Urteko galdera

Fernando Saenz de Ugarte / Director de Dantzaz

20/07/2016

Fernando Saenz de Ugarte / Director de Dantzaz

Muros, refugiados y refugios

Datos sacados de "El Pais" de hoy, 20 de junio de 2016:
  • "La desigualdad social sigue intacta desde los años noventa"
  • "La Relación entre Escuela Pública y privada/concertada en España está más desequilibrada que en el resto de Europa. La clase media evita la pública"
  • "El 50% de los hijos de clase directiva y profesional va a la universidad. En la clase trabajadora, el 15%"
  • "La saturación de licenciados promueve la desigualdad, pues encuentra trabajo quien puede pagarse un master, ir al extranjero, o contar con conexiones familiares"
  • "El 55% de las chicas españolas y el 36% de los chicos están en la universidad. Pero hay un 18% de puestos de trabajo en esa categoría"
  • "El 60% de los jóvenes españoles que encontraban trabajo en 2009 era gracias a las conexiones, según el CIS"
En medio del proceso de refeudalización en el que nos encontramos absolutamente sumergidos, contemplamos cada vez más muros, castillos, fosos, almenas... construidas por y para los nuevos señores feudales del siglo XXI. Muros que separan y que definen, que marcan líneas y fronteras. Regidos por sus propias normas y leyes, los castillos se levantan majestuosos y también se atacan y derriban, en continuas luchas y guerras con innumerables daños colaterales. En esa pelea continua, es difícil no encontrarse "extramuros" en muchas situaciones cotidianas de la vida, desde la salud, la ley, o, cómo no, la educación. Y, sin embargo, desde dentro del castillo, se nos lanza un continuo y eterno mensaje, lleno de lentejuelas y neones: Tú también puedes ser parte de la Corte. Ven y págalo. Mientras tanto, se dedican a bombardear, menospreciar y minusvalorar las estructuras edificadas para la población en general, que garantizan derechos universales: educación, salud, vivienda... Ven y págalo, también en la educación, buscando esa "excelencia", para poder entrar a ese castillo y convertirnos en parte de esa selecta corte. Educación, como en el sistema educativo feudal, donde sólo el príncipe, los nobles y ciertos cortesanos tenían acceso a la educación plena y múltiple (absolutamente privada), y donde la formación profesional se realizaba mediante contratos duales que consistían en ser aprendiz de un oficio cuando existía la suerte de ser invitado a trabajar para aprender un oficio en el taller de un maestro artesano. Learning by doing en toda regla, trabajar desde la mas tierna infancia en casa, en el campo, con el ganado... O en la guerra, en el convento... Y para muchísima parte de la población, Learning by doing en la propia nada, en la inanición, aprendiendo a pasar hambrunas soportando el hambre; haciendo másters in situ sobre sistemas políticos y fiscales: sufriendo los robos y los abusos de los recaudadores a sueldo del señor feudal de turno. No, no es necesario hacer esfuerzos imaginativos para realizar símiles con nuestros días. Muchos, muchos padres y madres que gastan todos sus ahorros en costosas matriculas en colegios, institutos y universidades privadas para intentar ese ansiado acceso a la corte soñada, un acceso que abra las puertas de la corte no solo a su amado retoño, sino también a las generaciones venideras, hacer que la familia acceda, de una vez por todas, a ese estatus social (y en estos momentos de paro rampante, al ansiado trabajo). No hay garantías. Simplemente, como mariposas, acudimos a la deslumbrante llama de la luz del castillo. Aprendices en cada vez mayor número por todas y cada una de las empresas de todos los sectores, grandes o pequeñas. Cuantitativamente, tomamos el número de aprendices como directamente proporcional a la calidad del sistema educativo, un sistema que les lanza a hacer lo mismo que hacían sus antepasados en los talleres de los maestros artesanos, sin sistema educativo de por medio. Un sistema educativo que entendemos y definimos como universal, aunque haya muchísimas personas que se encuentren fuera incluso del "extramuros" al que antes me refería: afuera del afuera, aun mas allá. Escribo estas lineas en el día internacional del refugiado, ese territorio cada vez más poblado (que no cada vez más grande) de nadies y de olvidados, que quisieran soñar con tener la posibilidad de ir al colegio algún día. El humanismo fue el que se impuso al feudalismo, y debería ser el refugio en el que reunirnos en este momento, la vuelta a la revisión de los clásicos, la filosofía, el arte y la cultura. Tal y como la propia pregunta que genera aportaciones durante todo el año, debemos utilizar las preguntas y los dilemas como motor para un cambio. Ladrillos de calma, de escucha, de conexión, para construir ese refugio, tomando las pausas necesarias e imprescindibles para la reflexión, para compartir ideas, para contemplar, soñar, crear... Romper las innumerables incoherencias de lo neofeudal: se ensalza la creatividad, pero no se pone en valor su verdadero génesis: la contemplación y el tiempo necesario para el surgir de las ideas, y, lo más importante, su confrontación con dilemas éticos: ¿cómo afecta mi idea a la realidad? ¿Cómo cambiará el mundo? ¿Por qué y para qué hacemos lo que hacemos? Esas son las herramientas revolucionarias: las preguntas, el camino, el proceso. Me toca, por mi trabajo, reivindicar las Artes en su totalidad, y las Escénicas en particular, como procesos artesanales aún supervivientes: artesanal en la ideación, en la producción, en la distribución, en la relación con el usuario final-comunidad. Para superar el neofeudalismo, tendremos que apelar al NeoRenacimiento, volver a beber de las fuentes de los clásicos, retomar la contemplación, la filosofía, el humanismo en si. Y, como no, el Renacimiento de la Cultura y de las Artes, como parte fundamental del proceso educativo, que puede integrarse con las diversas áreas de conocimiento (cómo trabajar la física, las leyes del movimiento mediante la danza; las matemáticas y la música; la historia ligada al arte en general... ) Y hacerlo con la ayuda y la connivencia de la burguesía y la nobleza, personas y entidades que ostenten el poder y que apuesten decididamente por este cambio, nuevos Mecenas (aún aceptando el crowdfunding o micromecenazgo como una herramienta de cambio, prefiero hablar de Macromecenazgo, es decir, que sean los grandes los que comiencen a pagar, porque grande es la distancia entre las clases dominantes y la sociedad en general). Para terminar, una puntilla: las enseñanzas artísticas siguen estando apartadas del resto de enseñanzas, como una rara avis, y el alumnado de conservatorios medios de música y danza debe completar su itinerario con el de la "enseñanza normal" (y, sobre todo, porque las familias siguen animando a bailarines y músicos a que estudien "algo serio"). ¿Para cuando una integración de las enseñanzas artísticas en la enseñanza general? (y en otra Urteko galdera, ya hablaremos de la profesionalización).
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