Jesús Altuna: "Ekain no es patrimonio exclusivo de Zestoa o de Deba. Es de todo el País Vasco"

1999-06-04

AGIRRE, María

Elkarrizketa Jesus Altuna, paleontólogo "Ekain no es patrimonio exclusivo de Zestoa o de Deba. Es de todo el País Vasco" * Traducción al español del original en euskera Maria Agirre Al Jefe del Departamento de Prehistoria de la Sociedad Científica Aranzadi se le ve contento. La réplica de la cueva de Ekain se realizará muy cerca de Zestoa, en el valle Sastarrain, tal como él requirió. Jesus ha trabajado varios años en pos de esa opción, y muchos más examinando Ekain junto con Don José Miguel de Barandiarán. Además, dentro de pocos días se cumplen 30 años desde que Barandiarán y Altuna vislumbraran por primera vez los caballos, osos, ciervos, bisontes y cabras que se hallan dibujados en la cueva de Ekain. Desde entonces, Ekain es para ellos un santuario, y en el caso de Barandiarán se trató asimismo de uno de los descubrimientos más importantes. Altuna dedica la mayor parte de su tiempo a investigar en la sociedad Aranzadi, impartir clases en Magisterio y velar por el patrimonio de Gipuzkoa, pero hay más. Usted es conocido fundamentalmente por ser el Jefe del Departamento de Prehistoria de Aranzadi, pero es igualmente Presidente de la Fundación Barandiarán. ¿Cuándo se fundó esta última y con qué finalidad? La Fundación se constituyó en 1979 entre Don José Miguel de Barandiarán y Eusko Ikaskuntza Sociedad de Estudios Vascos, y yo pertenezco a ella desde sus comienzos. Su objetivo es el de proseguir con las investigaciones que Don José Miguel de Barandiarán desarrolló durante su vida. Para ello, la Fundación por una parte recibió de Eusko Ikaskuntza Sociedad de Estudios Vascos las subvenciones correspondientes a la Beca Barandiarán, puesto que hasta entonces era ella quien la convocaba; por otra, la revista llamada "Anuario de Eusko Folklore" se venía editando en los últimos años por Eusko Ikaskuntza Sociedad de Estudios Vascos, y ha pasado igualmente a manos de la Fundación. Mediante las becas se les da una continuación a las investigaciones que Barandiarán realizóen arqueología y etnografía. Y en el Anuario se publican los resultados derivados de las investigaciones. Además, tras el fallecimiento de Barandiarán, la Fundación ha reunido todos sus recuerdos y adquirido el caserío de Ataun, que fue la casa de Don José Miguel en sus últimos cincuenta años. Por lo tanto, las becas de investigación están orientadas hacia la arqueología y la etnología. Así es. Un año se destina a la arqueología y al siguiente a la etnografía. A la beca de arqueología se suelen presentar sobre todo grupos, porque hoy en día la prehistoria es un trabajo interdisciplinar; es muy difícil para una sola persona realizar un estudio de prehistoria. En etnografía, sin embargo, aún hay trabajos que realizan individualmente. Como he dicho, los estudios de investigación se editan en una publicación, y hemos solido publicar unos trabajos muy buenos. Pronto editaremos, por ejemplo, la investigación que M. Duvert ha realizado sobre las costumbres del País Vasco continental en torno a la muerte. De cara al futuro, ¿hacia dónde encaminará la Fundación sus esfuerzos? Seguiremos con lo de hasta ahora, pero quedan otras cosas por hacer. Por ejemplo, hay trabajos de Barandiarán mal editados o sin editar, y queremos darlos a conocer. Cuando Don José Miguel vino desde el País Vasco continental, la Universidad de Navarra lo contrató para que impartiera clases sobre la etnografía vasca. Afortunadamente, una de sus alumnas, Maria Amor Begiristain, grabó las clases en magnetofón, y todas esas clases están siendo transcritas para su posterior publicación. Además, Don José Miguel solía escribir diarios personales y científicos, que son propiedad de la Fundación. Por el momento no tenemos la intención de publicar el diario personal, porque algunas personas que se nombran en él aún viven. En ese diario recogía acontecimientos relacionados con la vida, la preguerra, los tiempos del exilio... Cuando Barandiarán estuvo en Sara, mucha gente pasó por ahí, y el diario es importantepara reconstruir la historia de aquellos años. Escribía casi a diario, y tenemos un montón de cuadernos. Por otro lado tenemos los diarios científicos, puesto que al realizar excavaciones o trabajos de etnografía caserío por caserío, redactaba lo que