Josune Zabala. Directora de Mintzola: La sociedad vasca ha estado en contacto con otros idiomas desde siempre

2010-02-26

SALABERRIA, Urkiri

BELAXE. ITZULPEN ZERBITZUA

El día ha amanecido soleado y sentimos el viento fresco en el rostro. Hoy es San Blas y le pedimos al santo que nos proteja la garganta. Estamos en Villabona, camino de la Casa Subijana. Miramos a la tierra y percibimos que la hierba comienza a moverse en un pequeño jardín. Tal vez, las semillas plantadas bajo tierra han empezado a germinar.Está claro que Euskal Herria es un país de palabra, ya que es el euskara lo que nos hace euskaldunes. Tal vez por esa razón necesitábamos tanto a Mintzola... La directora de este singular taller es una mujer joven, inteligente, tranquila y llena de energía: Josune Zabala, con quien hemos venido a hablar, charlar, conversar, dialogar.

Si le parece bien, podemos comenzar con una simple cuestión... ¿Qué es el mundo vasco?

Su concreción es un tema algo resbaladizo. Dependiendo de la perspectiva desde la que se mire, pueden ser cosas totalmente distintas. Es decir, si desde la perspectiva del idioma, del territorio, de los objetivos...

Y en su opinión, ¿cuál es la base o la raíz más firme para definir lo que es Euskal Herria?

(Responde en seguida y sin dudarlo un momento) La lengua. Para mi, es el euskara el que crea, comunica, dirige, desarrolla y está más íntimamente relacionado con el mundo vasco.

¿Porque es una lengua particular, porque sólo la hablamos nosotros?

No, porque nuestro modo de construir el mundo, de interiorizarlo y de hacer las cosas es a través de esta lengua. Ya sabemos que el idioma influye en nuestro pensamiento, por lo tanto podemos pensar que el euskara puede influir también en nuestra perspectiva del mundo, de la cultura y en nuestra manera de hacer las cosas.

Pero eso se podría entender en el caso de que fuéramos monolingües, pero los vascos, en la actual sociedad globalizada...

Sí, todos somos, al menos, bilingües... y no solo en la actualidad. La sociedad vasca ha estado en contacto con otros idiomas desde siempre. Con los romanos, los árabes, los grupos humanos que vinieron del norte.... Muchas veces se escucha el falso mito de que la convivencia que tenemos con el castellano y el francés es algo de hoy en día y de que los vascos siempre hemos estado aquí solos y que nunca ha penetrado ningún otro idioma e nuestro territorio. Pues bien, está estudiado, investigado y comprobado que los vascos siempre hemos tenido contacto con otros idiomas. Por eso, para los vascos el plurilingüismo no es un tema del siglo XXI.

Cuando hablamos de la lengua, ¿nos referimos también a la cultura?

Por supuesto, siempre hemos estado en contacto y nos hemos arreglado con otros idiomas, culturas y sociedades. Fruto de esa convivencia hemos ido moldeando y transformando nuestra lengua y nuestra cultura, nos hemos adaptado manteniendo vivo lo nuestro. Claro, los demás han influido en nosotros, pero nosotros también hemos influido en los demás. Por eso, el concepto de monolingüismo no sería adecuado en el mundo vasco. Otra cosa es la relación que cada cual tiene con el idioma, el idioma materno, el estudio, la voluntad...

Ya hemos dicho lo que es el mundo vasco, se atrevería ahora a definir la cultura vasca? ¿Es algo exclusivo de los euskaldunes? ¿Por qué es tan difícil para los que vienen de fuera integrarse en la cultura vasca?

En mi opinión, eso último que ha dicho es un prejuicio.

Entonces, ¿Por qué cuesta tanto aprender euskara?

