Izaskun Moyua Pinillos. Directora de Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer: En este momento sólo hay igualdad en la presencia política
2005-11-18
ELORZA, Aiala
¿El momento actual que vive Emakunde está totalmente marcado por la ley de igualdad aprobada en el Gobierno Vasco?
Sí, sin duda alguna nos encontramos en un momento de desarrollo de la ley y en este sentido vamos a trabajar durante esta legislatura. La ley nos ha abierto muchas puertas y ahora hay que ir poniendo muebles en las habitaciones de cada puerta que se abre. Esta nueva ley ha marcado estupendamente los pasos a seguir en todos estos ámbitos y también a la hora de establecer el cuarto plan de acción positiva, que tenemos que realizar durante esta legislatura.
Hoy por hoy, ¿Podemos decir que esa política de igualdad se aplica en todos los departamentos del Gobierno Vasco?
Hay algunos departamentos en los que la política de igualdad no se entendía muy bien hasta que el principio de la no neutralidad de las políticas empezó a visionarse. Hace algunos años no hubiéramos pensado en actividades o en actuaciones concretas, que hoy en día están saliendo adelante. Esto nos demuestra que poco a poco vamos dando pasos en áreas en las que nunca hubiéramos pensado.
Y en departamentos como el de Transportes y Obras Públicas, ¿qué grado de aplicabilidad tiene la ley de igualdad?
En este caso concreto, por ejemplo, hace unos años nunca se hubiese pensado en la diferencia que existe en la utilización de los transportes públicos. Sin embargo, hoy en día, esto se estudia desde el propio departamento de Transportes. Y los resultados, además, nos dicen que somos las mujeres, las que utilizamos mayoritariamente el trasporte público, probablemente porque el acceso que tenemos a los coches es menor. Creo que en este momento, desde cualquier ámbito podemos hacer efectiva la no neutralidad de las políticas. Tenemos que tener en cuenta, que estudios como estos nos permiten conocer, además de la usabilidad, cuáles son las necesidades diferenciales que tienen las mujeres y los hombres. Además, actividades como éstas nos permiten ir viendo, poco a poco, que todo tiene su incidencia y que la diferencia de géneros atraviesa todas las políticas.
¿Se está teniendo en cuenta la política de igualdad a la hora de planificar las nuevas zonas de Saburua en Bilbao, Zabalgana o Ibaiondo en Vitoria-Gasteiz?
Esto es lo que nos gustaría que se hiciese, aunque por ahora, no se ha hecho. Tengo constancia de que en Bilbao van a trabajar de forma conjunta el Departamento de Urbanismo con el de la Mujer. Esto hará que, de alguna manera, se transmita que existen unos problemas al establecer el urbanismo en las ciudades, que tienen que ver con la calidad de vida de las personas que van a vivir allí. Cada vez hay más estudios y personas que están enriqueciendo el trabajo profesional sectorial, teniendo en cuenta esta otra mirada diferente, la de las mujeres. Creo que en este momento, las mujeres tienen que formar parte de esta toma de decisiones, si es en presencia bien, pero si es en influencia mejor. Necesitamos que exista la visión de cómo quieren vivir las mujeres, o cómo necesitan vivir las mujeres y no sólo en lo que a urbanismo se refiere, sino en toda la planificación política.
En la administración pública hay campos, como educación, en los que la mujer ha obtenido su puesto o lugar tras muchos años de lucha, pero ¿en qué otros campos no ha llegado la mujer todavía a obtener estos porcentajes?
Son varios los campos en los que la mujer todavía no obtiene unos porcentajes aceptables pero incluso en campos como el de la educación también habría que matizar. Hoy por hoy, podemos decir que la escolarización es a partes iguales, pero tenemos que indagar más para ver que los estereotipos en base al sexo siguen siendo prioritarios de alguna manera, y más claramente en el ámbito universitario. Hoy seguimos encontrando una gran mayoría de mujeres en carreras que tienen que ver con el cuidado de las personas, un papel al que todavía hoy, la sociedad espera que las mujeres den respuesta. Creo que detrás de todo esto, hay una mano negra cultural que viene desde el siglo pasado y que nos hace colocarnos en un sitio o en otro. El problema es que muchas veces las mujeres lo hacemos perdiendo muchas oportunidades en el camino y eso es lo que hoy no debemos permitir. Conductas involuntarias como ésta están perpetrando una discriminación y una desigualdad que no es justa.