había examinado durante el día. Ya los estamos preparando para darlos a conocer y ponerlos a disposición de los investigadores. Dado que también estos tipo de diario son numerosos, se traerá a Aranzadi una copia de los yacimientos arqueológicos que examinó en Gipuzkoa; en el museo de Álava se dejarán los relacionados con los yacimientos de allí, y lo mismo en los museos de arqueología de Navarra y Bilbao. Todo eso se hará paulatinamente. Pero Don José Miguel nos ha dejado muchas cosas, incluso cine. Tenía una cámara para filmar y grabó varias imágenes. Todas ellas estaban en el desván de la casa de Sara, a punto de deteriorarse, pero por fortuna, tras haberlas descubierto hace pocos meses, las llevaron a la Filmoteca Vasca y las han recuperado. Dentro de algunos meses se van a presentar algunos fragmentos de esas películas. Principalmente recogió imágenes del seminario y del ambiente familiar. También hay imágenes de la década de 1920, lo cual es una gran suerte, porque hay muy pocas imágenes de esos años. Ahora que nos estamos refiriendo a Barandiarán, hay que rememorar que dentro de muy poco, el 10 de junio para ser exactos, se cumplirán 30 años desde que Barandiarán y usted penetraran por primera vez en la cueva de Ekain. ¿Recuerda aquel día? Lo recuerdo perfectamente. Era domingo cuando dos jóvenes de Azpeitia nos llamaron diciendo que habían encontrado una cosa magnífica, y el martes fuimos Barandiarán y yo. Al ver las imágenes de la cueva de Ekain nos dimos cuenta de que eran de la época del paleolítico, pero mantuvimos el descubrimiento en secreto hasta haber tomado medidas para proteger la cueva. Para el jueves la entrada estaba cerrada, y ese día anunciamos la noticia del descubrimiento. Al tener conocimiento,algunos quisieron abrir la cueva al turismo, porque por ejemplo a Altamira entraban anualmente casi 200.000 personas para contemplar las imágenes. Claro que ésa fue la causa de su deterioro. Algo parecido sucedió en Santimamiñe. Pero no queríamos que en Ekain ocurriera lo mismo, y tuvimos grandes desavenencias. Madrid quería abrir la cueva de Ekain para el turismo, los dirigentes de aquí también, pero desde la Sección de Arqueología de Aranzadi solicitamos un permiso para que durante el tiempo en que realizásemos las excavaciones en la entrada de la cueva, ésta permaneciera cerrada, y nos lo concedieron. Las excavaciones llegaron a su fin en 1975. Ese año murió Franco, las cosas empezaron a cambiar, y al ponerse de manifiesto las consecuencias producidas por el turismo de Altamira, conseguimos que no se tomara la decisión de apertura de Ekain. Ésa es la razón por la que Ekain se ha conservado tan bien; muchas veces recibimos cartas que nos dan las gracias, porque lo cierto es que está igual que al principio. Como bien ha indicado, fueron dos azpeitiarras quienes dieron con la cueva de Ekain. La encontraron Andoni Albizuri y Rafael Rezabal, miembros del Grupo Cultural Antxieta, de Azpeitia. Estos dos azpeitiarras tenían relación con nosotros y los domingos solíamos andar haciendo catas, es decir, buscando cuevas. Si veían que la entrada de una cueva estaba orientada hacia el sol, o que era un bonito lugar para vivir, hacían una pequeña cata, un agujero. Si encontraban vestigios, los traían a Aranzadi para que viéramos si se trataba de un yacimiento auténtico y su época. Así descubrieron varias cuevas. El 8 de junio de 1969 salieron hacia Madariaga, y luego a Zestoa. En un caserío de las cercanías, en Sastarrain, preguntaron a la señora si había alguna cueva, porque los alrededores eran muy bellos y además todo era piedra caliza. La señora les dijo que había una pequeña cueva donde a menudo solían pastar sus ovejas. Se acercaron al lugar indicado, y empezaron a hacerla cata, pero Rafael Rezabal se percató de que por un pequeño agujero salía viento frío, de modo que dentro tenía que haber algo. Abrieron un boquete como pudieron, anduvieron veinte metros a rastras, consiguieron ponerse en pie, y vieron que la galería seguía para adelante. Siguieron el camino, y a unos 60 metros de la entrada descubrieron un grupo de caballos. Así que no vieron las imágenes que hay más adelante. Al ver las figuras de los caballos se asustaron; no por la oscuridad, sino por lo descubierto, y salieron corriendo. Como he dicho, ese mismo día llamaron a Don José Miguel, y el lunes a mí. El martes, Don