Aprender euskara no cuesta tanto. Si se quiere, se aprende. Y eso de que aprender euskara es más difícil que aprender cualquier otro idioma, es otro prejuicio. Tenemos muchos prejuicios en torno al aprendizaje de idiomas y ese es uno de ellos: no hay ningún idioma más difícil que otro de aprender, cada uno tiene sus especificidades. Usándolo, se puede aprender cualquier idioma. Tal vez la clave para aprenderlo o no aprenderlo está en la motivación y, junto a eso, en disponer de un entorno en el que poder aprender y utilizar el idioma en sus distintos contextos.

¿De qué motivación estamos hablando?

Hay varios tipos de motivación: instrumental, identitaria... La motivación identitaria seguramente será de gran ayuda para que el hablante profundice más en el idioma, pero... el entorno también influye.

Cual es, en su opinión, la razón de que a pesar de la gran promoción del euskara desde las instituciones, políticas lingüísticas, euskaltegis, ikastolas... cada vez se oiga menos euskara en nuestras calles y plazas?

Puede deberse tal vez a que las actitudes y los comportamientos respecto al euskara han cambiado. El nivel de conocimiento está aumentando, pero la utilización no aumenta en la misma medida. Ese es precisamente uno de los temas que más nos preocupan en Mintzola. Estamos analizando posibles respuestas: las actitudes y comportamientos respecto al idioma no están relacionadas solamente con el propio idioma, sino también con nuestra realidad sociopolítica, con la cultura... esa puede ser una razón que influya positiva o negativamente. Por otra parte, también influye la manera de aprender el idioma: si se aprende desde una perspectiva estructural, en función de la gramática únicamente, suele resultar más difícil la utilización del idioma, ya que, al fin y al cabo, no se aprende a utilizar ese idioma; en consecuencia, esto conlleva una capacidad comunicativa limitada. Y otra razón es, de los múltiples y variados contextos del idioma, el haber trabajado únicamente el formal: si aprendemos únicamente a construir discursos relacionados con el contexto formal, ¿cómo vamos a comunicarnos en esos contextos informales que nos resultan tan cercanos y básicos?

Cuando dice estructural, se refiere a lo que dice la canción: “Nor-nori-nork, baldintza eta subjuntibo joe...!”, ¿no?

(Riendo) Así es. Aprender verbos y vocabularios no es aprender un idioma. El idioma es un instrumento de comunicación. Y si se aprende el idioma para comunicarse, se usará para eso mismo, pero si se aprende un idioma para aprobar exámenes... esto es, rellenar huecos, reescribir frases, aprenderse listas de verbos...

¿Por qué se nos castiga a los euskaldunes exigiéndonos que “demostremos” el conocimiento de nuestro idioma mediante un examen estructural y con el resto de los idiomas co-oficiales no se exige ningún examen?

Yo no considero eso un castigo. Esos exámenes son el medio para conseguir certificados, exactamente igual que ocurre con el resto de los estudios, sin más Otra cuestión es si esos exámenes son adecuados. Si tenemos en cuenta que el idioma es un instrumento de comunicación, sin duda las pruebas de los exámenes deberían ser el medio de validar eso. Pero actualmente estamos aún muy lejos de que eso sea así. Tenemos un reto muy importante en el sentido de diseñar pruebas que certifiquen nuestra capacidad para comunicarnos correcta y adecuadamente en euskara, tanto oralmente como por escrito.

Retomemos el tema del idioma... Dice que es un instrumento, ¿para qué?

A través del idioma explicamos, argumentamos, contamos cuentos, conversamos, expresamos nuestros sentimientos... Hacemos todo eso y mucho más mediante el idioma. En la medida en que el idioma socialmente es un acto comunicativo, por supuesto, y recordando que en el acto comunicativo interactuamos todos los participantes.

¿De dónde procede el idioma, del corazón o del cerebro?

El idioma es social.

Perfecto, un término medio. Se lo pregunto porque una vez leí que los vascos somos de corazón apasionado y cabeza firme.

