (Nevada) en el Campus de Leioa. Las élites y el proceso de industrialización de los siglos XIX y XX, contemplado éste desde la perspectiva de la configuración y la articulación del espacio urbano, constituyen sus líneas de investigación preferentes. Ha participado además en anteriores convocatorias de “Auzoz Auzo” (Olabeaga y La Ribera de Deusto) y es autora de diversas publicaciones, individuales y colectivas, entre las cuales cabe destacar: Bilbao desde sus Alcaldes (3 vols. 1836-1939), Diccionario de los Parlamentarios de Vasconia (1808-1876 y 1876-1939) y Los orígenes de una metrópoli industrial: La Ría de Bilbao.
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