De esta última respuesta podría deducirse que usted no ve igualdad en ningún ámbito...
En este momento sólo hay igualdad en la presencia política. La Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres ha hecho un esfuerzo importante, estableciendo la cuota salarial de acción positiva en el ámbito político.
Yo, personalmente, estoy absolutamente a favor de las cuotas de acción positiva. Me parece patética la postura de pensamiento que dice que únicamente tienen que estar las personas que están capacitadas, cuando yo creo que las mujeres no tenemos que demostrar en este momento nuestra capacitación. Creo que la desigualdad no es un problema de capacidad, hay otros motivos o causas a las que hacer frente y es ahí donde tenemos que trabajar. En este sentido, la acción positiva es una medida a mantener, mientras se mantenga la situación de desigualdad, pero en el momento en que desaparezca esta situación dejará de existir. Además, esta medida está totalmente aceptada por todos los partidos políticos y sus miembros.
A pesar de esa aceptación totalitaria de la que habla, en su momento la ley no fue aprobada por unanimidad en el parlamento, ¿no?
La ley fue aprobada con el no del PP y la abstención de EH. La verdad es que ha sido una ley muy debatida y dos años absolutamente intensos. El proceso ha sido participativo, tranquilo y de mucho trabajo interno, como nos gusta en Emakunde.
¿Han sido realmente conscientes todos los parlamentarios de la ley que han aprobado?
Supongo que más de uno se habrá dado cuenta después, después de haber leído la ley, de lo que había aprobado. La puesta en marcha de una ley de estas características está siendo difícil, pero desde Emakunde siempre hemos dicho que no queríamos una ley de exposición de intereses sino que buscábamos movilizar realmente las raíces de la desigualdad.
Según la ley de acción positiva, los porcentajes de presencia femenina en el Parlamento y en el Gobierno son distintos, ¿por qué esta diferencia entre uno y otro?
En este momento, el equilibrio entre los sexos se calcula en un 40% de hombres y un 60% de mujeres y éste es el porcentaje que hemos querido reflejar en el ejecutivo. Sin embargo, en el Parlamento quisimos cambiar un poco el abanico y proponer que por lo menos el 50% fuesen mujeres, ya que en este caso se elige por candidaturas y no de forma nominal.
¿Y en el ámbito político más local también tiene vigencia esta ley?
Gracias a la descentralización administrativa, nos ha sido más fácil llegar a más instituciones aunque no a todas. En este momento la ley se aplica, además de en el Parlamento Vasco, en las Juntas Generales y en las Diputaciones Forales de los tres territorios.
¿Está previsto que esta nueva medida se haga efectiva en todos los departamentos de la administración pública?
La administración, como no podía ser de otra manera, es ejemplarizante en la presencia de mujeres. Por el contrario en el ámbito privado, el porcentaje es mucho menor y en realidad son ellos quienes tienen capacidad de contratación. El mundo empresarial tiene que volcarse si quiere cumplir la expectativas que desde el marco europeo le piden, con el acceso de mujeres al empleo de un 60% para el año 2010. Creo que ha llegado el momento de pasar del dicho al hecho.
¿Encontramos en nuestra Comunidad Autónoma alguna empresa privada ejemplarizante en estas medidas?
En este momento hay diez empresas en nuestra comunidad, que son entidades colaboradoras de igualdad de oportunidades. Es una especie de galardón “label” que el Gobierno Vasco da a aquellas empresas que hayan realizado un diagnóstico interno sobre la situación de mujeres y hombres y que han establecido un plan de acción dentro de la empresa. Todas ellas son empresas importantes del mundo financiero y es para mí un orgullo saber que tenemos organizaciones en nuestro entorno que se están movilizando. También me gustaría destacar que en el ámbito sindical empieza a haber un movimiento importante para trabajar en base a estos planes.
¿Puede aparecer la discriminación desde el momento de la contratación?