Eso es una opinión, sin más. Afortunadamente, hay muchas clases de vascos: los que hemos aprendido euskara en casa, los que han aprendido fuera de casa, los que habitan en un medio rural o pesquero, los de ciudad, los vizcaínos, alaveses, guipuzcoanos, los de Iparralde, los navarros.... Aunque coincidamos en el idioma, todos tenemos un pasado y un origen distinto. Yo no sabría definir qué es ese “carácter vasco”.

Hemos dicho que el euskara es el rasgo principal del mundo vasco; entonces, cuando nombramos algo en euskara, ¿lo convertimos en vasco?

Ese proceso de euskaldunización lo construye cada cual. No existe una fórmula matemática para medir lo vasco en las personas. Al hilo de lo que comentaba, por ejemplo, si vamos a Iparralde, se denomina cultura vasca a los festivales, pelota, bailes canciones... que practican allí, aunque no tengan una relación directa con el idioma. En Hegoalde también pasa eso, por supuesto. Por eso decíamos al principio que la perspectiva con la que lo enfoquemos nos dará una definición u otra. Yo no podría definir la cultura de una forma concreta o, al menos, no me atrevo a dar una definición.

¿Ni siquiera entre unos “límites borrosos”?

(Riendo) La actividad cultural que se lleva a cabo en euskara y en el mundo del euskara.

Ahora que estamos en Mintzola, recuerdo que una vez oí a mi abuelo decirle a otro hombre: “palabra de vasco” ¿Ese tipo de palabra es el que se produce en Mintzola?

Eso no se puede producir, algunos lo tenemos interiorizado, pero en otros eso ya se está perdiendo. En nuestra cultura tenemos un dicho: Es un hombre bueno, un hombre de palabra (también deberíamos decir lo mismo de una mujer, ¿no?). Para los vascos, ser “de palabra” ha sido y es un valor importante, eso es lo que se nos ha transmitido por las venas de generación en generación.

Lengua materna:

A la lengua materna se le concede una gran importancia. Tenemos la necesidad de comunicarnos, necesitamos expresar lo que sentimos, lo que vivimos, cuando necesitamos ayuda o para ayudar a alguien lo tenemos que explicar de algún modo... y los seres humanos poseemos un gran instrumento que cumple todas esas funciones: el idioma.

Piedra de molino:

El trabajo de recopilación es fundamental para organizar todo y poder transmitirlo. Eso sí, si lo que se recoge en un libro luego no se utiliza, el trabajo previo resultará estéril. Sería un libro comido por el polvo. Por ejemplo, cuando abrimos los textos de Azkue, Mitxelena, Barandiaran, Axular... revivimos nuestro idioma y nuestros conocimientos, y con eso también nos enriquecemos, ya que si no se mueve el molino, no tendremos más que un montón de piedras, pero no molerá el grano.

Ya hemos dicho que estamos en Mintzola... pero, ¿qué es Mintzola? ¿Cómo se ha creado esta “ola” (fábrica) de palabras?

Básicamente, se trata de un proyecto promovido por la Diputación Foral de Gipuzkoa y por la Asociación de Bertsolaris. La Asociación de Bertsolaris necesitaba una sede desde hacía tiempo y la Diputación Foral le propuso llevar a cabo un proyecto que fuera más allá del bertsolarismo y que incluyera la oralidad en un sentido más amplio. Joxerra Gartzia se encargó de llevar a la práctica el proyecto en esa dirección y cumplió la tarea, poniendo las bases de lo que debía ser Mintzola. Así nació Mintzola, es decir, el taller de la tradición oral del euskara.

¿Y para qué sirve un taller de la tradición oral?

Para investigar el pasado y poder dar respuesta a las necesidades que tenemos en la actualidad y que podemos tener ene el futuro. Queremos saber cómo se comunica el bertsolari, cómo se comunica el autor teatral, el contador de cuentos, el cantante, nuestros mayores, estudiarlos, analizarlos, trabajar con ellos... para experimentar y para ofrecer formación en la educación, los medios de comunicación y en los nuevos contextos que nos surgen en el día a día en esta sociedad postmoderna actual.

