Tres factores se adivinan claves para avanzar positivamente en el futuro de una sociedad como la vasca:
a) Innovación científica y social: es preciso invertir esfuerzos y recursos en la innovación, la búsqueda del valor añadido, la creatividad y el emprendimiento, tanto a nivel público como privado.
b) Gestión democrática de la diversidad: debemos preparar nuestras instituciones y nuestras referencias a las de una sociedad moderna y diversificada, en la que conviven tradiciones culturales diferentes y grupos sociales con identidades diferentes, sea en lo relativo a los valores, la creación cultural, la simbología, los estilos de vida u otras fuentes de diversidad. La realidad demográfica aconseja que Euskal Herria sea un país abierto al enriquecimiento y a la integración por incorporación de identidades diferentes a un relato común. La gestión inteligente de la diversificación social y cultural nos ofrecerá innumerables oportunidades a nivel colectivo para posicionarnos como una sociedad realmente avanzada y competititva.
c) Servicios sociales avanzados, sostenibles y de calidad: es preciso garantizar el mantenimiento de un suelo social mínimo justificado en unos valores de cohesión y solidaridad. Esta cobertura social garantiza una mayor eficiencia del conjunto de nuestros recursos y una calidad de vida muy alta. Es necesario para ello plantear esquemas de sostenibilidad, sobre todo teniendo en cuenta los retos demográficos a los que nos enfrentamos y que nos aconsejan claramente abrir posibilidades a la inmigración y a la diversificación de la sociedad vasca. Un fuerte Estado de bienestar es una buena parte del relato colectivo común sobre el que se puede anclar dicha diversificación, poniendo en conexión valores compartidos y pluralidad social.