José Miguel y yo fuimos con Rafael y Andoni a ver la cueva. Barandiarán tenía entonces 79 años. La pregunta de siempre, pero obligada: ¿qué sintieron al ver aquellas pinturas por primera vez? La impresión fue tremenda, porque las imágenes de los caballos son magníficas; de las más bellas imágenes del paleolítico. Quedamos maravillados, emocionados. Fue el descubrimiento más importante de Don José Miguel en el campo de la prehistoria. Pero parece ser que también para usted es un santuario. Si, así es. He realizado otros estudios; la tesis doctoral y otros muchos trabajos han sido importantes para mí, pero considero el descubrimiento de Ekain uno de los más hermosos. Es el tesoro de la prehistoria del País Vasco. En algunas cuevas no hay yacimientos; es decir, sólo aparecen imágenes o han sido examinados con métodos incorrectos. Nosotros, sin embargo, tuvimos la oportunidad de practicar una excavación tranquila y científica. Las tres primeras campañas las dirigió Don José Miguel; luego se retiró de las tareas de la cueva, y el director de las tres últimas fui yo mismo. ¿De dónde procede el nombre de Ekain? Proviene de la colina que está encima; precisamente el monte en el que está la cueva se llama Ekain. Barandiarán y yo la bautizamos así, y, como ya hiciéramos en otras ocasiones, recurrimos a la toponimia. No como en otros casos, en los que se les dael nombre del descubridor. Dice que la cueva permanece cerrada, pero ¿en qué casos se puede entrar en ella? Quienes deseen ver la cueva deben ser mayores de 18 años, y tienen que escribir una carta a Aranzadi diciendo que quieren visitar la cueva. Nos llegan peticiones de mucha gente, y por eso hay una lista de espera. En cada turno entran seis personas acompañadas por un guía, y las visitas suelen ser de octubre a junio, una vez a la semana, así que en verano no suele haber visitantes. Hemos tomado medidas para que entre la menos gente posible. De todos modos, es mucha la gente que nos escribe la carta, y más aún desde que el tema de la réplica está en el candelero. Por ejemplo, todas las visitas de este año ya están reservadas. Pero sabemos que así la cueva no cumple el fin social y didáctico; hay que mostrar ese bello patrimonio al pueblo. ¿Cómo mostrárselo sin ponerlo en peligro? Pues haciendo una réplica en el valle de Sastarrain. Pero quiero dejar bien claro que Ekain no es patrimonio exclusivo de Zestoa o de Deba, sino de todo el País Vasco, pero ya que se encuentra en el valle de Sastarrain, ahí es donde la réplica tiene que estar. Según la decisión de la Diputación de Gipuzkoa, la réplica de la cueva de Ekain se ubicará en el valle de Sastarrain, en Zestoa. ¿Se ha realizado alguna réplica en algún otro caso? La única réplica que se ha hecho hasta ahora en el mundo es la de Lacaux, la que llaman "Lacaux II". Ahora están haciendo la de Altamira. Pero en otros casos se ha hecho lo siguiente: copiar una serie de imágenes y colocarlas en un museo. Eso es lo que hicieron los alemanes con la bóveda de Altamira. Es decir, copiaron la bóveda que está formada por bisontes, y la pusieron en el museo de Munich. Además, en lugar de una copia realizaron dos, y una se encuentra en el museo arqueológico de Madrid. Unos años más tarde hicieron la mencionada réplica en Lacaux, pero aquí no calcaron las imágenes ni las llevaron a otro lugar, sino que copiaron casi toda la cuevapara no sacar las imágenes de su contexto. Así que teníamos esas dos opciones, y hemos escogido la segunda alternativa, porque nos parece mucho más adecuada. Si no queremos sacar las imágenes de su contexto y hay que repetir el santuario, tampoco podemos sacar la cueva de su contexto. Tendremos que situarla en el valle de Sastarrain, porque también los humanos que vivían en la cueva se movían por ese valle. No obstante, la réplica de Ekain se emplazará un poco más lejos. En Lacaux ha sucedido que la réplica está a 150 metros del aparcamiento, y éste puede dañar al original. La réplica de Ekain estará a 650 metros, y el aparcamiento más lejos, en Zestoa, con que la gente tendrá que ir andando a ver la réplica. Nuestro propósito es proteger Ekain, y con la réplica queremos cumplir dos objetivos: conservar bien la original, y mostrar el patrimonio de Ekain a la gente. No es un proyecto ni económico ni turístico; la finalidad ha sido proteger y mostrar Ekain. Por otra parte, entre la