¿A qué denomina sociedad postmoderna?

Bueno, si tenemos en cuenta la clasificación que realizan los sociólogos, se distinguen tres tipos de sociedades en diacronía: la tradicional, la moderna y la postmoderna. La característica básica de la tradicional es su persistencia, la transmisión se realiza en el contexto familiar, mirando al pasado... La sociedad moderna mira al futuro, quiere romper con el pasado con la esperanza de la transformación y la innovación, se mueve motivada por la construcción de una nueva sociedad. Después del fracaso de la sociedad moderna viene la postmoderna, que es la sociedad de la inestabilidad, del presente, de las identidades diversas. En Mintzola nos gustaría tender un puente entre estas tres sociedades.

¿Por qué Villabona?

¿Tal vez fruto de una constelación? (sonriendo). La casa Subijana pertenece al Ayuntamiento de Villabona y, en aquella época, estaba buscando un proyecto, justo cuando la Asociación de Bertsolaris solicitó a la Diputación una sede y cuando estaba naciendo la idea de impulsar un amplio proyecto... resultó un trío fructífero.

Además de bertsolaris, Diputación, Ayuntamiento... también se ven otros patronos en la entrada.

La principal tarea de Mintzola es la investigación y la formación, por eso consideramos fundamental que la Universidad también estuviera dentro del proyecto. Actualmente, la Universidad del País Vasco es miembro de la Fundación Mintzola y eso nos será de gran ayuda de cara a los futuros proyectos. Por otra parte, la Kutxa de Gipuzkoa también es miembro del patronato desde el pasado mayo.

Sabemos que Mintzola acaba de cumplir un año... ¿Se atrevería a hacer un pequeño balance?

Desde que estoy en Mintzola (nueve meses) me he dado cuenta de que la demanda y la necesidad de una comunicación oral correcta que existe en la sociedad es grande, mucho mayor de lo que pensaba. Ante cualquier propuesta que realizamos recibimos una actitud positiva... nuevos materiales para utilizar en los colegios, formación, relaciones con los medios de comunicación, ideas para promocionar el patrimonio oral, proyectos de investigación... tenemos muchas solicitudes entre manos, de creatividad, nuevos géneros... pondremos en marcha de nuevo el viejo molino. Personal

¿Qué hace una chica como usted en un municipio con nombre de manzana...?

La verdad es que nací y crecí en Donostia, pero mi padre es de Errezil y desde pequeña he tenido vínculos con esta localidad. Hace una docena de años decidí vivir allí, en la casa natal de mi padre.

Entonces, ¿defenderá la casa de su padre?

(Sonríe) Pues ahí estaba la casa, vacía, y ¿dónde iba a vivir mejor que allí? Respiré hondo y me fui para allí.

Pero antes de ir a Errezil, ¿dónde pasó su infancia?

Primero en la Parte Vieja de Donostia, y posteriormente mi ámbito de vida relaciones fue extendiéndose. (Ikastola Orixe, Lizeo Barandiaran, estudios de Filología Vasca...).

¿Siempre inmersa en el mundo del euskara?

Mayormente, sí. En el mundo del euskara es en el que más a gusto y más cómoda me siento. Josune Zabala (Donostia, 1978) Josune Zabala Alberdi nació en San Sebastián en 1978. Es Licenciada en Filología Vasca y ha realizado estudios de doctorado así como un posgrado en Experta en Gestión de Lenguas. Su trayectoria laboral se ha centrado principalmente en la enseñanza y en la traducción. En lo que a oralidad se refiere, ha realizado varios estudios en la Universidad de Mondragon y en la Universidad del País vasco. Hoy en día vive en Errezil y es directora de la Fundación Mintzola en Villabona.
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