Sí, son muchos los profesionales formados en recursos humanos, que no son conscientes de la forma en la que están discriminando. Preguntas como “¿Cuáles son sus planes de futuro?” o “¿Piensa formar una familia?” deberían desaparecer. Ahora nos toca a todos y a todas decir que las cosas se pueden hacer de otra manera. En este momento, hay una serie de constructos sociales y culturales que hay que ir deconstruyendo. Recuerdo que una profesora de psicología solía decirnos “A veces nos da la impresión de que nuestro guión de vida está establecido desde que nacemos, pero la bondad del ser humano hace que sea capaz de cambiar el final de la película”.
¿Qué grado de aplicabilidad tiene la ley de igualdad en el ámbito privado?
Por ahora, todo esto hay que reglamentarlo. Creo que lo importante es establecer primero una dinámica de trabajo para que sirva de modelo. El escenario que estamos creando es rico para que las empresas pueden trabajar en este tema. Estamos viendo cómo las tendencias en el ámbito empresarial empiezan a ir en este sentido y cómo surgen palabras clave como conciliación o flexibilidad.
En un terreno más cultural, desde las instituciones se dice que los alardes masculinos están incumpliendo la ley. Si es así, ¿por qué no se les obliga a cumplirla?
Creo que en este caso concreto, tanto el poder legislativo como el ejecutivo han cumplido su papel. El problema es que muchas veces las leyes no se cumplen y entonces el camino a seguir es el judicial. De todas maneras, creo que es importante dejar claro el posicionamiento de Emakunde y del Gobierno Vasco en este tema. Nosotros apoyamos claramente la participación de las mujeres en los alardes y por consiguiente hemos aprobado una ley que es muy clara al respecto.
Cambiando un poco de tema, ¿qué opinión le merecen los juzgados de violencia de nuestra Comunidad Autónoma?
En este momento tenemos tres en Euskadi y por lo que sé, están saturados. Esto posiblemente quiere decir que necesitamos más recursos y mejores medios en los juzgados. Al final, lo que se está demostrando es que existe una cantidad de mujeres que necesitan tener recursos y un apoyo social, jurídico, policial y psicológico para poder dar pasos.
En Álava han sido 120 los casos tratados en lo que llevamos de año. Da la impresión de que son más de los que tendrían que ser, ¿no cree usted que vamos hacia atrás?
No lo creo. Es más, yo diría que estamos todavía en un proceso de afloramiento. Es un fenómeno en el que las tendencias se irán viendo a medida que vaya evolucionando la propia sociedad y vayamos estudiando lo que está ocurriendo. Son tendencias nuevas que no sabemos si existían antes, pero que ahora están saliendo a la luz.
¿Cree que el tema de la violencia contra las mujeres tiene la repulsa social que se merece?
No la que necesita. Desgraciadamente, no es el objetivo prioritario a nivel general y mundial, ni creo que sea algo que la sociedad conciba como un problema. Nuestro trabajo y el de todos los movimientos de las mujeres es intentar concienciar a la sociedad de que éste es un problema que urge. No podemos permitir que la mitad de la sociedad rechace a la otra mitad por el hecho de que sea mujer.
Hagamos un balance de Emakunde durante los últimos años. Creo que Emakunde ha vivido muchos años de sembrar y recoger muy poco desde el punto de vista social y administrativo. Durante muchos años, los problemas que afectaban a las mujeres no se han vivido como problemas. En este momento, la sociedad tiene un mayor nivel de concienciación, que hace que Emakunde pueda tener un protagonismo diferente al que ha tenido. Izaskun Moyua (O?ati, 1958) Izaskun Moyua nació en Oñati (Guipúzcoa) en 1958. Se licenció en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco. Trabajó en el área de minusvalía de la Diputación Foral de Álava, puesto que abandonó en 1991 para hacer labores de asesoría y formación en el Instituto Vasco de Administración Pública. En 1995, regresó a la Diputación alavesa como técnico de los servicios sociales polivalentes, hasta que en 1999 fue nombrada secretaria general de Emakunde, lugar que ha ocupado hasta convertirse en Directora del Instituto Vasco de la Mujer-Emakunde.