réplica y el pueblo se encuentra el palacio de Lili, que se está cayendo. Para aprovechar, queremos restaurar ese bello palacio y localizar allí el museo sobre Ekain. En las cercanías de la réplica no se va a hacer nada, porque queremos proteger el valle. Pero hay otro yacimiento que concede una importancia extraordinaria al valle: Irikaitz, el yacimiento al aire libre. Está junto al campo de fútbol de Zestoa, a 1.300 metros de Ekain, y es un yacimiento del paleolítico inferior, el más antiguo del que se tiene conocimiento en el País Vasco. ¿Con qué se van a encontrar los que vayan a visitar la copia de Ekain? El que no sepa nada, entrará sin saber nada. Es decir, entrará en la cueva y verá lo que hay sin ninguna clase de información. Pero antes de salir de la cueva se colocará una pantalla para ver un corto vídeo, en el cual se van a exponer el arte paleolítico y Ekain. Así, el visitante tendrá dos opciones: salir de la cueva, o verla por segunda vez. En la primera visita, la emoción tendrámás fuerza. Una vez recibida la información, la segunda visita será más rica en cuanto a conocimiento. De modo que se va a tener que hacer una cueva. Eso es. Se hará una cueva en la cima de un monte de allí, y luego se pintarán figuras como las que hay en Ekain. Todo esto lo efectuará una casa francesa, llamada ZK Productions, que ha hecho la réplica de Lacaux. Evidentemente, la réplica de Altamira se realizará antes, porque no han pasado deliberando tantos años como nosotros, y tienen por detrás la Fundación Botín, que ha puesto mucho dinero. A nosotros, sin embargo, nos falta dinero. Por ahora, Madrid ha concedido 100 millones, Bruselas 27, el Ayuntamiento de Zestoa otros 40, pero la Diputación y el Gobierno Vasco todavía no han puesto nada. Confiamos en que la Diputación dirigirá algo de dinero. Creo que tras las elecciones, la Diputación y el Gobierno Vasco decidirán conceder una subvención. Si tuviésemos dinero, en 12 meses la réplica estaría terminada. Últimamente Ekain también ha sido noticia por otra cuestión. Una empresa de Japón ha determinado a través de sus avanzados medios que unas señales halladas por Aranzadi pertenecen a un bisonte. Los japoneses elaboraron un proyecto para recoger algunas muestras del arte paleolítico de la costa cantábrica, examinarlas con nuevas técnicas y editar un nuevo catálogo. Para eso han instalado tecnología punta en las cuevas de Asturias, Cantabria y del País Vasco. La técnica ha mostrado que en el lugar donde hay un grupo de caballos se halla un bisonte. En la cueva aparecen algunas señales, pero en las fotografías sacadas por los japoneses el bisonte se ve con bastante claridad. De modo que, puesto que en el original no se ve claro, en la réplica no se verá ese bisonte. Por otra parte, ¿qué se trae entre manos ahora mismo Aranzadi? Estamos preparando la publicación de la cueva Labeko de Mondragón. Cuando iniciaron las obras de la variante, puesto que por ese motivo la cueva iba a desaparecer, pedimos permiso a la Diputaciónpara hacer una cata en la cueva. La excavación se efectuó en 1983, con Alvaro Arrizabalaga al frente, y vimos que se trataba de un yacimiento muy importante. Extraímos mucho material, restos de hace 30.000 35.000 años, rastros del Paleolítico superior y muchos huesos de fauna: rinoceronte, mamut... Todo eso está examinado, y ahora estamos preparando la publicación con la subvención concedida por la Diputación. Esperamos que para diciembre el libro estará listo, y será muy importante, porque tenemos pocos vestigios de aquella época. En el libro participarán unas diez personas. En lo restante, en Aranzadi seguimos con los trabajos de siempre. ¿Cuáles son los trabajos habituales? Proteger el patrimonio de Gipuzkoa, por ejemplo. Todas las semanas vamos al monte, por si acaso, para ver si se pretende hacer nuevos caminos, o a ver si hay algún dolmen donde van a talar pinos... Los montañeros suelen ser muy buenos compañeros para eso; muchas veces son ellos quienes nos avisan. Los mejores ayudantes en estos momentos son el Grupo Cultural Antxieta de Azpeitia y el Grupo Munibe de Azkoitia. Tienen una afición tremenda, y son buenos colaboradores. Salen todas las semanas a hacer catas, y, cuando encuentran algo, lo traen a Aranzadi. Fotografías: Maria Agirre, Jesús Altuna y Enciclopedia Auñamendi
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